Está en la página 1de 1

SACRAMENTO DE UNCIÓN DE LOS ENFERMOS

La actitud de Jesús ante los enfermos y la enfermedad nos hace ver que en modo alguno
podemos hablar de una resignación pasiva frente a una especie de fatalidad a la que el ser
humano se vería condenado. Jesús no canoniza ni bendice la enfermedad, ni se resigna a ella
estoicamente, sino que la combate con todas sus fuerzas, como un aspecto más de su lucha
global contra el mal.

La unción de los enfermos no es más que la visibilización ritual y sacramental de la lucha


de la Iglesia contra la enfermedad, como signo de la liberación integral del hombre llevada a
cabo por la obra salvadora de Cristo.

El sacramento de la unción -punto culminante de toda la actividad litúrgica de cara a los


enfermos- debería ser la expresión más significativa de dichas relaciones: la comunidad ora
por el enfermo; el enfermo ofrece sus sufrimientos unidos a los de Cristo; todo, en conjunto,
celebran litúrgicamente la acción divina, que, a pesar del dolor y de la enfermedad, acrecienta
la vida y da la salud.

También podría gustarte