Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
net/publication/263353310
CITATIONS READS
0 4,061
1 author:
Jaime González-Velasco
Universidad Autónoma de Madrid
362 PUBLICATIONS 1,536 CITATIONS
SEE PROFILE
All content following this page was uploaded by Jaime González-Velasco on 30 October 2014.
jaime.gonzalez@uam.es
Índice
Métodos Experimentales en
Electroquímica
Volumen 3
Primera parte
Capítulo 1
16
Capítulo 2
244
250
253
Segunda parte
Capítulo 3
Métodos galvanostáticos y coulostáticos
aplicados al estudio de reacciones de
transferencia de carga
378
Capítulo 4
Aplicación de los métodos del escalón
de corriente, de inversión de corriente
y de corriente programada al estudio de
reacciones químicas asociadas a etapas
de transferencia de carga
457
Bibliografía
544
Series
547
Revistas
547
Índice alfabético
560
1. Métodos de convección forzada. Métodos hidrodinámicos
Los métodos de convección forzada se utilizan con el fin de incrementar la velocidad del
transporte de materia en el seno del electrolito en experimentos electroquímicos. Entre los
métodos de convección forzada se incluyen, desde la agitación del electrolito haciendo
burbujear una corriente de gas inerte en su interior, como nitrógeno o helio, a un agitador
magnético, o, de forma más eficiente, mover a un electrodo en el seno de la disolución. Los
electrodos que suelen utilizarse en este tipo de experimentos pueden ser discos rotatorios, hilos
rotatorios, electrodos de chorro de mercurio, electrodos rotatorios de mercurio, o electrodos
vibratorios. En otros casos el incremento en la velocidad de transporte de materia se logra
forzando a que un flujo de disolución pase junto a un electrodo estacionario. Los electrodos
estacionarios que se utilizan en estos métodos pueden ser cónicos, tubulares, de pantalla o
electrodos de lecho fluidizado en corrientes de fluido, o electrodos burbujeantes. El propio
electrodo de gotas de mercurio utilizado en polarografía se caracteriza porque el transporte de
materia se lleva a cabo por un mecanismo de difusión-convección.
A los métodos experimentales de estudio de sistemas electroquímicos que hacen uso del
transporte de materia convectivo se les suele denominar métodos hidrodinámicos.
En los métodos hidrodinámicos se alcanza rápidamente el estado estacionario, en el que no
interfiere en la medida la corriente de carga de la doble capa. Por otra parte, cuando se diseña el
experimento de tal manera que el circuito equivalente solo está formado por una resistencia
faradáica en serie con una resistencia al transporte de materia, la contribución de esta última
puede minimizarse incrementando la velocidad de transporte por medio de la convección
forzada y, de este modo, conseguir que prácticamente toda la sobretensión sea faradáica o de
transferencia de carga.
La variable tiempo también desempeña un papel en los experimentos en los que se emplean
métodos hidrodinámicos. El tiempo se introduce en las ecuaciones descriptivas de los registros
resultantes de los experimentos a través de la velocidad de rotación del electrodo, o de la
velocidad de desplazamiento del electrolito a través de un electrodo tubular. Para controlar el
fluir de líquidos en la industria se utilizan métodos hidrodinámicos y lo mismo se emplea en
reactores usados en electrosíntesis.
Desde el punto de vista experimental, la elaboración de electrodos para métodos
hidrodinámicos que funcionen bajo condiciones hidrodinámicas reproducibles presenta más
dificultades que las que se encuentran al hacer uso de los electrodos estacionarios. También los
tratamientos teóricos son complejos y, a menudo solo es posible obtener soluciones numéricas
para las ecuaciones descriptivas del método. Antes de resolver el problema electroquímico es
preciso abordar la resolución del problema hidrodinámico, el cual rara vez conduce a la
obtención de soluciones exactas. Por medio de la Hidrodinámica se trata de determinar los
perfiles de velocidad para el flujo de disolución como función de la velocidad de rotación del
electrodo y de la viscosidad y densidad de la disolución. El electrodo rotatorio de disco es el
dispositivo más comúnmente utilizado, no solo porque la configuración del dispositivo es
relativamente simple a la hora de planear los experimentos, sino también porque la descripción
teórica del proceso hidrodinámico da lugar a soluciones satisfactorias y útiles.
