Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Lucio Marmolejo refirió también algunos datos de José Carpio que difieren
un poco de la leyenda, señaló que Carpio murió y que posteriormente la
hacienda fue quemada durante la independencia convirtiéndose en un
muladar. Así fue, al paso del tiempo el zangarro del Cantador se fue
destruyendo hasta quedar solamente un solar abandonado en donde
alguien puso el ojo para proponer la construcción de un jardín que debería
llamarse, con justicia, el Cantador.
Tan solo 10 años después de la consumación de la Independencia
Nacional, el regidor del Ayuntamiento de Guanajuato don Francisco
Calderón presentó el 3 de marzo de 1831 (hace 190 años), el gran
proyecto de hacer una plantación y conseguir así una alameda, un paseo
con árboles.
La propuesta del regidor Calderón incluía la idea de abrir un tajo en el
cerro llamado de la Cruz Blanca para poder desviar el río y evitar así la
inundación del espacio en donde se proponía la construcción del parque y
paseo. De acuerdo con las efemérides de Lucio Marmolejo el sitio
propuesto fue descrito como una elipse que forma la cañada de Marfil en
su principio a la salida de la ciudad justo en la colindancia de la hacienda
de beneficio del Cantador y, en una parte del solar, lindaba con el referido
cerro de la Cruz Blanca.
El regidor Calderón explicó en su propuesta que para la construcción del
parque no se requería de una gran inversión, lo más complejo sería tomar
la decisión y que la utilidad de que la sociedad tuviese un nuevo paseo
sería superior a cualquier costo material. El azolve que presentaba el río en
esa zona sería utilizado para desplazarlo al terreno sugerido para la
creación del parque dotándolo así de arena fina que podría servir para la
plantación.
El Ayuntamiento vio con buenos ojos el proyecto y lo aprobó designando a
un arquitecto Pérez (Quizá Juan de Dios Pérez que entonces construía el
puente de Tepetapa) para que presentara un plano del proyecto y un
presupuesto, mismos que estuvieron disponibles el 8 de marzo de ese
1831. El presupuesto era de $9,713 y fue remitido al gobierno que,
desafortunadamente, por falta de fondos lo rechazó.
Fue 23 años después, en diciembre de 1854 y algunos meses de 1855
cuando comenzó la plantación de árboles para crear la alameda del
Cantador y la luneta que la delimita. Se sembraron muchos fresnos del
lado del cerro de San Cayetano que entonces estaba deshabitado. Por
falta de presupuesto la obra quedó inconclusa lográndose solamente
avanzar la mitad del proyecto. Pasaron otros siete años hasta que el 1 de
septiembre de 1861 se inauguró la calzada que rodea la alameda del
Cantador y fue desde ese día cuando los carruajes comenzaron a circular
en ese agradable paseo.
Un boletín municipal de 1862 consultado por Lucio Marmolejo describía la
importancia de esa obra para la ciudad toda vez que, resaltaba, el único
paseo que tenían los guanajuatenses era el que había habilitado el
intendente Riaño hacia el rumbo de la presa de la Olla a finales del siglo
XVIII y que estaba, para aquellos tiempos, muy distante del centro de la
ciudad.
El Cantador se convirtió pronto en uno de los paseos favoritos de los
guanajuatenses y en el referido boletín se resaltaba que el paseo de la
presa era también muy frecuentado y se habían comenzado a construir
unas elegantes casas de campo que lo hacían semejante a Tacubaya en la
Ciudad de México.
Gran parte de las obras en ese tiempo avanzaron gracias a los esfuerzos
del señor Juan H. Glass y del gobierno municipal. La alameda del Cantador,
la nivelación del terreno con sus banquetas y la calzada por donde circulan
las carretas además de que se colocó una bella fuente que decoraba el
centro del parque que fue inaugurado el 1 de septiembre de 1861.
https://observatorioinformativo.com/el-cantador-leyenda-e-historia/
PLANTEAMIENTO.
El Jardín El Cantador en la ciudad de Guanajuato es considerado un espacio público, producto de la
política pública y la ocupación de los vecinos cuando otros vecinos hacen lo mismo con otros
espacios públicos. Este trabajo tiene como objetivo estudiar los cambios de diseño de este jardín a
través de su historia y la propia ciudad hasta ahora. El uso de métodos cualitativos se aplica a los
temas de la práctica cultural en los Jardines El Cantador, lo que brinda una sensibilidad que ayuda
a comprender las dimensiones simbólicas de la vida cotidiana de los habitantes de la ciudad de
Guanajuato en los espacios públicos.
