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C Halones
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INDICE
1. PRESENTACIÓN.
9. ANEXOS.
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Criterios de Selección de Sistemas de Protección Alternativos a los Halones
PRESENTACIÓN
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Criterios de Selección de Sistemas de Protección Alternativos a los Halones
1. PRESENTACIÓN .......................................................................
El descubrimiento del agujero en la Capa de Ozono sobre la Antártida, y las posteriores
investigaciones llevadas a cabo, pusieron de manifiesto, que la emisión a la atmósfera
de los productos Clorofluorocarbonados (CFCs) son, entre otros, los agentes
responsables del deterioro de esta capa protectora en nuestro planeta.
Para paliar y remediar el problema, en 1987 se suscribió, por un conjunto amplísimo de
países, un convenio internacional al que se conoce como Protocolo de Montreal. En
virtud de este acuerdo se ha limitado la producción y emisión a la atmósfera de estos
productos.
Entre los agentes destructores de la capa de ozono, figuran con un poder destructor
específico (ODP) muy alto, los halones. Los halones son los agentes extintores que han
jugado un papel muy relevante en la protección de incendios en los últimos treinta años.
La consecuencia más importante para los halones, derivada de la implementación de los
acuerdos del Protocolo de Montreal, ha sido el cese de la fabricación de estos productos
en 1994, y la orden de ser retirados para su destrucción o reciclado para antes del 31 de
Diciembre de 2003. En la Unión Europea los halones se encuentran regulados por el
Reglamento CE 2037/2000 de 29 de Junio de 2000, que establece la obligación de
desmantelar todas las instalaciones de halón, con excepción de las utilizadas en usos
críticos tal como se definen en el Anexo VII de esta Directiva.
Esta situación obliga de forma perentoria, a los usuarios de instalaciones de halón, a
proceder a su desmantelamiento, así como a encontrar sistemas alternativos para la
protección de los riesgos, hasta ahora protegidos por halón.
No se trata de una tarea sencilla, toda vez que las alternativas existentes comprenden un
gran número de posibilidades, incluyendo sistemas convencionales, usados con distintas
filosofías, y un conjunto de nuevos agentes extintores y de nuevas técnicas de
protección.
Para abordar de forma correcta la sustitución de un sistema de halón, la primera
actuación recomendable, es la evaluación del nivel de protección que estábamos
obteniendo con el sistema de halón existente. La selección, en el pasado, de un sistema
de halón, en ocasiones vino condicionada más por sus características de inocuidad para
personas y equipos, en el caso de descargas intempestivas, que por su idoneidad para la
protección concreta, lo que hace que frecuentemente se encuentren sistemas cuyos
niveles previsibles de eficacia y fiabilidad ante escenarios de fuego real, resulten
escasos. En ocasiones, la necesaria estanqueidad del recinto es inadecuada o inexistente.
En otras, el tipo de fuego potencial no es adecuado para su extinción por halón, y en
muchos casos el sistema de detección es ineficaz.
Por consiguiente, al considerar la sustitución de un sistema existente de halón, nos
podemos encontrar ante uno de esos sistemas de halón, que por los motivos expuestos
anteriormente, no cuente con las condiciones de fiabilidad y eficacia exigibles a un
sistema de protección de incendios. No es aconsejable, por tanto, actuar mediante la
simple “sustitución” del gas halón por otro gas inocuo, sin un previo análisis detallado
de sus características extintoras, lo que nos podría conducir, después de una inversión
cuantiosa, a otro sistema de protección por gas, de iguales o peores condiciones de
fiabilidad, que las del sistema de halón sustituido.
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Criterios de Selección de Sistemas de Protección Alternativos a los Halones
La escasa idoneidad del agua para la extinción de algunos combustibles tales como son
los líquidos y gases inflamables, algunos metales reactivos, o la presencia de partes
eléctricas en tensión, etc., dio paso más tarde a la búsqueda y uso de gases como agentes
extintores.
Entre los gases que se han utilizado tradicionalmente en la industria de extinción de
incendios de forma normalizada cabe destacar el anhídrido carbónico y más tarde los
halones. En menor medida se han utilizado también los gases inertes y el vapor de agua.
En la actualidad, el cese de fabricación de los halones por imperativo del Protocolo de
Montreal, ha puesto en el mercado una nueva generación de gases y la utilización
normalizada de los gases inertes.
Los sistemas fijos de extinción por gas se dividen en dos grandes grupos: los sistemas
de inundación total (“total flooding”), y los sistemas de aplicación local (local
application”).
Los sistemas de inundación total protegen el contenido de un recinto mediante la
inundación con el gas extintor de todo su volumen. La ignición de un combustible se
produce al elevarse su temperatura por encima de su nivel de autoignición, o cuando se
generan suficientes vapores inflamables, por evaporación (combustibles líquidos) o
pirolisis (combustibles sólidos) y son expuestos a una fuente de ignición externa
(ignición pilotada).
El principio de extinción consiste en alcanzar una determinada concentración de gas (en
función del tipo de combustible), y mantenerla en todo el recinto durante un tiempo
mínimo (10-30 minutos), para que los gases puedan garantizar la extinción, ya que el
mecanismo extintor del gas produce el cese de las llamas, pero no el enfriamiento del
combustible, que volvería a entrar en ignición si su temperatura es superior a la de
autoignición. Por consiguiente es el tiempo de retención es el que viabiliza el
enfriamiento y evita la reignición.
Los sistemas de extinción por gas presentan una serie de características de aplicación
que resultan muy atractivas:
o El agente extintor se evapora sin dejar residuos lo que les otorga el
nombre de sistemas limpios.
o Facilitan protección tridimensional ya que el agente extintor es un gas en
condiciones normales de presión y temperatura.
o El gas no es conductor eléctrico y puede ser usado en presencia de
equipos eléctricos energizados.
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H2 1,54 8,2 62 75
A -57 ºC y 5,2 bar pueden coexistir en equilibrio las tres fases, es el llamado punto
triple.
