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HABEAS CORPUS

Sr. Juez:
_____ [NOMBRE / APELLIDO / DNI] _____ con domicilio real en _____ [DOMICILIO] _____ ,
y constituyendo domicilio procesal electrónico juntamente con mi letrado patrocinante _____ [NOMBRE /
MATRÍCULA / DOMICILIO ELECTRÓNICO DEL ABOGADO] _____, a V.S. me presento y digo:
1. OBJETO
Que vengo a plantear acción de habeas corpus (CN art. 43 y Ley 23.098) con el objeto de que me
sea garantizado el derecho de libertad de tránsito en todos los espacios públicos de la República Argentina,
y a tal efecto se declare la inconstitucionalidad del Decretos 297/2020 (arts. 1° a 4°), sus sucesivas
prórrogas, y en particular del Decreto 493/2020 (arts. 1° y 2°), como así también de toda otra norma
nacional, provincial/CABA o municipal que restrinja o limite o amenace el ejercicio de mi garantía
constitucional de libre tránsito (CN art. 14) con causa en el D. 297/2020 y/o sus normas complementarias y
reglamentarias. Libre tránsito, sin necesidad de autorización previa ni de registro ni monitoreo
administrativo mediante algún sistema de seguimiento (p.ej. aplicación “Cuidar”).
Si la vía no se considerase idónea, solicito tramitar como acción de amparo (Ley 16.986).
Aclaro que este pedido no pretende impugnar otras normas de profilaxis, y mucho menos eximirme
de las conductas de prevención del contagio que son de público conocimiento, aún cuando no sean
obligatorias legalmente. Más aún: declaro conocer, aceptar y aplicar responsablemente conductas como el
distanciamiento social, el lavado de manos, el uso de tapabocas o barbijo, la limpieza asidua de las cosas
expuestas al contacto de terceros, entre otras.
2. HECHOS
Desde el día 20 de marzo de 2020 vivimos en todo el país en un régimen de “ aislamiento social,
preventivo y obligatorio” regido por las normas cuya constitucionalidad se impugna, que me obligan a
permanecer en mi residencia, con muy contadas y restringidas excepciones vinculadas al
aprovisionamiento y poco más. Desde esa fecha -y ya han pasado más de dos meses- vivo confinado en
mi residencia particular, sin poder salir sino excepcionalmente y sólo a los negocios vecinales. Todo
ello me causa un grave deterioro en mi bienestar psicofísico.
Para obligarme a cumplir con este confinamiento, pesa sobre mi persona la amenaza de la represión
administrativa, policial y judicial penal.
La situación que describo es pública y notoria, lo cual me exime de dar mayores explicaciones.
3. DERECHO. INCONSTITUCIONALIDAD
La protección constitucional de la garantía de libre tránsito personal (CN art. 14) no deja lugar a
dudas sobre su valor en si misma y también como base y sustento de otras libertades y garantías, como el
derecho a la vida y a la salud, la libertad de trabajar y ejercer industria lícita, usar y gozar de la propiedad
privada, asociarse con fines útiles, profesar el culto, enseñar, aprender, comerciar, peticionar a las
autoridades, etc. etc.
Es cierto que la ley puede reglamentar la libertad de tránsito, como toda otra garantía
constitucional, pero sólo en la medida en que ella no sea alterada en su sustancia, y dentro de los márgenes
de la razonabilidad y proporcionalidad (CN art. 28).
La actual limitación de mi libertad de tránsito pretende ser justificada en la existencia de una
pandemia provocada por el virus Covid-19 y su potencial contagio de persona a persona.
Ahora bien, esta causa, que pudo haber sido razonable para restringir mi libertad hace más de 60
días ya no lo es, sino que sobrevino irrazonable porque hoy:
a) ya se conocen las formas y causas de contagio, y las medidas de prevención idóneas para reducir
dicho riesgo (por ejemplo el distanciamiento social, la higiene y limpieza, la utilización de
barbijos, etc).
b) ya se conocen los diferentes riesgos según las personas expuestas, por lo que cada uno puede
mensurar el riesgo que está en condiciones de asumir, siendo que en la enorme mayoría de los
casos la enfermedad es de síntomas leves y no mortal.
c) el sistema de salud público y privado ha tenido tiempo de prepararse y de equiparse como para
administrar la atención de un eventual aumento de enfermos.
d) resulta evidente que no hay una fecha visible de finalización de la prohibición de transitar, la cual
se ha ido prorrogando de a dos semanas con la consistencia de un espejismo.
Por otra parte, la situación reglamentaria actual respecto de la libertad ambulatoria es tan confusa y
cambiante que no sólo me resulta imposible a mí conocer el alcance de los derechos de tránsito
limitadísimos que pretenden reconocerme las autoridades de los tres niveles de gobierno, sino que esas
mismas autoridades desconocen, cuál es el límite de mis prohibiciones. Esto me expone al riesgo de ser
reprimido según la libre interpretación del agente o funcionario que me toque enfrentar
circunstancialmente. Ni yo ni él sabremos, cuando esté a diez cuadras de mi casa, si habré de ser detenido,
arrestado, denunciado, golpeado, forzado y esposado, sólo indagado y amonestado o simplemente
ignorado. El texto del Decreto 493/202 es elocuente en este sentido al punto de revelar que ni siquiera el
Poder Ejecutivo conoce cuál es la normativa hoy aplicable. El mismo prorroga “la vigencia de toda la
normativa complementaria dictada respecto del ‘aislamiento social, preventivo y obligatorio’, desde la
entrada en vigencia del Decreto N° 297/20, hasta el día de la fecha.”. Y no lo dice una vez, lo dice dos
(arts. 1° y 2°), y deja a ciudadanos y funcionarios perdidos en una maraña normativa indescifrable.
El caos normativo y administrativo ha convertido el caminar por la calle en una situación de
máxima zozobra, angustia y riesgo, totalmente incompatible con el ejercicio de la garantía de libre
tránsito y de todas las demás que de ella requieren.
4. PETITORIO
Por lo expuesto, solicito a V.S. que haga lugar a este habeas corpus, declare la inconstitucionalidad
de las normas impugnadas y oficie al Ministerio del Interior y al efecto de que tome registro y que informe
a todas la fuerzas de seguridad de todos los niveles de gobierno del país que tengo derecho de transitar
libremente por todos los espacios públicos de la República Argentina sin necesidad de autorización
previa ni de registro ni monitoreo administrativo.
Proveer de conformidad,

SERA JUSTICIA

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