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BIBLIOTECA ‘ROMANICA HISPANICA FRANZ VON KUTSCHERA Dinigiwa:foR DAMASO ALONSO Il. ESTUDIOS Y ENSAYOS, 290 F | y Oo 5 oO FE { A ' DEL LENGUAJE syensi Heats DE ADELINO ALVAREZ & BIBLIOTECA ROMANICA HISPANICA EDITORIAL, GREDOS 146 se distingue, por ejemplo, el uso de la palabra «puerta» al contar chistes de su uso al dar las gracias?” A Wittgenstein en su filosofia posterior Je interesa poner de relieve diferencias, seialar matices, hacer distinciones, el valor del caso particular frente @ la generalizacién generalizaciones —aunque sin exorbitarlas— son necesarias luna sistematizaciGn cientifica de la multiplicidad de fenémenos. Ademés, los juegos lingiiisticos particulares, en contrapost. cién a otros juegos, como el ajedrez, el fitbol, ete., no se den separar distintamente unos de otros, sino que se van superponiendo. Preguntar, describir, sospechar, afirmar, fun- © damenfar, son” «juegos» que en muchos contextos aparecen indisohiblemente unidos entre si Tonadas al pie de Ja letra, las affrmaciones de Wittgenstein sobre ‘a pertenencia de las palabras a juegos lingitisticos parti culares tienen aplicacién éptima a palabras alemanas como Ré ¥ Hand que solamente aparecen en contextos accionales ‘muy determinadtos, en este caso en el skat, y se usan segtin reglas de juego bien definidas; pero no a la masa de palabras descriptivas de la lengua, Pero si ateridemos a la intencién originaria en que Ia ex Presién «juegos linglifsticos» expresa la tesis de que el lenguaje hay que entenderio y analizarto siempre partiendo basicamente Mle su uso en situaciones practicas determinadas y de que la multiplicidad de funciones seménticas responde Ja variedad de usos prictices, los enunciados de Wittgenstein cont luna visién de gran transcendencia ™ Teorias sobre et significado 243, n la semantica Fonética o gréfica se hace si ‘4 palabra en cuanto imagen iva por el hecho d2 que se le asigna una proposicién, » 0 un concepto como signi- este respecto el 243 4a critica det ct ca también Filos del lenguaje de Wittgenstein 147 ficadg, de forma que hay entidades, aunque no necesariamente concietas, siempre objetivamente dadas con anterioridad a las palabras significativas, que son sus significados. Si se renuncia 4 Tos| supuestos ontoldgicos de la semntica realista, en parti- cular|al platonismo que le sirve de base, esta concepcién deja de ser mantenible, Entonces los conceptos y proposiciones no son dtra cosa que abstracciones de predicados 0 de oraciones montydos sobre Ia base de la sinonimia; por lo que no puc den \tilizarse como medios para la explicacién del significado de log predicados y las oraciones. Pero entonces hay que dar luna nueva definicién del significado de las expresiones lingliis: ticas $ de su sinonimia, Pafa Witigenstein una palabra se hace significativa por el hecho} de desempefiar una determinada funcién en un juego lin- iiistifo, por el hecho de ser usada en este juego de una mane. ra deferminada y para un fin concreto. Para que una palabra resultg significativa, no es preciso, pues, segin Witigenstein, que aya go que sea el significado de esa palabra, En este sentido dice Wittgenstein: «Don’t look for the meaning, look for th usel if; es decir, si se quicre entender y explicar el significado de ung palabra, no hay que atender a Jas entidades concretas o abstragtas asignadas a la palabra y que ella designa, sino que hay aye atender a cémo se emplea la palabra. No es. simple. mente|que no tengamos acceso al significado de una palabra mas que partiendo de su uso, sino que el significado no es otra cosa que el uso de las palabras; no hay ninguna otra cosa —fue- ra del nso— en que pueda consistir el significado de la palabra, Segiin /Wittgenstein, sen un gran nimero de casos en que se emplea la palabra ‘significado’ —aunque no en todos los ca. sos— ¢sia palabra puede explicarse asi: el significado de Ia palabra es su uso en la lengua ¥ Est identificacién de significado y uso Ia ilustra Wittgen- sein eh [53], 454 haciendo referencia al significado de_signos % Be 1a da, por ejemplo, Alston en [63b}, pag. 8 Me Wittgenstein [53], 43.