Por debajo del punto triple solamente pueden existir los estados vapor y sólido, por ello,
cuando el CO2 líquido se descarga a presión atmosférica, parte se transforma
instantáneamente en vapor y el resto, como consecuencia de esta evaporación, se enfría
y se convierte en nieve carbónica (hielo seco) a una temperatura de aproximadamente -
79 ºC. La cantidad de CO2 que se transforma en hielo, dependerá de la temperatura de
almacenamiento.
El efecto de enfriamiento del CO2 es debido a la descarga del agente extintor. Una
descarga de dióxido de carbono posee una apariencia de nube blanca, esto se debe a la
parte de CO2 que pasa a estado de sólido (hielo seco).
Inundación total
Los sistemas de inundación total se calculan en función del volumen del
recinto, y de la clase de combustible o concentración mínima de diseño. La
concentración mínima de diseño en los sistemas de inundación total es del
Factor de volumen
Volumen (m3) Kg.de CO2
m3/Kg. de CO2 Kg.de CO2/m3
Concentración
m3/Kg.de CO2 Kg. de CO2/m3 Riesgo Específico
%
Requisitos de venteo
Cuando el CO2 se descarga en un recinto cerrado lo hace en fase líquida, la
atmósfera del recinto sufre inicialmente un descenso de temperatura, por lo que
genera un descenso de presión. Posteriormente cuando el CO2 se evapora se
experimenta un incremento de presión. Tanto el “vacío” inicial como la
sobrepresión posterior debe ser “respirados” por el recinto. La experiencia
muestra que la porosidad del local y las rendijas normales existentes en un recinto
normal, suelen ser suficientes para aliviar estas variaciones de presión.
No obstante en recintos que pudieran resultar muy estancos se deben prever unos
requisitos de venteo mínimos. La superficie de venteo mínima viene dada por la
fórmula:
23,9Q
X =
p
donde:
X es la superficie de venteo en mm2
Q es el caudal de descarga en Kg/min
p es la presión que soporta el recinto en Kg/m2
3.7. RESUMEN
Los sistemas fijos de gas anhídrido carbónico (CO2), se llevan utilizando con plena
satisfacción en la industria de protección contra incendios desde tiempos tan lejanos
como el año 1917.
Sin embargo su uso presenta unos aspectos de peligrosidad para el personal, que
restringen su utilización a entornos industriales altamente controlados.
Los requisitos para el diseño, instalación, pruebas, recepción y mantenimiento de estos
sistemas se encuentran en el Standard NFPA 12 A, Standard on Carbon Dioxide
Extinguishing Systems, Edición 2000.
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toxicidad, lo que provocó un gran número de accidentes, algunos mortales. Por ello su
utilización fue prohibida en los años 1950.
En 1947 el Cuerpo de Ingenieros del Ejército Estadounidense llevó a cabo un programa
de investigación, para identificar nuevos extintores halogenados que presentaran unas
condiciones aceptables de eficacia extintora y niveles de toxicidad. De este estudio,
realizado sobre más de 60 agentes halogenados, se seleccionaron tres que fueron: el
bromoclorodifluorometano (Halón 1211), el bromotrifluorometano (Halón 1301) y el
dibromotetrafluorometano (Halón 2402).
Como resultado de este programa, el uso de los agentes extintores halogenados cobró
una nueva dimensión. En especial, el Halón 1301 comenzó a ser utilizado en EEUU en
los años 1960 en sistemas fijos mediante el método de inundación total. En un principio
los sistemas de halón 1301 utilizaban los mismos equipos, cilindros, válvulas y
boquillas, que los utilizados en las instalaciones de CO2. El Halón 1211 se comenzó a
utilizar en Europa en forma similar al Halón 1301 en los EEUU.
En 1966, se estudiaron en profundidad las posibilidades de utilización del Halón 1301
para la protección de Salas de Ordenadores. En 1968 se publicó el primer Standard
NFPA 12 A para el diseño, instalación y mantenimiento de sistemas de Halón 1301.
De todos los agentes extintores halogenados es el Halón 1301 el que sin duda ha
alcanzado el mayor nivel de utilización.
Esta nomenclatura obedece al sistema ideado por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército
de los Estados Unidos. Este sistema asigna a cada Halón un número cuyos dígitos
indican la cantidad de átomos de cada elemento químico: El primer dígito representa el
número de átomos de Carbono, el segundo el de fluor, el tercero el de átomos de Cloro,
el cuarto el de átomos de Bromo y el quinto el de átomos de Yodo si lo contienen. Si el
quinto dígito es cero, este no se expresa.
Halón 1301
Es un gas a la temperatura de 21º C, con una presión de vapor de 14 bares. Aunque esta
presión podría ser suficiente para producir la impulsión del gas desde los cilindros de
almacenamiento a las boquillas de distribución, su valor cae rápidamente con la
temperatura, por lo que para su uso en protección de incendios, se sobrepresuriza con
nitrógeno seco hasta la presión de 25 bares o 42 bares.
Utilizado principalmente en sistemas automáticos de extinción de incendios por
inundación total, debido a su alta volatilidad y capacidad de difusión. A partir de 1972 y
después de exhaustivos ensayos, por parte de las mayores compañías fabricantes de
ordenadores, sobre los efectos de los productos descomposición térmica del Halón 1301
sobre los equipos electrónicos y sensibles, y en áreas con presencia de personas, se
aceptó su uso para protección de Salas de Ordenadores.
Halón 1211
Es, como el Halón 1301, un gas a la temperatura de 21 ºC, aunque con una presión de
vapor más baja, de solo 1,5 bares. Esta relativa baja volatilidad lo hace adecuado para su
uso en extinción de incendios mediante su proyección sobre la superficie en
combustión. Para su uso en protección de incendios se presuriza con nitrógeno seco a
presiones entre 16 bares y 25 bares.
Utilizado principalmente en extintores portátiles, y para extinción como sustituto del
CO2 en sistemas de aplicación local, en grupos electrógenos, salas de máquinas, cabinas
de pintura, etc. Debido a su mayor toxicidad su uso se limitó a áreas normalmente no
ocupadas y en instalaciones de aplicación local.
