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Cara

La civilización más antigua de


América

Ubicación 1

FACULTAD DE CIENCIAS
ESCUELA DE MATEMÁTICA
APLICADA
Nombres y Apellidos
Luis Enrique Gutierrez Mamani

2021
CULTURA CARAL

Ubicación:
En el área norcentral del valle de Supe, al norte de la región Lima, provincia de
Barranca, en el distrito de Supe se encuentra la ciudad sagrada de Caral. Este
territorio tiene un clima templado y cuentan con el río Supe, que solo tiene agua en
los meses de verano producto de las lluvias de la serranía. El espacio territorial era
estratégico, ya que les permitía a los pobladores tener conexión con otras regiones
pues se encontraba cerca de una meseta altoandina que llegaba al Callejón de
Huaylas y, en su ruta hacia el oriente, hasta las cuencas del Marañón y del
Huallaga, es decir la puerta de ingreso de la Amazonía.

Pirámide mayor
Conjunto residencial

Templo del altar circular

Pirámide menor
Templo del anfiteatro
Descubrimiento arqueológico:
En 1905, Max Uhle investigó Áspero, un asentamiento
precerámico situado en el litoral del valle de Supe, a
23 km de Caral.  Julio C. Tello exploró el mismo lugar
en 1937. No hay evidencias que ellos se adentraran en el
valle de Supe y, por lo tanto, que llegaran a conocer
Caral.
El primero que llamó la atención sobre Caral fue el viajero
estadounidense Paul Kosok, que visitó el lugar
juntamente con su compatriota, el arqueólogo Richard Imagen satelital
Schaedel, en 1949. En su informe, publicado en el
libro Life, Land and Water in Ancient Peru, en 1965, mencionó que Chupacigarro,
como se conocía a Caral entonces, debía ser muy antiguo, aunque no pudo precisar
su antigüedad. También contiene una impresionante fotografía aérea de un sector
de la ahora llamada Ciudad Sagrada de Caral.
En 1975, el arquitecto peruano Carlos Williams hizo un detallado registro de la
mayoría de los sitios arqueológicos del valle de Supe, entre los cuales registró a
Chupacigarro Grande (denominación con la que entonces se conocía al actual sitio
arqueológico de Caral), a partir del cual hizo algunas observaciones sobre el
desarrollo de la arquitectura en los Andes. Lo presentó primeramente en el artículo
«Arquitectura y urbanismo en el Antiguo Perú», publicado en 1983 en el tomo VIII
de la serie Historia del Perú, de la editorial Juan Mejía Baca. Y, después, en el
artículo «A Scheme for the Early Monumental Architecture of the Central Coast of
Peru», escrito en 1985 en el libro Early Ceremonial Architecture in the Andes.
Descubrimiento arqueológico 3
En 1979, el arqueólogo suizo Frederic Engel visitó el lugar, y excavó y levantó un
plano del mismo. En su libro De las begonias al maíz, publicado en 1987, afirmó
que Chupacigarro Grande (Caral) pudo haber sido construido antes de la aparición
de la cerámica en los Andes (1800 a. C.). Sin embargo, los arqueólogos andinos
asumieron que el asentamiento era «acerámico», es decir, que había sido construido
por una población que no utilizaba la cerámica, aunque ya se conocía en otros
lugares de los Andes.
En 1994, Ruth Shady recorrió nuevamente el valle de Supe y
reidentificó dieciocho sitios con las mismas características
arquitectónicas, entre los cuales se encontraban los cuatro
conocidos como Chupacigarro Grande, Chupacigarro Chico,
Chupacigarro Centro y Chupacigarro Oeste. Para diferenciarlos,
Shady los denominó, Caral, Chupacigarro, Miraya y Lurihuasi.
Caral, Miraya y Lurihuasi son los nombres quechua de los
poblados más cercanos a los sitios. Chupacigarro es el nombre
español de un ave del lugar.
El equipo dirigido por Shady excavó en Caral a partir de 1996. Shady presentó sus
datos por primera vez en 1997, en el libro La ciudad sagrada de Caral-Supe en los
albores de la civilización en el Perú. En ese tratado sustentó abiertamente la
antigüedad precerámica de Caral, afirmación que consolidó de manera irrefutable
en los años siguientes, a través de excavaciones intensivas en el lugar.
El Proyecto Especial Arqueológico Caral-Supe está a cargo de los trabajos de
investigación y restauración en Caral, así como de los asentamientos coetáneos del
valle de Supe (Áspero, Chupacigarro, Miraya, Lurihuasi y Allpacoto) y del valle de
Huaura (Vichama).

