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Yo, Pierre Rivière habiendo degollado a mi madre,

a mi hermana y a mi hermano...

Virginia Jiménez Bautista


1º Criminología
Antropología
Índice

1. Resumen del libro.

2. Situación geográfica y subdivisiones administrativas del


territorio francés.

3. Marco histórico:
• Acontecimientos históricos de la época
• Repercusiones en el Derecho Penal
• Repercusiones en la Psiquiatría

4. Análisis de la vida de Pierre Rivière y sus


circunstancias.

5. Reflexión sobre su condena.


1. Resumen del Libro.

Los acontecimientos datan 1835 cuando en la comuna de Aunay, un


joven llamado Pierre Rivière mata a su madre, su hermano y su hermana
degollándolos con una hoz. Tras cometer el crimen asegura haber liberado
a su padre y sus hermanos de las vejaciones de su madre.
Pierre, que no gozaba de la simpatía de los habitantes de la comuna y
que era considerado como alienado por sus comportamientos extraños, y
apodado como el imbécil de Rivière, es condenado a muerte en primera
instancia, y que tras ser valorado por los psiquiatras de la época, su pena es
conmutada por la de cadena perpetua por considerar sufría una enfermedad
metal.
Durante la lectura de este libro, la pregunta que se sobrescribía en mi
mente continuamente era el por qué de la decisión de tomar a Pierre Rivière
como loco y no juzgarlo como criminal. A lo largo de este trabajo intentaré
buscar la explicación relacionando los aspectos históricos, culturales y
médicos con el comportamiento del protagonista y la actitud tomada por
jueces y médicos.

2. Situación geográfica y subdivisiones administrativas del territorio


francés.

La Organización territorial de Francia, un estado unitario, se asienta


sobre un complejo sistema jerarquizado de administración en varios niveles
y especialización según el tipo de competencias ejercidas: 22 regiones que
no poseen autonomía legislativa ni ejecutiva, sino que reciben del estado
una parte consecuente de los impuestos nacionales que pueden disponer y
repartir según sus necesidades, 96 departamentos que son regidos por un
Consejo General. Los departamentos fueron creados por decreto del 22 de
diciembre 1789 adoptado por la Asamblea Constituyente para reemplazar a
las provincias de Francia, consideradas contrarias a la homogeneidad de la
nación y con el fin de que toda persona pudiera dirigirse en una jornada de
caballo como máximo a sus representantes teniendo cada uno un prefecto;
329 distritos que tienen cada uno su subprefecto. Su función es ayudar al
prefecto del departamento, 3.879 cantones que es una división más
pequeña, sobre todo a efectos electorales; 36.571 comunas, equivalente al
municipio. En la ciudad de París, reciben el nombre de arrondissements.
Las intercomunidades de Francia, equivalente a una mancomunidad,
agrupan dentro de un mismo departamento a varias comunas.
Aunay-sur-Odon es una población y comuna francesa, situada en la
región de Baja Normandía, departamento de Calvados, en el distrito de
Vire y cantón de Aunay-sur-Odon.

3. Marco histórico:

La Revolución francesa fue un proceso social y político que se


desarrolló entre 1789 y 1799 cuyas principales consecuencias fueron la
abolición de la monarquía absoluta y la proclamación de la República,
eliminando las bases económicas y sociales del Antiguo Régimen. Si bien
la organización política de Francia osciló entre república, imperio y
monarquía durante 75 años después de que la Primera República cayera
tras el golpe de estado de Napoleón, lo cierto es que la revolución marcó el
final definitivo del absolutismo y dio a luz a un nuevo régimen donde la
ciudadanía, y en algunas ocasiones las masas populares, se convirtieron en
la fuerza política dominante en el país.

