Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
En el mundo laboral, es común escuchar a las personas hablar sobre las cualidades
de ciertos profesionales. Frases como “ella tiene madera de doctora, quizá debió
estudiar medicina”, pueden ser bastante frecuentes, variando, por supuesto, la
profesión a la que se haga referencia. Así, por ejemplo, la personalidad de un médico
quirúrgico seguramente variará respecto a la de una profesora de parvularia, lo cual
no significa que una profesión sea más sencilla que la otra, pero sí que se necesitan
características específicas para cada una de estas. Por este motivo, también es
común encontrarse con profesionales frustrados que acaban por cuestionarse si
habrán elegido bien su carrera, pues no consideran tener lo necesario para
desenvolverse en la misma.
1. Introvertidos y extrovertidos
Las personas introvertidas son aquellas que tienden a tener dificultades al momento
de expresarse, así como para entablar relaciones interpersonales, por lo que pueden
tener dificultad al momento de desarrollarse en el ámbito laboral, sobre todo si se trata
de profesiones o empleos que requieran que esté en constante contacto con otras
personas. Por ello, se considera que las personas introvertidas se desenvuelven
mejor en trabajos que pueden llevarse a cabo de forma individual y que requieren
mayor concentración.
Por otro lado, las personas extrovertidas tienen una gran facilidad para desenvolverse
en público y establecer buenas relaciones interpersonales, por lo que son capaces de
desenvolverse exitosamente en trabajos que requieran facilidad de comunicación y
trabajo con diferentes personas, como ocurre en áreas vinculadas a las relaciones
públicas, atención al cliente, ventas, etc.
2. Racionales y emocionales
3. Sensoriales e intuitivos
Sin embargo, los profesionales intuitivos se dejan llevar por “corazonadas”, por lo que
no siempre tienen éxito a la primera, ya que la intuición con la que guían sus
decisiones no siempre les garantiza que las cosas saldrán bien. Sin embargo, ello no
implica que no puedan desarrollar bien su trabajo, pues se caracterizan por poder
tomar decisiones bajo presión, priorizando el bienestar de todo el equipo de trabajo.
4. Calificadores y perceptivos
Quienes, por otro lado, tienen una personalidad más perceptiva, suelen ser
profesionales que no siempre se apegan a las normas previamente establecidas, sin
que ello deba ser negativo, pues tienen la cualidad de improvisar ante situaciones que
requieren acciones inmediatas, lo que les permite tener mayor capacidad de
respuesta inmediata.
Al definir cada una de las personalidades anteriores, es posible comprender por qué
existe una relación entre la personalidad de un profesional y el desempeño en su
trabajo.
ARTICULO NO. 2
1. Orientación a la acción
Los empleados que son proactivos y toman riesgos suelen ser más exitosos y
tienen confianza en la generación de nuevas ideas. Los empleados orientados a la
acción producen beneficios a las empresas.
2. Inteligencia
3. Ambición
4. Liderazgo
5. Optimismo
Los empleados que entran al trabajo frescos y enérgicos todos los días
seguramente superarán a los empleados que se agotan fácilmente cuando se
encuentran con dificultades. Los empleados optimistas crean un ambiente de
trabajo positivo, generan nuevas ideas y son amables con los clientes y con los
demás miembros de la empresa.
6. Confianza
7. Honestidad
Un empleado puede tener todo el talento del mundo, pero sin integridad y
autenticidad, no logrará nada grandioso. Los empleados genuinos y directos son
un valor agregado en cualquier empresa y aportan a su competitividad, ya que
generan confianza en sus clientes.
8. Orientación a los detalles
9. Trabajo duro
Ningún proyecto laboral tiene éxito sin el trabajo duro de sus empleados. Un
empleado trabajador es alguien que siempre estará dispuesto a aprender, busca
activamente nuevas formas de crecer dentro del ámbito laboral, se centra en el
crecimiento, el conocimiento y la experiencia positiva dentro de una empresa.
11. Humildad
Los empleados que demuestran su valor a través del trabajo duro sin jactarse de
ello, son esenciales en una organización. Los empleados humildes conocen sus
fortalezas y debilidades y no tienen miedo de admitir cuándo necesitan ayuda o no
saben algo. Un empleado que adopta una actitud humilde logra avanzar en su
carrera más rápido.
12. Pasión
Nadie más valioso que un empleado a quien no se le tiene que decir lo que se
espera de él e incluso está dispuesto a hacer más. Además de ser consciente de
sus roles y deberes, el empleado empoderado se esfuerza en reducir sus
debilidades y mejorar sus fortalezas. Si el empleado es disciplinado, aún mejor ya
que no malgastará el valioso dinero y tiempo de su empleador en distracciones
como el teléfono celular o la navegación informal en Internet. Un empleado que
maneja la autogestión suele ser puntual, no postergar ni toma descansos
innecesarios y ser concienzudo.
15. Rentabilidad
16. Autonomía
17. Creatividad
Las empresas necesitan empleados con grandes ideas para crecer y prosperar.
Un empleado creativo es aquel que experimenta con cosas nuevas y piensa de
manera innovadora ayudando a reducir la monotonía de la rutina diaria. Además,
ayudará a mejorar la productividad de los demás empleados y de la empresa.
Los empleados que encajan bien en sus empresas expresan una mayor
satisfacción laboral, tienen un mejor desempeño y es más probable que
permanezcan en la misma organización por un período más largo.
19. Adaptabilidad
Los empleados adaptables son la columna vertebral de las empresas exitosas que
suelen cambiar con el tiempo. Un empleado adaptable es alguien que no tiene
miedo al cambio y puede enfocarse fácilmente. Es alguien que no se pone
nervioso cuando llegan los cambios. Por ejemplo, cuando se trabaja en equipo, y
las especificaciones del proyecto deben cambiarse en el último minuto, los
empleados adaptables no rehuirán este desafío. En cambio, lo aceptan y trabajan
para encontrar la mejor solución.
Los mejores empleados destacan por sus cualidades personales y colaboran con
el buen funcionamiento de los equipos aumentando así la productividad de las
empresas.
Los 20 rasgos de la personalidad antes mencionados son los que hacen sobresalir
a un empleado convirtiéndolo en un activo más valorado en su empresa.
ARTICULO 3
Una vez analizados los resultados, podemos observar que existen personalidades
con más ingresos, más satisfechas y felices en sus trabajos, o con tendencia a
supervisar a más empleados. Curiosamente, el estudio permite observar también
las diferencias de género, que tiene un gran impacto, ya que los hombres suelen
tener más hacia una personalidad y las mujeres a otra. Por lo que el sexo del
encuestado es un factor importante en el desarrollo de la personalidad de
cada uno y, por tanto, del desarrollo laboral.
Los resultados de este estudio son útiles para ver cómo la personalidad se
adapta mejor a unos trabajos u otros, la tendencia a interactuar de cada uno, etc.
Ahora bien, aunque la personalidad sea un factor clave en el desarrollo profesional
de las personas, no es determinante, pues todos somos dueños de nuestras
decisiones y podemos prever hacía donde nos dirigimos. Entender nuestro tipo
de personalidad implica fomentar aquello que encaja más con nosotros y no
venirse abajo porque por nuestra personalidad no sea compatible con algunas de
las metas que nos habíamos propuesto.