Está en la página 1de 11

I Congreso Internacional de Hidrología de Llanuras

Azul, Buenos Aires, Argentina – 21 al 24/09/2010

Aguas subterráneas y humedales en zonas llanas


Emilio Custodio, Dr. I.I., Real Academia de Ciencias
Dept. Ingeniería del Terreno y Fundación Centro Internacional de Hidrología Subterránea,
Universidad Politécnica de Cataluña (UPC). Gran Capità s/n Edif. D–2 , 08034 Barcelona, España
Mail de contacto: emilio.custodio@upc.edu

RESUMEN
Los humedales, en sus diversas formas, son importantes manifestaciones del agua en la
Naturaleza. Proporcionan importantes servicios ambientales de gran interés para la vida y actividad
humanas. Muchos humedales dependen en gran manera o totalmente del agua subterránea. Esto
es tanto más cierto cuanto más árido en el territorio y entonces son ecológica y humanamente
esenciales. Los humedales aparecen tanto en ambiente montañoso como de llanura. Aquí se da
especial consideración a éstos últimos. Unos humedales son muy estables y otros notablemente
fluctuantes, en cada caso con características asociadas a tener en cuenta y a preservar en la
medida de lo posible. El agua subterránea es esencial al valor ecológico y humano de los
humedales que dependen de ella, pero es también un recurso para satisfacer las necesidades de
las actividades antrópicas. De ahí que exista un conflicto y una competencia, que requiere gestión y
planificación para hacerlos compatibles dentro de un compromiso negociado y a ser posible de una
complementariedad. En general es algo complejo y que requiere una visión a medio y largo plazo.
Esta gestión está condicionada por no sólo por factores hidrológicos e hidrológicos, sino también
económicos, sociales y políticos, y en el fondo subyacen comportamientos de naturaleza ética. La
gestión es responsabilidad tanto de las Administraciones Públicas del Agua como de los usuarios de
agua y la sociedad en general, que deben coparticipar y corresponsabilizarse, en un contexto bajo el
principio de subsidiariedad, además de los de solidaridad y precaución. En el campo del aguas
subterránea, aún se tiene poca experiencia, la cual requiere conocimiento suficiente y una visión a
medio y largo plazo ante comportamientos y evoluciones que en general trascienden a los de la
experiencia temporal común del ser humano.
Palabras clave: humedales, aguas subterráneas, gestión.

ABSTRACT
Wetlands, in their different forms, are important water manifestations in Nature. They provide
important environmental services for human life and activities. Many wetlands greatly or totally
depend on groundwater. This is more valid the more arid is the area, and then they become essential
elements for ecology and mankind. Wetlands appear in mountaneaous environments as well as in
plains. These last will receive special consideration here. Wetlands may be quite stable or noticeably
fluctuant, presenting in each situation associated characteristics to be considered and preserved as
much as possible. Groundwater is essential to the ecological and human value of wetlands
depending on it, but groundwater is also a resource to satisfy the needs of anthropic activities. From
this can be inferred that there is a conflict and a concurrence, and this needs management and
planning in order to make them compatible inside a trade–off, and, if it is possible, to make them
complementary. Generally this is a complex task and requires a mid– and long–term vision.
Management is conditioned not only by hydrological and hydrogeological factors, but by economic,
social and political ones, and they are influenced by behaviours under ethic conditions. Management
and policy is a responsibility of Public Water Administrations as well as water users and
stakeholders, and society in general. They have to co–participate and take co–responsibility, in a
context under the subsidiarity principle, further to those of solidarity and precaution. In the
groundwater field, existing experience is still short. They should be accompanied by enough
knowledge and mid– and long–term vision since behaviour and evolution often goes beyond
common human temporal experience.
Keywords: wetlands, groundwater, management

