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En 1903, Sibelius pasó mucho de su tiempo en Helsinki, donde se entregó

excesivamente al vino y la comida, dejando a deber grandes sumas en los


restaurantes. Sin embargo, continuó componiendo, uno de sus mayores éxitos fue
Valse triste, una de las seis piezas de música incidental compuesta para la obra
teatral Kuolema («La muerte») de su cuñado Arvid Järnefelt. Corto de dinero, vendió
los derechos de la pieza a un precio bajo, pero rápidamente ganó gran popularidad
no solo en Finlandia, sino también a nivel internacional. Durante sus largas
estancias en Helsinki, Aino, la esposa de Sibelius le escribía con frecuencia
suplicándole en vano que volviera a casa. Incluso después de que naciera su cuarta
hija, Katarina, continuó trabajando lejos de casa. A principios de 1904, terminó su
Concierto para violín, pero su estreno en público el 8 de febrero no tuvo mucho
éxito. Esto condujo a que revisara la obra produciendo una versión abreviada que se
interpretó en Berlín al año siguiente.46

Traslado a Ainola

Ainola, fotografía de 1915.


En noviembre de 1903, Sibelius comenzó a construir su nuevo hogar, al que llamaría
Ainola (la «casa de Aino») cerca de lago Tuusula a unos cuarenta y cinco kilómetros
al norte de Helsinki. Para cubrir los gastos de construcción, ofreció conciertos en
Helsinki, Turku y Vaasa a principios de 1904, así como en Tallin, Estonia, y en
Letonia durante el verano. La familia pudo instalarse finalmente en la nueva
propiedad el 24 de septiembre de 1904, haciendo amistades entre la comunidad
artística local, incluyendo los pintores Eero Järnefelt y Pekka Halonen y el
novelista Juhani Aho.46

En enero de 1905, Sibelius regresó a Berlín, donde dirigió su Segunda sinfonía.


Aunque el concierto en sí fue un éxito, la obra fue recibida con división de
opiniones y, mientras algunas críticas fueron muy positivas, otras como las del
Allgemeine Zeitung y el Berliner Tageblatt se mostraron menos entusiastas. De
vuelta a Finlandia, reescribió Pelléas y Mélisande en forma de suite orquestal,
dado que cada vez era más popular. En noviembre, visitó Gran Bretaña por primera
vez, y conoció a Henry Wood en Liverpool. El 2 de diciembre, dirigió la Primera
sinfonía y Finlandia; en una carta dirigida a Aino comentaba que el concierto había
sido un gran éxito y que había recibido numerosos aplausos.47

A comienzos de 1906, después de una corta y tranquila estancia en París, Sibelius


pasó varios meses componiendo en Ainola, período del que se considera la obra más
importante La hija de Pohjola, otra pieza basada en el Kalevala. Más adelante
compuso la música para El festín de Baltasar, que también adaptó como una suite
orquestal. Terminó el año dirigiendo una serie de conciertos, entre ellos, y el que
obtuvo mayor éxito, la primera representación en público de La hija de Pohjola en
el Teatro Mariinski de San Petersburgo.47

Altibajos
Desde comienzos de 1907, Sibelius de nuevo se dio en exceso al vino y la comida en
Helsinki, gastando cantidades exorbitantes en champán y langosta. Sus hábitos de
vida causaron estragos en la salud de Aino, que tuvo que retirarse a un sanatorio
debido al agotamiento. Mientras ella estaba fuera de casa, Sibelius se propuso
dejar la bebida y centrarse en la composición de su Tercera sinfonía, obra que
completó y fue interpretada en Helsinki el 25 de septiembre.48 A pesar de su
enfoque más clásico, sorprendió a la audiencia. Flodin comentó que era
«internamente nueva y revolucionaria».47

