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En la mayoría de los accidentes cerebrovasculares agudos, el estudio de imagen inicial es
la TC cerebral sin contraste (durante las primeras 24 h desde el inicio de los síntomas),
debido principalmente a su gran disponibilidad. Los hallazgos en la TC pueden visualizarse
al cabo de varias horas desde el comienzo de los síntomas en el caso del accidente
cerebrovas cular isquémico, y de manera inmediata en el caso del acci dente
cerebrovascular hemorrágico.
§ La RM se ha utilizado con una frecuencia cada vez mayor para el diagnóstico precoz. La
RM con potenciación de la difusión tiene un grado de sensibilidad elevado y un grado de
especi ficidad relativo para la detección del infarto temprano, además de que puede
detectar los cambios a los pocos minutos del inicio del episodio. En la RM, la
estadificación temporal de la hemorragia puede llevarse a cabo en función de los cambios
químicos que tienen lugar en la molécula de hemoglobina a medida que evoluciona la
hemorragia
ISQUEMIA
En la TC, los hallazgos van a depender del tiempo trans currido desde el episodio original.
• 12-‐24 h: un área poco aparente de atenuación baja con distribución vascular.
• 2 4 h: una lesión mejor delimitada con efecto de masa que alcanza su intensidad
máxima a los 3-‐5 días y que general mente desaparece hacia las 2-‐4 semanas.
• 72 h: a pesar de que en el contexto del accidente cerebro-‐ vascular agudo no suele
utilizarse contraste, se observa carac terísticamente captación cuando el efecto de
masa está desa pareciendo o ya ha desaparecido.
• 4 semanas: desaparece el efecto de masa; ahora se observa una lesión bien delimitada
y de atenuación baja que no capta contraste (fig. 25-‐17B).
HEMORRAGIA
La hemorragia tiene lugar en aproximadamente el 15% de los accidentes cerebrovasculares. La
hemorragia se asocia a niveles mayores de morbilidad y mortalidad, en compara ción con el
accidente cerebrovascular isquémico. La hemorragia secundaria a un accidente cerebrovascular
puede tener lugar en el parénquima cerebral o en el espacio subaracnoideo.
En la mayor parte de los casos se observa una hipertensión asociada. Alrededor del 60% de las
hemorragias hipertensivas ocurren en los ganglios basales. Otras áreas afectadas con frecuencia
son el tálamo, la protuberancia y el cerebelo .
La sangre entera y con un hematócrito normal que ha presentado extravasación recientemente
puede visualizarse como una densidad aumentada en la TC cerebral sin contraste,
inmediatamente después del episodio. Esta característica se debe a las proteínas de la sangre
(prin cipalmente, la hemoglobina).
• La disección de la sangre hacia el sistema ventricular puede ocurrir en las hemorragias
intracerebrales hipertensivas.
• A medida que comienza a formarse el coágulo, la sangre se hace más densa durante
aproximadamente 3 días debido a la deshidratación del coágulo.
• Después del tercer día, el coágulo muestra una disminu ción de su densidad y se va haciendo
paulatinamente invisible a lo largo de las semanas siguientes. El coágulo muestra una disminución
de su densidad desde el exterior hasta el inte rior, de manera que parece como si se encogiera.
• Al cabo de aproximadamente 2 meses, sólo queda una pequeña zona de hipodensidad
En la RM, los cambios en el aspecto de la hemorragia con el paso del tiempo son más llamativos.
La RM posee un grado de sensibilidad elevado respecto a los efectos cambiantes en el hierro y
las proteínas de la molécula de hemoglobina, en el transcurso de los días y semanas posteriores
a una hemorragia aguda. En la tabla 25-‐7 se resumen estos cambios.