Halón 2402
Este agente extintor es un líquido a la temperatura de 21 ºC, con un punto de ebullición
de 47 ºC. Su estado líquido a la temperatura ambiente ha permitido su uso para su
proyección a gran distancia. Su nivel de utilización en protección de incendios ha sido
mucho más reducido que el de los dos anteriores. Se ha utilizado principalmente en
aeropuertos y áreas abiertas.
Mecanismos de extinción
El mecanismo extintor del Halón 1301 y de los Halones en general no es un
fenómeno perfectamente entendido, sino que por el contrario existen diferentes
teorías al respecto. La teoría más aceptada, es la de que el Halón 1301 produce la
inhibición de la reacción mediante el bloqueo de los radicales libres o “rotura de
la cadena.”
Los radicales libres más activos en la combustión de hidrocarburos son los átomos
de oxígeno, hidrógeno e hidroxilos (O, H* y OH*), de forma que la reacción de
combustión de un compuesto orgánico podría escribirse:
R-H + O2→ O + H* + OH*
Condiciones de aplicación
El Halón 1301 es un gas capaz de inhibir la reacción de combustión y
consecuentemente extinguir el fuego superficial de sólidos o el de líquidos o gases
inflamables, que se encuentren en recintos cerrados mediante la inundación del
recinto con una descarga rápida de gas, de forma que se alcance una
concentración de solo un 5% en volumen y que la misma se mantenga durante un
periodo mínimo de 10 minutos.
Esta concentración del 5% de Halón 1301, en el caso de una descarga
intempestiva es respirable por el personal durante tiempos cortos (hasta 10
minutos) sin que represente un peligro para su vida o su salud.
Eficacia y fiabilidad
A pesar de lo explícito de estos condicionamientos, las aplicaciones para los
sistemas de Halón crecieron sin límite aparente y sin que la inmensa mayoría de
los sistemas instalados cumpliesen los requisitos mencionados, olvidándose
además que la permanencia de las condiciones de entorno cuando se realice la
descarga es ineludible para garantizar su eficacia. Consecuentemente, la fiabilidad
y eficacia de estos sistemas resultó gravemente dañada.
Tipos de instalaciones
Los sistemas de Halón 1301 deben utilizarse siempre mediante el método de
inundación total. Es decir su aplicación, al contrario que las instalaciones de CO2 por
ejemplo, solo es posible cuando el riesgo a proteger se encuentra en un recinto
cerrado y con la adecuada estanqueidad.
Existen dos tipos de instalaciones que se han venido utilizando en las diversas
aplicaciones: Instalaciones Centralizadas e Instalaciones Modulares.
Los elementos que componen estas instalaciones son similares a las instalaciones
centralizadas, con la excepción hecha de los recipientes autónomos:
3.- Cilindro autónomo en Falso Techo
6.- Cilindro autónomo en Sala
7.- Cilindro autónomo en Falso Suelo.
4.4. RESUMEN
Los halones han sido unos agentes extintores de alta eficacia y efectividad mientras han
estado disponibles en la industria. Su capacidad destructora del ozono, ha motivado su
prohibición de uso y el cese de su fabricación.
A pesar de su enorme eficacia extintora, el mal uso y abuso en la utilización del halón
1301, ha provocado que muchas de las instalaciones de halón 1301 existentes carezcan
de fiabilidad alguna.
Cuando se utiliza el Halón 1301 en inundación total, es prioritario garantizar, la
estanqueidad del recinto, la rapidez de la detección, y la inmediata homogeneización de
la concentración. Cuando estos requisitos no se cumplen, los sistemas de Halón 1301,
presentan unos niveles de eficacia y fiabilidad deplorables para la protección de
incendios.
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5.1. INTRODUCCIÓN
“Agentes limpios” es la traducción española adoptada para el término inglés “clean
agents” con el que se definen un conjunto de gases que se emplean como agentes
extintores, y que han sido desarrollados para su utilización en lugar de los halones, a
causa de la prohibición de uso que existe sobre estos últimos.
Los agentes limpios, se dividen en dos familias de características muy diferentes: los
agentes extintores tipo halocarbonado, de composición química similar a la de los
halones, y de características físicas asimismo similares. Son gases que se almacenan en
forma líquida, bajo su propia presión de vapor, y que se sobrepresurizan con nitrógeno,
para mejorar su velocidad de descarga y parámetros de aplicación; y los gases inertes,
simples o mezclas, que se almacenan como gases comprimidos. Tanto unos como otros,
se evaporan, después de su uso sin dejar residuo, lo que justifica la denominación de
agentes limpios.
El diseño, instalación y mantenimiento de estos agentes extintores, viene regulado por
diversos standards internacionales y nacionales:
• ISO 14520 1/15 Gaseous fire-extinguishing systems First Edition August 2000.
• NFPA 2001 Standard for Clean Agent Fire Extinguishing Systems 2004 Edition.
• UL 2166 Standard for Halocarbon Clean Agent Extinguishing Systems Units,
First Edition March 31, 1999.
• UL 2127 Standard for Inert Gas Clean Agent Extinguishing System Units, First
Edition March 31, 1999.
• CEN prEN 14520 1/15 Fixed Firefighting Systems Gas Extinguishing Systems.
• UNE 23570 1/15 Sistemas de extinción de incendio por agentes gaseosos, Abril
2000.
En los standards citados no se incluye el anhídrido carbónico, que está cubierto por su
norma específica, y que se distingue de los agentes gaseosos, denominados agentes
limpios, en que las concentraciones de extinción del CO2, hacen que su uso deba quedar
restringido a áreas no ocupadas, por su acción asfixiante.
Los sistemas de extinción mediante agentes limpios, se usan principalmente para la
protección de activos y objetos de alto valor, ubicados en recintos cerrados, normalmente
ocupados por personal, controlados, y donde se pueda garantizar la detección muy
temprana del incendio y la estanqueidad del recinto durante y después de la descarga.