Donde representa el valor del espesor de la capa de difusión de Nernst, que es una
función de la velocidad de flujo, , la cual, a su vez, en un electrodo rotatorio, es una función de
la velocidad de rotación, de la viscosidad de la disolución y de las dimensiones del electrodo.
Para encontrar el valor de , es preciso resolver la ecuación de difusión convectiva, para lo
cual, a su vez, hay que conocer los perfiles de velocidad, , como función de las coordenadas
del sistema, de la velocidad de rotación, de la viscosidad, etc.
La ecuación de difusión convectiva, se obtiene a partir de la ecuación general para el flujo
de una especie j, la cuál puede ser escrita del siguiente modo:
Donde el primer término del segundo miembro representa el flujo de transporte de la especie
j por difusión, el segundo término el flujo de transporte migratorio (el cual se puede expresar
también como , dado que la movilidad, uj, de la especie j en el electrolito se define
mediante la siguiente ecuación:
Cuando se trata de disoluciones en las que la especie iónica j presenta una concentración
despreciable frente la concentración de los iones del electrolito inerte, entonces el número de
transporte de j tiende a cero, tj 0. Dado que:
Por otra parte, el significado de puede ser encontrado viendo cuanto vale la
componente según x de la divergencia, la cuál vendría dada por la siguiente expresión:
Además la componente del vector flujo según el eje x puede ser escrita recordando que el
flujo de una especie j se define como el número de moles de dicha especie que atraviesan la
unidad de superficie en dirección perpendicular a su movimiento, por unidad de tiempo. En
consecuencia, se puede escribir:
A la cual podría haberse llegado aplicando el teorema de Gauss, según el cual se cumple que
la integral de volumen de la divergencia del vector flujo es igual a la integral extendida a todo el
volumen de la derivada parcial de la concentración de la especie j con respecto al tiempo. Por lo
tanto, se puede escribir:
O bien:
Figura 1.1. Coordenadas cilíndricas y componentes del vector velocidad en un determinado punto, en el
caso del electrodo rotatorio de disco.
1.2. El electrodo rotatorio de disco (ERD)
Y valores menores a medida que aumenta el radio de la tubería. Dado que el flujo de agua a
través de las tuberías de conducción de agua es siempre más rápido que el calculado, se puede
concluir que el flujo de agua a través de tuberías se produce casi siempre en régimen turbulento.
Sin embargo, cuando se considera el flujo de agua a través de un capilar de radio r = 0.2 cm, se
obtiene el siguiente valor para la velocidad de flujo: vc = (2 103 102 cm2 s1)/0.2 cm = 102
cm s1, es decir, una velocidad que rara vez se alcanzaría en un capilar. Por lo tanto, se puede
afirmar que el flujo de agua o de disoluciones, a través de capilares suficientemente estrechos se
verifica casi siempre en régimen laminar.
Cuando se considera un disco rotatorio, la velocidad característica es la velocidad lineal de
un punto situado en el perímetro circular del mismo, la cual viene dada por la siguiente
expresión: vc = r, donde = 2 r ( r = frecuencia o velocidad de rotación en revoluciones por
segundo, rps = 1 Hertz) es la velocidad angular expresada en radianes s1. En este caso la
longitud característica es el radio del disco, y el valor de = 1 105. Por consiguiente, la
condición que tiene que cumplirse para que exista flujo laminar de líquido hacia el disco es la
siguiente:
Si se trabaja, por ejemplo, con un electrodo rotatorio de disco de radio r = 0.2 cm, se tendría
el siguiente valor para la velocidad angular crítica, a partir del cual se pasaría de régimen
laminar a régimen turbulento:
La cual corresponde a una frecuencia de rotación que se calcula del siguiente modo:
Los números de Reynolds críticos representan, en general, los valores límites para flujo
laminar sobre superficies idealmente pulidas. Esto significa que en sistemas reales, en los que la
superficie presenta siempre un cierto grado de rugosidad, el número de Reynolds crítico
presentaría un valor más bajo. En un dispositivo rotatorio para trabajos experimentales las
velocidades de rotación máximas que suelen alcanzarse son del orden de 150 rps, por lo que,
pese a la posible rugosidad de su superficie, se puede asegurar que siempre se trabaja en
régimen laminar. El límite mínimo para la velocidad de rotación viene determinado por la
condición de que la densidad de corriente límite que se obtiene haciendo uso del dispositivo
rotatorio debe ser elevada en comparación con la corriente que se registraría a partir de una
disolución no agitada, debido a la convección natural. En casos prácticos la corriente límite por
convección natural resulta despreciable frente a la obtenida bajo rotación del electrodo cuando
la frecuencia de rotación alcanza un valor r 7 rps, aunque se puede llegar a valores del orden
de 1.5 rps si se trabaja en ausencia de vibraciones en el laboratorio.