—Cfr. para la sdefiniciOns wittgennteraisna det lo como uso Hallett (57 ‘ne Teoras sobre el significado Filosofia del lenguaje de Wittgenstein 149 no lingitisticos, como, por ejemplo, de una flecha como jindica- Si bien el término «uso» es una palabra clave en la filosofia dor de ruta: La flecha «>» no significa un hecho, una pyescrip- del lenguaje de Wittgenstein, como de toda Ia pragmatica, que- cién, una direccién o cosas de este tipo, sino que esté puesta da las mas de las veces muy vaga y se emplea en varios signi- para conducir a la meta al que Ia sigue. Este uso es Jo que Hieado: » ¥ se han preocupado poco en precisar este término ™ hace a ta flecha signo significativo; y no es necesatio ddmitir ‘Ante todo, hay. quad jeaalar que Wiltgensieia wo cancibe€ junto a esto una entidad significative que sea asignady a ta uso de una palabra en el sentido de la semiética behaviorista, flecha como signo en virtud d convencién, como disposicién para pronunciar la palabra en determinadas Esta definicién del significado como uso es simpte yf natu- condiciones o reaccionar a ella de alguna manera, Para Witigen- ral —simple, porque todo el cosmes de proposiciones, epncep- stein «uso» no es un término behavieristico fos y cosas de ese tipo que quedaba oscuro en su statlis on- 1 uso de una palabra tampoco se determina por el prace- toldgico, resulta ahora superiluo, y natural, porque nuyca se dimiento de cnumerar los casos de empleo y referir que tales ha discutido que una expresién linglilstica sin reglas fijay para personas en tales momentos y situaciones han usado la pala. Sut uso carezca de significado sélido y que la corresponilencia bra; es decir, al decir «uso, no se quiere decir un corjunto de uso y significado sea univoca, al menos en general ". Ademas, quiere, decir_umn_ tiene la ventaja de que al enraizarse la seimantica miatica tiene en ct siones lingiifsticas, la funcién determinadora que tiene el {habla ntust G5 ent o UGhE Aen (parole en Ja terminologia de Saussure) dentro de la Ibngua no sistema (langue), los productos culturales que se bxpre- san en una lengua, de los que apenas cabria hablar, 3} esta fuera un mero sistema de asignacién. Esta definici ficado se ajusta asimismo a muchos hechos cos mejor que la semintica realista, Finalmente, esta d del significado aun gnoseoldgicamente es mucho mas sa toria que Ia (eoria figura | de ejemplos de uso, sino el rag: caracteristico de uso puede determinarse mediante reglas gene- me ‘bra en tales y tales casos a. Es una cualidad importante del lenguaje el que con él se puedan comunicar hechos nuevos. El modo de emple: a lengua en estos casos, es decir, el significado que tienen las oraciones no proviene de ejemplos histéricos de utilizacién de Ja lengua, que —claro esté— no res- ponden a realidades sino solamente de reglas generales que siguen siendo utilizables ahora. La expresién «uso de las palabras» no se refiere tampoco, toda clase de usos que se den en Ja realidad, sino solamente ceplos y las proposiciones como datos independientes fle la a los correctos en el sentido de patron linglistico. Si se quiere lengua, ‘se disipa también el problema de cémo pueden ser identificar el significado de ‘una palabra con su uso, hay que conocidas esas enidades, y nos acercamos a los fendmenok que Giscisvass harslaayanfvoanViemiias Gasen eee justifian Ja dependeneia del pensamiento y de Ia experibneia manera generalmenie reconocida de su empleo y no a empleos respecto del lenguaje que chocan enire si y se desvian del patron general Pero la identificacién de uso y significado esta atin menes- terosa de otras aclaraciones y distinciones antes de que pueda ser aceptada como determinacién fundamental de la_semic ica: 7 u es far fa ne ta de \ ate {60}, Shwayder [60], Strawson (51) y Xenakis (54) ed ctr gumentos de Pitcher [64] y Stegmiiller (65) y 1 ce cidn de G, Ryle en [53] de use (como uso correcto, no (como ct 0 nente existente).— Ya h 150, Teorlas sobre et significado Contra la identificacién de distintas objeciones cuya discu nido de esta posicién a) Se ha dicho a veces que Ia férmula «significado = uso» es falsa, porque hay muchos usos de palabras u oraciones que no tienen nada que ver con su significado, Asi, por ejemplo, para adular o por caso— favore- een el ritmo de la diccién © prod vraciones), sin que estos usos sean de interés,para el io de eSas expresio- ndiendo de que sélo es verdad dentro i objecién contra esta fr identificar el significado les del uso de esa expre- fe de un modo muy abstracto lo y_uso se han dirigido rard atin mas el conte- mula que sélo pretende de una expresin con i sién carac y general Esta objeci mportante distincién: El uso os de In acclén, u abjetor de expresin foné! grificos. Se puede decir «uso lizo la accion de expresiéi ues, el uso de una expresién esta expresin. Ya hem de una manifestacién de 0 resultado epresenta ayado en 1.1, que el significado @ frente al significada to del lenguaje precisa ‘en Jos que el método We las mAs de Tas veces a las investigaciones empirieas. Ho, Mates (58) mplo, W. P. Alston en (63a) y P, F, Strawson en [54] Filosofial det lenguaje de Witt stein 151 no contiene frecuentemente otras determinaciones adi- ue resultan del contexto pragmatico de la manifesta- cisn, También hemos apuntado a las expresiones indicativas. Pero inel| cexperime| minacién| is0 el significado de los predicados descriptivos puede tar por el contexto de una manifestacién una deter- més estricta, Asi como el sentido palabra dmbigua puede ser caracterizado mediante el contexto singitistic bewohnt terizado Tal deter| cunstanci paabras cortar un| una Scie de Schere| Tek brauc! cesito un no se dé u} siones). U Austin de respecto emplearse sin paragi que no et caso no 4 contexto Asi, pay presién y es. El do de Ia e de Ia expr manifestai significado 1 fe. ps Is tijeras de jardinel (Er dffnet das Schloss, eB| abre la cerradura» — Er fas Schloss, «FI habita el castillos), puede ser carac- Jambién por el contexto pragmatico de la manifesta- cién (Dieges Schloss ist sehr alt, «Este cas lo es muy antiguo»). Ininacién complementaria del significado por las cir s de la manifestacién se produce no solamente en imbiguas. Si alguien, pongamos por caso, que quiere seto, me dice: Ich brauche eine Schere, «Necesito », resulta claro por el contexto pragmético a qué tipo se refiere aqui; en este contexto las in he eine Schere y Ich brauche eine Heckenschere, «Ne~ ignificativas, aunque 1a sinonimia general de ambas oraciones (como expre- tercer ejemplo es la dependencia de lo que J. L. gna como funcidn ilocutoria de una manifestacién fe su contexto: como comm fas») © como intimacién («Cierra las ventanas para tre cl agua»). La funcién que desempefia en cada dica en Ja oracién mi no que resulta sdlo det la oracién Es regnet, «Llueve», puede los significados de las manifestaciones correspon- significado de ta ma ién_s6lo le pertenece Io qi ignificacionalmente. Asi, pues, la tesis «uso = hay que entenderla en el sentido de que el modo ra ello el apartada 245, 152 Teorias sobre et si Jde 1s0 tipico de todas las cado de Ja expresién correspondiente, Entre el modo gene ‘uso de una expresién y sus utilizaciones particulares pue| jifestaciones determina el signifi- Pues, darse otras formas de utilizacién mas 0 menos espdcifi- €as, que son tipicas de cierto tipo de contextos, A ellas cotres- Ponden en dichos contextos significados mas especificos di expresion. Pues, cuando se afirma que hay muchas utilizaci | especiales de una palabra que son irrelevantes para su sig | cade, ello es correcto, pero no presenta ninguna objecién cor Ja tesis