* Novec 1230, es el nombre comercial, de este producto, que ha sido puesto recientemente en el mercado
por la empresa 3M de Minnessota (USA). En principio, Novec 1230 presenta unas características, tanto
desde el punto de vista de la fiabilidad como agente extintor, como en lo que respecta a sus características
medioambientales, que lo sitúan como un serio candidato a ocupar los primeros puestos entre los agentes
limpios del próximo futuro.
otros acuerdos se definen los principales gases con “Efecto Invernadero”: CO2, CH4,
N2O, HFC, PFC, SF6 , que forman la “Cesta de Kyoto”.
El Protocolo de Kyoto se está aplicando de una manera desigual, dependiendo de cada
país, pero en algunos países del norte de Europa han decidido prohibir el uso de los PFC
y HFC en protección de incendios, y en Italia se anuncia su prohibición a partir de
31.12.2008. En España, por el momento no existe ninguna restricción para los HFC, por
lo que estos productos, de momento se pueden seguir utilizando.
La siguiente tabla incluye las características medioambientales de los agentes limpios
más comúnmente comercializados.
1
Relativo al CFC – 11.
2
Basado en 100 años en el horizonte relativo al CO2.
3
Años.
32mm Aluminum
305mm (12")
(1¼") Angle Frame
851 mm (33.5")
533mm (21")
Fuel Support
Ignitor Pan
305mm (12")
951mm Polycarbonate
(37.5") Baffles
12mm
(½")
76mm
(3")
Load Drip Tray
89mm
(3.5")
Cell 127mm Cinder
Load Cell
(5") Block
12mm (½")
Combustibles Clase B:
• Aparato de prueba “Cup burner” (Fig. 5)
• Pruebas a escala real (UL e IMO*).
*
IMO (Organización Marítima Internacional) es la organización que regula las condiciones de
seguridad contra incendios en la marina comercial y ha establecido los protocolos de ensayo
específicos para los riesgos en barcos. Para las salas de máquinas, se incluyen fuegos de tipo balsa y
derrame, con combustibles de heptano y diesel. El volumen de prueba es 500 m3, y la intensidad del
fuego es muy elevada.
El aparato de prueba “Cup burner” consta de un tubo en cuyo interior existe una taza
(“cup”) en la que se hace arder un determinado combustible. El espacio interior del tubo
se rellena con una corriente de aire, mezclado con una parte del agente extintor que se
Chimney
535 ± 25 mm
235 mm
Diffuser
Existen algunas situaciones en las que la concentración de extinción determinada con los
protocolos descritos, puede resultar insuficiente. Es por ejemplo el caso en el que se
permita al incendio desarrollarse durante cierto tiempo, antes de la descarga del agente
extintor. En ese caso la energía radiante de las superficies sobrecalentadas próximas al
foco del incendio, radiarán energía al foco, haciendo precisa una mayor cantidad de
agente extintor para lograr la extinción. El proceso se ilustra en la Fig. 7
.
q rad TF1 (Bulk)
.
q rad TF2 (Bulk)
TF > TF
2 1
Fig. 7.
El Standard ISO 14520, 1ª Edición (Agosto 2000), establece los siguientes factores
de seguridad:
• Combustibles Clase A y B : 30%
• Inertización: 10 %
*Ver apartado 6.3 de ISO 14520 Parte 1. Para cantidades adicionales de agente extintor. Min: +11%
Para concentraciones mínimas de diseño, mientras no se hayan desarrollado pruebas con los nuevos
protocolos de prueba, la concentración mínima de diseño para fuegos clase A será al menos el 90% de la
establecida como mínima para clase B.
NÚMERO DE GASES
HALOCARBONOS
TES INERTES
5 1.01 1.00
6 1.02 1.00
7 1.03 1.00
8 1.04 1.00
9 1.05 1.01
10 1.06 1.01
11 1.07 1.02
12 1.07 1.02
13 1.08 1.03
Riesgo 1
Riesgo 1
Diseño alternativo
para reducir a 4 el
número de tes Riesgo 2
No se requiere
agente adicional
W/V= (C/100-C)/S
donde:
W = cantidad de agente en Kg.
S = volumen específico del agente extintor en m3/Kg.
S= k1 + k2 t
donde:
t = temperatura mínima del recinto (ºC)
k1 y k2 son constantes de cada agente
V = volumen neto protegido
C = concentración de diseño
Los valores W/V se pueden encontrar en las tablas que se incluyen en las páginas
siguientes en función de dos entradas, concentración de diseño y temperatura del recinto.
Para el caso de del FE-13, la norma ISO 14520 requiere una cantidad adicional de agente
para compensar la parte de agente que queda en los cilindros después de la descarga
(mínimo 11%).
X /V= Sr /S ln(100/100-C)
donde:
X = volumen de gas inerte requerido a 21ºC en m3
V = volumen neto protegido
Sr = volumen específico del gas a la temperatura de los cilindros (21ºC)
S = volumen específico del gas a la temperatura del recinto (t ºC)
S=k1+k2t
Los valores X/V se pueden encontrar en las tablas que se incluyen en las páginas
siguientes, en función de dos entradas, concentración de diseño y temperatura del
recinto.
*De acuerdo con ISO 14520=10, Apartado 6.3. se precisan cantidades adicionales (min + 11%).
12000
11000
10000
HF Concentration (ppm)
9000
8000
7000
6000
5000
4000
3000
2000
1000
0
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18
3
Fire Size to Room Volume Ratio (kW/m )
NASA
Agent IMO Protocol (500 m 3) (1.2 m 3) (28 m 3) USCG (526 m 3) NRC (121 m 3)
Halon 1301 (5%) (3.7%) (5%) (5%)
NAF-SIII (12 %) Ansul (12 %) NAFGT (13.2%) (12%)
CEA-410 (7%) (6.2%) (6.2%) (6.0%)
CEA-308 (8.5%) (9%) (7.2%)
FM-200 (8.6%) K-F (8.6%) M/S-F (7.9%) (7.9%) (7.0%) (7.6%) (8.8%)
(8.6%) Chemetron
FE-13 (14.4%) (14.4%) (16%)
Además, se realizan al menos tres nuevas pruebas con nuevas configuraciones, en las que
la autoridad de aprobación fija los parámetros que juzga más oportunos. Todos los
ensayos deben resultar satisfactorios.