Descubrimiento arqueológico 4
Economía:
Los habitantes de Caral obtenían recursos de su entorno para construir sus
viviendas y elaborar canastas y esteras; utilizaban la madera como combustible. En
el río Supe conseguían peces y camarones mientras que en el valle cultivaban
zapallo, frijol, camote, pacae y guayaba. Su principal cultivo fue el algodón, que
usaban para fabricar ropa y redes de pesca y lo intercambiaban por productos que
necesitaban; es decir su economía fue básicamente agrícola–pesquera. Su ubicación
territorial les permitió ser el centro de una amplia red de intercambios que se
extendía por la costa y la sierra, esto se sabe por los diversos objetos elaborados
con materiales provenientes de la sierra y la selva andina.

Sociedad:
En Caral hubo una clara división social. La clase gobernante estuvo conformada
por sacerdotes y funcionarios que se encargaban de dirigir los rituales públicos,
Economíalas
preparar y Sociedad
ceremonias y los trabajos colectivos, administrar el tributo, analizar los 5
datos astronómicos y elaborar calendarios para organizar las actividades del
pueblo. Vivían en grandes casas y tenían objetos lujosos como hachas de cuarzo,
asientos de vértebras de ballena y collares de cuentas exóticas. La clase más
numerosa estaba formada por agricultores y pescadores, quienes reconocían el
poder de los gobernantes pagándoles el tributo a través de dos formas: con su
trabajo o entregando productos. Estos pobladores, además de sus faenas
habituales, se dedicaban a prestar servicios a la ciudad. Sus viviendas eran
pequeñas y sencillas.
Arquitectura:
Comprende un total de 32 estructuras públicas y varios conjuntos residenciales, y a sus alrededores
se construyeron varios conjuntos de viviendas; se puede dividir en dos mitades de acuerdo a la
estructura de la ciudad:

 Mitad alta: Pirámide Mayor, varias


pirámides de gran dimensión, una
plaza circular, dos áreas para
ceremonias masivas, unidades de
vivienda y un conjunto residencial
extenso.
 Mitad baja: Pirámides y edificio de
menores dimensiones, un templo
del anfiteatro y un conjunto
Aportes Culturales 6
residencial más pequeño y modesto.

Escultura:
En varias estructuras de Caral se ha encontrado un centenar
de estatuillas con representaciones humanas elaboradas en
arcilla no cocida de 10 centímetros de altura. La mayoría
están rotas o con ausencia de algunas partes como brazos,
piernas o cabeza. Además, se cree que formaron parte de
algún ritual relacionado a las construcciones. Estas
estatuillas también han brindado información de cómo se
vestían, y sobre los tocados y peinados de los habitantes.

Música:
Se han recuperado tres conjuntos musicales
conformados por instrumentos de viento que debieron
ser usados en las actividades religiosas y sociales.
Este conjunto de instrumentos musicales está
conformado por 32 flautas traversas, 38 cornetas y 4
antaras, elaboradas con huesos de pelícano, huesos
de guanaco y carrizo.

Otros aportes:
Cabe resaltar que también se encontró un quipu en una pirámide, lo que indicaría
el uso antiguo de este objeto. También se encontró el llamado Geoglifo de
Chupacigarro, que representa una cabeza de perfil cuyo rostro se orienta al Este,
tiene el ojo cerrado, la boca abierta y el cabello batido por el aire; se cree que sirvió
para realizar observaciones astronómicas.

Aportes Culturales 7

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