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Derecho Mercantil
La Sociedad Anónima, o también conocida como empresa anónima o por sus
siglas S.A., es un tipo de Sociedad Mercantil Capitalista nacida para las grandes
acumulaciones de capital, y que es adoptada por la mayoría de grandes compañías.
La Sociedad Anónima (S.A), es un tipo de Sociedad Mercantil Capitalista nacida para las
grandes acumulaciones de capital.
El objetivo principal de dicha sociedad, será generalmente reunir dinero procedente de
numerosos inversores para acometer grandes proyectos, que de otra manera no se
podrían realizar.
Para cumplimentar esta misión, se divide el capital en acciones, que se reparten entre
los socios inversores a raíz de la cantidad de dinero aportada por cada uno. De esta
manera, cuantas más acciones tenga un socio, mayor será su peso en la compañía.
Destacar que el régimen jurídico de estas sociedades es sumamente complejo, por lo que
no se adapta a pequeñas empresas, debido a las características que justamente vamos a
ver a continuación.
La sociedad anónima (SA) es un tipo de sociedad mercantil cuyo capital está dividido en
acciones, en la que sus socios no responden personalmente de las deudas de la
sociedad. Algunos tipos de entidades tienen forzosamente que adoptar esta forma
societaria (sociedades cotizadas, bancos, aseguradoras, sociedades y agencias de
valores, sociedades de capital riesgo, sociedades anónimas deportivas, etc.), y otras
sociedades se deciden por este tipo social simplemente porque les interesa más que otra.
Las diferencias principales entre las sociedades anónimas y las sociedades limitadas
consisten en que:
3. Las sociedades anónimas tienen una normativa de aplicación más rígida, para
mayor protección de sus acreedores, mientras que a las sociedades de responsabilidad
limitada se les aplica una normativa más flexible, que sustituye aquellas mayores
garantías de los acreedores por un régimen de mayores responsabilidades. Su régimen
es así menos complejo y menos costoso que el de la SA.
Dejando a salvo estas diferencias esenciales, por lo demás podría decirse que hay una
superposición de ambos tipos sociales.
Capital social
El capital social de una compañía anónima se encuentra conformado por la suma del
total de las aportaciones realizadas a la sociedad.
Explicado de una manera más sencilla, el capital social se encuentra compuesto por las
cantidades aportadas por todos los socios.
No obstante, como se verá más tarde, la aportación de esta cifra de capital se puede
llegar a posponer a un momento futuro.
Denominación social
Haciendo referencia al nombre con el que se encuentra inscrita la sociedad, esta debe
constar de un término que no estuviera registrado con anterioridad.
Asimismo, debe ir acompañado de las siglas S.A. o S.A.U., en el caso de que se
estuviera ante una Sociedad Anónima con un único socio.
Esto implica que si un socio aporta 4.000 euros, como mucho podrá perder esa cantidad,
sin que los acreedores puedan dirigirse contra su patrimonio personal.
Número de socios
No obstante, esto debe hacerse constar en la denominación, como vimos antes (S.A.U.),
y en toda la documentación, las facturas o los anuncios legales que se emitan.
Con carácter general, las aportaciones realizadas por los socios tienen el carácter
de dinerarias. Es decir, estos aportan dinero al capital social de la empresa.
Estos bienes deben ser obligatoriamente evaluados por peritos, designados por el
Registrador Mercantil, con el fin de que la evaluación de los bienes no sea superior a la
real, lo que implicaría un fraude tanto para los acreedores como el resto de socios.
Reserva legal y reparto de beneficios
A la hora de repartir las ganancias obtenidas, las Sociedades Anónimas están obligadas a
ahorrar parte de ese dinero, dentro de lo que se conoce como fondo de reserva legal.
Este fondo será del 10% del beneficio obtenido y se acumulará hasta alcanzar el 20% del
Capital Social.
Acciones y transmisibilidad
Como se explicó antes, el capital se encuentra dividido en acciones, de tal manera que a
mayor número de acciones, mayor será el valor del voto emitido, así como la
proporción en el reparto de dividendos.
No obstante, también puede limitarse esta transmisibilidad. Tal situación se da cuando los
estatutos expresan lo contrario, necesitando para ello el permiso de la junta general para
su transmisión.
Una de las grandes problemáticas que tiene la Sociedad Anónima está relacionada con su
creación. Con carácter general, estas se conforman con el otorgamiento de escritura
pública que se inscribe, posteriormente, en el Registro Mercantil.
Además, se requieren una serie de trámites adicionales, como una certificación donde
se demuestre que el nombre de la sociedad no se encuentra escogido o el desembolso
del capital.
Todos estos trámites suelen tener una duración de entre 6 y 8 semanas, aunque en
algunos casos se pueden extender bastante más.
2. Formación sucesiva: se caracteriza porque parte o gran parte del valor de las
acciones no se desembolsan hasta en un futuro. Este proceso, no obstante, es complejo y
utilizados por empresas muy grandes.
Diferenciado lo anterior, es importante conocer los siguientes requisitos para su
constitución:
La escritura y los estatutos deben cumplir con los requisitos establecidos por ley.
Básicamente, se exige que estos contengan un contenido específico.
Una vez otorgada la escritura pública, los socios tienen un plazo de tan solo dos
meses para llevar a cabo la inscripción en el Registro.
Como toda Sociedad Mercantil, la S.A. tiene una serie de órganos que se encargan de
dirigir y tomar las decisiones. Entre ellos encontramos dos: la junta general y el órgano
de administración.
Junta General
Es el órgano encargado de dar voz a todos los socios, en base al número de acciones que
posean. De esta manera, los votos de los socios mayoritarios tendrán una mayor
importancia.
Por otro lado, las competencias de la junta general son muy amplias, siendo el órgano que
adopta las principales decisiones sobre el rumbo a seguir por la empresa. Entre estas,
merece la pena destacar a modo de resumen las siguientes:
Competencia para aprobar las cuentas anuales, así como la gestión social.
Destacar, por último, que existirán dos tipos de juntas generales: la ordinaria, que se
reúne una vez al año para aprobar las cuentas, y la extraordinaria, para el resto.
Órgano de Administración
7. Por último, hay que tener en cuenta que los miembros de este órgano no
necesitan ser accionistas de la Sociedad Anónima. Se puede ceder el control de la
sociedad a un tercero, aunque es poco aconsejable.
8. No existe una ley propia para las Sociedades Anónimas, por lo que la regulación
de este tipo de sociedad se encuentra en la conocida como Ley de Sociedades de
Capital (Real Decreto Legislativo 1/2010, de 2 de julio).
Ventajas e inconvenientes de la Sociedad Anónima
Ventajas:
Inconvenientes: