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12th International Conference on Project Engineering

MODELO ESPACIAL MULTIESCALA PARA LA PLANIFICACIÓN DE


ÁREAS FORESTALES: UN EJEMPLO EN LA COMARCA DE A
MARIÑA ORIENTAL (NE GALICIA)

Diaz, E.(p); Rodriguez, V.; Marey, M.F.

Abstract
Developement in recent years of new trends in forestry planning - in the framework of
Sustainable Forestry Planning - has acknowledged the need to widen the scope of action to
one with multiple scales or functional levels in forestry areas. It also required from the
compatibilization of different objectives of forestry production, corresponding with the multi-
functional possibilities of the forest, oriented to the economical, social-cultural and ecological
sustainability of forestry systems. In this work an application of spatial strategies at multiple
scales is proposed, with the goal of establish a coherent compartimentation of the territory for
forestry activities. With this objective, successful examples of spatial planning are analysed,
in order to identify the key spatial concepts that ensure their successfulness. Next, a multi-
scale structure is developed responding to the dynamics and spatial arrangement of land
uses in a shire in NE Galicia (Spain). As a result, a reference model is obtained for forestry
planning, adapted to the characteristics and needs of land use in the study area, and which
inter-connects three spatial levels. micro-, meso- and macroscale.

Keywords: Sustainable Forestry Planning; multi-scale; spatial concept; land use; land use
planning.

Resumen
El desarrollo en los ultimos años de nuevas tendencias en la planificación forestal – lo que
ha dado en llamarse Planificación Forestal Sostenible – ha reconocido la necesidad de
ampliar los horizontes o ámbitos de actuación a multiples escalas o niveles funcionales en
las áreas forestales. Asimismo, ha precisado de la compatibilización de los diferentes
objetivos de la producción forestal, correspondientes con la vocación multifuncional del
monte, y orientados a la sostenibilidad económica, socio-cultural y ambiental de los sistemas
forestales. En este trabajo se propone una aplicación de estrategias espaciales a escalas
múltiples con la meta de establecer de forma coherente diferentes ámbitos territoriales en la
planificación forestal. Con tal fin se analizan ejemplos exitosos de planificación espacial,
para identificar los conceptos espaciales que resultan clave en su aplicación exitosa.
Seguidamente, se desarrolla una estructura multiescala que responde a la disposición
espacial y dinámica de usos del suelo de una comarca del NE de Galicia. Como resultado se
obtiene un modelo de referencia para la planificación forestal, adaptado a las características
y necesidades de uso del suelo en el territorio considerado, y que interconecta tres niveles
espaciales: micro-, meso- y macroescala.

Palabras clave: Planificación Forestal Sostenible; multi-escala; concepto espacial; Usos del
suelo; ordenación del territorio

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1. Introducción
La gestión forestal sostenible busca la multifuncionalidad de los ecosistemas y paisajes
forestales, asumiendo que estos pueden asumir una gran variedad de funciones: a la
función productiva básica (madera y productos derivados, más otros aprovechamientos
alternativos) se unen la fijación de carbono, la protección de acuíferos, hábitat para especies
vegetales y animales, biodiversidad, recreo, usos sociales, identidad cultural, etc. [1]. Con el
fin de mantener o incrementar tal multifuncionalidad, varios factores han de ser tenidos en
cuenta. Entre ellos, la búsqueda de la complejidad espacial de los paisajes forestales ha
sido señalada como un factor crítico, que puede tener efectos positivos tanto en el las
características ecológicas de las zonas forestales (estabilidad de los escosistemas,
diversidad de especies…), como en las productivas (aumento de la producción, resistencia a
plagas…). En consecuencia, la inclusión en los instrumentos de planificación forestal de
estrategias destinadas al incremento de la complejidad espacial es de gran importancia. No
obstante, es precisa la definición previa de dos componentes: por una parte, un diseño
espacial orientado a optimizar las diferentes funciones del monte; por otra, la capacidad de
implementación real a través de instrumentos normativos y de gestión.
El desarrollo de un diseño espacial óptimo puede tomar la forma de un concepto espacial [2]
que oriente de manera estratégica y precisa las acciones a puntos concretos del sistema
territorial. Tales conceptos deberán no sólo servir como referencias estáticas para la
planificación, sino que permitirán el desarrollo de estrategias que permitan el desarrollo de
las actividades agroforestales, y al mismo tiempo eviten la desaparición de elementos de
importancia ecológica con la evolución en los usos del suelo. Pero para que la aplicación en
el mundo real de un concepto espacial sea exitosa, debe incluir la distinción entre diferentes
niveles o escalas espaciales con diferentes características funcionales, dependientes de los
objetivos de la planificación, y desarrollados con el fin aportar soluciones adaptadas a las
propiedades específicas de cada nivel. Esta utilidad de considerar varios niveles jerárquicos
en la planificación espacial ha sido puesta de manifiesto en la literatura especializada [3]; [4].

