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ARTICULO NO.

Cómo influye tu personalidad en el trabajo


 
¿Cómo influye tu personalidad al momento de trabajar?

Diversos estudios psicológicos buscan encontrar una relación entre personalidad y


desempeño profesional, por lo tanto, es válido preguntarse si nuestra personalidad
realmente influye en el trabajo que desempeñamos, pues aspectos relacionados a
esta, son incluso evaluados en procesos de selección con el fin de determinar
elementos que no están directamente relacionados con la formación académica o
profesional. Dichos estudios reflejan que, en efecto, la personalidad está relacionada
con el desempeño en tu trabajo además de estar ligada a la profesión que decides
estudiar.

En el mundo laboral, es común escuchar a las personas hablar sobre las cualidades
de ciertos profesionales. Frases como “ella tiene madera de doctora, quizá debió
estudiar medicina”, pueden ser bastante frecuentes, variando, por supuesto, la
profesión a la que se haga referencia. Así, por ejemplo, la personalidad de un médico
quirúrgico seguramente variará respecto a la de una profesora de parvularia, lo cual
no significa que una profesión sea más sencilla que la otra, pero sí que se necesitan
características específicas para cada una de estas. Por este motivo, también es
común encontrarse con profesionales frustrados que acaban por cuestionarse si
habrán elegido bien su carrera, pues no consideran tener lo necesario para
desenvolverse en la misma.

De acuerdo con una encuesta de resultados de carreras con diferentes tipos de


personalidad realizada por la empresa Truity Psycometrics LLC, en San Francisco,
California, estableció que sí existe una relación directa entre la personalidad y el
desempeño laboral, por lo que en los próximos párrafos hablaremos sobre cómo
influye la personalidad de un profesional al momento de desarrollar sus actividades
laborales.

¿Cómo influye tu personalidad al momento de trabajar?


Diversas disciplinas académicas definen la personalidad bajo factores variados, entre
los que destacan elementos como el desarrollo psicológico, la experiencia de vida y la
educación, principalmente. Sin embargo, una definición sencilla es aquella que
determina la personalidad como el conjunto de rasgos y cualidades que configuran la
manera de ser de una persona y la diferencian de las demás.

Como ya mencionábamos al inicio de este artículo, la personalidad tiene una relación


directa con el desempeño laboral, la cual puede desembocar en resultados tanto
positivos como negativos, a partir del tipo de personalidad y la profesión que se
realice. Así, para fines prácticos, algunos estudios destinados a analizar este tema
parten de cuatro parejas de personalidades:

1. Introvertidos y extrovertidos
Las personas introvertidas son aquellas que tienden a tener dificultades al momento
de expresarse, así como para entablar relaciones interpersonales, por lo que pueden
tener dificultad al momento de desarrollarse en el ámbito laboral, sobre todo si se trata
de profesiones o empleos que requieran que esté en constante contacto con otras
personas. Por ello, se considera que las personas introvertidas se desenvuelven
mejor en trabajos que pueden llevarse a cabo de forma individual y que requieren
mayor concentración.

Por otro lado, las personas extrovertidas tienen una gran facilidad para desenvolverse
en público y establecer buenas relaciones interpersonales, por lo que son capaces de
desenvolverse exitosamente en trabajos que requieran facilidad de comunicación y
trabajo con diferentes personas, como ocurre en áreas vinculadas a las relaciones
públicas, atención al cliente, ventas, etc.

2. Racionales y emocionales

Las personas racionales se caracterizan porque en ellas predomina el pensamiento


sobre las emociones, es decir, se trata de personas más reflexivas, que no actúan de
forma impulsiva. Así, este tipo de personalidad suele relacionarse a empleos que
requieran un nivel alto de concentración, como en la investigación y la medicina, por
mencionar algunos ejemplos.

Las personas emocionales, por el contrario, tienden a actuar de manera impulsiva,


manifestando sus sentimientos y emociones sin temor alguno, por lo que se
desempeñan mejor en empleos que requieran el contacto con otras personas y sean
más prácticas o técnicas, pues tienen mayor facilidad para aprender a partir de la
experiencia. Las personas con este tipo de personalidad también se desempeñan muy
bien en trabajos de índole social, que les permitan servir a los demás.

3. Sensoriales e intuitivos

Tener una personalidad sensorial significa que al momento de tomar decisiones se


busca tener información basada en experiencias previas, que determine cuál es la
mejor forma de actuar. Así, los profesionales sensoriales tienden a ser más reflexivos
y analíticos al momento de buscar solucionar problemas, pues esperan garantizar el
éxito de cada acción que realizan, sin que sea necesario cometer errores para cumplir
un objetivo.

