Verdades bíblicas del siglo XXI — ESTUDIO 8

El plan del cielo para salvar al hombre de sus pecados

1 — CUADRO PARA LA ORACION

2 — TITULO
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El plan del cielo para salvar al hombre de sus pecados
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3 — CUADRO DE UN MAR
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EL PLAN DEL CIELO PARA SALVAR AL HOMBRE DE SUS PECADOS
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Un día se hundió un barco cerca de la costa de Irlanda. Y no pudieron
descubrir ninguna razón del hundimiento, porque el tiempo era
perfecto. Tanto se interesaron en el desastre que enviaron algunos
buzos. Entre otras partes del barco que se examinaron, estuvo la
brújula que oscilaba sobre la cubierta. Dentro de la caja de la brújula
descubrieron un pedacito de acero, que resultó ser la punta de un
cortaplumas. El día anterior al naufragio, habían mandado a un
marinero a limpiar la brújula, y en ese proceso había usado un
cortaplumas. Sin darse cuenta se le había quebrado la punta de la hoja
del cortaplumas y había quedado en la caja. Ese pedacito de acero
había desviado la aguja de la brújula. Y ese pequeño pedazo de acero
había causado el desastre del gran barco. Nuestra vida se asemeja a
esa embarcación. ¿Qué será la pequeña punta del cortaplumas? Es el
pecado. No importa su pequeñez, hará naufragar nuestra vida. El
pecado tiene una definición abarcante, como veremos. Preguntemos:
4 — SUBTITULO
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La Biblia responde:
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5 — TEXTO
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¿QUE ES EL PECADO?
"Cualquiera que hace pecado, traspasa también la ley: pues el pecado
ES TRANSGRESION DE LA LEY" (1 Juan 3:4).
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Dios tiene una Ley fundamental, incambiable y eterna; y la violación de
esa Ley es pecado. No nos engañemos creyendo que la incambiable Ley
de Dios será cambiada para salvar al pecador. Esto destruiría el MISMO
CIMIENTO DEL GOBIERNO DE DIOS. Los Diez Mandamientos son su ley
fundamental. El apóstol Juan dice:
6 — TEXTO
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'Toda maldad es pecado" (1 Juan 5:17).
Es importante que tracemos una distinción entre PECADO Y JUSTICIA:
El apóstol Santiago traza esa línea, al decir:
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7— TEXTO
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"El pecado, pues, está en aquel que sabe hacer lo bueno, y no lo hace"
(Santiago 4:17).
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La única persona que posiblemente no se la pueda culpar de hacer el
mal, es la que no sabe que está pecando. Jesús dijo:
8 — TEXTO
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"Si fuerais ciegos, no tuvierais pecado; mas ahora porque decís, vemos,
por tanto vuestro pecado permanece" (Juan 9:41).
SI CERRAMOS NUESTROS OJOS para no ver, nuestros oídos para no oír,
todavía seríamos responsables por lo que sabemos (Mateo 13:15).
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Una mujer que fue invitada a una reunión religiosa, rehusó ir porque
tenía miedo, dijo ella. "¿Miedo? ¿Miedo de qué?" le preguntó un
amigo. Y ella respondió: 'Temo aprender algo que requiera que yo
tenga que cambiar mi modo de vivir". ¡Cuán equivocada estaba esta
señora! Porque Jesús dijo que aun así, — ella seguía siendo
responsable. En este mismo momento, ¿no debiéramos clamar como
aquel carcelero clamó ante el apóstol Pablo?
9 — TEXTO
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"Señores, ¿qué es menester que yo haga para ser salvo?" (Hechos
16:30).
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Es verdad que esta es la mayor pregunta que podamos hacer.
10 — SUBTITULO
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"¿DE QUE DOS COSAS NECESITA EL HOMBRE SER SALVADO?
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11 — TEXTO — UN CEMENTERIO
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"Porque la paga del pecado es la MUERTE; más la dádiva de Dios es
VIDA ETERNA en Cristo Jesús, Señor nuestro" (Romanos 6:23).
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La pena del pecado no es la primera muerte, ya que "en Adán todos