2. Objetivos
En este trabajo se busca el desarrollo de estrategias espaciales a escalas múltiples con la
meta de establecer de forma coherente diferentes ámbitos territoriales en la planificación
forestal. La base para este desarrollo es, por una parte, el análisis de ejemplos exitosos en
planificación espacial, para la obtención de conceptos espaciales de interés genérico que
puedan ser combinados en una estrategia de planificación multiescala. Por otra, la
diferenciación de escalas o niveles de planificación a partir del análisis estructural del
paisaje. El posterior análisis de la dinámica de usos del suelo en el área considerada,
permitirá determinar los conceptos necesarios para la planificación en cada nivel.

3. Metodología y/o Caso de estudio


3.1. Zona de estudio
La zona de estudio es la comarca de A Mariña Oriental, en la parte nororiental de la
Comunidad Autónoma de Galicia (España, UE). Esta comarca presenta una gran diversidad
en sus características geográficas debido a un marcado gradiente interior-costa, así como
desequilibrios entre zonas agrícolas y forestales con diferentes intensidades de producción.
Tal diversidad se refleja en el patrón paisajístico, constituyendo una interesante fuente de
estudio para la planificación a diferentes escalas en zonas heterogéneas.

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Figura 1: Localización del área de estudio (Comarca de A Mariña Oriental – Galicia)

3.2. Identificación de escalas adecuadas para la planificación


La identificación de escalas de referencia para la planificación en la zona de estudio parte de
trabajos realizados con anterioridad [5], [6], mediante un análisis de heterogeneidad espacial
realizado sobre cartografía digital de coberturas del suelo en formato raster. Tal cartografía
ha sido obtenida a partir de interpretación de fotografías aéreas escala 1:18.000 y
posteriores comprobaciones en campo [7], y posteriormente procesada con el software
ArcView 3.3 ®. El tamaño de píxel es de 10x10m, y el Área Mínima Cartografiable de 400
m2. Sobre la misma, se aplicó el índice de Shannon-Wiener [8] mediante ventanas móviles
de diferentes tamaños, lo que permitió generar mapas de distribución espacial de la
heterogeneidad paisajística en la zona de estudio a distintas escalas. Para ello, se ha
utilizado el software FRAGSTATS [9]. Como resultado, se definieron tres escalas de interés:
“microescala”, constituida por áreas de variación en la heterogeneidad del paisaje en
pequeñas extensiones (entre 4 y 40 ha), insertas en unidades más amplias, que definen una
“mesoescala”, y que dividen el área de estudio en áreas diferenciadas por su
heterogeneidad paisajística (ver Figura 2). Un tercer nivel, “macroescala”, define el contexto
regional de la zona de estudio, y que puede ser definido a través de trabajos centrados en
tales niveles. El modelo multiescala de planificación responderá, por tanto, a estos tres
niveles.

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Figura 2: Unidades de paisaje diferenciadas a macro-, meso, y microescala. Las unidades a


mesoescala se dividen en: “A”, mosaico homogéneo. “B”, mosaico agroforestal homogéneo. “C”
mosaico agroforestal heterogéneo. “D”, grandes manchas seminaturales. E1 y E2, marismas. “b” y “c”
se corresponden, respectivamente, a pequeñas áreas heterogéneas y homogéneas en mosaicos de
tendencia contraria en cuanto a heterogeneidad.