Pruebas de las boquillas de descarga
Uno de los requisitos de mayor importancia en un sistema de extinción por agentes
limpios, es lograr la distribución homogénea del gas en la concentración de diseño en el
tiempo máximo establecido. Por este motivo, el comportamiento de las boquillas de
descarga es de la mayor relevancia.
Durante las pruebas de aceptación de UL se ensayan las boquillas, de forma que a la
máxima altura para el que la boquilla es “listada”, se produzca la extinción de fuegos de
heptano, situados bajo la boquilla y a la mínima presión de trabajo de esta. También se
comprueba de igual forma, que para el área máxima de cobertura “listada” (típicamente
100 m2), colocando la boquilla en un “plenum” con la mínima altura “listada”,
(típicamente 0,5 m.) y de nuevo a la mínima presión de diseño.
HFC - 23 50 % >50%
HFC - 236ea 10 % 15 %
Para los gases inertes, la concentración máxima admisible para las personas se mide en
función del oxígeno residual después de la descarga del agente extintor:
• Una concentración de oxígeno residual del 12 % se asimila al NOAEL
• Una concentración de oxígeno residual del 10 % se asimila al LOAEL
• El protocolo PBPK no es aplicable a los gases inertes
IG - 01 43 % 52 %
IG - 541 43 % 52 %
IG - 55 43 % 52 %
Por el contrario, una alternativa factible, cuando no se pueden sellar la totalidad de las
fugas, puede consistir en incrementar la concentración inicial, disponiendo al mismo
tiempo que el equipo de climatización interior de la sala permanezca en funcionamiento,
para que se realice una mezcla continua de aire agente extintor. De esta forma se puede
conseguir el mantenimiento de un valor mínimo de concentración durante un tiempo
determinado.
Por tanto, cuando se va instalar un sistema de extinción por agentes limpios resulta
imprescindible garantizar la estanqueidad del recinto antes de la realización de la
instalación, y comprobar, de forma periódica (anualmente según NFPA) que la
estanqueidad se mantiene dentro de los límites admisibles.
Fig. 19. Tiempos de retención vs. Áreas de fugas
20
5% Halon 1301
8.7% FM-200
18 16.8% FE-13
11.7% FE-25
40.3% Inergen (IG-541)
16 54.6% Argon (IG-01)
Agent Retention Time (minutes)
12
10
0
0.0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5
2
Leakage Area (ft )
12
10
0
0.00 0.25 0.50 0.75 1.00 1.25 1.50 1.75 2.00
Enclosure Pressures
TM 2 2 3 3
8% FM-200 Discharge with 226 cm (35 in ) Leak in 85 m (3000 FT ) Enclosure
2.00
450 Cylinder Nozzle Total
Actuation Liquid Discharge 1.75
400 Run-Out
1.50
350
300 1.25
250 1.00
200 0.75
Pressure (iwc)
Pressure (Pa)
150
0.50
100
50 0.25
0 0.00
-50 -0.25
-100
-0.50
-150
-200 -0.75
-250 -1.00
-300 -1.25
-350
-1.50
15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30
Time (sec)
[Great Lakes Chemical Corporation, 1997]
Enclosure Pressure
2.0
1.8
Measured
Predicted
1.6
Enclosure Pressure (iwc)
1.4
1.2
1.0
0.8
0.6
0.4
0.2
0.0
0 10 20 30 40 50 60
Time (sec)
5.14. CONCLUSIONES
• EL PROYECTO
La selección, diseño, adquisición, instalación, pruebas y mantenimiento de los
sistemas de extinción mediante agentes limpios, no es un proceso simple. El
proyecto precisa de un cuidadoso planteamiento, estudio de los riesgos a
proteger, selección del adecuado agente extintor, equipos de extinción y
detección, análisis del recinto y de su ocupación y otros aspectos.
• LA CONCENTRACIÓN DE DISEÑO
La concentración de diseño de cada agente extintor debe ser calculada de
forma individualizada para cada proyecto, en consideración al tipo de
combustible y características del recinto y disposición de los objetos
protegidos, considerando los adecuados factores de seguridad y diseño.
• LA ESTANQUEIDAD DEL RECINTO
La estanqueidad del recinto es un requisito esencial para la eficacia de estos
sistemas. Se debe realizar siempre la prueba del “Door Fan Test”, tal como se
prescribe en todos los Códigos de diseño. Y se debe garantizar la
estanqueidad del recinto (puertas cerradas) durante la descarga y durante el
tiempo de retención.
• LA TOXICIDAD
Los sistemas de extinción por agentes limpios se utilizan principalmente en la
protección de objetos de alto valor, en recintos cerrados y normalmente
ocupados. La concentración de diseño del gas extintor debe ser superior al
valor mínimo que garantice de forma fiable la extinción, e inferior a los
niveles mínimos de concentración que resulten tóxicos para el personal. Esto
hace que en muchos casos las condiciones de aplicación sean excesivamente
críticas, y cualquier error en el diseño, o condiciones del entorno protegido
podrían comprometer la fiabilidad del sistema.
• LOS PRODUCTOS DE DESCOMPOSICIÓN TÉRMICA
Es importante limitar la producción de productos de descomposición térmica.
Por ello las normas requieren un tiempo máximo de descarga del agente
extintor. (10 segundos para los halocarbonos, 1 minuto para los gases inertes).
También se puede limitar la cantidad de productos de descomposición
térmica, incrementando las concentraciones de diseño.
• EL SISTEMA DE DETECCIÓN
Los sistemas de detección utilizados para el disparo de los sistemas de
extinción por agentes limpios deben garantizar la extinción cuando el
incendio se encuentra en sus inicios. Por consiguiente, y así se prescribe en
las normas de diseño mencionadas, es recomendable la utilización de sistemas
de detección precoz.
• APROBACIONES
Es esencial, la utilización de equipos aprobados y soportados por un programa
de cálculo asimismo aprobado.
