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Clase de Biología : prof Omar Márquez tema #1

Átomos y Moléculas

La molécula 

La molécula es la partícula más pequeña que presenta todas las propiedades físicas


y químicas de una sustancia, y se encuentra formada por dos o más átomos. Los
átomos que forman las moléculas pueden ser iguales (como ocurre con la molécula de
oxígeno, que cuenta con dos átomos de oxígeno) o distintos (la molécula de agua, por
ejemplo, tiene dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno).

Tipos de química según las moléculas estudiadas

La química orgánica o química del carbono es una rama de la química que se encarga

de analizar aquellas moléculas que contienen carbono y que forman enlaces covalentes

carbono-carbono o carbono-hidrógeno, que también reciben el nombre de compuestos

orgánicos.

La química inorgánica, en cambio, se dedica al estudio de la formación, composición,

estructura y reacciones de los compuestos y elementos inorgánicos. También existe

la química organometálica, que se centra en los compuestos químicos que tienen un

enlace entre un átomo de carbono y un átomo metálico.

La bioquímica, por su parte, se encarga de estudiar a los seres vivos a nivel molecular.

De esta forma, analiza las moléculas que forman las células y los tejidos y que permiten

reacciones químicas como la fotosíntesis y la digestión, entre otras.

Átomo

Un átomo es la unidad de partículas más pequeñas existente como sustancia simple, pudiendo
intervenir en una combinación química. A lo largo de los siglos, los conocimientos limitados que se
tenían sobre el átomo, sólo fueron objeto de conjeturas y suposiciones, por lo que no se pudieron
obtener datos concretos sino hasta muchos años después. En los siglos XVIII y XIX, el científico
inglés John Dalton sugirió la existencia de los átomos como una unidad extremadamente
pequeña, de la cual estaría compuesta toda la materia, y les asignó masa y los representó como
esferas macizas e indivisibles.
Es la unidad mínima de la materia, de lo que se componen los sólidos, líquidos y gases.
Los átomos se agrupan, pudiendo ser del mismo tipo o diferentes, para formar moléculas,
las cuales, a su vez constituye la materia de la que están compuestos los cuerpos que
existen. Sin embargo, científicos han determinado que apenas un 5% de la materia
existente en el universo está constituida por átomos, ya que la materia oscura (que ocupa
más del 20% del universo) está compuesta de partículas desconocidas, así como la
energía oscura (que ocupa un 70%).

¿Qué son las biomoléculas?

Las biomoléculas o moléculas biológicas son todas aquellas moléculas propias de los seres vivos,
ya sea como producto de sus funciones biológicas o como constituyente de sus cuerpos. Se
presentan en un enorme y variado rango de tamaños, formas y funciones. Las principales
biomoléculas son los carbohidratos, las proteínas, los lípidos, los aminoácidos, las vitaminas y los
ácidos nucleicos.

El cuerpo de los seres vivos está conformado principalmente por combinaciones complejas de seis
elementos primordiales: el carbono (C), el hidrógeno (H), el oxígeno (O), el nitrógeno (N), el
fósforo (P) y el azufre (S). Esto se debe a que estos elementos permiten:

 La formación de enlaces covalentes (que comparten electrones) sumamente estables


(simples, dobles o triples).
 La formación de esqueletos tridimensionales de carbono.
 La construcción de múltiples grupos funcionales con características sumamente distintas y
particulares.

Biomoléculas inorgánicas
Las biomoléculas inorgánicas no están basadas en el carbono.

Las biomoléculas inorgánicas son todas aquellas que no están basadas en el carbono, excepto
algunas como el CO2(g) y en CO. Estas pueden ser parte tanto de los seres vivientes como de los
objetos inanimados, pero no por eso dejan de ser indispensables para la existencia de la vida. Estos
tipos de biomoléculas no forman cadenas de monómeros como en el caso de las orgánicas, es decir,
no forman polímeros, y pueden estar formadas por distintos elementos químicos.

Algunos ejemplos de biomoléculas inorgánicas son el agua, determinados gases como el oxígeno
(O2) o el hidrógeno (H2), el NH3 y el NaCl.

Biomoléculas orgánicas
Las biomoléculas orgánicas son producto de las reacciones químicas propias del cuerpo.

Las biomoléculas orgánicas están basadas en la química del carbono. Estas biomoléculas son
producto de las reacciones químicas del cuerpo o del metabolismo de los seres vivientes. Están
constituidas fundamentalmente por carbono (C), hidrógeno (H) y oxígeno (O). También pueden
tener como parte de su estructura elementos metálicos como hierro (Fe), cobalto (Co) o níquel (Ni),
en cuyo caso se llamarían oligoelementos. Cualquier proteína, aminoácido, lípido, carbohidrato,
ácido nucleico o vitamina es un buen ejemplo de este tipo de biomoléculas.
Funciones de las biomoléculas
La herencia en los seres vivos es posible gracias a la existencia del ADN.