en cuestién: no todas las earacteristicas de ias util cion:s particulares de una expresion son relevantes paral Significado; “Irecueniemente’ se limitan a determinar el sigh | eada de la respectiva manifestacién —muchas veces incluso sin mas, semanticamente irrelevantes. También J. R. Searle apoya su critica a Ia tesis euso = |sig- nificado» en la particularidad de que junto al significado| de una oracién A y su criterio de verdad hay todavia otros cafe ios para ello, pronunciemos, 0 no, A (zEs A informativo| en Ja situacién dada? gEs cortés o apropiado manifestar A?)”, Asi, Pues en atencién a tales criterios de uso no semént hay que formular la tesis, mas prudentemente, de esta manera: (EL igniicado de una expresién viene determinado por ciertos dno dos generales de utilizacién. by G. Pitcher, N, Chomsky, J. R. Searle, M. J. Charlesworth y P. Ziff han intentado mostrar con ejemplos que Ja identiflea- jon de significado y uso es a lo sumo una aproximacjén burda, Pitcher, por ejeny jee que se puede conocer él uso [de na palabra como «Amen» sin conocer su significado, y al la inveisa, se puede conocer ¢ una palabra como Ta la’ come se emplea (en |la- 2 Cir. para isis (od) y Zilf (601. Cap. V. Filosofia del lenguaje de Witigenstein 153 ee Seema ee tie foe tin)*. Chomsky sefiala, por ejemplo, que las expresiones «esca- Jera» y «serie de escalones que sirven para subir o bajar» tie nen el mismo significado, pero se emplean de manera diferente, ¥ asi, se dice «no te caigas por la escaleray, pero no «no te caigas por los escalones que sirven para subir o bajars, De manera similar expone Searle que las expresiones obscenas sus equivalentes de la terminologia médica tienen el mismo nificado, pero se utilizan distintamente. Finalmente, Charles- worth sefiala que una identificacién de significado y uso no es posible traténdose de nombres propios, los cuales tienen uso, Pero no significado *. Pero todos estos ejemplos en contra no son muy convineen- tes: La palabra «Amén» no se emplea descriptivamente, sino como férmula de confirmacién; como tal est determinada en su significado por su empleo y no por conocimientos etimol6gi cos y significados anteriores. Ademas gconozco yo de verdad el significado de ultor», si no sé latin y no puedo por tanto indi- car contextos en los que se emplee con sentido y en los que puede adoptar distintas matizaciones significativas? La afirma: cién de Wittgenstein no es tampoco que todo lo que tenga uso sea significativo, sino que el uso particular de las expresiones ingitfsticas fundamenta su particularidad de ser significativas A los reparos de Chomsky y Searle hay que oponer una vez més que no todos Jos criterios de empleo de una manife que —pongamos por caso— haya que ser breve, © que no se pueda contravenir a los precep- os de Ja decencia) son criterios generales de empleo de expre- e que sdlo se puede idei ignificado y el uso tratindose de palabras, pero nO tr ciones, porque Jas or en un uso gene! bién expresiones y el uso de oraciones nuevas también wala determi. ido por el usw de sus palabras y por Ins reglas. gramaticales 154 Teorias sobre el significad: siones, y que tampoco todos los criterios generales de empleo de expresiones son semanticamente relevantes. A la objecion de Charlesworth, finalmente, hay que decir que al identificar uso Y significado en el caso de los nombres propios ostensivas, hay que entender por «significado» la funcién seméntica de estos es decir, su referencia 's estas objeciones no constituyen ningtin obstéculo Para aceptar la formula «significado = uso» con las aclaracio. nes dadas como hipétesis semantica fundamental ©) Otra objecién dice asi: Si se explica el significado —pon gamos por caso— de un ptedicado como el modo caracteristico de su uso, y se determina el modo de usatlo mediante regias Para su empleo, hemos avanzado poco respecto de la posicion realista: las reglas no son imagenes menos abstractas