3.3. Correspondencia entre escalas de planificación e instrumentos de planificación


forestal
Las unidades y escalas identificadas en los distintos niveles de planificación deben tener
una correspondencia con instrumentos de planificación vigentes en la actualidad en el área
de estudio. En Galicia, y con especial énfasis en la planificación forestal, se puede realizar la
siguiente identificación de instrumentos:
• Microescala: Unidades de Xestión Forestal (UXFOR) / Plan de Ordenación de
Montes
• Mesoescala: Plan de Ordenación de Recursos Forestales (PORF)
Los instrumentos a macroescala deberán ser dependientes de determinaciones de un
ámbito espacial más extenso, tales como Directrices de Ordenación Territorial, que
actualmente no están aprobadas en la CCAA Gallega.
Las UXFOR, establecidas por la ley autonómica 3/2007, “de Prevención e Defensa contra os
Incendios Forestais de Galicia”, son definidas como unidades de gestión forestal solicitadas
por cualquier número de propietarios forestales que superen el 50 % de la superficie de
parcelas forestales contiguas con una extensión mínima de 15 ha. Este tipo de agrupaciones
tienen como objetivos evitar el proceso de abandono de la propiedad forestal, la creación de

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economías forestales con una escala mínima que haga rentable la actividad forestal y la
lucha contra incendios y por último el fomento y la valorización multifuncional del monte
Los Planes de Ordenación de Montes contemplados en la Ley de Montes 43/2003 con la
estructura establecida en las Instrucciones Generales de Ordenación de Montes Arbolados
(IGOMA) aprobadas en el año 1970 que constituyen el principal instrumento de gestión y
ordenación forestal intrínsica para los montes españoles y por lo tanto los gallegos que
alcanzan una dimensión adecuada que en todo caso debe superar las 50 ha.
Los PORF son definidos en la ley estatal Ley 10/2006, de 28 de abril, por la que se modifica
la Ley 43/2003, de 21 de noviembre, de Montes. Esta ley constata la necesidad de la
planificación forestal a escala general, consagrando la existencia de la Estrategia forestal
española y el Plan forestal español. En este ámbito, la novedad más importante de la ley la
constituyen los planes de ordenación de los recursos forestales (PORF). Se configuran
como instrumentos de planificación forestal de ámbito comarcal integrados en el marco de la
ordenación del territorio, con lo que la planificación y gestión forestales se conectan con el
decisivo ámbito de la ordenación territorial. En Galicia en el año 2002 se llevó a cabo la
primera propuesta de PORF de España [10].

3.4. Generación de estrategias espaciales de planificación


Identificación de conceptos espaciales de interés
Un análisis detallado de conceptos espaciales como las redes ecológicas [11], [12], [13], los
sistemas territoriales de estabilidad ecológica [14]; [15], [16], el concepto marco [17]; [18];
[2], o la solución espacial [19], [20], [21], [22] permite diferenciar una serie de principios
genéricos comunes, que fundamentan la base para su aplicación. Estos podrían resumirse
en:
• Estabilización ecológica: Protección de la función ecológica en ecosistemas naturales
y seminaturales, zonas de protección de recursos hídricos, o áreas con dinámicas
poco intensivas en cuanto al uso del suelo, formando zonas compensación frente a
otros usos del suelo (agrícolas, forestales, urbanos) más intensivos.
• Disposición espacial estratégica: Utilización de la configuración espacial de los
elementos en el territorio para favorecer la multifuncionalidad en el mismo.
• Conectividad: Garantía para la continuidad de procesos entre zonas del territorio con
funciones afines (p.ej. entre zonas de alto valor ecológico, zonas forestales
productivas, etc.).
• Segregación: Separación del territorio en distintas áreas en función de sus
características diferenciales, que protegerán mediante intervención administrativa.
• Protección: Elaboración de estrategias espaciales para la protección de elementos
de elevada calidad o fragilidad.
• Divergencia de escalas: Alternancia de elementos o áreas de grano fino y grueso en
el mosaico de paisaje.
La utilización de estos principios en la generación de diseños espaciales permite la
adaptación de éstos a las características, necesidades y oportunidades existentes en cada
nivel jerárquico de la planificación.
Clasificación dinámica del territorio
Con el fin de facilitar el proceso de diseño del concepto espacial, se han clasificado las
diferentes coberturas del suelo en función de la dinámica de usos que las ha generado. Esto
permitirá diferenciar áreas según su dinámica, optimizando la localización de los elementos