Las biomoléculas pueden tener diversas funciones, tales como:

 Funciones estructurales. Las proteínas y los lípidos sirven como materia de sostén de las
células, manteniendo la estructura de membranas y tejidos. Los lípidos también
constituyen la reserva de energía en los animales y las plantas.
 Funciones de transporte. Algunas biomoléculas sirven para movilizar nutrientes y otras
sustancias a lo largo del cuerpo, dentro y fuera de las células, uniéndose a ellas mediante
enlaces específicos que luego pueden romperse. Un ejemplo de este tipo de biomolécula
es el agua.
 Funciones de catálisis. Las enzimas son biomoléculas capaces de catalizar (acelerar) la
velocidad de determinadas reacciones químicas sin formar parte de la reacción, por tanto,
no constituyen ni un reactivo, ni un producto. Estos tipos de biomoléculas regulan un
numeroso grupo de procesos químicos y biológicos que ocurren en el cuerpo humano, de
los animales y las plantas. También existen los inhibidores, que son moléculas que
disminuyen la velocidad de determinadas reacciones químicas y, por tanto, también
intervienen en la regulación de los procesos químicos y biológicos. Ejemplos de enzimas
son la amilasa, que se produce en la boca y permite descomponer moléculas de almidón, y
la pepsina, que se produce en el estómago y permite descomponer proteínas en
aminoácidos.
 Funciones energéticas. La nutrición de los organismos vivos puede ser autótrofa, cuando
son capaces de sintetizar los compuestos fundamentales para su metabolismo a expensas
de moléculas inorgánicas (sin depender de otro ser vivo), o heterótrofa, cuando obtienen
la materia orgánica necesaria para su metabolismo a partir de la materia orgánica
sintetizada por otros organismos autótrofos o heterótrofos (dependiendo de otro ser
vivo). En ambos casos, la energía necesaria para sostener la vida en los organismos vivos
se obtiene mediante un proceso denominado oxidación, que consiste en degradar la
glucosa a formas más simples para obtener energía. Los lípidos también son una fuente
esencial de energía.
 Funciones genéticas. El ADN (ácido desoxirribonucleico ) es un ácido nucleico que
contiene toda la información genética necesaria para el desarrollo y funcionamiento de
todos los seres vivos. Además, es responsable de transmitir la información hereditaria. Por
otra parte, el ARN (ribonucleico) es un ácido ribonucleico que interviene en la síntesis de
proteínas necesarias para el desarrollo y funcionamiento de las células. El ADN y el ARN no
actúan solos, el ADN se vale del ARN para transmitir información genética durante la
síntesis de proteínas. Estas dos biomoléculas constituyen la base del genoma (todo el
material genético que contiene un organismo particular), por tanto, determinan lo que es
una especie o un individuo específico.
Importancia de las biomoléculas

Las biomoléculas son indispensables para el nacimiento, desarrollo y funcionamiento de todas


las células que conforman a los organismos vivos. Cumplen funciones vitales de sostén, de
regulación de procesos y de transporte de sustancias en cada una de las células que forman los
tejidos, órganos y sistemas de órganos.

La falta de determinada biomolécula en algún organismo vivo puede provocar deficiencias y


desequilibrios en su funcionamiento, provocando su deterioro o la muerte.

Bioelementos y biomoléculas

Se denomina bioelementos a los elementos químicos a partir de los cuales se componen las
biomoléculas, por tanto, son los elementos presentes en los seres vivos.

Los bioelementos pueden ser clasificados como:

 Bioelementos primarios. Componen el 99 % de la materia viviente de todos los seres vivos


conocidos. Son: carbono (C), oxígeno (O), hidrógeno (H), nitrógeno (N), azufre (S) y fósforo
(P).
 Bioelementos secundarios. Son aquellos que, si bien son indispensables para la vida y
para el correcto desempeño del cuerpo, se requieren en cantidades moderadas y con fines
específicos. Son: sodio (Na), calcio (Ca), magnesio (Mg), potasio (K), cloro (Cl) y flúor (F).

Además, existen los oligoelementos que son necesarios para la vida, pero en cantidades muy bajas
(0,1 % de los bioelementos del cuerpo). Algunos ejemplos son: hierro (Fe), yodo (I), cromo (Cr),
cobre (Cu), Zinc (Zn) y Boro (B).

Qué son los niveles de organización de la materia?

Cuando hablamos de los niveles de organización de la materia, nos referimos a las posibles
divisiones o estratificaciones en que es posible estudiar toda la materia conocida, en especial la
orgánica (seres vivos), yendo desde una perspectiva más general y sencilla hasta una más detallada
y de relaciones cada vez más complejas.