que los Conceptos, y, en consecuencia, la formulacidn «el significado de un predicado es la regla de su empleo» es tanto 0 tan poco problemética como la formulacién «el significado de un predi, cado es un concepto». | ma contr esto hay que decir fo siguiente: ta intencién del prag- matismo, y en especial Ia intencién de Witigenstcin, no es’con | cebir las reglas como significados de redicados, sino que, ximadamente én el sentido de Quine ¥, se trata dle astit Predicado «x significa ye por lox predicados «x es significatives ¥ «ke y son sindnimos» y emplear el primer predicado euande {a expresin x se empiua de tal forma que esta modalidad de emplea obedece a regularidades generates, y el segundo predi, cado, cuando x se usa como y. Una expresién es significativa aap, Case en que haya una regla que sea significada por aso de que tenga una modalidad de empleo 500 €s necesario un significado, una entidad adicional j due la expresion deba representar. La regla de uso no es un algo hipostasiado junio al uso regular, sino que consiste en que P. Ziff sefaia en (601, pigs, 36 i vidadtes abl. Filosofid del lenguaje de Wittgenstein 155 eee genste NSS 4) Una cuarta objecién es ésta: el modo més sencillo y acertadg de determinar el uso de una palabra en muchos casos, especialmente cuando se trata de palabras empleadas de ma. nera préferentemente descri Para expresar..., con el significado de... o para designar. tiva, es diciendo: W se emplea Pero si se defermina el uso de W mediante el signiicade de W. co incurre ¢n un circulo al querer determinar el significado de W mediante su uso#. La formula «si; mificado = uso» conviene muy bie a las expresiones que no en. significado descrip- tivo, espfeialmente a las llamadas manifestaciones ejeoutore, como: confirmo) advierto, etc.) fuenos dias», «Perdone», «Pido por favor (prometo, » que no hablan de una accién (salu. dar, disclilparse, suplicar, etc.) ni la describen, sino que con ellas realizamos estas acciones®. Aqui se puede decir: «'Bue- Ros dias’ |se emplea para saluclar por la mafiana», «Perdone’ se usa para |disculparse», etc.; es decir, aqui se puede describir el uso de|las expresiones no es pose traténdose de exp Esta jones. descriptivas, n recuttir a su significado, cosa que sjecién tiene una cierta razén en un doble sentido: Cuando se intenta dar reglas generates de uso para las pala- jerencia ordinariamente bbras_descliptivas, Se hace r -cado’ de tis palabras” As ado ‘red’ se sa en 218, donde dice: {61}, pag. 233, en donde hot to attend to is perfectly simple: oThe ee of expressiogs but to concentrate on theit use, mn Of Use, as it ordinari less replace it ar 10 do duty for itn De modo si imbién J. Whea » Estas fom re todo J. L. Austin; cfr, ef ari ignifi- Por ejemplo, se diré: (a) «El predi- ielés para expresar la propiedad “rojo, wladas. Pero de esto haremos caso omiso en 160 para expresar... lo han sefialado ‘meaning cannot be defined in 12 meaning it is used, presupposes the janing... and that i therefore cannot be used to clucidate the inje (nerformatory utterances 0 culo tado 245 volveremos 156 Teorias sobre el significad Ademis, estas descripciones por referencia al significado de Jas palabras son —con mucho— las mds simples, cuando s dispone de expresiones sindnimas convenientes cuyo significad es conocido, Pero desde el punto de vista de la «tvoria usistica del significado se puede decir que una descripcién del uso dé “una palabra mediante la indicacién de su significado no es otra cosa qué Ta explicacién del uso de esta palabra mediantd el uso de otras palabras. Es decir, (a) quiere decir lo mismo) qué (b): «EI predicado ‘red’ en inglés responde al uso dell predicado rot, ‘rojo’, en alemans™, Decir que el uso es determinado por el significado 0 emplear| la formulacién (a) en lugar de (b) carece de importancia en| esta interpretacion, visto pragmaticamente. Asi entendido, también el modo de expresarse