Poco después Sibelius conoció a Gustav Mahler, que se encontraba en Helsinki. Ambos
llegaron a la conclusión de que con cada nueva sinfonía perdían al público
entusiasta de sus anteriores trabajos. Esto se hizo patente sobre todo en San
Petersburgo, donde se interpretó la Tercera sinfonía en noviembre de 1907
recibiendo comentarios displicentes. Su recepción en Moscú fue algo más positiva.47
La placa azul en 15 Gloucester Walk, Kensington, en Londres, su residencia en 1909.
En 1907, Sibelius se sometió a una operación grave por un posible cáncer de
garganta y a principios de 1908 tuvo que pasar una nueva temporada en el hospital:
su hábito de fumar y beber se había convertido en una amenaza seria. Aunque canceló
conciertos programados en Roma, Varsovia y Berlín, mantuvo el compromiso de una
representación en Londres, pero su Tercera sinfonía no logró agradar a los
críticos. En mayo de 1908, la salud de Sibelius se deterioró aún más. Viajó con su
esposa a Berlín para que le extrajeran un tumor de su garganta. Después de la
operación, se comprometió a dejar de fumar y de beber de una vez por todas.47 El
impacto de este encuentro con la muerte se cree que sirvió de inspiración a las
obras que compuso en los años siguientes, incluyendo Luonnotar y la Cuarta
sinfonía.49

Tiempos mejores

Finlandia (primera edición).


En 1909, la satisfactoria operación de garganta desembocó en una felicidad renovada
entre Sibelius y Aino. También en Gran Bretaña su mejoría fue muy bien recibida, y
dirigió En saga, Finlandia, Valse Triste y Canción de primavera ante un público
entusiasta. En un encuentro con Claude Debussy recibió nuevas muestras de apoyo.
Tras otro viaje a París sin nada reseñable, fue a Berlín, donde se sintió aliviado
al enterarse de que su operación de garganta había resultado del todo favorable.50

Sibelius comenzó a trabajar en su Cuarta sinfonía a principios de 1910, pero las


dificultades económicas que estaba atravesando le llevaron a componer una serie de
pequeñas piezas y canciones. En octubre, dirigió conciertos en Kristiania (actual
Oslo), estrenando La dríade e In memoriam. Su Valse triste y Segunda sinfonía
fueron particularmente bien recibidas. A continuación viajó a Berlín para continuar
trabajando en su Cuarta sinfonía, terminando el último movimiento antes de regresar
a Järvenpää.50

Sibelius dirigió sus primeros conciertos en Suecia a principios de 1911, donde


incluso su Tercera sinfonía fue bien acogida por la crítica. Completó la Cuarta
sinfonía en abril, pero como él esperaba, con su estilo introspectivo no fue muy
bien recibida cuando se estrenó en Helsinki, con críticas divergentes. Aparte de un
viaje a París, donde disfrutó de una interpretación de Salomé de Richard Strauss,
el resto del año fue bastante tranquilo. En 1912, terminó su breve obra orquestal
Scènes historiques II, cuyo estreno tuvo lugar en marzo junto con la Cuarta
sinfonía. El concierto se repitió dos veces a un público entusiasta entre el que se
encontraban críticos como Robert Kajanus. La Cuarta también fue bien recibida en
Birmingham en septiembre. En marzo de 1913, la interpretó en Nueva York, pero una
gran parte de la audiencia abandonó la sala entre movimientos, mientras que en
octubre, después de un concierto dirigido por Carl Muck, el Boston American la
tildó de «un triste fracaso».50

La primera composición relevante de 1913 fue el poema sinfónico El bardo que


dirigió en marzo ante un respetuoso público en Helsinki. Seguidamente compuso
Luonnotar («Hija de la naturaleza»), para soprano y orquesta. Con un texto del
Kalevala, se interpretó por primera vez en finés en septiembre de 1913 por Aino
Ackté en el festival de música de Gloucester, Inglaterra.5051 A principios de 1914,
Sibelius pasó un mes en Berlín, donde se sintió particularmente atraído por Arnold
Schönberg. De vuelta a Finlandia, comenzó a trabajar en Las oceánides, encargo del
millonario estadounidense Carl Stoeckel para el Festival de Música de Norfolk. La
obra estaba compuesta originalmente en re bemol mayor, pero tras revisarla en
profundidad, se presentó la versión definitiva en re mayor en Norfolk que fue bien
recibida, junto con Finlandia y el Valse triste. Henry Krehbiel considera que Las
oceánides es una de las piezas más hermosas sobre el mar jamás compuestas; el New
York Times comentó que la música de Sibelius fue la contribución más notable al
festival. Sibelius fue investido doctor honoris causa por la Universidad de Yale y,
casi simultáneamente, por la Universidad de Helsinki, acto al cual Aino asistió en
su nombre.50