39
Aspectos introductorios Otros muchos humedales dependen total o
Los humedales son áreas territoriales que parcialmente de la descarga de aguas
se caracterizan por la presencia permanente o subterráneas, aunque esta característica no ha
temporal de una lámina de agua somera, o un sido suficientemente reconocida hasta épocas
nivel freático a poca profundidad y accesible a relativamente recientes. Presentan una gran
parte de la vegetación, en superficies desde variedad de formas, circunstancias, salinidades
2
menos de una hectárea a muchos km . Se les y valores ecológicos. En general son más
suele designar con diferentes nombres, tales estables que los humedales que dependen del
como áreas palustres, pantanos, lagunas, agua superficial, a veces muy estables, tanto en
tablas, bañados, oasis, bofedales (en los altos lo que se refiere a la presencia de agua como a
andinos), según las circunstancias locales. La su composición química. En muchas ocasiones
designación marisma se reserva a los son áreas de vegetación permanente y el
humedales costeros. refugio de la fauna local en épocas secas, en
Los humedales son más frecuentes en las que los otros humedales merman
áreas llanas –con un gran desarrollo en las notoriamente o se secan. Entre los humedales
pampas sudamericanas–, en áreas costeras que dependen del agua subterránea hay que
planas y en grandes cuencas sedimentarias, incluir los criptohumedales, es decir áreas en las
depresiones y llanos periféricos, y también en que nunca o sólo ocasionalmente hay agua en
altiplanos, entre los que son de notoria superficie, pero en las que el nivel freático es
importancia los existentes en ambientes áridos. poco profundo y permite una vegetación que
Se pueden desarrollar humedales a lo largo de puede recibir agua por ascenso capilar o cuyas
valles fluviales, en las zonas más bajas de raíces llegan al medio saturado (plantas
cuencas geológicas, en deltas interiores o freatófitas); así complementan el aporte de agua
costeros, allí donde los abanicos aluviales se de precipitación en forma de humedad edáfica
convierten en llanuras de baja permeabilidad, y con la extracción de agua subterránea en las
en muchas otras situaciones (González– épocas de déficit hídrico en el suelo. Las
Bernáldez, 1988; Brinson, 1993). Los fondos relaciones entre la vegetación y el agua en el
planos y ligeramente inclinados, fluctuantes humedal es en general complejo y hasta épocas
entre seco y húmedo, forman playas. recientes no se ha avanzado en su
Los humedales pueden pasar a lagos y caracterización (Laio et al., 2009; Tamea et al.,
ríos, pueden ser permanentes o fluctuantes 2009; Muneepeerakul et al., 2008).
estacional o interanualmente. La fluctuación es Lo más común es que el agua de los
una importante característica ecológica de humedales sea dulce, pero se puede encontrar
muchos humedales, incluidos los en relación agua salina, tanto en áreas costeras como
con las aguas subterráneas, en especial cuando continentales, pudiendo llegar a salmueras y
la vegetación ribereña asociada tiene un con depósitos de sales (salares).
consumo de agua con notorias variaciones Muchos humedales son el resultado de
estacionales. procesos geológicos activos de evolución
Muchos humedales dependen de la lluvia relativamente rápida, y por lo tanto se modifican
local que cae sobre su superficie, con aportes hacia otros rasgos del territorio a lo largo de
acrecentados por la escorrentia de un área siglos y aún de sólo decenios, mientras se crean
mayor alrededor, o se mantienen por crecidas otros. Influyen notablemente los cambios
periódicas de ríos que se extienden sobre la climáticos, como el máximo glacial hace 18000
llanura aluvial o por las áreas llanas terminales, años, el paso a un interglacial hace 10000 años
o por aportaciones de afluentes cuya descarga –con elevación de 130 m del nivel del mar hasta
queda dificultada por la formación de diques la posición actual– y los cambios posteriores,
laterales a lo largo de un río principal. Los como la reciente “pequeña era glacial” de
humedales costeros pueden estar asociados a Europa, desde el siglo XVII a principios del XIX,
la marea marina, y pueden tener una mayor o y lo que parece un calentamiento actual, y el
menor influencia de aportes hídricos posiblemente futuro por el aumento antrópico de
continentales, que a veces son dominantes en los gases de efecto invernadero.
determinadas áreas. Los humedales son más Históricamente los humedales han sido
frecuentes en zonas lluviosas, en especial si el considerados como terrenos baldios e
terreno es de baja permeabilidad, pero también insalubres –y en ocasiones aún se les considera
existen en zonas áridas, donde resultan de gran así– asociados a malaria y otras enfermedades
interés e importancia ecológica, humana y hídricas. Ha habido y hay una notable presión
paisajística, para ocuparlos con el fin de establecer cultivos y

40
criar ganado, así olvidando su importante papel humedales de intersección del nivel freático con
ecológico y como generador de servicios útiles a la superficie del terreno en un área que puede
la sociedad y de beneficios económicos, ambos ser tanto de llanuras con pendiente suave como
a veces muy notables. El resultado de esta montañosa.
política de corta visión, con una dosis de
ignorancia y a veces de egoísmo y desprecio de
otros seres humanos, ha sido que desde la
antigüedad se los ha ido destruyendo,
rellenándolos o drenándolos, con frecuencia con
incentivos gubernamentales, y aún leyes
promotoras. La escasa aceptación social de los
humedales hasta épocas recientes se deriva en
parte de antiguas leyendas y mitos, en parte
aún no erradicados. En muchos países se ha
llegado a destruir hasta el 80% de la superficie
primitiva de humedales.
La consideración de los humedales ha
mejorado notablemente en las últimas décadas,
en especial en países desarrollados, como los
Estados Unidos de Norteamérica (USA), la
Unión Europea (UE) y Australia, al irse
reconociendo los valores ecológicos, que en
definitiva constituyen un valor económico y
social a través de los servicios que proporcionan
(Barbier et al., 1997; Adamus et al., 1991). Los
humedales son en general áreas de gran
productividad vegetal y ricos en fauna, con
elevada diversidad de especies. En Europa la
protección de los humedales es ahora un
requisito de la Directiva Marco del Agua (DMA, Fig. 1. Formación de una serie de humedales
2000), que está incorporada a las diferentes freáticos en terreno en pendiente con
legislaciones de los estados miembros. Además alternancia de altos y bajos, en un área que
existen acuerdos internacionales de recibe flujo notable desde más arriba. El área
conservación y protección, en especial en puede ser desde casi plana (grandes llanuras)
relación con las aves migratorias (como el hasta con relieve acentuado, con la
convenio de Ramsar), a los que muchos países permeabilidad y recarga adecuadas para que se
se han adherido. La degradación o pérdida de puedan producir los afloramientos freáticos. La
humedales es una disminución del patrimonio situación varía entre épocas húmedas y épocas
nacional, que tiene un valor contable además secas, con mayores fluctuaciones en unos
del asociado a los sentimientos del ser humano, humedales que en otros. Modificado de
de modo que hay implícitos aspectos éticos, Custodio (2000).
morales y religiosos (Custodio, 2010).
Humedales que dependen del agua Las áreas de descarga representan en
general sólo una pequeña parte de la extensión
subterránea
del acuífero y suelen tener forma alargada o
Numerosos humedales dependen del agua localizada, continua o discontinua. Incluso en el
subterránea y son áreas de descarga de los fondo de las pequeñas o grandes depresiones,
acuíferos (Winter y Llamas, 1993; Llamas, la mayor parte de la descarga de agua
1992). En un sistema regional (Tóth, 1971, subterránea y su accesibilidad para las plantas
2009; Custodio y Llamas, 1976/1983) es a lo largo de franjas. Cuando parte de esta
corresponden a flujos locales, intermedios y descarga se concentra en áreas determinadas
regionales, que son progresivamente más aprovechando heterogeneidades del terreno, se
estables en cuanto a caudal y composición pueden formar áreas de humedad preferente,
química. En determinadas situaciones incluso descargas de agua identificables, a
hidrogeológicas los flujos regionales pueden veces acompañadas de la presencia arenas
evolucionar hacia aguas relativamente movedizas.
mineralizadas o incluso salinas. La Fig. 1
muestra esquemáticamente la existencia de

41
Si las circunstancias hidrogeológicas son e isotópica del agua, tanto a nivel regional como
favorables pueden aparecer humedales que en el área próxima al humedal. En este último
dependen del agua subterránea en áreas de caso los depósitos de fondo de laguna y la
interfluvio, ya sea por intersección con el nivel acumulación de materia orgánica pueden tener
freático en materiales poco o moderadamente efectos hidráulicos y geoquímicos importantes.
permeables, o en lugares en que los acuíferos La salinidad de los humedales depende de
profundos de mayor potencial hidráulico afloran la salinidad del aporte de agua subterránea,
o pueden descargar por discontinuidades de la además de la de las aguas superficiales que
cobertera. Numerosos humedales se forman afluyen, con un posible importante efecto de
donde áreas extensas de acuífero pasan evaporación y de transpiración por la vegetación
lateralmente de libre a cautivo, pues allí se –se evapora el agua pero se quedan las sales–,
fuerza una descarga continuada, tanto y de cómo las sales aportadas pueden ser
continentalmente (tal es el caso de la periferia evacuadas del humedal (Fig. 3). Este último
del gran acuífero Guaraní, en Sudamérica) aspecto es importante para el balance salino.
como por la existencia de sedimentos litorales Esta evacuación se puede hacer:
recientes de baja permeabilidad, como a) como salida de agua superficial, permanente
esquematiza la Fig. 2. u ocasional, en épocas húmedas ordinarias
Los humedales que dependen del agua o extraordinarias.
subterránea a causa de niveles freáticos que b) como salida de agua subterránea,
están situados en zonas altas, de cabecera de permanente o estacional, según la posición
cuenca fluvial o en llanuras, son más fluctuantes relativa del agua del humedal y del nivel
que los de zonas bajas. La fluctuación también freático. Su observación y cuantificación
se aumenta cuando la vegetación del área que requiere una red de observación bien
es capaz de utilizar el agua subterránea extrae diseñada, posiblemente 3–D, además de
en unas estaciones del año un caudal estudios de infiltración en la propia laguna.
importante de agua (verano), mientras no lo c) como precipitación o coprecipitación de
hace en otras (invierno). ciertos solutos del agua al aumentar la
Las condiciones hidrogeológicas de los salinidad o cambiar las circunstancias de
humedales que dependen del agua subterránea pH y potencial redox. Parte de los
son muy variables de un lugar a otro, según sea precipitados pueden redisolverse después
el área y la cantidad de recarga y el caudal de en época húmeda –no se evacuan– pero
descarga, la distribución de la permeabilidad otros quedan separados del ciclo del agua
regional y local, el tamaño del acuífero, la al ser atrapados en los sedimentos o en la
topografía, los rasgos sedimentarios locales en materia orgánica depositada. También se
el entorno del área de descarga, …, con puede producir una evacuación a la
especial relevancia de las relaciones con las atmósfera por volatilización, como es el
aguas superficiales (Sophocleous, 2002). En escape de CO2, o de N2 ó de NH3