Si bien toda la materia en el universo está formada por un número finito de átomos, estos están
combinados y organizados de manera tan compleja que pueden perderse de vista los bloques
fundamentales que la constituyen. Por eso, pueden identificarse capas o niveles de organización
dependiendo de las dimensiones del sistema de estudio.

Por ejemplo, un ser humano está hecho de átomos, sin duda, del mismo tipo de los que está hecho
un planeta (convengamos que en el planeta habrá bastantes más átomos, dadas sus dimensiones),
pero organizados de manera diferente. Lo mismo ocurre entre un ser humano y una célula, pues una
persona contiene millones de células.

La materia se encuentra organizada en niveles de complejidad que podemos enunciar por separado.
Estos son, de menor a mayor:
 Nivel subatómico. Gracias a la física atómica, sabemos que los átomos están compuestos
por partículas más pequeñas, que son protones (con carga +), neutrones (sin carga) y
electrones (con carga -). Los dos primeros están en el núcleo del átomo y los últimos
orbitan a su alrededor.
 Nivel atómico. Los ladrillos fundamentales de la materia son los átomos, cuya clasificación
figura en la Tabla Periódica de los elementos. Se conocen 118 hasta ahora y se sabe que
todo lo que existe está hecho a partir de combinaciones de estos átomos. Dos átomos del
mismo elemento serán siempre idénticos, así que los átomos de hidrógeno de nuestro
cuerpo, por ejemplo, son iguales a los del Sol.
 Nivel molecular. Los átomos se juntan unos con otros por diversas razones que responden
a los efectos del electromagnetismo o de enlaces químicos por valencia (para compartir
electrones de la capa más externa). Así se forman las moléculas, que pueden ser tan
simples como dos átomos idénticos (O2, la molécula de oxígeno) o estar compuestas por
varios átomos distintos (C6H12O6, la molécula de glucosa). Estas moléculas pueden formar
estructuras cada vez más complejas, como aminoácidos y luego proteínas, fundamentales
para la vida.
 Nivel celular. Una célula es la unidad mínima de la vida: todos los seres vivientes se
componen de al menos una célula (algunos de solo una de ellas, llamados unicelulares;
otros de más de una, llamados pluricelulares). Las paredes de la célula, las enzimas dentro
de ella, el ADN, todo está formado a partir de moléculas sumamente complejas.
 Nivel tisular o de tejido. De acuerdo a sus funciones y necesidades, las células se agrupan
entre sí en un sistema complejo que es el organismo. Por ejemplo, las células de un
músculo cumplen todas con la misma función y comparten sus características físicas. A esa
agrupación de células comunes se le llama tejido (por ejemplo, tejido muscular, tejido
vascular, tejido nervioso).
 Nivel de órganos. Los órganos del cuerpo de un ser vivo están compuestos de tejidos. Así,
el corazón está formado por tejido cardíaco, el hígado de tejido hepático, etc.
 Nivel de sistema o aparato. Los distintos órganos y tejidos del cuerpo cooperan, se
ayudan mutuamente, o funcionan de manera mancomunada. A los circuitos de órganos y
tejidos que llevan a cabo funciones específicas (fundamentales para el organismo) se los
conoce como sistema o aparato, como el sistema cardiovascular, que comprende los
órganos involucrados en la circulación y en la respiración.
 Nivel de organismo. El total de los órganos, tejidos y células de un ser vivo lo componen, y
lo definen como un individuo, es decir, un organismo. Cada ser vivo es único, aunque
semejante a otros.
 Nivel poblacional. Los organismos de características semejantes tienden a juntarse para
reproducirse, cuidarse y compartir el modo de vida, en pequeños grupos o poblaciones.
 Nivel de especie. Si juntáramos todas las poblaciones existentes de organismos de un
mismo tipo (que comparten características físicas y genéticas), tendríamos el total de esa
especie en el planeta. Existen millones de especies de seres vivos en la Tierra.
 Nivel de ecosistema. Las poblaciones y especies no viven aparte de las demás, sino que se
interconectan con ellas mediante cadenas tróficas (alimentarias) en las que hay
productores, herbívoros, depredadores carnívoros y descomponedores. A un circuito de
especies interconectadas así y ubicadas en un hábitat específico lo llamaremos un
ecosistema.
 Nivel de bioma. Las agrupaciones de ecosistemas en torno a un mismo clima o región
geográfica constituyen biomas.
 Nivel de biósfera. Se llama biósfera al conjunto ordenado de la totalidad de los seres
vivos, la materia inerte y el medio físico en que se encuentran y con el que se relacionan
de distinta manera.
 Nivel planetario. Si bien la vida como la conocemos existe únicamente en la Tierra, hasta
ahora, esta es apenas uno más de millones de planetas de diverso tamaño y constitución,
que orbitan soles todavía más masivos y en eterna fusión de sus elementos atómicos en el
espacio.

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