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SPAN 6327
16 de abril de 2021
Lo que logra hacer Tren nocturno a Georgia (1992), obra de la mexicana María Luisa
moralidad y de la represión sexual que esta impone. Este fenómeno, desde luego, está alimentado
por una comunidad patriarcal con reglas sociales heteronormativas las cuales están comúnmente
ha podido tan fácilmente reprimir a la mujer, tal y como lo hace Dick en la obra a tanto
Kathleen Gough enlista una serie de imposiciones y abusos del hombre ante la mujer de
las cuales podemos destacar, en relación con la obra de Medina, la negación de la sexualidad de
la mujer y el negarle (a las mujeres) las áreas grandes de conocimiento de la sociedad y méritos
culturales (Rich, 640). En la obra podemos ver claramente esta borradura de la existencia de la
mujer lesbiana por medio de la negación de Stephanie, siempre claro, instigada por las amenazas
de Dick (Medina, 29) a partir de las percepciones de honor que Stephanie tiene en cuanto a su
presentación ante la sociedad. En la obra existe una declaración muy evidente en contra de estas
mismas imposiciones sociales que no saben lidiar con erupciones de los estándares sexuales de la
comunidad heteronormativa. De cierta manera, Medina nos permite conocer esta perspectiva que
García Gilling 2
permitiría a la mujer trazar una ruta para salir de este curso de opresión (Rich, 644). El conocerlo
todo es parte del set de herramientas necesarias para combatir la misma opresión femenina y a su
Rich llama a una ruptura del silencio, una nueva vociferación del ser mujer por medio de
una identidad homosexual, en donde el lesbianismo salta de esta invisibilidad inaugurada por la
prepotencia masculina, misma que sacia su sed de poder por medio del control opresivo de la
mujer en general (647-648). Una vez visto desde esta perspectiva, es muy evidente ver las
intenciones reales de Dick en la obra de Medina. Lo que comienza como un simple juego de
investigación, que claro es el gancho con el que Dick usa a Stephanie, termina en el abuso de una
situación que puede usar egoístamente para su propio provecho. Dick demuestra una necesidad
de control por medio de conocimiento, lo cual inevitablemente lo lleva a la coerción una vez que
su ego ha sido emasculado al ver que Stephanie desarrolla sentimientos y deseos sexuales por
Samantha. La completa castración de Dick lo lleva a querer retomar el poder con las palancas
que tiene y esto a su vez lo lleva a arruinar, por lo menos por un periodo, la vida de Samantha. A
pesar de todo esto, Medina logra enfatizar el asunto más importante y relevante.
nuevamente invisibilizar esta misma experiencia. Una de estas situaciones tiene que ver con el
voyerismo masculino que se transforma en una objetificación visual que vuelve a empoderar al
hombre en cuanto a la dominación del cuerpo de la mujer. Por decir un ejemplo, al hablar de
cómo las decisiones de Medina en cuanto a mostrar o no desnudos, besos y actos sexuales de
manera explícita, se establece como ella “ha decidido en forma absolutamente clara y
contundente rechazar, al igual que Mulvey y otras importantes teóricas, las complicidades
García Gilling 3
voyeuristas que caracterizan a los espectáculos comerciales” (10). Esta hipocresía sexual es una
donde el hombre mantiene completa libertad y la mujer está sujeta a los placeres del hombre en
cuanto a su propia sexualidad, la cual en ocasiones existe y funciona a partir de estos mismos
placeres masculinos. Medina hace un trabajo extraordinario para excluir estas fantasías y dar con
ser de la mujer, pero más en los casos de la mujer lesbiana. Esto mismo, según Luiselli (2000),
Stephanie, sí nos presenta la denigración de la mujer por ser mujer, la coerción y abuso de poder
su libertad sexual. Lo que es cierto, demostrado en nuestra realidad por la autora de la obra y en
el contexto de la historia por Samantha, es que la mujer es la que más tiene derecho de abogar
por su ser. Por esto mismo, Medina logra reclamarle a la sociedad estas conjeturas psicosociales
que han sido históricamente fabricadas, opuesto a la situación de Samantha que logra mantener
su integridad pero que no puede ser sí misma ante una injusticia que, esta vez sí literalmente, le
ata las manos. Precisamente es en el final que vemos que Medina “decreta idéntico fracaso del
engaño como final de su propia obra” (12). Al ver que el artificio artero de Dick no destruye
realmente la existencia de Samantha y que ella misma deja abierta la posibilidad de una vida
feliz regocijándose en su lesbiandad, podemos decir que Samantha se liberas de las restricciones
sociales impuestas y que Medina paralelamente hace lo mismo en nuestra sociedad tangible.
García Gilling 4
Obras citadas
Luiselli, A. “La Voz En off De Sor Juana: Tren Nocturno a Georgia Y El Teatro
Mexicano Al Comienzo Del Milenio”. Latin American Theatre Review, vol. 33, no. 2, Mar.
Journal of Women’s History, vol. 15, no. 3, 2003, pp. 11–48. Crossref,
doi:10.1353/jowh.2003.0079.