todos los casos tiene relevancia –en ocasiones procedentes de la reducción del NO3 , pero
es determinante– el carácter tridimensional, sólo supone un pequeño cambio en la
tanto de la permeabilidad, como del flujo del salinidad.
agua subterránea, que determinan junto con la d) por deflación eólica, que puede ser
recarga la piezometría y las variaciones importante en humedales de zonas áridas
químicas. Sin su debida consideración es difícil (playas, sebhas, salares, …). Estas sales
llegar a formar un modelo conceptual, explicar lo pueden ser llevadas a áreas lejanas, pero
que se observa, interpretar los efectos una buena parte suele quedar sobre el
antrópicos y hacer previsiones de evolución que terreno en áreas más o menos próximas,
no difieran notablemente de la realidad, en en cuyo caso serán retomadas por la
especial en las proximidades del humedal, precipitación e incorporadas a la
aunque a mayor distancia la consideración escorrentía superficial y/o a la recarga. El
bidimensional en horizontal puede ser que vuelvan o no al humedal depende del
suficientemente representativa. La existencia de destino de esos flujos.
formaciones permeables en profundidad puede
dominar el flujo, en especial en condiciones Incluso en los casos en que el terreno no
modificadas por explotación con pozos contribuya sales solubles, la salinidad del agua
profundos (Custodio et al., 2009; Manzano y subterránea suele ser mayor que la de la
Custodio, 2008). Estas consideraciones resultan escorrentía superficial local debido a la
aún más necesarias cuando se trata de concentración por evaporación
considerar e interpretar la composición química (evapoconcentración) del agua de lluvia

42
Fig. 2. Humedales de descarga de agua subterránea en llanuras litorales. Representación
simplificada del flujo del agua subterránea en el bajo Ebro y delta, sur de Cataluña (España), según
Bayó et al. (1996). La recarga a los acuíferos que se produce en las terrazas fluviales, abanicos
aluviales laterales, piedemontes y macizos carbonatados, es forzado a descargar en el inicio del
delta a causa de quedar recubiertos por sedimentos holocenos deltaicos de muy baja permeabilidad.
Esta descarga forma humedales. Se puede tener un incremento de salinidad debido a la muy lenta
descarga del agua salada bajo el delta por su mayor potencial equivalente en agua dulce a causa de
la mayor densidad y efectos de progresiva lenta compactación del terreno. Este mismo esquema es
válido para otras situaciones en estado natural.

Fig. 3. Entrada (E) y descarga (S, salida) de agua superficial (SP) y agua subterránea (SB) en un
humedal. Se considera el efecto del balance de sales en la laguna y en el agua subterránea de
descarga, en el supuesto que las entradas son de agua dulce y de que la laguna tiene un fondo de
baja permeabilidad que limita el intercambio entre aguas superficiales y subterráneas a las áreas
periféricas. Se muestra el nivel freático ( ) y el agua más salina e isotópicamente más pesada con
un punteado más denso. Modificado de Custodio (2000).