Primer Imperio francés

El Consulado y la primera República cederían su lugar a Napoleón


Bonaparte, que se hizo con el poder en Francia en medio de la Revolución
francesa. Se coronó a sí mismo Emperador de Francia en 1804, y construyó
un vasto Imperio que lideró el continente. Promulgó un código civil, al que
se denominó posteriormente "Código Napoleónico", modelo en su género.
Finalmente hubo de ser derrotado por la Europa entera coaligada. Así
concluyó este Imperio. Corría el año 1815 (año de nacimiento de Pierre
Rivière)

Restauración

Cuando Napoleón falleció en 1821, Luis XVIII tomó por segunda vez el
imperio pero esta vez con las enseñanzas de la revolución. En el Congreso
de Viena se intentó restaurar el mapa político europeo. Se entronizó a Luis
XVIII, a quien sucedió Carlos X. Según avanzaba el reino de Carlos X, el
pueblo veía cada vez más improbable que se aprobaran unas necesarias
reformas políticas (como la ampliación del voto censatario y que la
pariedad en la Cámara Alta dejara de ser hereditaria) y que se garantizaran
los derechos civiles (como la libertad de expresión y de prensa, y la
supresión de la censura).

Después de las elecciones a la Cámara Baja de julio de 1829, Carlos X


se enfrentaba a una mayoría liberal moderada. Ante este hecho, disolvió la
recién elegida Cámara de diputados, y decretó las 4 ordenanzas de julio,
esperando así poder reconstituir una mayoría parlamentaria que le fuese
más favorable. Las ordenanzas (decretos) suspendían la libertad de prensa,
alargaban el cargo de los diputados y reducía su número y limitaban el
derecho de voto.

El pueblo de París se precipitó a la calle, alentado por la mayoría de los


medios de prensa. Con el apoyo de la Guardia Nacional, consiguió derrotar
al ejército real. Los diputados liberales eligieron al nuevo rey, Luis Felipe I
de Francia, a propuesta de La Fayette. El rey Carlos X se vio forzado a
exiliarse, y Francia se dotó de una Constitución más liberal.

La Revolución de 1830 trajo consigo una Constitución que reconocía de


nuevo la soberanía nacional. El Rey ya no lo es de Francia por derecho
divino, sino de los franceses por voluntad de los mismos. Luis Felipe I de
Orleans era el jefe del ejecutivo y compartía la iniciativa legislativa con las
Cámaras. La Cámara de los Pares dejó de ser hereditaria, y perdió
importancia en favor de la Cámara de los diputados.

• Repercusiones de estos acontecimientos históricos en el derecho


penal:

La Revolución francesa tuvo enorme importancia en el


desenvolvimiento del derecho en muchos países europeos. El resentimiento
de los franceses basados en las tristes perspectivas económicas y el
desempleo, así como la subida de los precios y contando los argumentos de
los más famosos tratadistas nacionales como Diderot, Voltaire,
Montesquieu y Rousseau llevaron al pueblo hacia la violencia el 14 de
Julio de 1789.

La Revolución produjo una serie de ideas de derecho constitucional


sobresaliendo el dogma de la igualdad de todos ante la ley. Este principio
tuvo importantes consecuencias para los derechos civil, penal, procesal,
fiscal y administrativo. Entre los notables cambios fueron abolidos
privilegios feudales, se suprimió la esclavitud, se establecieron juzgados de
acusación y jurados de decisión los jueces condenaban y absolvían. Luego
hubo reformas parciales y terminó con la remodelación de esta materia con
un nuevo código penal en 1791.

Conforme a esta declaración el Art.7 dice que nadie puede ser acusado,
aprehendido ni detenido sino en los casos previstos por la ley, y de acuerdo
con las formas escritas. Art. 8: la ley no debe establecer más penas que las
estrictamente necesarias y nadie puede ser penado sino en virtud de una ley
establecida y promulgada con anterioridad al delito, y legalmente aplicada.
Establece en el Art. 9 que toda persona se presume inocente hasta que ha
sido declarada culpable.
Con esta reforma también se reformó la definición de criminal: el
criminal es aquél que perturba a la sociedad, es su enemigo.

El hecho de castigar se trasladó de la venganza del soberano a la defensa


de la sociedad de forma que castigar se modificó también, desapareció el
cuerpo como blanco de la represión penal (amputaciones,
descuartizamientos, espectáculo) siendo ahora el apartamiento del crimen a
los hombres la certidumbre de ser castigados y no a la vergüenza pública.
La pena de muerte se aplicaba mediante la guillotina y era para todos los
condenados sin excepción (antes solo reservada para la nobleza). Entre los
actos que se condenaban a pena de muerte se encontraba el de parricidio.

