La música es un elemento que influye cada día en la vida de los jóvenes. El género de música más significativo, se podría decir que es la música urbana (rap, reggaetón, hip hop). Esto se debe a su alto contenido de mensajes violentos y sexuales que no son apropiados para la juventud que oscila entre los 13 a 20 años. Para algunos oyentes de dicha música la consideran como una expresión, liberación y cultura de lo que no pueden decir directamente a la sociedad. La música siempre ha desempeñado un papel importante en el aprendizaje y la cultura, pudiendo llegar a influir en costumbres y emociones. En muchas ocasiones la música forma parte de la tradición de un país o de una región (reggae, tango, folklore, rap, polka, salsa, samba, etc. En numerosas circunstancias se convierte la música en verdadera protagonista pudiendo serlo también los propios intérpretes o sus mismos autores. La música constituye un entramado complejo de sentidos; opera en las prácticas culturales de los jóvenes como elemento socializador y al mismo tiempo diferenciador de estatus o rol. Básicamente la música urbana son los diferentes ritmos que encontramos en el mundo actual y han surgido a lo largo de la historia, tienen gran acogida en las personas, lo que permiten establecerla a todas las clases de individuos, sociedades y a las culturas que existen como: hemos, raperos, roqueros, punkeros, metaleros, entre otros. La música está ligada a estar en diferentes grupos sociales y culturales con respecto a sus conocimientos y expresiones. Estos acontecimientos no son universales; no podemos decir que la música sea universal, por lo menos en cuanto a su contenido, significado e interpretación, por ejemplo: es probable que las obras de Mozart carezcan de sentido musical para un indígena, quien entiende la música a partir de estructuras psíquicas diferentes a la del mundo accidental.