43
infiltrada en el suelo, al aporte de solutos por
hidrólisis de minerales (carbonatos, silicatos, …)
por el CO2 disuelto que procede del gas del
suelo –de origen profundo (endógeno) en
ciertas áreas volcánicas– y la capacidad
oxidante que aporta el O2 atmosférico disponible
en el agua de recarga (oxidación de materia
orgánica, sulfuros, …).
En ciertas áreas, la disolución de calizas y
también de yesos puede producir hundimientos
del terreno que pueden llegar a dejar aflorante
el nivel freático, produciendo así humedales y
áreas lacustres, como los “cenotes” de Yucatan
(Mexico), y las lagunas de península de La
Florida (USA), entorno de Jaiba en Minas
Gerais (Brasil), cuenca media del Ebro (Aragón,
España) y cuenca media del Ter (Cataluña,
España). En humedales y lagos alimentados por
aguas subterráneas que pierden CO2
(inicialmente incorporado en el suelo al estar
éste a mayor presión parcial que la atmosférica)
puede precipitar calcita que forma travertinos,
los que en ocasiones pueden tender a obstruir
la descarga del humedal o lago, haciendo que
su nivel se eleve. Esta es una situación Fig. 4. Efecto de la explotación de agua
diferente de la que se produce por efectos subterránea en un acuífero en una amplia
tectónicos, depósitos volcánicos o llanura aluvial o en el relleno de una depresión.
deslizamientos de ladera, que por obstrucción La descarga se produce a un río con vegetación
pueden dar origen, al menos durante cierto ribereña que depende del acuífero. En la figura
tiempo, a humedales y áreas lacustres. superior se muestra la situación natural. La
Cambios que produce la explotación de figura intermedia muestra el efecto de una
las aguas subterráneas en los extracción de agua subterránea suficientemente
intensa para modificar la forma del flujo del agua
humedales
subterránea, con el correspondiente abatimiento
La explotación de los acuíferos supone una freático y reducción de la vegetación ribereña.
modificación de su funcionamiento y de los La figura inferior muestra cualitativamente la
niveles freáticos, en especial si es intensiva, y evolución de caudales del río y de extracción,
por lo tanto se producen cambios en los así como de la piezometría; la escala de
humedales en relación (Custodio y Cardoso da tiempos depende del ancho del acuífero y de
Silva, 2008). Sin embargo, estas modificaciones sus características hidráulicas. Puede variar
pueden aparecer diferidas en el tiempo y con desde pocos años a siglos.
una evolución lenta, dependiendo de las
circunstancias hidrogeológicas y de la La existencia de los humedales es una
proximidad de las extracciones de agua fuente de servicios a la sociedad, pero también
subterránea a los humedales. Véase la Fig. 4. lo es el agua puesta a disposición por
La extensión de los humedales disminuye y explotación de los acuíferos. De ahí que se
puede llegar a desaparecer, incluso como plantee una competencia, cuya gestión requiere
criptohumedales, y su variabilidad cambia, así una negociación y acuerdo entre las partes
como la composición química del agua interesadas (usuarios y beneficiarios de los
aportada. servicios del humedal por un lado, y por el otro
El efecto negativo de las extracciones de los que quieren o necesitan apropiarse del
agua subterránea sobre los humedales es parte agua), regulada y puesta en contexto tanto por
de lo que se suele considerar como la Administración del Agua y como por la
sobreexplotación, aunque éste es un concepto Sociedad Civil, y que respete las legislaciones y
hidrológicamente poco definido (Custodio, 2002) convenios existentes, o propicie las
que cabe substituirlo por el de explotación modificaciones que convengan. No hay
intensiva (Llamas y Custodio, 2003). soluciones únicas. Lo aceptable en un momento

44
puede no serlo en otro, según las valoraciones puede variar desde algunos años hasta
relativas que se hagan, de cómo se entiendan y milenios.
consideren en cada momento los efectos Desde el punto de vista del humedal, los
diferidos, y de cómo se valore social, cambios de calidad son tanto o más importantes
económicamente y éticamente el futuro que los de cantidad. En general los cambios de
(Custodio, 2010), y de la posibilidad de adoptar la calidad aparecen incluso con mayor o mucho
medidas correctoras. La conflictividad que se mayor lentitud que los hidráulicos, en especial
suele producir en parte es debida a que no se cuando han de producirse desplazamientos de
conoce ni se considera adecuadamente el frentes de cuerpos de agua. Pueden ser
sistema acuífero y sus restricciones (Llamas, debidos a modificación de los balances de
1989). La gestión debería tender a convertir la salinidad y solutos por mineralización de
competencia en una complementariedad, sedimentos de las áreas desecadas a causa de
involucrando en la negociación a todas las procesos de oxidación química o bioquímica al
partes afectadas y transfiriendo penetrar oxígeno desde la atmósfera. La
corresponsabilidad a los agentes involucrados. mineralización puede suponer aumento de la
Además de los efectos de la explotación lixiviación de nitratos derivados de la materia
sobre los humedales en cuanto a la cantidad y orgánica y sulfatos de oxidación de los sulfuros
la calidad, hay que considerar los posibles depositados, y un aumento de la dureza del
efectos sobre el terreno, como la subsidencia agua y la salinidad si había sales depositadas
resultante de producir o acelerar la contenidas en niveles de baja permeabilidad, y
compactación de sedimentos al disminuir la por incorporación de contaminantes antrópicos
presión intersticial del agua. Si la subsidencia procedentes de actividades en el entorno
por extracciones profundas va acompañada de (agricultura, ganadería, urbanización) y de agua
un descenso freático, afecta negativamente a superficial contaminada. El comportamiento de
los humedales que dependen del agua muchos contaminantes en los humedales, tales
subterránea, pero favorece la mayor presencia como nitratos, fosfatos, otros nutrientes,
de humedales de agua superficial al ser más plaguicidas, órganohalogenados, productos
frecuente el encharcamiento general o local farmacéuticos y cosméticos, …, o de sus
cuando no se ha incrementado artificialmente el productos de degradación, es en general
drenaje del área hacia áreas exteriores. Este pobremente conocida, y los efectos se pueden
efecto es muy notorio en muchos lugares llanos, manifestar con gran retraso.
tales como en el Valle Central de California, en Con frecuencia la vegetación natural de las
varias áreas de México (Cuidad de México, zonas semiáridas capta casi la totalidad de la
áreas de Guanajuato) en cuanto a áreas humedad procedente de la precipitación. Por lo
continentales, y Venecia, Tokio y Bangkok en tanto la muy escasa recarga que resulta puede
cuanto a áreas costeras. El aumento de la tener una elevada salinidad. Así, cuando la zona
frecuencia de colapsos del terreno, por similares vadosa (medio no saturado) es potente se
razones, puede crear nuevos humedales o convierte en un almacén de agua salina.
lagos si el derrumbamiento llega al nivel Cuando este agua salina descarga lentamente a
freático, tal como sucede con los colapsos posibles acuíferos profundos que tienen recarga
naturales. Este podría ser el caso del valle prefente en otras áreas, se diluye sólo en parte,
central del Ebro (Aragón, España), donde a los de modo que la descarga de esos acuíferos
efectos piezométricos se une el aumento de profundos puede originar humedales con agua
disolución de sedimentos yesosos tras la relativamente mineralizada, que al evaporarse
introducción de la agricultura de regadío con daría lugar a aguas de alta salinidad y depósitos
agua importada con canales. salinos. La tala de la vegetación natural para
La escala de tiempo de los cambios tras cultivo o pastoreo aumenta notablemente la
una perturbación del régimen de un acuífero, y recarga en esas áreas, lo que acelera la
por lo tanto de los efectos sobre los humedales, transferencia de agua salina a los acuíferos
en primera aproximación viene dada para un inferiores, salinizándolos durante un dilatado
2
medio homogéneo, por =L S/T, en la que L es periodo de tiempo, que puede ser de hasta
el tamaño del acuífero, S el coeficiente de siglos, y por lo tanto acaba por afectar a los
almacenamiento de agua y T la transmisividad humedales relacionados. Esta es una situación
hidráulica (Custodio y Llamas, 1976/1983). No bien conocida en la cuenca del río Murray, en el
puede aplicarse a un sistema complejo aunque Sur de Australia (Barnett, 1984; Simpson y
puede orientar sobre el comportamiento de los Herczeg, 1991), donde la transformación
sistemas de flujo si se consideran las territorial se hizo a mediados del siglo XX.
características globales apropiadas. El valor de Posiblemente sucedió algo similar en Los