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del concepto espacial de acuerdo a su correspondencia con áreas con una alta dinámica de
uso del suelo, o bien de tendencia más estable. Se han distinguido cinco clases, para una
mejor adaptación a las características de la zona de estudio, y a los criterios evaluados para
su aplicación en el diseño espacial. Estas cinco clases son las siguientes:
• Metaestable: la dinámica se basa ciclos biogeoquímicos naturales, y en
perturbaciones de origen no humano. La intervención del hombre, aunque existente,
es escasa y apenas afecta al desarrollo del ecosistema (Bosques de caducifolias
seminaturales, vegetación de marisma, etc.).
• Transición: coberturas asociadas al abandono o falta de gestión en los usos del
suelo. Se constituyen fundamentalmente por matorral arbolado con especies
seminaturales, mezclas forestales de especies seminaturales y de producción
intensiva.
• Baja intensidad: Dinámica intensiva pero con lapsos temporales de cierta extensión
(12-50 años) entre ciclos de producción. Constituida, en general, por actividades de
producción forestal.
• Alta intensidad: Dinámica intensiva con lapsos temporales cortos entre ciclos de
producción (0-3 años). Zonas agrícolas de producción de forraje, hortícolas, frutales,
etc.
• Artificial: Zonas urbanas e infraestructuras.
Una vez definida esta leyenda básica, se reclasifica el mapa de coberturas del suelo original
obteniéndose un mapa de la intensidad en los usos del suelo. Dicho mapa representa la
distribución espacial de áreas en función de su dinámica de uso. A partir del mismo, la
ubicación de los componentes de los conceptos espaciales puede realizarse con precisión
en función de la dinámica espacial detectada.

4. Resultados
Conceptos espaciales aplicados a microescala
Centros de estabilización ecológica (1).- Manchas de mayor metaestabilidad, gran tamaño y
continuidad espacial, alto porcentaje de área interior (para minimizar efectos borde), y un
borde adaptado a las características de los usos del suelo circundantes. Se diferencian dos
tipos: centros de bosques de caducifolias autóctonas (1a); y centros de matorral (1b).
Zonas de estabilización (2).- Agrupación de manchas de ecosistemas seminaturales con
áreas adyacentes, no seminaturales, que se pretenden llevar a un estado más metaestable
mediante un descenso en la dinámica de uso del suelo.
Zonas de transición (3).- Son zonas abundantes en manchas de coberturas de transición
que, sin ser directamente adyacentes a zonas seminaturales, su posición las convierte en
estratégicas para dar continuidad al concepto espacial. Se trata fundamentalmente de un
elemento conectivo, basado en manchas de coberturas cuyo uso presenta un descenso en
la dinámica de uso del suelo.
Corredores de conexión (4).- Elementos utilizados para el aumento de la capacidad
conectiva entre elementos constituyentes del concepto espacial.
Zonas de producción forestal intensiva (5).- Zonas amplias en las cuales, por la existencia
actual de cultivos forestales, o bien por su potencialidad para la producción, son designadas
para la realización de una producción forestal intensiva, con una elevada homogeneidad en
cuanto a especies (normalmente Eucalyptus globulus y Pinus radiata)

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Zonas de producción agrícola intensiva (6).- Zonas amplias en las cuales, por la existencia
actual de cultivos agrícolas o forrajeros, la actividad ganadera, o bien por su potencialidad
para la producción agropecuaria, son designadas para la realización de una producción
agrícola más intensiva.
Zonas urbanas (7).- Zonas habitadas, normalmente insertas en las zonas de producción
agrícola intensiva.

Figura 3: Elementos del concepto espacial a microescala (fragmento). La numeración se corresponde


con la adoptada en el texto.

Conceptos espaciales aplicados a mesoescala


Los elementos descritos arriba se combinan espacialmente en función de las características
de la estructura territorial y de cada unidad de planificación identificada a mesoescala. La
combinación de elementos da lugar a tres estructuras básicas:
Una matriz de usos forestales (a) y agrícolas (b) de mediana intensidad, en la que se
alternan superficies agrícolas para la producción de forraje y diferentes tipos de cultivos, y
áreas forestales con plantanciones e eucalipto y pino.
Una red de estabilización (c) (en zonas de baja dinámica) y/o protección (d) (en zonas de
alga dinámica), que rodea la matriz agroforestal y que establece una estructura en la que los
usos forestales son de baja dinámica. Están compuestas por los núcleos y zonas de
estabilización y transición a microescala, y por los corredores de conexión. Normalmente se
trata de zonas de bosque caducifolio autóctono, corredores de vegetación de ribera y zonas
en abandono que parecen aconsejar una transición a usos del suelo poco dinámicos.
Núcleos de estabilización (e).- Estructuras formadas por un conjunto de centros y zonas de
estabilización, cuya principal función es la segregación y conservación de zonas de alta
metaestabilidad que ocupan una elevada extensión.