Sin embargo, cuando las dimensiones del disco son muy diferentes a las de los electrodos
rotatorios de disco (ERD) en laboratorios de investigación (con radios del orden de décimas de
cm), las velocidades de rotación límite entre flujo laminar y turbulento pueden ser muy
diferentes. Así, en el caso de que se trate de utilizar el ERD en aplicaciones industriales, en que
pueden emplearse electrodos de un área del orden de 0.1 m2 = 103 cm2, para llegar al valor del
número de Reynolds, , en el borde de dicho disco bastaría con alcanzar velocidades de
rotación del orden de 0.5 rps = 30 rpm (revoluciones por minuto). En consecuencia, para
velocidades de rotación prácticas en procesos industriales, normalmente se tendría flujo
turbulento y, por lo tanto, el transporte de materia hacia distintas áreas de la superficie del
electrodo puede resultar no uniforme. Esto quiere decir que el electrodo rotatorio de disco sería
aplicable en aquellos procesos electroquímicos en los que no se exigiese un transporte uniforme,
para llegar a un resultado eficaz.
Por el contrario, cuando se hace uso de microelectrodos rotatorios, la velocidad de rotación
límite viene determinada por la condición de que el espesor de la capa de difusión ha de ser
pequeño en comparación con el radio del electrodo. Esta limitación comienza a no cumplirse
para r 0.025 cm, aunque puede considerarse que un electrodo rotatorio de disco que tenga un
radio con r ≲ 0.2 cm puede dar lugar a resultados no aprovechables.
Bajo condiciones de flujo laminar es posible resolver rigurosamente las ecuaciones
hidrodinámicas. Para ello hay que establecer un modelo para el sistema y escribir las ecuaciones
en el sistema de coordenadas que mejor se adapte a la geometría del mismo. Además, hay que
establecer las condiciones de contorno necesarias para llevar a cabo la integración de las
ecuaciones diferenciales, las cuales, en muchos casos, solo admiten soluciones numéricas. Bajo
condiciones de flujo laminar se alcanza un transporte estacionario, por lo que es preciso
determinar el perfil de velocidades en estado estacionario, en cuyo caso se puede hacer:
Dada la configuración cilíndrica del electrodo rotatorio de disco, las coordenadas más
adecuadas para escribir las ecuaciones hidrodinámicas, son las cilíndricas, en las que la
Ecuación 1.13 se expresa del siguiente modo:
Y que:
Por otra parte, como se demostrará algo más adelante, vy no depende de r en la coordenada y
= 0. Introduciendo estas condiciones en la Ecuación 1.20, la ecuación para el flujo difusivo-
convectivo unidimensional en coordenadas cilíndricas se simplifica para dar la siguiente
expresión:
La resolución de esta ecuación diferencial para la difusión convectiva debe conducir a los
perfiles de concentración cj (x, y, z) y, a partir de estos se pueden deducir los valores de la
corriente después de obtener de los gradientes de concentración en x = 0. Para abordar el
problema de encontrar una solución para la Ecuación 1.21 es preciso conocer los valores de v y,
es decir, hay que determinar los perfiles de velocidad como función de las coordenadas, de la
viscosidad, etc., en flujo laminar.
Para encontrar los perfiles de velocidad se parte de la suposición de que el fluido es
incompresible (es decir, un fluido en el que se cumple que la densidad es constante en cualquier
punto del espacio y en cualquier instante de tiempo). Para obtener una descripción completa del
flujo de un líquido incompresible es preciso conocer la velocidad y la presión en cada punto.