del realismo| tiene su parte de razén y se puede determinar el significado| como un concepto 0 una proposicién, contando con expresiones| lingiiisticas a través de las cuales se pueden representar los| conceptos o las proposiciones como abstracciones en el sentido| de 2.3.1. Asi que no todos los enunciades de la semantica rea- lista son calificados de falsos e inadecuados por la teoria prag- ica de Ja identificacién de significado y uso; por el contra- rio, tienen su raz6n de ser como maneras de hablar muy stiles en Ja prictica —bien es verdad que dentro de los limites en que pueden ser traducidos a enunciados de la semiética pragmatica, La ventaja de las formulaciones realistas la muestra, por ejem- plo, (a) frente a (b): (a) elude Ia dificuliad de tener que expli- car mas al detalle el «correspondiente uso» de las palabras en ™ W. P. Alston ha expuesto en 1638] algunos argumentos contra la sustitwibilidad de las explicaciones del signifieada por las del uso, que, segiin ¢), son ademas abjeciones contra ta identiticabilidad de uso y sig nificadlo, Uno ‘de los argumentos dice asi: Si se diee: to mismo que “b's, no se supone por eso, como en e's! signifies b», que el otro co: nozca el significado o el uso de ‘b”.— Puede ser, Pero en vee de Ja altima oracién se puede decir también: «'x' significa lo mismo que “b's, 0 en vez de la primera: sla palabra ‘a’ sv aplica a be, La identificabilidad no epende de tales formulaciones, De este estilo sun lay restantes objecio- es de Alston en [63a], por fo que uo vainos a detenernos agai mas en ellas Filosofia del lenguaje de Wittgenstein 1s7 inglés y aleman. De hecho la terminologia de Ja seméntica rea- lista esté también mucho mejor desarrollada y precisada que Ja de la seméntica pragmdtica —no hay, por ejemplo, una for- mulacién de las reglas seménticas generales para la composi- cién gramatical hecha en un lenguaje puramente pragmatico— Y ya por este motivo resulta practicamente indispensable, Aunque se puede conservar el modo de hablar del realismo _£8_amplios sectores, con todo no es posible en todas partes. La ‘esis Tealista fundamental de que, por ejemplo, un predicado se hace significativo por el procedimiento de asignarle un con- cepto, pierde en una interpretacién pragmatica su sentido en aquellos casos en que atin no se dispone de predicados con- venientes, que definan de antemano el concepto que se les ha de atribuir. Asi, pues, esta formulacin rehusa —dado el caso— decir cémo se realiza primordialmente el significado lingiifs- tico. Debido a la importancia de esta problematica de la fijacién del significado de los predicados para la comprensién de la tesis de Ia identidad de uso y significado, enfrentaremos en el apartado siguiente los enunciados de Wittgenstein al respecto a los enunciados del realismo y los discutiremos detalladamente, Pero antes vamos a valorar el segundo aspecto bajo el cual la objecién de la circularidad de la explicacin del significado por el uso tiene una parte de razén: Aunque se sustituya la explicacién circular del significado —pongamos por caso— de la oracién «Llueve» (b): «'Llueve’ se usa para expresar el hecho de que Iueve», por (a): «'Llueve’ se usa para decir que lueve», con todo sigue existiendo la circularidad. Pues «afirmar que Mueve» es lo mismo que usar la oracién «Liueve» u otra sind nima, de modo que la explicacién (d) del uso de «Llueve» sola- mente se entiende, si se conoce este uso previamente —del mismo modo que solamente se entiende la explicacién (c) del significado de «Llueve», si se conoce ya el significado de las pa- labras («llueve», en este caso) que figuran en esa explicacion. Pero hasta el momento nadie ha podido determinar el uso de una oracién descriptiva como «Llueve» de manera que al hacerlo no emplee esta oracién u otra sindnima, El remitirse al igual y 158 Teortas sobre el significado ya conocido uso de una oracién sinénima no soluciona el pro- blema