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Figura 4: Elementos del concepto espacial a mesoescala (fragmento). La numeración se corresponde


con la adoptada en el texto.

Conceptos espaciales aplicados a macroescala


Se distinguen tres grandes unidades territoriales, funcionando como:
Unidades de uso del suelo intensivo.- Están constituidas por zonas con vocación productiva
destacable, tanto agrícola como forestal. En consecuencia, son zonas con un gran
desarrollo de la urbanización y de las infraestructuras. Su función principal es la producción
agrícola y forestal.
Unidades de transición.- Unidades en las que se compatibiliza el uso intensivo del suelo
(agricultura, actividades forestales, urbanización) con usos extensivos (agricultura
tradicional, ecológica, etc.) y la conservación de recursos naturales, a través de los
conceptos espaciales desarrollados en escalas inferiores. El resultado es una zona de
transición entre unidades de estabilización y otras de uso intensivo del suelo.
Unidades de estabilización.- La función fundamental es la estabilización ecológica, sobre la
base de estructuras que promueven para toda la unidad de baja dinámica en usos del suelo,
con intervención humana que afecte mínimamente a procesos naturales.

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Figura 5.- Concepto espacial a macroescala. a, unidades de uso intensivo del suelo; b, unidades de
transición; c, unidades de estabilización; d, elementos de la red Natura 2000 se muestran para la
comparación del área de actuación.

Integración en un modelo multiescala


La integración de los conceptos espaciales desarrollados para cada nivel o escala
diferenciada inicialmente resulta fundamental para la validez del modelo. La estructuración
del modelo sobre estrategias espaciales coordinadas con las dinámicas de uso del suelo a
varias escalas permite la coherencia del mismo en los diferentes ámbitos en los que se
interviene mediante la planificación. Asimismo, y una vez definido el modelo espacial, es
preciso desarrollar su implementación mediante los instrumentos normativos vigentes,
previamente descritos.

5. Conclusiones.
La diferenciación de unidades de planificación en función de la variación de su
heterogeneidad es uno de los fundamentos de la metodología expuesta, y ha permitido la
identificación de las escalas relevantes en la planificación de la zona de estudio [5]. No
obstante, el presente estudio ha permitido articular los aspectos descriptivos respecto la
organización jerárquica del paisaje agroforestal, en una metodología de planificación a
escalas múltiples. El diseño a microescala se centra en las propiedades individuales de los
elementos territoriales, y los revierte como componentes del concepto espacial. A
mesoescala, es la estructura espacial la que alberga las propiedades de interés, una vez
formada por los elementos del nivel inferior, cuyo efecto conjunto da lugar a una
funcionalidad adaptada a las diferentes condiciones locales de uso del suelo en la zona. A
macroescala, las estructuras reflejan dinámicas de tipo regional, tanto socioeconómicas
como correspondientes con las condiciones geográficas y climáticas propias de este nivel. El
resultado obtenido es una estructura multinivel adaptada a las peculiaridades locales de la
producción forestal y con capacidad para coordinarse con otras estrategias espaciales de
planificación en sus distintos niveles administrativos y geográficos.
El objetivo final de esta estructura es facilitar, mediante una disposición espacial estratégica,
la realización de una planificación consonante tanto con integridad ecológica del sistema
paisajístico, como con el aprovechamiento multifuncional de los recursos naturales,

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mediante la combinación simultánea de una perspectiva analítica para cada uno de los
niveles y sintética para el sistema en su conjunto. La combinación de zonas de diferentes
intensidades de uso del suelo permite así la coexistencia de actividades productivas en los
campos forestal y agrícola, con otras funciones ecológicas, culturales y sociales del mosaico
agroforestal.
La implementación del modelo espacial presentado precisa del desarrollo, actualización y
puesta a punto de los instrumentos actuales de planificación forestal. Las UXFOR, a
microescala, los PORF y PORN a mesoescala, y unas adecuadas directrices de orientación
territorial parecen, en un primer análisis, los instrumentos más adecuados para plasmar en
el territorio una estrategia multinivel que permita el aprovechamiento multifuncional del
mosaico agroforestal.

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Correspondencia (Para más información contacte con):


Emilio Díaz Varela.
Universidad de Santiago de Compostela. Departamento de Ingeniería Agroforestal.
Escuela Politécnica Superior. Campus Universitario. 27002 Lugo. Spain.
Phone: +34 982252231
Fax: +34 982241835
E-mail: ediazv@lugo.usc.es

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