morimos" (1 Corintios 15:22), sino la segunda muerte, al fin del
milenio. Esta muerte es eterna, el sueño sin despertar. Esta es la
penalidad de la cual necesitamos librarnos.
Nuestra segunda necesidad es ser salvados del poder del pecado. De
acuerdo al apóstol Pablo, para una mente pecaminosa es imposible
vivir sin pecado.
12 — TEXTO
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"Por cuanto la intención de la carne es enemistad contra Dios, porque
no se sujeta a la ley de Dios ni tampoco puede" (Romanos 8:7).
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"La educación, la cultura, el ejercicio de la voluntad, el esfuerzo
humano, todos tienen su propia esfera; pero para esto son impotentes.
Estos factores pueden producir una corrección exterior de la conducta,
pero no pueden cambiar el corazón" (El Camino a Cristo). Hagamos la
pregunta:
13 — SUBTITULO
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¿PUEDE EL HOMBRE SALVARSE A SI MISMO DE LA PENALIDAD Y DEL
PODER DEL PECADO?
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Conocemos la respuesta. No puede salvarse a sí mismo. Es como el
hombre que está condenado a muerte por la ley civil, por haber violado
esa ley. Y no puede hacer nada por sí mismo para salvarse de esa
condenación. Si ha de salvarse, será por la intervención de otro. Sus
promesas de portarse bien de ahí en adelante, no lo pueden salvar. Es
como el que tiene una gran deuda en la tienda de comestibles. Su
promesa de pagar al contado desde ahí en adelante, no cubriría su
deuda pasada. Y así es el hombre, está desesperadamente en deuda,
está perdido sin esperanza. El apóstol Pablo declara:
14 — TEXTO
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"Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios"
(Romanos 3:23).
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Este pasaje es abarcante. Nos incluye a todos, a ustedes y a mí, y a toda
persona. Todos han pecado, todos son culpables, todos están
condenados a sufrir la penalidad del pecado. Y no podemos salvarnos
por medio de nuestros hechos (Romanos 3:20). Así como es imposible
por nosotros mismos librarnos de la pena del pecado, así es imposible
que nos salvemos a nosotros mismos del dominio del pecado. El
profeta Jeremías presenta esta ilustración:
15 — TEXTO Y UN LEOPARDO
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"¿Mudará el negro su piel, y el leopardo sus manchas? Así también
podéis vosotros hacer bien, estando habituados a hacer mal"
(Jeremías 13:23).
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En el tiempo del apóstol Pablo, para castigar a un criminal, existía la

costumbre de atar el cadáver del muerto a su asesino. Pablo asemeja
este terrible cuerpo de muerte, al pecado. ¿No exclamaremos como el
Apóstol: " ¡Miserable hombre de mí! ¿Quién me librará del cuerpo de
esta muerte?" (Romanos 7:24). De nuevo preguntamos: "¿Quién nos
librará del cuerpo de esta muerte?". —Este clamor ha elevado muchos
corazones cargados durante todos los siglos. Y para todos hay una sola
respuesta: "He aquí el Cordero de Dios, que quita el pe-cado del
mundo" (Juan 1:29). Esto nos lleva a la sección de este estudio.
16 — SUBTITULO
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¿QUE PAPEL JUEGA EL PODER DIVINO, PARA SALVARNOS DEL PODER Y
DE LA PENALIDAD DEL PECADO?
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¿Cuál es la parte del Cielo para salvar al hombre de la pena del pecado?
Jesús, el Hijo de Dios, murió esa muerte por todos los pecadores. El
murió la muerte de usted, y murió mi muerte. ¿Por qué murió por
nosotros? La respuesta es el amor.
17 — TEXTO
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"Porque de tal manera AMO Dios al MUNDO, que ha dado a su HIJO
unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga
vida eterna" (Juan 3:161.
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Estamos como el hombre que se halla ante un escuadrón de ejecución.