• INGENIERÍA Y DISEÑO
La mayoría de estos sistemas protegen contenidos y actividades de alto valor.
Se suele confundir, la inocuidad que caracteriza las descargas accidentales de
estos sistemas, con la aparente simplicidad de su diseño. La selección, diseño,
suministro, instalación, mantenimiento y pruebas de estos sistemas se deben
llevar a cabo bajo el control de ingenieros de protección de incendios
especializados.
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Criterios de Selección de Sistemas de Protección Alternativos a los Halones
6.1. INTRODUCCIÓN
La necesaria retirada de los halones y búsqueda de sistemas de protección alternativos
se ha constituido en una de las causas de la utilización creciente de los sistemas de agua
nebulizada.
Los sistemas de protección por agua nebulizada, no son sistemas de gas sino sistemas de
protección por agua. Esta obviedad es conveniente recalcarla, porque la masiva
utilización de los sistemas de agua nebulizada, donde anteriormente se utilizaba halón,
hace que con frecuencia se sitúe a estos sistemas en el mismo conjunto de los gases
denominados agentes limpios, por parte de aquellos actores no demasiado expertos.
Como el resto de los sistemas por agua sus aplicaciones cubren el control, la supresión y
la extinción de incendios. Sin embargo y al contrario de los sistemas de agua
convencionales, utiliza agua limpia (potable) y en muy pequeñas proporciones. Esta
particularidad hace que los daños por agua sean mínimos o inexistentes, lo que ha
propiciado su idoneidad para su uso en la protección de aquellos riesgos
tradicionalmente protegidos por halón.
El agua, en términos generales, ha sido desde muy antiguo, el agente extintor por
excelencia. La eficacia extintora del agua se debe, principalmente, a su capacidad de
enfriamiento. Un gramo de agua
absorbe 1 caloría por cada gramo
y grado centígrado, en que
incrementa su temperatura. Y si el
calor absorbido es suficiente, se
evapora, cambia de estado, y al
evaporarse, cada gramo de agua,
que pasa de estado líquido a
vapor, absorbe 540 calorías, y
aumenta su volumen en 1.500
veces aproximadamente.
Desde los primeros años de
utilización del agua en forma
pulverizada, no pasó
desapercibido para los técnicos
pioneros de la protección de
incendios, el hecho de que a mejor
pulverización, esto es, a mayor
número de gotas para la misma
masa de agua, mayor superficie
puesta en juego, y mayor
capacidad de enfriamiento, y
consecuen-temente mejor
rendimiento extin-tor.
Sin embargo, hasta tiempos muy
recientes no se ha avanzado en las
técnicas de pulverización ultrafina
Enfriamiento
El agua nebulizada actúa extrayendo calor
de las llamas y gases calientes de
combustión, mediante la evaporación de
las pequeñas gotas de agua que se
introducen en la masa de llamas y gases
calientes. La temperatura de la llama decrece consecuentemente, hasta alcanzar, si
el ratio de aplicación de agua nebulizada es suficiente, el valor mínimo necesario
para el mantenimiento de la combustión (límite inferior adiabático), momento en
el que se produce la extinción.
La reducción de la temperatura de la llama, a su vez, reduce la energía radiante
recibida por el combustible, lo que resulta en una disminución del ratio de pirolisis
del combustible, es decir, de la aportación de volátiles a la combustión.
los gases combustibles. Este mecanismo actúa tanto en fuegos confinados como en
espacios abiertos.
Es importante destacar que este efecto de reducción de la concentración de
oxígeno se localiza en el seno y superficie de las llamas, y que por tanto es muy
diferente al mecanismo de reducción del oxígeno disponible, por el que actúan los
sistemas de CO2 y gases inertes. Mientras la atmósfera de un recinto en el que se
descarga agua nebulizada, no deja de ser respirable a causa de la descarga, la
descarga de CO2 en un recinto cerrado, hace irrespirable y posiblemente mortal la
atmósfera resultante.
Bloqueo de la radiación
La energía radiante de las
llamas en un fuego es el
principal mecanismo de
propagación, al generar o
incrementar la pirolisis de los
combustibles próximos al
fuego. La niebla descargada,
por sí misma, y el vapor
producido por su evaporación,
forman una eficaz pantalla que
atenúa o bloquea la radiación.
Caudal
La cantidad de agua descargada por la
boquilla pulverizadora en la unidad de
Angulo cónico
Este valor es de la mayor utilidad para el diseño de los sistemas de agua
pulverizada, pues en estos sistemas es imprescindible garantizar el mojado de las
superficies protegidas.
Existen boquillas de baja presión, listadas, de chorro sólido con ángulos cónicos
típicos de 90º y 120º y de descarga líneal.
Otras boquillas por el contrario, en especial las de alta presión, son en realidad
multitoberas con formas y ángulos muy
específicos de cada fabricante.
Velocidad de la descarga
La velocidad, con la que la gota es
impulsada desde la boquilla, es un
parámetro de la mayor importancia toda
vez que al tratarse de gotas de muy poca
masa su recorrido y penetración depende
de la magnitud velocidad.
Por otro lado, la masa de agua que abandona la boquilla genera a su alrededor, por
efecto Venturi, un área de depresión, efecto que genera la necesaria turbulencia
que ayuda al movimiento errático de las gotas en el volumen protegido.
Cantidad de movimiento
Más importante que la velocidad, lo es el producto de su masa por la velocidad, lo
que resulta en una magnitud vectorial denominada cantidad de movimiento, y que
define de forma más nítida la capacidad de penetración de las gotas a través de las
llamas y gases calientes. Este parámetro representa no solo el producto de la masa
y la velocidad de las gotas, sino también su dirección con respecto a la masa del
fuego.
MÉTODO DE OPERACIÓN
Según el método de operación los sistemas se clasifican en cuatro tipos diferentes:
• Sistemas de diluvio.
• Sistemas de tubería seca.
• Sistemas de preacción.
• Sistemas de tubería húmeda.