Sin embargo, los profesionales intuitivos se dejan llevar por “corazonadas”, por lo que
no siempre tienen éxito a la primera, ya que la intuición con la que guían sus
decisiones no siempre les garantiza que las cosas saldrán bien. Sin embargo, ello no
implica que no puedan desarrollar bien su trabajo, pues se caracterizan por poder
tomar decisiones bajo presión, priorizando el bienestar de todo el equipo de trabajo.

4. Calificadores y perceptivos

La personalidad calificadora se caracteriza por la presencia del análisis de distintas


situaciones al momento de tomar una decisión o actuar, es decir, que estas personas
tienden a trabajar conforme a planes previamente establecidos, por lo que suelen ser
muy organizadas y estrictas al momento de trabajar.

Quienes, por otro lado, tienen una personalidad más perceptiva, suelen ser
profesionales que no siempre se apegan a las normas previamente establecidas, sin
que ello deba ser negativo, pues tienen la cualidad de improvisar ante situaciones que
requieren acciones inmediatas, lo que les permite tener mayor capacidad de
respuesta inmediata.

Al definir cada una de las personalidades anteriores, es posible comprender por qué
existe una relación entre la personalidad de un profesional y el desempeño en su
trabajo.

Así, es importante, al momento de iniciar en el mundo laboral o buscar un nuevo


empleo, tener en cuenta cuáles son las mejores oportunidades de acuerdo a tu
personalidad. Para ello, en Internet puedes encontrar una gran cantidad de test que te
permitirán conocer tu tipo de personalidad, con el fin de definir cuáles son los trabajos
para los que tienes más aptitudes, de forma que puedas desempeñarte de la mejor
manera posible.

ARTICULO NO. 2

¿Cómo influye la personalidad en el trabajo?

Te contamos la importancia de la inteligencia emocional en el ambiente laboral.


Investigación laboral

Por lo general se cree que el desempeño exitoso en un empleo involucra solo


destrezas intelectuales y prácticas.  Sin embargo, los especialistas aseguran
que el conocimiento y la experiencia necesitan integrarse a relaciones
interpersonales efectivas. Teóricamente, ese conjunto de actitudes para
interactuar de forma apropiada con los demás se conoce como inteligencia
emocional y hace referencia a las competencias que determinan la conducta
de un individuo para reconocer rasgos de personalidad tanto propios como
ajenos.
Según los expertos, esta habilidad aplicada al campo laboral permite que un
empleado se sienta satisfecho con el cargo asignado, desarrolle hábitos
productivos, sea persistente en los proyectos, esté motivado, desarrolle
empatía, controle impulsos y maneje el estrés.
Para Ana María Salom, directora de Desarrollo de Personal en Bansuperior, la
inteligencia emocional incentiva el desempeño integral de un trabajador.
 
"Interiorizarla implica autorregulación permanente, orientación al logro, alto grado
de compromiso y capacidad de ponerse en los zapatos de los demás con el fin de
garantizar una comunicación efectiva", descrito.
Además de ciertas habilidades laborales, la inteligencia emocional fomenta la
construcción de relaciones cálidas y el trabajo en equipo porque promueve
la realización conjunta de actividades.
En este contexto, Juan Manuel Posada, jefe de Gestión Humana en Daimler
Chrysler de Colombia, opinó que las habilidades comunicativas están mediadas
por las emociones y son imprescindibles para cualquier empleo.
No ser capaz de establecer vínculos afecta el desarrollo de un trabajo. Una
persona puede tener todo el conocimiento en la parte técnica de su cargo, contar
con un máster o Phd. (doctorado), pero si no interactúa con los demás le será muy
difícil trasmitir sus conocimientos y, en consecuencia, su labor se verá
perjudicada. 
"Al faltar una buena empatía se establecen bloqueos o cierres emocionales en
la comunicación", comentó.
De otro lado, Johana Ángel, analista de Selección en Fritolay, consideró que
alguien maneja la inteligencia emocional cuando sabe decir las cosas con la
postura, el lenguaje, el tono y en el momento adecuados, además de comunicarse
efectivamente si logra que el receptor reciba y actúe de forma correcta frente a la
información.
Para Ana María Salom de Bansuperior, las compañías deben preocuparse por
incentivar en sus líderes el manejo de la inteligencia emocional porque las
habilidades de un directivo generan impacto en los demás.
"Infortunadamente, muchas personas que ocupan niveles de jefatura cuentan con
conocimiento y experiencia, pero no manejan de manera correcta sus relaciones
personales. Por lo general, un directivo tiende a evadir este tipo de problemas y,
en ese caso, es conveniente que la organización le demuestre los beneficios de
aplicar la inteligencia emocional para incrementar resultados", concluyó.
Según Doriana Faccini, consultora asociada de HPI, las aplicaciones de la
inteligencia emocional en el plano laboral son prácticamente infinitas como
un instrumento eficaz para resolver conflictos, manejar el cambio o el estrés
y trabajar en equipo, entre muchas otras.
 "La clave de las relaciones interpersonales es la empatía que consiste en la
comprensión tanto de las emociones como los comportamientos del otro y al
mismo tiempo el respeto por sus puntos de vista", agregó.