Sólo un leve toque del gatillo lo manda a la eternidad. Pero de repente
llega un mensajero, y se da la orden de bajar las armas. Una autoridad
más alta intervino, y conducen al condenado hacia el exterior y lo dejan
libre. Dios ha provisto un medio de salvarnos de una muerte eterna
certera. Ese medio es Cristo.
18 — HIMNO
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Al contemplar la excelsa cruz do el Rey de gloria sucumbió, tesoros mil
que ven la luz con gran desdén contemplo yo.
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19 — CUADRO DE LA CRUZ
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Cristo no sólo murió para salvarnos de la pena de muerte, sino que
también murió por nuestros pecados ( Romanos 3:25). Su justicia cubre
todos nuestros pecados pasados (Romanos 3:25). No importa cuánto
hemos pecado, ni cuán grande es nuestro pecado, la gracia de Cristo es
suficiente para salvarnos. Esa gracia es mayor que TODOS nuestros
pecados.
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20 — CUADRO DE LA SANTA CENA
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Cuando Leonardo de Vinci estaba pintando su famosa "La Ultima
Cena", buscó a alguien que le sirviera de modelo para pintar a Jesús.
Después de mucho buscar a alguien que reflejara los nobles rasgos del
rostro de Jesús, encontró a un joven llamado Pedro Bandenelli. Pasaron
algunos años y el último rostro que le faltaba pintar era el de Judas.
Buscó mucho hasta que un día encontró a un ebrio, cuya vida había
sido arruinada por el pecado. Le ofreció cierta suma de dinero para que
fuera a su estudio a posar de modelo. El hombre pasó allí varios días. Al
final, el artista le pagó y le dijo que se fuera. Antes de retirarse el
hombre le preguntó a Leonardo si se acordaba de él. Leonardo
respondió: "Nunca antes lo vi. Por favor retírese". Pero el hombre
agregó: "Yo soy el joven que estuvo aquí hace algunos años, cuando
usted pintó a Jesús. Yo soy Pedro Bandenelli". Así, el pecado degrada
hasta el rostro de las personas. Sólo el inmenso poder del gran Dios
puede restaurar la imagen perdida pura e inocente. ¡Y gracias a Dios,
porque todas las maravillosas provisiones han sido tomadas!
21 — CUADRO — LA CRUZ QUE NOS UNE AL CIELO.
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A través del gran abismo que hay entre la tierra y el cielo, Jesús ha
construido un puente de unión. El mismo es el puente. Con sus propios
méritos, Cristo ha unido el abismo producido por el pecado, para que
los ángeles servidores puedan mantener comunión con el hombre.
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Cristo une al hombre caído, en su debilidad y desesperanza, con la
Fuente del poder infinito. De esa fuente de poder, Dios ha provisto los
siguientes dones:
22 — TEXTOS
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ARREPENTIMIENTO. " Su benignidad te guía al arrepentimiento"
(Romanos 2:4). NUEVO NACIMIENTO. "Nacido del agua y del Espíritu"
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(Juan 3:5). LA MORADA DEL ESPIRITU. "El Espíritu de verdad" (Juan

14:17). LA LEY EN EL CORAZON. "Dará mis leyes... en el corazón de
ellos" (Hebreos 8:10).
23 — TEXTOS
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CRISTO INTERCEDE. "Viviendo siempre para interceder por ellos"
(Hebreos 7:25). LOS ANGELES A NUESTRO SERVICIO. "Son todos
espíritus ministradores. . . enviados para servicio" (Hebreos 1:14).
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LA PALABRA GUIA. "Lámpara es a mis pies tu palabra" (Salmo 119:

105). ORACION, ACCESO AL TRONO. "Lleguémonos confiadamente al
trono de la gracia" (Hebreos 4:16).
Aunque Dios ha provisto todas estas agencias para librarnos del poder
del pe-cado, aun así él está imposibilitado de ayudarnos a menos que
hagamos nuestra parte. La sangre expiatoria perdonadora de Cristo, no
nos puede salvar a menos que queramos aceptar su sacrificio. Hagamos
la pregunta:
24 — SUBTITULO
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¿CUAL ES LA RESPONSABILIDAD DEL HOMBRE, PARA QUE PUEDA SER
SALVADO DEL PODER Y DE LA PENALIDAD DEL PECADO?
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Primero, para que el hombre pueda tener el perdón de la condenación
del pecado, debe venir y tomarlo. Debemos ir a Cristo para recibir su
perdón.
25 — CUADRO DE UNA PRISION
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Uno no se cansa de la historia de Rubén Johnson. Había estado preso
durante largos años. En una reunión matutina de los presos, se iba a
dar a conocer el perdón de uno de ellos. El oficial de la prisión leyó el
nombre de Rubén John-son, y pidió que viniera al frente. No hubo
ninguna respuesta. Rubén suponía que se trataba de otro Rubén y no
de él. El oficial leyó el mismo nombre. Rubén miró alrededor, miró
hacia atrás, esperando que Rubén se levantara de alguna parte. El
oficial vio ese movimiento, y señalando a Rubén le gritó: "Rubén, a
usted lo estoy llamando".
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Por fin amaneció para el pobre preso, que el perdón era para él
mismo. Tantos años había estado preso, que le costaba creer que el
perdón era para él. Se abrió paso por el corredor, y temblando de
emoción, tomó el papel que contenía el indulto y la libertad de las
grises paredes de la cárcel. Rubén estaba libre. Gracias a Dios que él
tiene el perdón para CADA PERSONA, para sacar de "prisión a los que
están en asiento de tinieblas" (Isaías 42:7). Para esto debemos ir a Dios,
CREER en Cristo Jesús, CONFESAR nuestros pecados, y ACEPTAR el
perdón. El consejo de Pablo a Timoteo fue el siguiente:
26 — TEXTO
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"Echa mano de la vida eterna" (1 Timoteo 6:12).
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Mediante el profeta Isaías, el Señor nos pide que razonemos un poco.
Notemos:
27 — TEXTO
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"Venid luego, dirá Jehová, y RAZONEMOS JUNTOS: Si vuestros pecados
fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren
rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana"
(Isaías 1: 18).
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¡Cuán maravillosas son las provisiones del Señor Jesús! El Salvador nos
presenta ante los ojos de Dios, tan perfectos como es él mismo. Ahora,
sigamos leyendo del profeta Isaías:
28 — TEXTO
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"Si QUISIEREIS Y OYEREIS, comeréis el bien de la tierra. Si no quisiereis
y fuereis rebeldes, seréis consumidos a espada" (Isaías 1: 19, 20).
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Así, hay dos cosas que debemos hacer que nadie puede hacer por
nosotros. Debemos hacerlas por nosotros, debemos estar dispuestos y
debemos ser obedientes. ¿Cómo podemos estar seguros de recibir
entrada al cielo? Aceptemos la respuesta que Pablo dio al carcelero:
29 — TEXTO Y ROSTRO DE JESUS
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"CREE en el Señor Jesucristo, y SERAS salvo" (Hechos 16: 31).
Para que el Señor nos libre de la penalidad del pecado, debemos
CONFESAR nuestros pecados a él. Esto es lo que nos promete si le
somos fieles.
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30 — TEXTO
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"Si CONFESAMOS nuestros pecados, él es fiel y justo para que nos
perdone nuestros pecados, y nos limpie de toda maldad" (1 Juan 1:9).
Si confesamos nuestros pecados a Cristo, él es siempre fiel en cumplir
su parte y perdonamos.
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Resumamos lo que nosotros debemos hacer para ser salvos de la
penalidad del pecado. Debemos IR a Jesús, CREER que es capaz de
salvarnos. Debemos estar dispuestos y ser OBEDIENTES a todos sus
mandamientos. Entonces debemos CONFESAR nuestros pecados, a fin
de que pueda borrarlos y no acordarse más de ellos. Después de haber
dado estos importantes pasos, hay otros pasos más que debemos dar
para asegurar la completa victoria sobre el terrible poder del pecado.
Porque no sólo necesitamos ser perdonados, sino necesitamos tener
dominio sobre el pecado. Si Rubén Johnson al salir de la prisión,
hubiera dicho: " ¡Ahora soy libre, libre! Estoy libre para quebrar
cualquier mandamiento, cualquiera ley. ¡Qué bueno es sentirse libre!"
¿Durante cuánto tiempo hubiera él quedado libre? No mucho tiempo.
Para permanecer en libertad, no debía ser un reinciden-te. Había sido
puesto en libertad para que obedeciera la ley, no para quebrarla. Como
Rubén, debemos estar dispuestos a:
31 — TEXTOS
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"Aprestaos a abandonar el pecado" (Proverbios 28:13).
"Orad por la regeneración del corazón, el nuevo nacimiento"
(Salmos 51:10).
"Dejar que el Espíritu nos guíe" (Romanos 8:14).
"Aceptar los preceptos de la Ley de Dios" (Romanos 8:14).
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32 — TEXTOS
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"Orar fervorosamente" (Lucas 18:1).
"Testificar por Dios" (Hechos 1:8).
"Reuníos con los fieles" (Hebreos 10:25).
"Alimentaos de la Palabra de Dios" (Mateo 4:4).
"Fijar los ojos en Cristo y avanzar" (Hebreos 12: 1 - 3).
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Si Rubén Johnson necesitaba obedecer la ley del país, ¿cuánto más la