de como hay que aclarar primordialmente este uso de la oracién, Esta objecin tiene por base una falsa concepcién de la «teoria usisticay del signilicado: Esta teorfa no es una teoria naturalista del lenguaje — por ejemplo, el behaviorismo— que pretenda reducir la lo no Tingiiistico y explicar los conceptos lingiiisticos — por caso— mediante concep- tos generales del conducti quiere derivar de otras dis- tinciones los hechos de enunciar, preguntar o argumentar. Mas bien, hay que entender. esta teoria, especialmente tal como la ha expuesto Wittgenstein, en el sentido de que acentiia la auto- nomia del lenguaje y la peculiaridad de los actos linglifsticos sin pretender explicar la funcién de una expresién en el sentido realista mediante el recurso. de asignarle una entidad indepen- diente de Ja lengua y comprensible sin su mediaci6n, sino afir- mando: él significado es inmanente al lenguaje, solamente se constituye deniro del Tenguaje y no es algo yuxtapuesto al len- guaje. El significado no tiene lugar més que en la realizacién lingUistica; es decir, el mérito peculiar que las expresiones Tin- filisticas tienen de significar algo, radica en la manera propia y caracteristica de su empleo. La lengua la entendemos tanto en sus funciones generales como en las funciones especiales de las palabras particulares al aprender a usarla y no en cierto modo desde fuera. en forma de afirmacién, es circular y ir: Una explicacién ( n no sabe hablar y no eacién no es ensefar idizar en, luna supuesta comprensién de la misuu: en Ia supuesta comprensién de las afirmacio ante explicacionss o determinacio- nes generales, Y en esto no se Filosojiq det tenguaje de Wittgenstein 159 Asi, pues, Ia tesis no consiste en que el significado se pueda reducir ficado y|éste a un comportamiento que no presuponga Ia lengua —tales éxplicaciones reductivas no son posibles en la mayoria de os chsos— sino que las funciones lingiifsticas sélo se gestan en el uso de la Iengua; uso que se puede ensefiar y, cuando pue- de supoperse ya comprensién del lenguaje, puede ser explicado mediante descripciones lingiiisticas, Ala pregunta de X «¢Queé significa la palabra a?» se contesta enseféndole a X el uso de esta palabra o explicéndolo lingiiis- ticamentl si es que ya son conocidas las expresiones necesarias para haderlo. A la pregunta general «gQué es significado?» se contestal que Ia expresién «ser significativo» indica el rendi- miento ¢specifico de las expresiones lingiiisticas originado por el modo|particular de su uso y que se produce en el uso mismo. En estolconsiste la tesis del significado como uso, y no en la afirmacign de una reductibilided. Es, pues, més débil y, si se quiere, I de lo que muchas, veces. se cree. Finalinente, en cuanto al argumento de que el uso de una palabra |se rige por su significado —por lo que mal podria definirla}~ hay que advertir lo siguiente. L. Antal dice: «If words afe used according to their meaning, then meaning co- mes befpre use, in the same way as the use of a language presupposes the knowledge of that language» ®; pero aqui se trata eviflentemente de un determinado empleo de una palabra ya significativa, empleo que se rige por su significado y que no determina a ésta originariamente, Pero Wittgenstein —como ya se indicé— no se refiere con su identifieacién de significado y uso a bjemplos singulares de uso —l no es de la opinién de que por {ino 0 varios empleos de una expresién asignificativa se haga ésta significativa—, sino que dice que el significado le ad- viene a hina palabra mediante unas reglas generales para su uso, Quel los empleos particulares de una palabra significativa se rigen| por su significado es cosa clara. Pero esto, segin Wittgenstein, no quiere decir otra cosa que: se rigen por las = Anta} (61), pég. 217. 160, Teorias sobre et significago reglas generales del uso de estas palabras; solamente si estan fijadas éstas, estd correciamente definido el uso de ta palabra ¥ es ésta significativa en sus diferentes empleos. 