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Me ha tocado presentar la noción de lugares y formas del poder.

Primero, me parece interesante definir los términos de la noción. La noción de lugares y formas
del poder remite a la idea del poder como influencia de una persona, de un grupo de personas,
sobre otra. Este poder puede ser de tipo político, es el que evocamos primero cuando hablamos
de un poder, ya se a un poder con sentido es decir la democracia, o el de un poder impuesto por
la fuerza como la dictadura franquista, por ejemplo. Pero, la noción del poder remite también
como hemos dicho a influencias de otro tipo, de tipo económica o cultural, y por eso hemos
elegido presentar la temática del arte y de la creación artística, como un poder cultural que
glorifica o denuncia un poder político.
La problemática es : « El arte, ¿siempre tiene que estar comprometido ? »
Hablaré primero del arte de los artistas independientes, luego del arte y los artistas
comprometidos.

En principio, los artistas independientes pueden usar su arte para glorificar la mornaquía o soló
crear para ellos mismos.
Otrora, se existan artistas que llamos pintores de corte, que eran pagados para realizar retratos
de reyes, reinas, infantes, duques ect, como por ejemplo Valentino Cardera bajo Isabel II al siglo
diecinueve. En el texto « Ascenco social de un pintor » del libro « Riña de gatos » por Mendoza,
podemos leer que el autor no hace de Diego Velázquez un retrato muy halagueno. De hecho,
describe el famoso pintor como alguien que « pinto poco y a desgana » y que «no sentía la
menor apetencia por trabajar », buscaba solamente a anhelar y enaltecer su dignidad mientras
el rey Felipe cuarto tenía todos los poderes. En cambio, pude entrar en la Historia del siglo de
oro español gracias a Velázquez y su genio artistico, a pesar un país arruinado a su
fallecemiento. En cuanto al pintor de Las Méninas, obtuvó la cruz de la Orden de Santiago que
lo acredita como gentilhombre.
También, los artistas hacen arte para ellos mismos, sin buscar necesariamente la fama, o
alcanzar un nivel social más alto. Justo crean arte sin mostrar un sentido profundo. Por ejemplo,
en el documento « El pintor de sombras » por Esteban Martin, a Pablo Picasso [1881 – 1971] no
le interesa hablar de su obra tal que Las Senoritas de Aviñón. Como lo dice : « Yo no pienso ;
pinto. » Según él, su libertad consiste en pintar lo que le da la gana sin tener que glorificar o
denunciar un sujeto o una persona, y no da explicaciones. Deja este trabajo a los críticos,
especialmente porque le parece una barbaridad que más de 800 000 de visitantes hayan
acudido a su exposición en el Museo del Louvre.

No obstante, los artistas pueden ser comprometidos en causas políticas y sociales, lo que
expresan en el Muralismo y enfrentan la censura.
De hecho, a principios del siglo viente, nació un movimiento mexicano llamado el Muralismo, con
David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera y José Clemente Orozco como principales representantes.
Sus obras denuncian las injusticias y las desigualdades hasta el punto de ser condenado a
veces a penas de prisión. El mural de Siqueiros « América Tropical » es un buen ejemplo de
este movimiento. La obra nos representa un cristo moreno crucificado, símbol de la América
Latina oprimida por los Estados Unidos, representados por el águila encima de la cruz. El artista
critica este país que durante mucho tiempo han dominado e impuesto su ley sobre la parte sur
del continente americano. Parece evidente que esto pudiera chocar la burguesía bienpensante
americana.
Por fin, cineastas, novelistas y cantautores debieron hacer frente a la censura.
Así, en los países con un régimen autoritario o dictatorial, además las obras de propaganda,
existan artistas quienes tienen que afrontar la censura y ya vieron sus creaciones prohibidas por
el gobierno por culpa de su contento molesto. La novela Si te dicen que caí de Juan Marsé es un
ejemplo típico porque fue censurado en España que era dirigida por Francisco Franco. Por
consiguiente, en 1973 se publicó en Mexico y algunos ejemplares pudieron circular
clandestinamente por España. Hacía falta esperar tres años más tarde a fin que fuera publicado
en España.

Para concluir, las artistas pueden ser independientes por un lado, como Diego Velázquez al siglo
dieiciseis en calidad de pintor del corte bajo Felipe cuarto, o como Pablo Picasso quien no
piensa pero pinta. Sin embargo, por otro lado, las artistas pueden ser comprometidos en
criticando las injusticias a través el Muralismo mexicano, y haciendo frente a la censura bajo
regimenes dictatoriales.

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