¿Qué son los rasgos de la personalidad?


Los rasgos de la personalidad se definen como los patrones habituales de
sentimientos, pensamientos y comportamientos de una persona.

Cuando se adopta un enfoque característico de la personalidad, la suposición


subyacente es que los comportamientos se basan en características relativamente
estables, lo que significa que una persona naturalmente va a actuar de cierta
manera, independientemente de la situación en cuestión.

Al comprender qué es un rasgo de la personalidad, podemos entender mejor las


diferencias entre nosotros y los demás.

Podemos definir la personalidad como una mezcla de las disposiciones naturales


de una persona, así como los factores ambientales y las experiencias de la vida.

¿Por qué los rasgos de la personalidad son


importantes en el lugar de trabajo?
El carácter de un empleado desempeña un papel fundamental en el lugar de
trabajo. Las cualidades personales pueden influir en la capacidad de un individuo
para liderar, superar obstáculos, mantener un comportamiento ético, trabajar en
equipo, generar nuevas ideas y aumentar la motivación. En términos generales, la
contratación de personal, el funcionamiento de los equipos y la productividad de
las empresas dependen de los rasgos de la personalidad de los empleados.

Algunos rasgos de personalidad que poseen los


empleados que tienden a sobresalir
Independientemente de la industria, el salario, la edad o el género, los empleados
más destacados comparten algunos rasgos comunes.

A continuación, ofrecemos una lista de estos rasgos de personalidad comunes a


los empleados que tienden a sobresalir:

1. Orientación a la acción
Los empleados que son proactivos y toman riesgos suelen ser más exitosos y
tienen confianza en la generación de nuevas ideas. Los empleados orientados a la
acción producen beneficios a las empresas.

2. Inteligencia

Aunque la inteligencia no es el único ingrediente necesario, es una base sólida


para el éxito. La inteligencia de un empleado es imprescindible ya que podrá
sobresalir a la hora de afrontar pruebas de desempeño, microgestión y niveles de
estrés elevados.

3. Ambición

Los empleados solo pueden ayudar a su empresa si quieren ayudarse a sí mismos


a tener una mejor carrera. La ambición de los empleados es lo que empuja a una
empresa a innovar, genera ideas creativas y establece una cultura de franqueza y
apertura con los demás empleados.

4. Liderazgo

El liderazgo de un empleado es primordial para cualquier empresa. Este comienza


con la confianza de los empleados en sí mismos y se fortalece con el éxito
repetitivo y el refuerzo positivo.

5. Optimismo

Los empleados que entran al trabajo frescos y enérgicos todos los días
seguramente superarán a los empleados que se agotan fácilmente cuando se
encuentran con dificultades. Los empleados optimistas crean un ambiente de
trabajo positivo, generan nuevas ideas y son amables con los clientes y con los
demás miembros de la empresa.

6. Confianza

La confianza produce resultados positivos y alienta a los empleados a asumir


desafíos que otros tiendan a enfrentar con cautela o incluso evitar. La confianza
que un empleado transmite alcanza a los clientes y genera una cultura de mejora
a su alrededor.

7. Honestidad

Un empleado puede tener todo el talento del mundo, pero sin integridad y
autenticidad, no logrará nada grandioso. Los empleados genuinos y directos son
un valor agregado en cualquier empresa y aportan a su competitividad, ya que
generan confianza en sus clientes.
8. Orientación a los detalles

La atención a los detalles de un empleado es crucial porque puede evitar muchos


problemas y aumentar la tasa de éxito de los proyectos de una empresa.