En cuanto a la pena de prisión Michael Foucault, autor del libro, expuso


que el internamiento se margina al individuo “...en relación con su familia,
su grupo social, la comunidad a la que pertenecía; era alguien fuera de la
regla, marginado por su conducta, su desorden, su vida irregular. La
internación respondía a esta marginación de hecho con una especie de
marginación de segundo grado, de castigo. Era como si se le dijera a un
individuo: puesto que te has separado de tu grupo, vamos a separarte
provisoria o definitivamente de la sociedad. En consecuencia, puede
decirse que en la Francia de esta época había una reclusión de exclusión...”

• Repercusiones en la Psiquiatría

A los pacientes psicóticos se les consideraban una especie de


"alienados”. Aunque los enfermos mentales ya no eran quemados en la
hoguera, su suerte era aún lamentable durante la Ilustración. Si no eran
internados en los hospitales, vagaban solitarios, siendo objeto de
desprecios, burlas y maltratos. En 1656, un edicto en Francia estableció
asilos para insanos, cuyos directores estaban autorizados para detener
personas indefinidamente, y en los cuales se llegó a encerrar enfermos
mentales junto con indigentes, huérfanos, prostitutas, homosexuales,
ancianos y enfermos crónicos, a lo que se sumaba que debían soportar los
inhumanos tratamientos: eméticos, purgantes, sangrías y torturas.
Alrededor de 1800 comienza en Francia la Psiquiatría Científica, con la
obra del médico y reformador francés Philippe Pinel (1745-1826), quien
plantea que no deben construirse nuevas hipótesis sino limitarse a la
observación y descripción de hechos. La contribución fundamental de Pinel
fue cambiar la actitud de la sociedad hacia los enfermos mentales para que
sean considerados como seres humanos merecedores de un tratamiento
médico. A cargo de la Bicêtre, liberó a los pacientes de sus cadenas en
1793; dos años después hizo lo mismo en la Salpêtrière. Pinel llamó a su
labor "tratamiento moral", y muchos de sus principios conservan su valor
hasta hoy. En su obra Tratado de la Insanía (1801), clasificó las
enfermedades mentales en cuatro tipos: manía, melancolía, idiocia y
demencia, explicando su origen por la herencia y las influencias
ambientales. Con la obra de Pinel y sus seguidores, como Esquirol, la
psiquiatría se libera de las interpretaciones demonológicas y se sustituye la
especulación por la observación empírica, originándose así la Segunda
Revolución Psiquiátrica.
Esquirol (1782-1840), discípulo de Pinel, fue el psiquiatra más
influyente de esta época. Continuador de la terapia moral, consideraba al
asilo como el arma más poderosa contra la enfermedad mental, siendo
autor de una ley, en 1838, que estableció la construcción de un asilo en
cada departamento de Francia. En su libro Enfermedades mentales: un
tratado de insanía (1838), acuñó el término "alucinación", que diferenció de
la ilusión. Además, clasificó las insanías en "monomanía" (insanías
parciales, como la paranoia) y "manía general" (similar al delirium); a la
monomanía asociada con depresión la llamó "lipemanía". Inauguró el
primer curso de psiquiatría. Entre sus principales seguidores tenemos a
Jean Pierre Falret (1794-1870) y Jules Baillarger (1809-1890), que
describieron la "insanía circular", y Jacques Joseph Moreau de Tours
(1804-1884), que fue el primero en describir un cuadro psicótico inducido
por una droga (el hashish).
Esquirol es uno de los psiquiatras firmantes de la deliberación y
ratificación de la alienación mental de Pierre Rivière y que estaba de
acuerdo con el Dr. Vastel, declarando que esta alienación existe desde los 4
años de edad, persistiendo tras el crimen pero en menor intensidad y
declarando el delirio como causa del homicidio y que esta alienación tiene
carácter hereditario.

4. Análisis de la vida de Pierre Rivière y sus circunstancias:

La circunstancia peculiar de la historia de Pierre Rivière tiene sus


antecedentes incluso antes de su nacimiento, con el matrimonio de su padre
con su madre para evitar ir a la guerra. Del nuevo estado revolucionario
francés emanaron formas particulares de contemplar instituciones
tradicionales como la familia. La invasión de terrenos antes reservados al
ámbito de lo puramente personal o privado fue una constante durante los
años de la Revolución, quedando muchos de los rasgos o aspectos de esa
invasión incorporados a la legislación francesa y al derecho internacional.