El vector velocidad tiene tres componentes espaciales y depende del tiempo. Para determinar los
valores de las cuatro incógnitas, las tres componentes espaciales de la velocidad y la presión, se
necesita un sistema de cuatro ecuaciones que describan el flujo de un elemento arbitrario del
fluido. Estas cuatro ecuaciones son la ecuación de continuidad (la cual es una expresión
matemática de la ley de conservación de la materia para un fluido en movimiento), y las
componentes de la ley de Navier-Stokes a lo largo de cada una de las tres coordenadas
espaciales. La ley de Navier-Stokes es una expresión de la primera ley de Newton, ley de la
conservación del momento, para un fluido, y se puede expresar así: El producto de la masa de
una unidad de volumen de un líquido por la derivada de la velocidad es igual a la suma de
todas las fuerzas que actúan sobre esa unidad de volumen. Dichas fuerzas son: externas, como
la gravitacional o la magnética, además de la fuerza debida a la presión y las fuerzas de fricción
internas.
La ecuación de movimiento de la unidad de volumen de un líquido incompresible (ecuación
de Navier-Stokes) se puede representar por medio de la siguiente expresión:
Por simetría axial, el flujo no puede depender explícitamente de , por lo que todas las
derivadas con respecto a esta coordenada desaparecen.
Se supone, además, que vy es independiente de la coordenada r.
Dado que el fluido es incompresible y que la lámina de referencia es horizontal, la presión p
solo es función de la distancia, y, a la superficie del disco, de acuerdo con la ley fundamental de
la hidrostática.
Se consideran velocidades angulares suficientemente elevadas como para generar una
convección forzada de cuantía suficientemente grande, de tal manera que la convección natural,
resultante de la acción de la gravedad sobre zonas del fluido de diferente concentración (y, por
lo tanto, de diferente densidad), pueda ser considerada despreciable. Esta condición equivale a
hacer en la ecuación de Navier-Stokes.
Considerando estas premisas, las tres componentes de la ecuación de Navier-Stokes pueden
ser escritas del siguiente modo:
Donde:
Pues, como se ha dicho, según el principio fundamental de la hidrostática, la presión en el
seno del fluido solo varía con la distancia, y, a la superficie del disco.
Las condiciones de contorno para la integración del sistema de ecuaciones diferenciales que
se acaba de escribir pueden establecerse considerando que en la proximidad del disco el fluido
adquiere movimiento en las direcciones radial y tangencial, debido a que es lanzado, por
fricción con el sólido, horizontalmente, sin deslizamiento en y = 0. Este flujo horizontal desde el
centro hacia los bordes del disco, crea un “vacío”, que absorbe al fluido hacia el disco, creando
un flujo axial desde el interior del electrolito hacia el disco, que es constante a distancias
suficientemente elevadas del electrodo, ya que, cuando y (donde y es la distancia al disco),
las componentes de la velocidad a lo largo de los ejes r y , vr y v , tienden a cero (ya que, a
grandes distancias del electrodo, el momento creado por las fuerzas de fricción, que es el
responsable de crear estas componentes, tiende a cero). De acuerdo con esta discusión, las
condiciones de contorno para la integración de las Ecuaciones 1.25 a 1.28 son las siguientes:
Con esta variable von Karman estableció los siguientes valores para las componentes de la
velocidad a lo largo de cada una de las coordenadas espaciales:
Que es la sustitución que se ha llevado a cabo para obtener la Ecuación 1.39, es decir:
Para integrar este conjunto de ecuaciones von Karman recurrió a un método integral
aproximado, mientras que Cochrane, teniendo en cuenta que estas ecuaciones no son lineales,
consideró conveniente resolverlas numéricamente. Inicialmente, Cochrane resolvió estas
ecuaciones mediante el uso de expansiones en serie para pequeños valores de y para grandes
valores de . Los coeficientes de los términos de las series fueron ajustados hasta que se obtuvo
concordancia entre las dos series, para valores intermedios de la variable .
Utilizando el sistema de ecuaciones 1.43 y las condiciones límites para se llega a una
expansión asintótica de las funciones F, G y H para zonas alejadas de la superficie del disco.