Primera Guerra Mundial


Mientras viajaba desde los Estados Unidos, a Sibelius le llegaron noticias acerca
de los sucesos de Sarajevo que condujeron al estallido de la Primera Guerra
Mundial. A pesar de que estaba lejos de la contienda, dejó de recibir los derechos
de autor provenientes del extranjero. Para arreglárselas, se vio obligado a
componer gran cantidad de pequeños trabajos para su publicación en Finlandia. En
marzo de 1915, pudo viajar a Gotemburgo, Suecia, donde Las oceánides fue muy bien
recibida. Mientras trabajaba en su Quinta sinfonía en abril, vio dieciséis cisnes
volando, lo que le inspiró para componer el final. «¡Fue una de las experiencias
más gloriosas de mi vida!», comentó. A pesar de que avanzó poco en la sinfonía
durante el verano, fue capaz de terminarla para su 50 cumpleaños el 8 de
diciembre.52

En la noche de su cumpleaños, Sibelius dirigió el estreno de la Quinta sinfonía, en


la Bolsa de Helsinki. A pesar de los elogios de Kajanus, el compositor no estaba
satisfecho con su trabajo y pronto comenzó a revisarlo. Por esta época, Sibelius se
sumía en más y más deudas. El piano de cola que había recibido como regalo estuvo a
punto de serle embargado por los agentes judiciales hasta que la cantante Ida Ekman
saldó gran parte de su deuda tras una afortunada campaña de recaudación de
fondos.52

Un año más tarde, el 8 de diciembre de 1915, Sibelius presentó la versión revisada


de su Quinta sinfonía en Turku, en la que fusionó los dos primeros movimientos y
simplificó el último. Una semana más tarde se tocó la nueva versión que fue bien
recibida por Katila, pero Wasenius no vio con buenos ojos los cambios, lo que llevó
al compositor a revisarla de nuevo.52

A comienzos de 1917, Sibelius comenzó a beber de nuevo, dando pie a discusiones con
Aino. No obstante, su relación mejoró con la emoción resultante del inicio de la
Revolución rusa. A finales de año, Sibelius compuso La marcha de los Jäger, pieza
que se volvió particularmente popular después de que el parlamento finlandés
aceptara la declaración de independencia de Rusia remitida por el Senado en
diciembre de 1917. La marcha de los Jäger, se interpretó por primera vez el 19 de
enero de 1918, coincidiendo con el comienzo de la guerra civil finlandesa,
complaciendo a la élite de Helsinki por un corto tiempo hasta que el 28 de enero,
la Guardia Roja finlandesa, apoyando a los rusos, tomó el poder en Helsinki. Cuando
los Guardias Rojos fueron derrotados por Gustaf Mannerheim, Sibelius dirigió la
marcha en Helsinki, reforzando su imagen de héroe nacional.52

Mejor fortuna

Sibelius en 1923. Cuando entró en la cuarentena, por pura vanidad, decidió


afeitarse la cabeza para que nadie notara su incipientes canicie.53
A principios de 1919, Sibelius decidió cambiar su imagen, afeitándose el cráneo por
completo debido a un pelo cada vez más canoso.53 En junio, junto con Aino, visitó
Copenhague en su primer viaje fuera de Finlandia, desde 1915, presentando con éxito
su Segunda sinfonía. En noviembre dirigió la versión final de su Quinta sinfonía,
recibiendo reiteradas ovaciones del público. Al finales de ese mismo año, ya estaba
trabajando en la Sexta.52

En 1920, a pesar de un creciente temblor en sus manos, Sibelius compuso el Himno de


la tierra con textos del poeta Eino Leino para el Coro Vocal de Finlandia y
orquestó su Valse lyrique. El vino le ayudó a mitigar el temblor y poder escribir
en las partituras. En su cumpleaños en diciembre de 1920, Sibelius recibió una
donación de 63 000 marcos, una suma considerable que el tenor Wäinö Sola (fi) había
reunido de empresas finlandesas. A pesar de que destinó una parte del dinero para
reducir sus deudas, también pasó una semana celebrando con exceso en Helsinki.54