9. Trabajo duro

Ningún proyecto laboral tiene éxito sin el trabajo duro de sus empleados. Un
empleado trabajador es alguien que siempre estará dispuesto a aprender, busca
activamente nuevas formas de crecer dentro del ámbito laboral, se centra en el
crecimiento, el conocimiento y la experiencia positiva dentro de una empresa.

10. Visión de futuro

Los empleados más destacados tienen la capacidad de mirar hacia el futuro de su


organización y establecer objetivos claros y concretos que la benefician. Son
empleados entusiastas, que tratan de gestionar cambios mientras logran un
equilibrio entre estabilidad y crecimiento. Los empleados visionarios tienden a
incorporar nuevos enfoques sin distraerse de los objetivos principales.

11. Humildad

Los empleados que demuestran su valor a través del trabajo duro sin jactarse de
ello, son esenciales en una organización. Los empleados humildes conocen sus
fortalezas y debilidades y no tienen miedo de admitir cuándo necesitan ayuda o no
saben algo. Un empleado que adopta una actitud humilde logra avanzar en su
carrera más rápido.

12. Pasión

Todos los empleadores aman al empleado dispuesto a hacer más de lo que se le


exige, que supera constantemente las expectativas y acepta felizmente cualquier
tarea o proyecto, por difícil que sea. Además, un empleado apasionado por su
trabajo no sentirá que está trabajando y siempre se esforzará al máximo porque
ama lo que hace. Los empleados apasionados disfrutan de pasar tiempo con sus
compañeros de trabajo y superiores, lo que los hace ideales para cualquier
empresa.

13. Espíritu de equipo

En una empresa no solo es esencial que los empleados se desempeñen bien


individualmente, sino también como miembros de un equipo. Para tener éxito en
un equipo se requiere paciencia, tolerancia y buenas habilidades sociales. Los
esfuerzos del equipo están asociados con muchas ventajas: el trabajo se realiza
más rápido y es más probable que se complete con éxito.

El espíritu de equipo se basa en la camaradería, la cooperación y la colaboración


entre los diferentes miembros de una organización.

14. Autogestión o empoderamiento

Nadie más valioso que un empleado a quien no se le tiene que decir lo que se
espera de él e incluso está dispuesto a hacer más. Además de ser consciente de
sus roles y deberes, el empleado empoderado se esfuerza en reducir sus
debilidades y mejorar sus fortalezas. Si el empleado es disciplinado, aún mejor ya
que no malgastará el valioso dinero y tiempo de su empleador en distracciones
como el teléfono celular o la navegación informal en Internet. Un empleado que
maneja la autogestión suele ser puntual, no postergar ni toma descansos
innecesarios y ser concienzudo.

15. Rentabilidad

Un empleado rentable o comercializable es aquel que representa bien a la


empresa y es presentable a los clientes. Debe ser alguien que transmita una
buena impresión por lo que debe estar bien arreglado, ser profesional y tener una
personalidad agradable.

16. Autonomía

Un empleado autónomo es aquel que tiene libertad y discreción con respecto a


cómo programar su trabajo y sabe la forma de llevarlo a cabo.

La autonomía hace que un empleado realice tareas complejas de manera rápida y


productiva.

17. Creatividad

Las empresas necesitan empleados con grandes ideas para crecer y prosperar.
Un empleado creativo es aquel que experimenta con cosas nuevas y piensa de
manera innovadora ayudando a reducir la monotonía de la rutina diaria. Además,
ayudará a mejorar la productividad de los demás empleados y de la empresa.

18. Idoneidad cultural

Es primordial para cualquier empresa tener empleados que se ajusten a su cultura


empresarial. En esencia, el ajuste cultural significa que las creencias y los
comportamientos de los empleados están alineados con los valores
fundamentales de su empleador.

Los empleados que encajan bien en sus empresas expresan una mayor
satisfacción laboral, tienen un mejor desempeño y es más probable que
permanezcan en la misma organización por un período más largo.

19. Adaptabilidad

Los empleados adaptables son la columna vertebral de las empresas exitosas que
suelen cambiar con el tiempo. Un empleado adaptable es alguien que no tiene
miedo al cambio y puede enfocarse fácilmente. Es alguien que no se pone
nervioso cuando llegan los cambios. Por ejemplo, cuando se trabaja en equipo, y
las especificaciones del proyecto deben cambiarse en el último minuto, los
empleados adaptables no rehuirán este desafío. En cambio, lo aceptan y trabajan
para encontrar la mejor solución.