45
Monegros (Aragón, España), hace por lo menos condiciones locales pueden tener un papel
dos o tres siglos, y quizás en otras muchas dominante en las características de los
áreas colonizadas de antiguo, de las que no se sedimentos, en y alrededor del humedal, que el
dispone de datos, pero donde las descargas intercambio de agua suele hacerse a través de
salinas aún persisten. áreas restringidas – en general la periferia–, que
Los cambios químicos en un humedal tanto el área de recarga del acuífero y las zonas
pueden tener efectos significativos sobre la de recarga y descarga del humedal pueden
vegetación y la fauna, en especial en cuanto al cambiar con las variaciones piezométricas y con
aumento de nutrientes, por lo menos a corto la forma y situación de la explotación del agua
plazo, aunque pueden llegar con mucho retraso subterránea, que el transporte de solutos puede
respecto al de la penetración en el terreno. Es estar controlado por las heterogeneidades
un medio oxidante el nitrato es poco alterado y locales, que el potencial hidráulico y la
es transportado casi sin retraso. Cuando hay composición química han de conocerse tanto en
condiciones de disminución del potencial redox el nivel freático como en profundidad, por lo
es posible su transformación a N2 gas, que es menos cerca del humedal, que las redes de
inerte a efectos prácticos. El potasio es diferido sondeos para la observación de niveles y toma
por intercambio iónico, y el fosforo puede ser de muestras han de diseñarse considerando las
coprecipitado y fuertemente retenido en el características tridimensionales del flujo del
suelo, aunque sus circunstancias reales no son agua subterránea, teniendo además en cuenta
bien conocidas. Cuando el nitrato es el único cómo y dónde se realiza el intercambio de agua
nutriente que llega a un humedal o lago, no entre el acuífero y el humedal, que hay que
necesariamente favorece los crecimientos conocer adecuadamente la posición del nivel
vegetales típicos de lagos eutróficos, al faltar los freático y de la franja capilar en el humedal y
otros nutrientes necesarios. sus alrededores, que para definir el transporte
La respuesta de las plantas a la de masa (solutos) hay que conocer las
decreciente disponibilidad de agua puede capacidades de adsorción y de intercambio
retrasarse en climas semiáridos a causa de su iónico, y la dispersividad hidrodinámica, entre
resistencia a las sequías naturales de duración otros parámetros, y que para poder prever y
moderada, pero con el descenso freático, aún si predecir la recarga y posibles problemas de
éste es pequeño, la duración de los periodos de contaminación puede ser necesario equipar
estrés aumenta y la vegetación acaba por sufrir áreas piloto para observación y estudio.
las consecuencias, pasando a dominar especies El conocimiento físico del terreno en el
más xerofíticas. El descenso freático puede ser área del humedal generalmente requiere
seguido por las especies de freatófitas sólo perforaciones y su testificación geofísica, y el
hasta cierta profundidad y si se produce a una apoyo de reconocimientos geofísicos de
velocidad compatible con su capacidad de superficie, de forma adecuada para caracterizar
extender las raíces hacia abajo. el intercambio de agua y las modificaciones de
su composición. Eso requiere penetrar
Estudio y observación de la relación suficientemente en el terreno. Se trata de
entre aguas subterráneas y humedales actuaciones costosas que requieren un buen
El estudio y observación de la relación planteamiento, así como flexibilidad para
entre las aguas subterráneas y los humedales introducir modificaciones a medida que progresa
tienen las especificidades asociadas a que el el conocimiento.
humedal es un rasgo localizado, en general muy Como los aspectos químicos son
relacionado con el nivel freático y con la importantes, las perforaciones deben hacerse
superficie del terreno. Las variaciones con el diseño adecuado, en general con varios
piezométricas y de las características físico– tubos de filtro corto, bien aíslados entre sí y con
químicas en la vertical pueden ser muy el espacio anular sellado. Para no comprometer
importantes para entender lo que sucede si el la representatividad de las muestras de agua
objetivo es conocer bien el funcionamiento y las que se obtengan, puede ser necesario perforar
relaciones con las aguas superficiales. Se sin agua y/o sin aditivos, si ello es posible, pues
requiere una mayor densidad y de otro modo la limpieza puede ser luego larga
tridimensionalidad de la red de observación y y difícil, o la perturbación introducida puede
muestreo, que resulta costosa, aunque al persistir mucho tiempo, incluso años en
tratarse de situaciones someras es más sencilla. formaciones de escaso flujo. Los registros de
En general estas redes sólo están disponibles conductividad eléctrica y temperatura de los
en investigaciones o situaciones de interés sondeos de observación pueden ayudar a
especial. Se debe considerar que las conocer si las muestras son suficientemente