Sibelius disfrutó de un satisfactorio viaje a Inglaterra a principios de 1921


dirigiendo varios conciertos a lo largo del país, tocando obras como la Cuarta y
Quinta sinfonías, Las oceánides y las siempre populares Finlandia y el Valse
triste. Inmediatamente después, dirigió la Segunda sinfonía y el Valse triste en
Noruega. A pesar de que empezó a sentir síntomas de agotamiento físico, las
críticas le eran todavía muy positivas. Tras retornar a Finlandia en abril,
presentó El regreso de Lemminkäinen y la Quinta sinfonía, en el festival Nordiska
Musikdagar.54

A principios de 1922, tras sufrir varias jaquecas decidió comprarse unas gafas;
aunque se cuidaba de no llevarlas puestas en las fotografías. En julio la muerte de
su hermano Christian le afectó sobremanera. En agosto, se unió a los masones
finlandeses y compuso música ritual para ellos. En febrero de 1923, se estrenó su
Sexta Sinfonía, que fue muy elogiada por Evert Katila a la que calificó como «un
puro idilio». Antes de fin de año también dirigió conciertos en Estocolmo y Roma,
el primero con excelente recepción, el segundo con críticas divergentes.
Seguidamente, se dirigió a Gotemburgo, donde disfrutó de un caluroso público, a
pesar de llegar a la sala de conciertos tras una copiosa comida. A pesar de seguir
con el hábito de beber, con la desaprobación de Aino, Sibelius consiguió completar
su Séptima sinfonía a principios de 1924. En marzo, se estrenó en Estocolmo bajo el
título de Fantasía sinfónica, donde fue un éxito. Incluso fue más apreciada en una
serie de conciertos en Copenhague a finales de septiembre. Sibelius fue condecorado
con la Cruz del Caballero Comendador de la Orden de Dannebrog.54

Pasó la mayor parte del resto del año descansando a consecuencia del reciente
aluvión de compromisos que supuso un estrés adicional a su corazón y sus nervios.
Compuso un par de pequeñas piezas y cada vez recurría más al alcohol. En mayo de
1925, su editor danés Wilhelm Hansen y el Teatro Real de Dinamarca le invitaron a
componer la música incidental para una producción de La Tempestad de Shakespeare.
Completó la obra con suficiente antelación para poderla estrenar en marzo de
1926.54 Fue bien acogida en Copenhague, aunque Sibelius no estaba presente el día
de su estreno.55

Últimas contribuciones significativas

Sibelius y Aino en Järvenpää (década de 1940).


En 1926 se notó una fuerte y duradera disminución en la producción de Sibelius:
después de su Séptima sinfonía solo compuso un par de obras significativas durante
el resto de su vida. Sin duda dos de las más importantes fueron la música
incidental para La Tempestad y el poema sinfónico Tapiola.56 Durante la mayor parte
de los últimos treinta años de su vida, Sibelius incluso evitó hablar públicamente
acerca de su música.57

Hay cuantiosas pruebas de que Sibelius estuvo trabajando en una Octava sinfonía. Le
prometió el estreno de esta sinfonía a Serguéi Kusevitzki en 1931 y 1932, y una
interpretación en Londres en 1933 con Basil Cameron a la batuta que fue incluso
anunciada al público. La única prueba concreta de la existencia de la sinfonía en
papel es un esbozo de 1933 de una copia en limpio del primer movimiento y
fragmentos cortos en sucio que fueron publicados y estrenados en 2011.58596061
Sibelius siempre había sido bastante autocrítico; llegó a decirles a sus amigos
cercanos, «Si no puedo escribir una sinfonía mejor que mi Séptima, esta será la
última». Ya que no ha sobrevivido ningún manuscrito, algunas fuentes consideran que
es probable que Sibelius destruyera la mayoría de las partituras autógrafas,
probablemente en 1945, durante un año en el que, ciertamente, un gran número de
documentos acabaron pasto de las llamas.62 Su esposa Aino recordó:
En la década de 1940 hubo un gran auto de fe en Ainola. Mi marido reunió varios
manuscritos en un cesto de ropa y los quemó en la chimenea del comedor. Partes de
la Suite Karelia fueron destruidas —después encontré restos de páginas que habían
sido arrancadas— y muchas otras cosas. No tuve fuerzas para seguir presenciándolo y
salí de la habitación. Por lo tanto desconozco qué fue lo que arrojó al fuego. Pero
después de esto mi esposo se volvió más tranquilo y poco a poco su estado de ánimo
mejoró.63
El 1 de enero de 1939, Sibelius participó en una retransmisión radiofónica
internacional en la que dirigió su Andante Festivo. La actuación se ha conservado
en los discos de transcripción y posteriormente fue publicada en CD. Constituye el
único ejemplo existente de Sibelius dirigiendo su propia música.64