El matrimonio, institucionalización religiosa de la unidad familiar, se


secularizó, siendo considerado un contrato civil. A partir de este momento,
el Estado interviene en las uniones matrimoniales mediante un
representante que garantiza la legalidad de la unión, sin cuya presencia la
ceremonia carece de validez. Igualmente, el Estado reglamentó el
matrimonio estableciendo los requisitos necesarios para poder contraerlo,
los aspectos formales y legales del mismo y las consecuencias de la unión
para la futura prole. Además de sobre el matrimonio, otros aspectos
relacionados con el ámbito familiar se vieron afectados por la inmiscusión
del Estado en los asuntos privados. Así, por ejemplo, se regularon los
procesos de adopción, se otorgaron ciertos derechos a los hijos naturales, se
legalizó el divorcio y se restringieron los poderes paternos, en especial la
facultad de desheredar a los hijos. La creación de tribunales de familia dio
un paso más en este sentido. Su finalidad última era procurar una vía de
intervención de la familia por parte del Estado, imponiendo su control
sobre el familiar o el eclesiástico. El Estado debía garantizar y velar por la
libertad individual, interviniendo en contra de instituciones que la
coartaban o limitaban, como la familia o la Iglesia, aun a costa de mostrarse
a sí mismo paternalista o tiránico.

Esta nueva posición del gobierno favoreció los matrimonios por


conveniencia, según las dotes de las que se dispusiera. En el caso del padre
de Pierre, contrajo matrimonio para evitar ir al servicio militar y poder
ocuparse de las tierras de sus padres y por ello fue obligado a buscar una
compañera. El control del gobierno con respecto al matrimonio, sus ideas
de individualidad y la influencia de la cultura en el pueblo y en la familia,
provocan la inexistencia de lazos de unión dentro de la familia de Pierre
Rivière, reduciéndose así a una división cuyo punto de unión hubieran sido
los hijos, pero que finalmente también terminan separados ante la carencia
de unión entre el padre y la madre.

Una de las razones de exclusión de Pierre Rivière con respecto a la


sociedad desde la edad de 4 años fue su aspecto físico y que favoreció el
pensamiento de “el loco de Rivière” y su posterior consideración como
alienado mental.

El Dr. Vastel describe el físico de Rivière como parte relevante de su


locura y clara predisposición al crimen: “Tiene veinte años, de estatura
media, de formas redondeadas, constitución flemática, rostro sin expresión,
su cabeza de volumen ordinario, está normalmente inclinada sobre su
pecho, su frente es baja y estrecha, las cejas atravesadas, su mirada
insegura, tímida, oblicua, su habla tiene algo de infantil, de poco viril.... su
postura es incómoda: su andar extraño, como sacudido por algo.... Este
hombre no es como los demás, se aparta de lo normal...” Esta idea fue
imponiéndose en el razonamiento y descripción de las características de un
criminal hasta que en 1876 Cesare Lombroso desarrolla su teoría del
hombre criminal. Lombroso quien pertenecía a la llamada escuela de la
Antropología Criminal, establece el concepto de criminal como atá vico,
según el cual, el delincuente, cuya conducta se considera de carácter innato,
podía ser reconocido debido a una serie de estigmas físicos o anomalías
como por ejemplo, excesivo desarrollo del cerebelo, asimetría del rostro,
dentición anormal, y lo que se consideraba como la característica más
atávica en los criminales, a saber, el hoyuelo en medio del occipital. Las
teorías de la época se inclinaban a pensar que el crimen era una regresión a
los estados evolutivos anteriores.

Dado que las explicaciones biológicas de la conducta pasaban por un


momento de gran auge en la época, las interpretaciones basadas en lo social
pasaron a tener un segundo plano respecto de aquellas de índole genética.

La influencia de Lombroso en el contexto de la Criminología hace que


se desplace la importancia de los científicos sociales en el estudio del delito
a favor de médicos y psiquiatras.