46
representativas, así como la presencia de seco, o modificaciones locales, tales como
solutos que delaten la presencia de remanentes cambios artificiales en la cubierta vegetal. En
del fluido de perforación. este ámbito cambiante los resultados deben
El detalle requerido en los estudios modificarse periódicamente y readaptarse. Esto
normalmente requiere combinar las técnicas es causa de una cierta incertidumbre, que hay
hidrodinámicas con las hidrogeoquímicas e que explicitarla. En cualquier caso hay que
isotópicas ambientales. El hecho de que el decidir, regular y actuar bajo incertidumbre
humedal sea un área de evaporación va (Custodio et al., 2009).
asociado a modificaciones isotópicas del agua,
las que pueden ser útiles para interpretar los
Gestión de acuíferos ligados a
intercambios de agua entre el humedal y el humedales
terreno. El agua subterránea –y su profundidad y
La modelación numérica es una poderosa características físico–químicas y químicas–, es
herramienta de estudio, incluso con modelos necesaria para el funcionamiento y
simplificados, pero en este caso los resultados conservación de los humedales, pero es
puede que no deban ser considerados más que también un valioso recurso de agua dulce para
como orientativos. El acople de modelos la demanda humana. Así, ambos destinos
regionales con modelos de detalle en el entorno entran en competencia y se afectan
del humedal no es una tarea sencilla y puede mutuamente, hasta ahora resultando en claro
involucrar no linealidades numéricas cuyo detrimento de los humedales. Estos requieren
tratamiento puede ser complicado o engorroso. sin duda protección aunque una política de
Uno de los mayores problemas nace de que el conservación y restauración de humedales a
humedal es frecuentemente una manifestación ultranza, como todos los extremismos, puede
íntimamente asociada al nivel freático, y de que llevar a serios problemas con los usos humanos
las heterogeneidades del terreno, establecidos y necesarios. La compatibilización
principalmente la estratificación y las y la consecución de compromisos aceptables,
intercalaciones, las que pueden jugar un papel requiere gestión y planificación (Custodio et al.,
muy importante. Errores de algunos dm en el 2008; 2009). Dichas gestión y planificación
nivel freático pueden tener gran influencia en los deben determinar el balance a alcanzar de
resultados. Las secciones verticales muestran la acuerdo con las prioridades sociales de cada
tridimensionalidad, pero para que sean momento, el respecto a los derechos razonables
cuantitativas se requiere que el flujo sea existentes, las prioridades sociales que den al
paralelo al plano de la sección, sin que haya ser humano el debido respeto y trato, y de cómo
componentes transversales de flujo. Con hay que evolucionar según se modifiquen las
frecuencia no es lo que sucede. Actualmente se prioridades en el contexto social cambiante.
pueden extender estos modelos para considerar Para ello es importante tener en cuenta que las
transporte de masa (de solutos), incluso solutos aguas subterráneas responden lenta y
reactivos. Un uso importante de los modelos es diferidamente a los cambios tras las
para predecir evoluciones futuras ante cambios excitaciones exteriores. Esta es una situación
en la explotación como consecuencia de que no se encuadra fácilmente dentro de las
contaminaciones puntuales o distribuidas, y escalas temporales normales del devenir
debidas a modificaciones del uso del territorio o humano y de la vida política. La gestión del
climáticas. Sin embargo, los modelos calibrados agua debe buscar la complementariedad y el
y validados con datos históricos deben irse consenso social, lo que requiere actuaciones de
recalibrando y revalidando, además de arriba abajo, desde las Administraciones del
mejorando su detalle, a medida que se vaya Agua y del Territorio, combinadas con
teniendo nueva información y observaciones. actuaciones de abajo arriba, desde los usuarios
Pero las previsiones a mayor plazo que el de del agua, desde los que defienden a la
calibración y validación pueden presentar Naturaleza y desde las instituciones de la
derivas, de modo que resultan sólo cualitativas y sociedad civil. Es algo en lo que aún hay poca
cada vez con mayor riesgo de sesgo. experiencia ya que a la legislación, economía y
En muchos casos la observación de los sociología hay que unir la representatividad
cambios que se producen no es clara pues está social –en el contexto y forma más adecuada a
difuminada por las fluctuaciones naturales, los cada lugar–, la corresponsabilidad y el
cambios de la propia explotación del acuífero y sentimiento de que se gestiona un patrimonio
las modificaciones de uso del territorio. Las común. Para ello se requiere un soporte
tendencias pueden cambiar como consecuencia adecuado de conocimiento, estudio,
de la llegada de un año muy húmedo o muy investigación, observación y normativa, no sólo