Sistemas de diluvio
Se utilizan boquillas abiertas distribuidas en el techo y paredes del recinto o
rodeando un objeto. Las tuberías permanecen secas hasta que la orden manual o
automática a una válvula de apertura, permite el paso del agua desde el sistema de
alimentación. Entonces el agua descarga simultáneamente a través de la totalidad
de las boquillas. Es el sistema que se utiliza en la protección de espacios de
maquinaria, recintos de turbinas y en aquellos riesgos donde se precisa llenar el
volumen protegido con niebla.
Sistemas de preacción
Un sistema de preacción es similar a uno de tubería seca, con sprinklers
automáticos cerrados en el que se utilizan válvulas cerradas y operadas
eléctricamente mediante un panel de control y un sistema de detección automática
de incendios. Cuando se detecta un incendio, se produce la apertura de la válvula,
permitiendo el paso de agua a la tubería, y convirtiéndose el sistema en uno de
tubería húmeda. El agua no obstante no se descarga hasta que se produce la
apertura de un sprinkler por efecto del calor. Se utiliza en aquellos riesgos donde
se quiere evitar al máximo una descarga accidental.
TIPOS DE APLICACIÓN
El Standard NFPA 750 define tres tipos de aplicación:
• Sistemas de aplicación local.
• Sistemas de inundación total.
• Sistemas de aplicación por zonas.
pulverizada o sprinklers convencionales, sin olvidar las presiones máximas a que pueda
operar el sistema. Pensemos que un equipo de baja presión, en el que se requiera una
presión mínima en boquilla de 12 bares puede requerir presiones en almacenamiento
superiores a 20 bares, y por tanto se deberán utilizar tuberías y accesorios acordes con
dichas presiones.
Por el contrario los sistemas de alta presión utilizan sistemas de abastecimiento, tuberías
y accesorios muy específicos.
Las bombas en estos sistemas, operadas por motor eléctrico o Diesel, son bombas de
desplazamiento positivo, es decir, de caudal constante, capaces de generar las altas
presiones requeridas. Debido a estas características y al elevado costo de los sistemas de
regulación automática de caudal-velocidad, se suelen montar baterías de bombas, que
suministran una fracción del caudal máximo previsto, y que van equipadas con válvulas
de alivio de presión, taradas a diferentes presiones, y su arranque se regula por
diferentes presostatos.
El diseño y supervisión de este tipo de bombas es muy delicado, ya que la curva de
demanda se consigue por el accionamiento de las válvulas de alivio, pudiéndonos
encontrar con demandas en que la regulación no sea posible con el tipo de construcción
elegido. Asimismo las características requeridas en cuanto a NPSH son también mucho
más críticas que las necesarias, cuando se utilizan bombas centrífugas.
Un tipo de bomba muy particular, que se utiliza con los sistemas de alta presión, con un
alto nivel de prestaciones, es la fabricada y patentada por Marioff, que es una bomba
alternativa accionada por nitrógeno o aire a presión, GPU (Gas Pump Unit), y cuyo
caudal se adapta automáticamente a la demanda.
Otros sistemas de abastecimiento consisten en baterías de botellas llenas de agua e
impulsadas por nitrógeno almacenado asimismo en botellas de alta presión.
Las tuberías y accesorios, válvulas, etc., utilizados en estos sistemas, precisan cumplir
con unas especificaciones muy exigentes, y su incumplimiento puede cuestionar
gravemente la fiabilidad de funcionamiento de los sistemas.
Las tuberías han de ser de acero inoxidable,
sin soldadura conformes a AISI 316/316 L,
según DIN 17458/DIN 2462, Tolerancias
D4/T3, 250 N/mm2, o con soldadura
conformes a AISI 316/316 L, según DIN
17457/DIN 2463, Tolerancias D4/T3,
limpiadas interiormente, y taponadas por
ambos extremos. Su curvado y cortado debe
hacerse siguiendo escrupulosamente las
instrucciones del fabricante. Las uniones y
tes, se deben emplear anillos progresivos y
accesorios en AISI 316, y utilizando siempre
máquina hidráulica (biconadora) y moldes
adecuados.
Todos los tramos de tubería deben ser
limpiados interiormente antes de proceder a
su montaje. Para ello, después de curvar,
cortar e instalar los accesorios en el tramo de
tubo correspondiente, se pasará por su interior un tapón flexible, que arrastre y limpie
los depósitos de suciedad. (Limpiadora “Jetcleaner” o similar).
No obstante, y al objeto de tener alguna medida que permita seguir avanzando en ese
camino, algunos investigadores han seleccionado algunos parámetros que permiten
relacionar la cantidad de de agua que se necesita para apagar un fuego de un tamaño
determinado.
El investigador R.Wighus, ha definido el SHAR (“spray heat absorption rate”) que
relaciona el ratio en el que el calor es absorbido por la evaporación de una determinada
masa de agua (Qw) en comparación con el calor que es liberado por el fuego (Qf)
SHAR= Qw/Qf
Para lograr la extinción de una llama de propano, el mismo investigador estableció que
solamente una fracción del calor desprendido de la llama (0,3), debía ser absorbida. Así
pues, podemos definir que el SHAR para la llama de propano es de 0,3.
Otro coeficiente es el establecido por P.Anderson, el REMP (“required extingushing
medium portion”), que es el cociente entre el ratio de aplicación de masa de agente
extintor requerido (m´c) al ratio de combustible consumido (m´g).
REMP=m´c/m´g
El parámetro REMP resulta similar al SHAR en cuanto que una determinada masa de
agua debe ser evaporada para extraer suficiente calor para extinguir la llama. Anderson
y su grupo de investigadores establecieron el valor del REMP, para la llama de propano
entre 1,2 y 2,2. Es decir que la masa de agua evaporada debe ser equivalente a una masa
de propano quemada multiplicada por 1,2 a 2,2. Esto equivale a una concentración de
agua suspendida en la unidad de volumen de 100 a 200 gr/m3.
Hay que tener en cuenta, que esas medidas se
realizaron en experimentos realizados en laboratorio, y
en condiciones óptimas de mezcla de la pulverización
con la llama de propano. Pero, asimismo resulta
curioso observar, que con una optimización máxima
en la aplicación del agua nebulizada se consiguen
eficacias, en términos de masa de agente extintor,
superiores a las del halón.