24a, EICADO Sugongamos que una persona X, que conoce el uso y el sig: nificad> de un predicado monadico F desconocido para nds: otros, juiere ensefiarnos este signilicado y este uso. ¢Como fe Jas arreglaré X? Si nosotros conucemos ya otra predicado m nadico G apropiado, entonces X puede deci a) F se usa como b) F significa lo mismo 0 Ue) G, esado (representado) por s (b) y (€} soa, vistas pragim armulaciones de (a). Como, sirve para exprespr Las determinaciones re: camen‘e, pura y simplemente otras por ot-a parte, para el realista el uso de lun concepto, concebird (a) como versién equivalente de (b)/ 0 compatibles ambas conc¢p de forma que en este caso s mes. Pero cqué sucederd, si no disponemos del tal predicado |G, para el que es valido (a), (b) o (c)? El realisia no puede defir aye X nos declara el significado de F sefalando al concepto que F representa, pues a un concepto sole se le puede determijar como significado de un predicado, de disponemos fen nuestro caso, y no mediante indicacién, pues no es po sefialar los conceptos como abstractos que son. El tinico camjno tanto para el realista como para el pragmatista es el métqdo pedagigico de los ejemplos: X nos enseia el significado of el uuso de F diciéndonos que F se aplica o puede aplicarse a tales y tales objetos ¥ no a tales otros. Asi obtenemos dos clases fini- tas de objetos KUF) y R(F), de las que sabemos que F se aplica fa todos los elementos de la primera y a ninguno de Ja segunda. K(F) y K(F) contienen, pues, ejemplos para el correcto empleo de F4 jenstein dice: «gComo exp] Filosofia del lenguaje de Wittgenstein 161 ‘Ahora bien, queda fijada Ja manera caracteristica del_uso de F y el significado de F sefialando ejemplos de uso de F? Evidentemente eso ocurre sélo cuando el campo de objetos D(F) para los que F esta explicado —a los que, en consecuencia, se puede aplicar o negar F con todo sentido— coincide con 1a union de K(F) y R(F). Ahora bien, los casos de predicados F, para los que se puede presentar D(F) en forma de una lista finita de objetos, son precisamente los casos especiales carentes de interés. Pues traténdose de predicades que estén definidos por la nota de ser aplicables a determinados objetos enume- rados, y a otros —en nuimero limitado— no, tienen todos los empleos cardcter analitice. Para que puedan hacerse enunciados {éticos con F y por tanto «comunicar hechos nuevos» *, D(F) tiene que ser un campo abierto, por ejemplo, infinito. Pero en este caso, que es el que en lo sucesivo tendremos siempre a la vista, la asignacién de F a los objetos de K(F) y R(F) no nada sobre si F puede 0 no ser aplicado a un objeto nucvo no contenido en K(F) 0 R(E). Los ejemplos que se dan para el empleo de F iterio general para el empleo de “FSi DF) es infinito, entonces més bien hay un numero no emumerable de conceptos que se pueden aplicar a todos los objetos de K(F) y a ninguno de R(E). Wittgenstein ilustra este hecho con un ejemplo que consiste en determinar la ley de formacién de una serie indefinida de mimeros, serie de la que s6lo se da un némero limitado de miembros del principio. Cosas de este tipo se encuentran, por ejemplo, en los Lests psicoldgicos de intetigencia, Se dan los miembros iniclales 1, 4, 9, 16 de una serie y se pide que se escriba ef numero siguiente de la serie. $i el examinando escribe el mimero 25, seri considerado inteligente por los examinado- res, pero si escribe —pongamos por caso— 3, se pondran repa- ros a sti inteligencia. Pero 2por qué raz6n? 25 no es mas co- empleo de F no sefialan un als? A uno que, por hipotesis, slo sepa fran- mediante Ins cortespondientes francesas. ‘Al que alin no posea estos conceptos, me vere obligado a ensefiarle las palabras mediante ejemplos y prdcticu [53], 208 ” nstein (223, 4.027 rit, nek LENGANS. — HL

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