47
referida al agua, sino al ambiente, el territorio y Waterways Experiment Station, Vicksburg,
al contexto socio–político, además de una visión Mississippi, Rep WRP–DE–4.
ética del problema (Custodio, 2010). La Custodio, E. 2000. Groundwater–dependent
aplicación del principio de solidaridad es clave wetlands. Acta Geologica Hungarica, 43(2):
(todos los seres humanos tienen los mismos 173–202.
derechos y la misma categoría, tanto en este     
momento como intergeracionalmente) y también      
es importante la adecuada y sensata aplicación 
del principio de precaución (no tomar decisiones Custodio, E. 2010. Aspectos éticos de la
con riesgo si éste no es suficientemente denominada crisis del agua. Implicaciones
conocido y valorado, pero sin que un exceso de Éticas en algunos Debates Científicos. Instituto
celo lleve a la parálisis y mayores males de España. Madrid.
sociales por un mal entendido Custodio, E. y Llamas, M.R. Eds. 1976/1983.
conservacionismo). Pero en la gestión es Hidrología Subterránea. Ediciones Omega,
también muy importante el principio de Barcelona, 2 Vols., 1–2350. (ver sección 24).
subsidiariedad, o sea que lo que se puede hacer        
en estamentos inferiores, más próximos al ser 
humano, a la sociedad y al problema, no se       
haga desde un estamento superior.    
Agradecimientos 
Se agradece vivamente al Instituto de Hidrología        
de Llanuras la confianza depositada al encargar        
esta comunicación y su exposición como       
conferencia invitada. El texto se ha beneficiado      
del intercambio de experiencias con diversos 
especialistas (Drs. M.R. Llamas, M. Manzano,        
C. Montes) y de varios proyectos de estudio e      
investigación públicos, actualmente continuados      
en el proyecto REDESAC de la Comisión 
Interministerial de Ciencia y Tecnología de DMA. 2000. Directiva 2000/60/CE del
España (CICYT CG2009–12910–C03–01). Parlamento Europeo y del Consejo, de 23 de
octubre de 2000, por la que se establece un
Referencias marco comunitario de actuación en el ámbito de
Adamus, P.R., Stockwell, L.T., Clairain jr. E.J., la política de aguas [Diario Oficial L 327 de
Morrow, M.E., Rozas, L.P. y Smith, R.D. 1991. 22.12.2000].
Wetland evaluation technique (WET); Vol. 1:     
literature review and evaluation rationale.       
Environmental Laboratory, US Army Engineer      
Waterways Experiment Station, Vicksburg, MS 
(WES TR WRP–DE–2. Oct. 1991). 
Barbier, E.B., Acreman, M. y Knowler, D. 1997.         
Economic evaluation of wetlands: a guide for     
policy makers and planners. Ramsar Convention   
Bureau, Gland, CH: 1–27.
    
Barnett, S.R. 1984. The management of
     
groundwater induced river salinity due to land

clearing in the Murray Basin, southeastern
Australia. Groundwater Management: Quantity 
and Quality. Intern. Assoc. Hydrological     
Sciences, Publ. 199: 101–109. 
Bayó, A., Custodio, E. y Loaso, C. 1996. Las      
aguas subterráneas en el Delta del Ebro.      
Revista de Obras Públicas. Madrid. 3368: 47–   
65.    
Brison, M.M. 1993. A hydromorphic 
classification of wetlands. U.S. Army Engineer

48
            
      
         
     
         
       
          
          
         
 
      
     
 
           
     
 
        
    
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

49

También podría gustarte