El Jardín de El Cantador es uno de los parques de Guanajuato que más está descuidado, hay zonas
de jardín en las que no crece ninguna planta, al quiosco le faltan tramos de barandal, y muchos de
los contenedores de basura de mano están desfondados, son algunos de los deterioros.
El descuido de El Jardín del El Cantador tiene ya varios años, las personas que visitan regularmente
este espacio pueden observar claramente el deterioro de este, incluso uno de los problemas mas
notables es la ausencia de agua en las fuentes y canales que son uno de los objetos mas llamativos
en el espacio, el trabajo por parte de gobierno no ha sido el mejor y claramente esto resulta en un
presupuesto grande para el tratamiento del lugar.
Uno de los espacios más emblemáticos de la ciudad no puede llevar varios años en ese estado y las
personas que recurren o transitan por este espacio y que son los principales usuarios quisieran
rehabilitar de la mejor manera para darle nuevamente vida a la zona y principalmente a la ciudad
por lo relevante del jardín.
El mal uso de los recursos en los intentos de la correcta rehabilitación del espacio, han sido inútiles
pues podemos recordar la implementación de bustos de personajes ilustres de Guanajuato cuando
eran prioritarios aspectos mas importantes y descuidados del jardín como lo ya antes mencionado.
ESCENARIO DEL ESPARCIMIENTO: Generalmente se origina los martes por la tarde-noche, cuando
los habitantes realizan prácticas culturales, como convivir, festejar, platicar, soñar, amar. Los
habitantes son adultos del sexo masculino.
ESCENARIO DE LA DIVERSIÓN: Es el escenario de los viernes por la tarde, en donde los habitantes
casi todos niños la mayoría del sexo masculino, que después de salir de las escuelas cercanas al
lugar, se proponen continuar con la diversión no terminada de sus escuelas.
ESCENARIO DEL BRÍO: Los lunes se presenta el escenario del brío, para iniciar la semana; se
presentan al lugar, habitantes mujeres adultas mayores, adultas y jóvenes, quienes realizan
prácticas culturales del deporte, algunas corren, otras caminan, otras más sólo trotan por el simple
hecho de disfrutar el lugar.
ESCENARIO DE LA CONQUISTA: Los miércoles son días singulares, es el preferido por los habitantes
para desahogar sus emociones en incógnitos escenarios del jardín, la mayoría parejas de adultos.
ESCENARIO DE LA SERENIDAD: Los jueves son el escenario preferido por los adultos mayores todos
del sexo masculino, quienes realizan una práctica cultural casi ya olvidada por los mexicanos, la
lectura, aunque ésta sea sólo aplicada al periódico local.
Por esto podemos plantearnos el objetivo de lograr que el espacio resulte en una mejor
experiencia para las personas que lo usan regularmente, pues el jardín funciona actualmente pero
no brinda esas buenas sensaciones por su problemática de deterioro.
Desde las perspectivas de las políticas públicas, este espacio público ha sido favorecido por
programas de diferentes ámbitos de gobierno: en 2009 recibió el apoyo del programa UE-Sitios
Históricos y Culturales, con la obra: Rehabilitación del centro histórico: pavimentos, mobiliario
urbano, alumbrado público y escénico y obras complementarias, con un monto de
$11,020,487.00, financiado por la Federación, con la cantidad de $5,000,000.00 (CONACULTA
2009), y el Gobierno Estatal $6,020,487.00 (Secretaria de Desarrollo Turístico). (Presidencia
Municipal 2006-2009) Si analizamos los anteriores datos, podremos advertir que los gobiernos no
invierten una cantidad considerable en la rehabilitación de sus espacios históricos y culturales,
esto en comparación con lo invertido en el sector salud o educación. El concepto de la obra
consistía en el cambio del material utilizado en el pavimento del espacio público, cambiar el
concreto asfáltico, el mobiliario urbano y la instalación eléctrica, con la finalidad de que el espacio
público, histórico y cultural Jardín El Cantador se convirtiera en un atractivo turístico más de la
ciudad de Guanajuato, la obra que tenía una ejecución de cinco meses se extendió a doce, por
diferentes razones. Esta situación resultó una molestia no sólo para los vecinos del espacio, sino
para todo guanajuatense que, por necesidad, tenía que transitar por el Jardín el Cantador.
La viabilidad para la obtención de la información es relativamente fácil, por los datos que podemos
recabar de archivos, observar el lugar en persona, así como la información que pudieran tener las
personas que transitan regularmente por ahí, el reto en este desarrollo seria la obtención de
información de artículos referentes al tema, pues solo se encuentra notas periodísticas locales,
siendo más acontecimientos ocurridos en el lugar que información útil de este.