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Traslado a Ainola
Altibajos
Desde comienzos de 1907, Sibelius de nuevo se dio en exceso al vino y la comida en
Helsinki, gastando cantidades exorbitantes en champán y langosta. Sus hábitos de
vida causaron estragos en la salud de Aino, que tuvo que retirarse a un sanatorio
debido al agotamiento. Mientras ella estaba fuera de casa, Sibelius se propuso
dejar la bebida y centrarse en la composición de su Tercera sinfonía, obra que
completó y fue interpretada en Helsinki el 25 de septiembre.48 A pesar de su
enfoque más clásico, sorprendió a la audiencia. Flodin comentó que era
«internamente nueva y revolucionaria».47
Poco después Sibelius conoció a Gustav Mahler, que se encontraba en Helsinki. Ambos
llegaron a la conclusión de que con cada nueva sinfonía perdían al público
entusiasta de sus anteriores trabajos. Esto se hizo patente sobre todo en San
Petersburgo, donde se interpretó la Tercera sinfonía en noviembre de 1907
recibiendo comentarios displicentes. Su recepción en Moscú fue algo más positiva.47
La placa azul en 15 Gloucester Walk, Kensington, en Londres, su residencia en 1909.
En 1907, Sibelius se sometió a una operación grave por un posible cáncer de
garganta y a principios de 1908 tuvo que pasar una nueva temporada en el hospital:
su hábito de fumar y beber se había convertido en una amenaza seria. Aunque canceló
conciertos programados en Roma, Varsovia y Berlín, mantuvo el compromiso de una
representación en Londres, pero su Tercera sinfonía no logró agradar a los
críticos. En mayo de 1908, la salud de Sibelius se deterioró aún más. Viajó con su
esposa a Berlín para que le extrajeran un tumor de su garganta. Después de la
operación, se comprometió a dejar de fumar y de beber de una vez por todas.47 El
impacto de este encuentro con la muerte se cree que sirvió de inspiración a las
obras que compuso en los años siguientes, incluyendo Luonnotar y la Cuarta
sinfonía.49
Tiempos mejores
A comienzos de 1917, Sibelius comenzó a beber de nuevo, dando pie a discusiones con
Aino. No obstante, su relación mejoró con la emoción resultante del inicio de la
Revolución rusa. A finales de año, Sibelius compuso La marcha de los Jäger, pieza
que se volvió particularmente popular después de que el parlamento finlandés
aceptara la declaración de independencia de Rusia remitida por el Senado en
diciembre de 1917. La marcha de los Jäger, se interpretó por primera vez el 19 de
enero de 1918, coincidiendo con el comienzo de la guerra civil finlandesa,
complaciendo a la élite de Helsinki por un corto tiempo hasta que el 28 de enero,
la Guardia Roja finlandesa, apoyando a los rusos, tomó el poder en Helsinki. Cuando
los Guardias Rojos fueron derrotados por Gustaf Mannerheim, Sibelius dirigió la
marcha en Helsinki, reforzando su imagen de héroe nacional.52
Mejor fortuna
A principios de 1922, tras sufrir varias jaquecas decidió comprarse unas gafas;
aunque se cuidaba de no llevarlas puestas en las fotografías. En julio la muerte de
su hermano Christian le afectó sobremanera. En agosto, se unió a los masones
finlandeses y compuso música ritual para ellos. En febrero de 1923, se estrenó su
Sexta Sinfonía, que fue muy elogiada por Evert Katila a la que calificó como «un
puro idilio». Antes de fin de año también dirigió conciertos en Estocolmo y Roma,
el primero con excelente recepción, el segundo con críticas divergentes.
Seguidamente, se dirigió a Gotemburgo, donde disfrutó de un caluroso público, a
pesar de llegar a la sala de conciertos tras una copiosa comida. A pesar de seguir
con el hábito de beber, con la desaprobación de Aino, Sibelius consiguió completar
su Séptima sinfonía a principios de 1924. En marzo, se estrenó en Estocolmo bajo el
título de Fantasía sinfónica, donde fue un éxito. Incluso fue más apreciada en una
serie de conciertos en Copenhague a finales de septiembre. Sibelius fue condecorado
con la Cruz del Caballero Comendador de la Orden de Dannebrog.54
Pasó la mayor parte del resto del año descansando a consecuencia del reciente
aluvión de compromisos que supuso un estrés adicional a su corazón y sus nervios.