persona a quien Dios ha perdonado mediante la gracia del crucificado
Jesús, que murió para que podamos ser librados? ¡Con mil veces más
razón, el creyente en Cristo debiera buscar poder para hacer lo recto!
33 — SUBTITULO
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¿ABANDONARA JESUSCRISTO AL QUE LO BUSCA CON SINCERIDAD?
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Dejemos que el mismo Jesús nos responda:
34 — TEXTO
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"El que quiere venga" (Apocalipsis 22: 17).

Alguien podrá decir: "Dios sabe que yo estoy dispuesto, pero aun así
creo que no soy digno". Ya sabemos que no es digno, ninguno es digno.
Pero no importa eso, porque Jesús no dijo, el que sea digno, que venga,
sino "el que quiera, venga".
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Otro podrá decir: "La invitación no es para mí, porque yo soy un vil
pecador". Pero usted que es pecador, note esto, Jesús dijo: "El que
quiera, venga". ¡Cuán abarcante es esta palabra, "el que quiera". No
hay palabra que limite. Pequeños pecadores, grandes pecadores,
antiguos pecadores, pecadores reincidentes, pecadores que hayan
cometido toda clase de crímenes; la invitación "el que quiera" incluye a
todos, sin excepción. No importa quién sea usted, ni quién haya sido,
con tal que esté dispuesto a ser salvo; gratis como el aire que
respiramos son el amor y la gracia de Dios. Jesús también dijo:
35 — TEXTO
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"Al que a mi viene, no le echo fuera" (Juan 6:37).
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Es seguro que Jesús no rechaza a ninguno que quiera encontrarlo a él.

El vino a buscar y a salvar a los perdidos, a ayudar al débil, vino a
alcanzar al más caído.
36 — CUADRO — UN NIÑO LLORANDO
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Un día se iba a realizar una fiesta para niños lisiados en la gran ciudad
de Londres. Un niño estaba sentado llorando, en la escalinata de una
iglesia. Un caballero le preguntó qué le pasaba. Y el pequeño contestó:
"No dejan entrar a la fiesta, sino sólo a los niños lisiados o a los que
tienen muletas. Y yo no tengo muletas ni soy lisiado".
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En nuestro caso, ustedes y yo somos lisiados, y si no tenemos muletas,

las necesitamos. Y estamos invitados a ir a Jesús, y a volver a la vida sin
muletas. Que nadie piense que está muy lisiado para poder ir a Jesús.
37 — CUADRO — JESUS CURA A UN PARALITICO
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Recordamos el paralítico que fue traído a Jesús por sus amigos, quienes
lo bajaron a la presencia de Jesús abriendo el techo de la casa. Jesús le
dijo: "Confía, hijo. Tus pecados te son perdonados" (Mateo 9:2).
Y Jesús lo sanó.
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38 — SUBTITULO
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¿COMO ESCAPAREMOS SI DESPRECIAMOS UNA SALVACION TAN
GRANDE?
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NO HAY MODO DE ESCAPAR. Si los ángeles de Dios que se rebelaron
contra sus leyes fueron echados del cielo, y están reservados a la
destrucción eterna, ¿cómo escaparemos nosotros si menospreciamos
el misericordioso llamado y rehusamos entrar por la puerta abierta al
perdón y la obediencia, mediante el poder de Dios? No volvamos
nuestros ojos hacia el infierno, y esperemos llegar al cielo. Debemos
volver nuestro rostro hacia el cielo. Debemos hacer la necesaria pre-
preparación ahora.
39— HIMNO 249
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Tal como soy de pecador, sin otra fianza que tu amor, a tu llamado
vengo a ti, Cordero de Dios, heme aquí.
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40 — POEMA

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Sólo, sobre la cruz pendiendo, para salvar a otros, olvidado de Dios,
sufriendo, trajo salvación a nosotros.
41— CUADRO DE JESUS
(Haga un llamado breve).