20. Inteligencia emocional

La inteligencia emocional se refiere a la capacidad de una persona para


reconocer, comprender, manejar y razonar con las emociones. Es una habilidad
crítica cuando se trata de comunicación interpersonal y un rasgo de personalidad
valioso en todos los niveles de la carrera de una persona.

Un empleado con inteligencia emocional se comunica mejor, tiene mayor empatía,


resuelve más eficientemente los problemas y se relaciona de manera armónica
con sus compañeros de trabajo ya que sabe escuchar, reflexionar y responder
positivamente a las críticas.

Además de las habilidades y experiencia de un empleado, sus rasgos de


personalidad son importantes para que tenga éxito dentro de una empresa.

Los mejores empleados destacan por sus cualidades personales y colaboran con
el buen funcionamiento de los equipos aumentando así la productividad de las
empresas.

Los 20 rasgos de la personalidad antes mencionados son los que hacen sobresalir
a un empleado convirtiéndolo en un activo más valorado en su empresa.
ARTICULO 3

Cómo la personalidad influye en tu desarrollo


profesional
Inicio/Motivación laboral/Cómo la personalidad influye en tu desarrollo profesional

Puede que alguna vez te hayas preguntado si la personalidad influye en tu


trayectoria profesional o si tus emociones afectan a las decisiones que has tomado
o tomarás a lo largo de tu carrera. Un reciente estudio realizado por Truity da
respuestas a estas preguntas. ¿La personalidad influye en el desarrollo de tu
carrera profesional?

Este estudio afirma lo que de alguna manera todos ya sabíamos, y es que la


personalidad es un factor clave en las decisiones que tomas, oportunidades,
éxitos y en los objetivos que te propongas. Y saber que tipo de personalidad tienes
puede ayudarte en futuras ocasiones.

De esta manera, 25.759 personas fueron encuestadas, llegando a tener una


muestra representativa de los 16 tipos de personalidad. Personalidades que están
basadas en estas cuatro parejas de posibilidades: Extrovertido o
Introvertido; Racional o Emocional; Sensorial o Intuitivo; y Calificador o
Perceptivo.

Para averiguar como la personalidad influye en el desarrollo profesional, los


encuestados contestaron a preguntas sobre
su éxito profesional, ingresos, satisfacción, y las funciones que realizan.

Una vez analizados los resultados, podemos observar que existen personalidades
con más ingresos, más satisfechas y felices en sus trabajos, o con tendencia a
supervisar a más empleados. Curiosamente, el estudio permite observar también
las diferencias de género, que tiene un gran impacto, ya que los hombres suelen
tener más hacia una personalidad y las mujeres a otra. Por lo que el sexo del
encuestado es un factor importante en el desarrollo de la personalidad de
cada uno y, por tanto, del desarrollo laboral.

A grandes rasgos los resultados han sido los siguientes:


 Los extrovertidos están más satisfechos con su trabajo que los
introvertidos.
 Los racionales supervisan a más empleados que los emocionales.
 Los intuitivos son más probables a trabajar para ellos mismos, al
contrario que los sensoriales.
 Los calificadores tienen más ingresos que los perceptivos.

Las personas más racionales y calificadoras son las que tienen mayores


ingresos. Probabilidad que aumenta si además también son extrovertidos. Si
observamos los resultados por género, los hombres ganan más que las
mujeres. Investigaron si era una casualidad o si se debía a la desigualdad en los
salarios en función del sexo. Pero las mujeres y hombres encuestados tenían unos
ingresos similares, por lo que no influye en los resultados.

Si estas personalidades ganan más dinero se debe a que son más competitivas y


buscan el éxito en sus carreras. Tienen las características perfectas para ser
un buen líder y por ello las empresas se decantan por ellos. Aunque esto no les
hace los más felices en el trabajo. Es la ambición y la competitividad entre ellos
lo que les impide la satisfacción laboral.

Los resultados de este estudio son útiles para ver cómo la personalidad se
adapta mejor a unos trabajos u otros, la tendencia a interactuar de cada uno, etc.
Ahora bien, aunque la personalidad sea un factor clave en el desarrollo profesional
de las personas, no es determinante, pues todos somos dueños de nuestras
decisiones y podemos prever hacía donde nos dirigimos. Entender nuestro tipo
de personalidad implica fomentar aquello que encaja más con nosotros y no
venirse abajo porque por nuestra personalidad no sea compatible con algunas de
las metas que nos habíamos propuesto.

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