Compuso un par de pequeñas piezas y cada vez recurría más al alcohol. En mayo de
1925, su editor danés Wilhelm Hansen y el Teatro Real de Dinamarca le invitaron a
componer la música incidental para una producción de La Tempestad de Shakespeare.
Completó la obra con suficiente antelación para poderla estrenar en marzo de
1926.54 Fue bien acogida en Copenhague, aunque Sibelius no estaba presente el día
de su estreno.55
Hay cuantiosas pruebas de que Sibelius estuvo trabajando en una Octava sinfonía. Le
prometió el estreno de esta sinfonía a Serguéi Kusevitzki en 1931 y 1932, y una
interpretación en Londres en 1933 con Basil Cameron a la batuta que fue incluso
anunciada al público. La única prueba concreta de la existencia de la sinfonía en
papel es un esbozo de 1933 de una copia en limpio del primer movimiento y
fragmentos cortos en sucio que fueron publicados y estrenados en 2011.58596061
Sibelius siempre había sido bastante autocrítico; llegó a decirles a sus amigos
cercanos, «Si no puedo escribir una sinfonía mejor que mi Séptima, esta será la
última». Ya que no ha sobrevivido ningún manuscrito, algunas fuentes consideran que
es probable que Sibelius destruyera la mayoría de las partituras autógrafas,
probablemente en 1945, durante un año en el que, ciertamente, un gran número de
documentos acabaron pasto de las llamas.62 Su esposa Aino recordó:
En la década de 1940 hubo un gran auto de fe en Ainola. Mi marido reunió varios
manuscritos en un cesto de ropa y los quemó en la chimenea del comedor. Partes de
la Suite Karelia fueron destruidas —después encontré restos de páginas que habían
sido arrancadas— y muchas otras cosas. No tuve fuerzas para seguir presenciándolo y
salí de la habitación. Por lo tanto desconozco qué fue lo que arrojó al fuego. Pero
después de esto mi esposo se volvió más tranquilo y poco a poco su estado de ánimo
mejoró.63
El 1 de enero de 1939, Sibelius participó en una retransmisión radiofónica
internacional en la que dirigió su Andante Festivo. La actuación se ha conservado
en los discos de transcripción y posteriormente fue publicada en CD. Constituye el
único ejemplo existente de Sibelius dirigiendo su propia música.64
Sibelius en 1939.
Desde 1903, y durante muchos años después, Sibelius vivió en el campo. A partir de
1939 tuvo de nuevo una casa en Helsinki, pero se mudó a Ainola en 1941, visitando
solo de vez en cuando la ciudad. Después de la guerra regresó a Helsinki solo en un
par de ocasiones. El llamado «Silencio de Järvenpää» se convirtió en un mito, ya
que además de las numerosas visitas oficiales y de sus colegas, sus nietos y
bisnietos también pasaron sus vacaciones en Ainola.65
Sibelius evitó hacer declaraciones públicas acerca de otros compositores, pero Erik
W. Tawaststjerna y Santeri Levas, secretario personal de Sibelius,66 han
documentado sus conversaciones privadas en las que admiraba a Richard Strauss y
consideraba a Béla Bartók y Dmitri Shostakóvich los compositores más brillantes de
las nuevas generaciones.67 En la década de 1950 promovió al joven compositor
finlandés Einojuhani Rautavaara.
Música
Véase también: Anexo:Composiciones de Jean Sibelius
Sibelius es ampliamente conocido por sus sinfonías y sus poemas sinfónicos,
especialmente Finlandia y la Suite Karelia. Su reputación aumentó en Finlandia en
la década de 1890 con la sinfonía coral Kullervo, que, como muchas piezas
posteriores se inspiró en el poema épico Kalevala. Su Primera sinfonía fue
estrenada ante un público entusiasta en 1899 en un momento en que el nacionalismo
finlandés estaba evolucionando. Además de las otras seis sinfonías, ganó
popularidad en su patria y en el extranjero con su nueva música incidental y poemas
sinfónicos, especialmente En saga, El cisne de Tuonela y Valse triste.73 Sibelius
también compuso una serie de obras para violín y orquesta, incluyendo un Concierto
para violín y orquesta, la ópera Jungfrun i tornet, muchas piezas orquestales
cortas, música de cámara, obras para piano y violín, obras corales y numerosas
canciones.74