Se han desarrollado diversos modelos de supresión
basados en técnicas CFD (Computacional Fluid
Dynamics), y se empieza a tener un cierto
conocimiento empírico del problema. Es de esperar
que en un plazo más o menos corto, se puedan
disponer de estas herramientas de ingeniería, si no de
forma totalmente genérica, sí para los equipos de cada
fabricante en particular.
Pero después de todo, seguimos sin poder establecer una aproximación empírica,
excepto en algunas aplicaciones como es la de los sprinklers de agua nebulizada, donde
sí se aplican criterios de ingeniería similares a los de los rociadores automáticos.
Los sistemas de “water mist” se diseñan sobre criterios de “performance based” que
tienen que ser contrastados con ensayos a escala real y su correspondiente aprobación.
El documento de aprobación establece de forma inequívoca, los componentes y
parámetros del sistema: Espaciamiento, duración de la descarga, layout, y otros
aspectos.
o a) Espacios de Maquinaria.
o b) Acomodaciones.
o c) Acomodaciones > 12 m2.
o d) Espacios públicos.
o e) Areas residenciales.
o f) Riesgo Ligero.
o g) Riesgo Ordinario Grupos I y II.
o h) Ensayos de boquillas.
• VDS.- VDS 2498 Guía para protección de Conductos de cables.
6.10. OTRAS APLICACIONES
Tal como se ha expuesto anteriormente se han desarrollado e instalado otras
aplicaciones basadas en el método de aceptación mediante ensayo “ad hoc” entre el
usuario, fabricante y una “tercera parte”.
Entre las más destacadas podemos citar:
• Protección de trenes.
• Protección de túneles.
• Protección de riesgos en explotaciones Metropolitanas.
• Protección de buques y submarinos militares.
• Protección de hangares.
• Centros de proceso de datos.
• Transformadores.
• Archivos y Bibliotecas.
6.11. CONCLUSIONES
• Los sistemas de agua nebulizada constituyen uno de los mejores y más
prometedores medios de extinción de incendios disponibles en la actualidad. Se
diseñan, según la aplicación, para extinción de incendios, supresión de incendios
o control de incendios.
• Su versatilidad y grado de fiabilidad es muy amplia, pudiendo ser utilizados para
la protección de riesgos muy diferentes, con ventaja sobre otros sistemas de
extinción convencionales.
• Los sistemas de agua nebulizada son tolerantes ante la falta de estanqueidad de
los recintos cuando se utilizan por el método de inundación total, y se pueden
utilizar sin estanqueidad mediante sistemas de aplicación local o zonal.
• Los sistemas de agua nebulizada están autorizados para su utilización en “áreas
normalmente ocupadas”.
6.12. REFERENCIAS
• Handbook of Fire Protection Engineering. SFPE y NFPA. 3ª Edición 2001.
• Fire Protection Handbook. NFPA. 19ª Edición. 2003-06-02.
• Standard on Water Mist Fire Protection Systems. NFPA 750. Edición 2003.
• Pipe Design Handbook for Use with Special Hazards Fire Suppression Systems.
Fire Suppression Systems Association. USA.
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Criterios de Selección de Sistemas de Protección Alternativos a los Halones
Los generadores de aerosol que utilizan como base el Potasio (K) reaccionan durante la
combustión con los radicales libres de hidroxilos inestables, formando hidróxido de
potasio (KOH) que es un compuesto muy estable.
Llegados a este punto las reacciones en cadena se interrumpen y la llama se apaga.
También se le atribuye una acción física, los generadores de aerosol basados en metales
alcalinos como el Potasio (K) presentan los potenciales de ionización mas reducidos,
por lo que con un aporte mínimo de energía es posible eliminar los electrones de sus
átomos respectivos, la energía la aporta la llama.
De esta forma la energía contenida en la llama se reduce en función del potencial de
ionización que se halla presente.
aerosol (de 0,5 micras a 5 micras de diámetro) absorbe la energía radiante que hay en el
ambiente. Esta combinación de acciones de apagado, caracteriza su eficacia con
relación a otros productos.
Su poder de extinción con relación a su peso es superior a la del Halón 1301 y superior
a los polvos químicos secos. Ningún agente extintor comercializado hasta la fecha
consigue estas eficacias de extinción.
Existen sistemas de generadores de aerosol con material refrigerante y sin él, pero al
tratarse de sistemas que se generan por combustión, la utilización de generadores sin
refrigerante no es recomendable.
Los componentes utilizados para la materia refrigerante son quizás en estos momentos
“la clave” de los aerosoles puesto que algunos de ellos producen temperaturas muy
elevadas.
Aún tratándose de una tecnología muy nueva, ya existen en la actualidad unos 10
fabricantes de estos sistemas y su concentración de diseño (masa de aerosol que se
precisa) para el apagado, varía desde 20 gr./m3 a 120 gr./m3.
Existen en el mercado generadores con y sin refrigerante, y de diferentes cargas y
composiciones extintoras.
Los aerosoles constituyen una nueva tecnología cuya aplicación parece limitada a
entornos de volumen limitado, normalmente no ocupados, y cuyo contenido no sea
especialmente sensible.
En el marco europeo y norteamericano no existe ningún Standard de aplicación, ni
aplicaciones normalizadas aprobadas.
A pesar de ello, y dentro del marco de la “cultura del halón” y de su sustitución, se han
realizado “sustituciones” de sistemas de halón por generadores de aerosol, que incluyen
la protección de recintos de gran volumen con cientos de estos generadores, e incluso la
protección de centros de proceso y telecomunicación (?).
Otra aplicación de la que hemos tenido conocimiento, es la protección del interior de
cuadros eléctricos y electrónicos, con consecuencias funestas para los equipos en
disparos accidentales, a causa del calor desprendido por el generador.
Su mayor atractivo sin duda, es su bajo coste y su facilidad de instalación.
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Criterios de Selección de Sistemas de Protección Alternativos a los Halones