Últimos años de vida y muerte

Sibelius en 1939.
Desde 1903, y durante muchos años después, Sibelius vivió en el campo. A partir de
1939 tuvo de nuevo una casa en Helsinki, pero se mudó a Ainola en 1941, visitando
solo de vez en cuando la ciudad. Después de la guerra regresó a Helsinki solo en un
par de ocasiones. El llamado «Silencio de Järvenpää» se convirtió en un mito, ya
que además de las numerosas visitas oficiales y de sus colegas, sus nietos y
bisnietos también pasaron sus vacaciones en Ainola.65

Sibelius evitó hacer declaraciones públicas acerca de otros compositores, pero Erik
W. Tawaststjerna y Santeri Levas, secretario personal de Sibelius,66 han
documentado sus conversaciones privadas en las que admiraba a Richard Strauss y
consideraba a Béla Bartók y Dmitri Shostakóvich los compositores más brillantes de
las nuevas generaciones.67 En la década de 1950 promovió al joven compositor
finlandés Einojuhani Rautavaara.

Su 90.º aniversario, en 1955, fue ampliamente celebrado y tanto la Orquesta de


Filadelfia bajo Eugene Ormandy como la Orquesta Filarmónica Real a las órdenes de
Thomas Beecham ofrecieron actuaciones especiales de su música.6869

Erik Tawaststjerna también relata una anécdota en relación con la muerte de


Sibelius:70

Estaba regresando de su habitual paseo matutino. Eufórico, le dijo a su esposa Aino


que había visto una bandada de grullas aproximándose. «Ahí vienen, los pájaros de
mi juventud», exclamó. De repente, uno de los pájaros se separó de la formación y
dio un giro sobrevolando Ainola. Luego se reincorporó a la bandada para continuar
con su viaje.
Dos días más tarde, el 20 de septiembre de 1957, Sibelius murió de una hemorragia
cerebral a la edad de 91 años en Ainola. En el momento de su muerte, su Quinta
sinfonía, dirigida por Malcolm Sargent, estaba siendo retransmitida desde Helsinki.
Fue enterrado en el jardín de Ainola.71 Otro conocido compositor finlandés, Heino
Kaski, falleció el mismo día. Aino vivió allí los siguientes doce años hasta su
muerte, el 8 de junio de 1969, y fue enterrada junto a su esposo.72

Música
Véase también: Anexo:Composiciones de Jean Sibelius
Sibelius es ampliamente conocido por sus sinfonías y sus poemas sinfónicos,
especialmente Finlandia y la Suite Karelia. Su reputación aumentó en Finlandia en
la década de 1890 con la sinfonía coral Kullervo, que, como muchas piezas
posteriores se inspiró en el poema épico Kalevala. Su Primera sinfonía fue
estrenada ante un público entusiasta en 1899 en un momento en que el nacionalismo
finlandés estaba evolucionando. Además de las otras seis sinfonías, ganó
popularidad en su patria y en el extranjero con su nueva música incidental y poemas
sinfónicos, especialmente En saga, El cisne de Tuonela y Valse triste.73 Sibelius
también compuso una serie de obras para violín y orquesta, incluyendo un Concierto
para violín y orquesta, la ópera Jungfrun i tornet, muchas piezas orquestales
cortas, música de cámara, obras para piano y violín, obras corales y numerosas
canciones.74