5. Reflexión sobre su condena.

Tras haber observado el contexto histórico en el que se desarrollaron los


hechos, la situación política del momento, los nuevos principios de
constitucionalidad y de igualdad, el desarrollo de un código penal que
diferencia el estado de locura y de cordura a la hora de aplicar las penas, el
cambio de paradigma en la psiquiatría considerando la locura como
enfermedad susceptible de ser curada y las tendencias antropológicas del
momento, voy a finalizar el trabajo con la conclusión que he sacado.
A lo largo de este periodo temporal en el que se desarrollan los hechos,
incluyendo las corrientes ideológicas inmediatamente precedentes y
posteriores, había una tendencia a obviar cualquier factor adquirido
afianzando así posturas totalmente innatistas. De hecho, los análisis de
todos los médicos que diagnosticaron a Pierre Rivière están basados en
características físicas y de comportamiento que explicaban como
hereditario relacionándolo con su madre y sus hermanos. Así pues también
tomaron como argumento descripciones de los habitantes del pueblo
obviando cualquier carácter subjetivo en la apreciación de la figura de
Pierre Rivière.
El antropólogo Ashley Montagu (1970) critica la posición de “agresión
innata” defendida por varios antropólogos y psiquiatras desde hace tiempo.
Indica que esta posición no se dirige a la explicación de ese
comportamiento agresivo, si no, que sugiere que existe un dispositivo que
controla al ser humano, “la atribución de cualidades de otros animales al
hombre...” además deduce la influencia que pueden tener los prejuicios del
hombre en la concepción del mundo y de las problemáticas surgidas de él.
A lo largo de toda la lectura de la memoria escrita por Pierre Rivière, se
aprecian circunstancias sociales, familiares y personales, incluye también la
apreciación de estas vivencias por su parte, la interiorización de esas
circunstancias y la repercusión en su comportamiento. Son circunstancias
obviadas completamente por los psiquiatras salvo para extraer un contexto
de depravación que reafirme su postura.
Montagu, no niega la existencia de factores biológicos capaces de
superar la voluntad de la razón, pero si se toma esa postura reduciríamos a
la especie humana a un comportamiento instintivo adaptado
filogenéticamente, que es a lo que limita el diagnóstico definitivo de Pierre
Rivière. Una vez negada cualquier actitud humana razonable, y reducido a
animal, es más sencillo juzgarlo y condenarlo.
Hay un hecho muy significativo, el suicidio de Rivière. Colmado por la
culpa por la conciencia de lo realizado y la incoherencia entre sus
sentimientos y su condena, finalmente decide terminar con su vida como
cree él que hubiera sido lo correcto. Ese suicidio podía ser perfectamente
una demostración de cordura e incoherencia social. Se suicida al no ver
ratificado su crimen como tal si no como demencia, el hecho de
considerarlo como locura hace que su crimen pierda el valor emocional que
le otorga, el sentido de protección hacia su padre, provocando un
desequilibrio que termina con el suicidio. Sin embargo, en su época este
suicidio se vio como parte de su locura.
Me gustaría terminar con un párrafo de Émile Durkheim, filósofo,
sociólogo y antropólogo francés que en términos generales ve el delito y la
criminalidad como una realidad social que proviene de lo que es deseable
hacer y esperar de los demás y a lo que no lo es, lo importante es el
cumplimiento de los deberes asumidos (tanto explícitos como implícitos)
para con los demás miembros de la sociedad, y considerando el
incumplimiento como una transgresión a ese código, lo que implica que los
“crímenes y los criminales son producto de la sociedad, y a la vez,
instrumentos y víctimas de la misma sociedad” (Montagu); además no
enumera los delitos si no que considera que los delitos pueden ser cualquier
cosa susceptible de transgredir las costumbres de la sociedad que se ocupa.

“El delito no se observa solamente en la mayoría de las sociedades de


tal o cual especie, si no en las sociedades de todos los tipos. No hay una en
la que no haya criminalidad. Ésta cambia de forma, los actos así
calificados no son en todas partes los mismos; pero en todos los sitios y
siempre ha habido hombre que se conducían de forma que atraían sobre
ellos la represión penal.”
Durkheim, E.
Las reglas del método sociológico.
Bibliografía:

Relaciones entre la antropología y la criminología, Marcelo Jorge


Basaldúa.

Las reglas del método sociológico, Emile Drukheim.

La familia y el matrimonio en la Revolución francesa, Los genios de la


Historia.

Repercusiones de la revolución francesa en el área del derecho penal,


Dolores E. Fernández

Historia de la Psiquiatría

Vigilar y castigar, Michael Foucault.

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