A mediados de la década de 1920, después de su Sexta y Séptima sinfonías, compuso


el poema sinfónico Tapiola y música incidental para La Tempestad. A partir de
entonces, aunque vivió hasta 1957, alcanzando los noventa y un años, no publicó más
obras destacables. Durante varios años, trabajó en una Octava Sinfonía que
posteriormente quemaría.75

En cuanto a su estilo musical, se observan indicios de Chaikovski de forma


particularmente evidente en sus primeras obras, como la Primera sinfonía y su
Concierto para violín,76 aunque en un periodo, sobre todo durante la composición de
su ópera, se sintió abrumado por Wagner. También es posible ver influencias más
permanentes como las de Ferruccio Busoni y Anton Bruckner, pero sus poemas
sinfónicos se inspiran principalmente en Liszt.3477 Las similitudes con Bruckner
pueden observarse en las partes de los metales de su obra orquestal y el tiempo
generalmente lento de su música.7879

Sibelius progresivamente se despojó de las cuestiones formales de la forma sonata


en sus obras y, en lugar de contrastar múltiples temas, se centró en la idea de
células y fragmentos que evolucionan continuamente culminando a lo grande. Sus
últimas obras son notables por su sentido del desarrollo ininterrumpido,
progresando mediante permutaciones y derivaciones temáticas. La exhaustividad y la
sensación orgánica de esta síntesis ha llevado a algunos a sugerir que Sibelius
comenzaba sus trabajos con una idea acabada y trabajaba hacia atrás, aunque algunos
análisis ponen de manifiesto lo contrario, ya que células de tres y cuatro notas y
fragmentos melódicos posteriormente son desarrollados y expandidos dando lugar a
«temas» de gran duración.80

Retrato de Sibelius de 1892 de su cuñado Eero Järnefelt.


Esta estructura autocontenida contrasta con el estilo sinfónico de Gustav Mahler,
principal «rival» de Sibelius en la composición sinfónica.56 Mientras que la
variación temática jugaba un papel importante en las obras de ambos compositores,
el estilo de Mahler empleaba temas dispares, contrastantes y con cambios abruptos,
mientras que Sibelius buscaba transformar los elementos temáticos lentamente. En
noviembre de 1907, Mahler llevó a cabo una gira de conciertos en Finlandia como
director, y ambos compositores disfrutaron de un largo paseo juntos, llevando a
Sibelius a la siguiente conclusión:
Me dijo que admiraba [en una sinfonía] la gravedad de estilo y la lógica profunda
que crea una conexión interna entre todos los motivos ... Mahler era de la opinión
contraria. «No, una sinfonía debe ser como el mundo. Debe abrazarlo todo.»81
Sinfonías
Sibelius comenzó a trabajar en su Primera sinfonía en mi menor, Op. 39, en 1898, y
la completó a principios de 1899, con 33 años. Se estrenó el 26 de abril de 1899
por la Orquesta Filarmónica de Helsinki bajo las órdenes del compositor, en una
versión original bien recibida que no ha sobrevivido. Después del estreno, Sibelius
realizó algunos ajustes, dando lugar a la versión que se interpreta hoy día. La
revisión se completó en la primavera y verano de 1900, y se estrenó en Berlín por
la Filarmónica de Helsinki, dirigida por Robert Kajanus el 18 de julio de 1900.82
La sinfonía comienza de forma muy original con un solo algo desesperado de
clarinete acompañado por un tenue redoble de timbal.83

La Segunda sinfonía, su sinfonía más popular y grabada con más frecuencia, se


interpretó por primera vez por la Sociedad de la Filarmónica de Helsinki el 8 de
marzo de 1902, con el compositor a la batuta. Los acordes iniciales con su
progresión ascendente son el motivo que se desarrollará durante toda la obra. El
tema heroico del último movimiento con su motivo de tres notas es interpretado por
las trompetas en lugar de los instrumentos de viento-madera. Durante el período de
opresión rusa, consolidó la reputación de Sibelius como héroe nacional. Después de
su estreno, Sibelius hizo algunos cambios, cuyo fruto fue una versión revisada que
fue estrenada por Armas Järnefelt el 10 de noviembre de 1903 en Estocolmo.84

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