Como las componentes radial y acimutal de la velocidad se extinguen al aumentar la
distancia al disco, las expansiones se dan en forma de potencias de exp (-C), donde C es una
constante. Así pues, los primeros términos de estas series son los siguientes:
Puede observarse que en límite y , equivalente a , se cumple:
En las proximidades de la superficie del disco se cumple que y 0 y, por lo tanto 0),
por lo que las funciones incógnita pueden ser representadas por una serie de potencias. Las
series que satisfacen las ecuaciones diferenciales originales, así como las condiciones de
contorno en = 0 son del tipo siguiente:
De acuerdo con estas funciones, los valores de las componentes radial, acimutal y axial de la
velocidad serían las siguientes:
Y:
Las constantes A, B, C, a0, y b0 tienen que ser elegidas de tal modo que las soluciones se
transformen continuamente una en otra. Para conseguirlo basta con que las funciones F, G, H,
F´y G´ satisfagan las condiciones de continuidad. Cochrane comenzó suponiendo que a0 = 0.54,
b0 = - 0.5, es decir, los valores obtenidos por von Karman utilizando métodos aproximados de
capa límite e integró numéricamente las Ecuaciones 1.46 a 1.48 y 1.51 a 1.53 por tanteo,
cambiando los valores de a0 y de b0, hasta que encontró que estas condiciones se satisfacen para
los siguientes valores de las constantes:
Figura 1.3. Variación como función de de las componentes radial, acimutal y axial de la velocidad.
Puede observarse que, para 3.6, las componentes radial y acimutal son prácticamente nulas, mientras
que la componente axial alcanza un valor máximo, que permanece constante a mayores valores de . Esto
indica que a partir de = 3.6 el líquido se encuentra tan alejado del electrodo que las interacciones de
fricción no actúan y, por lo tanto, las componentes vr y v de la velocidad pueden considerarse nulas. Por
esa razón en ese punto la componente axial de la velocidad alcanza su valor máximo, que resulta ser igual
a 0.88447 ( )1/2.
Con estos valores Cochrane pudo tabular los valores de F, G y H como función de y
representarlos gráficamente tal como se muestra en la Figura 1.3. La figura pone de manifiesto
que la componente radial de la velocidad es nula en = 0 ( lo que se corresponde con y = 0, es
decir, con la coordenada correspondiente al punto en que se encuentra la superficie del disco), y
prácticamente nula a partir de 3.6, presentando un máximo en 0.9. La componente
acimutal, G (), alcanza su valor máximo en la superficie del electrodo, donde la lámina de
líquido adyacente a la superficie del disco permanece adherida a la misma, que le transmite toda
su velocidad de rotación, y decrece rápidamente a medida que aumenta la distancia al disco.
Puede observarse que, para 3.6, las componentes radial y acimutal son prácticamente nulas,
mientras que la componente axial alcanza un valor máximo, que permanece constante a mayores
valores de . Esto indica que, a partir de = 3.6, el líquido se encuentra tan alejado del electrodo
que las interacciones de fricción no actúan y, por lo tanto, las componentes vr y v de la
velocidad pueden considerarse nulas. Por esa razón, la componente axial de la velocidad alcanza
su valor máximo, que resulta ser igual a 0.88447 ( )1/2.
Se puede considerar que el intervalo de distancias al disco dentro del cual v r y v muestran
valores mensurables, lo que indicaría que el disco rotatorio estaría transfiriendo momento a las
capas de líquido situadas junto a él, se encuentra entre 0 ≲ 3.6. A este intervalo de distancias
se le suele denominar espesor de la capa límite hidrodinámica, o espesor de la capa límite de
Prandtl y se le designa con Pr. También se le denomina espesor de la capa límite de transmisión
de momento, que es el espesor de la capa de líquido que es absorbida por el disco rotatorio y
participa en la rotación. El factor numérico es arbitrario, de tal modo que Riddiford, por
ejemplo, considera el factor 2.8. Si se acepta el valor 3.6 como más representativo, se puede
escribir que la el espesor de la capa límite de transmisión de momento de Prandtl viene dado por
la siguiente expresión:
Esta ecuación indica que el espesor de la capa límite hidrodinámica, Pr, es independiente de
la distancia al eje de rotación (coordenada radial) y crece al disminuir la velocidad angular con
que se mueve el disco. Hay que tener en cuenta que el valor de Pr dado por la expresión
anterior, resulta de una solución aproximada de las ecuaciones hidrodinámicas.
Figura 1.4. Representación gráfica de las líneas de corriente espirales que se crean dentro del espesor de
la capa límite hidrodinámica de Prandtl, como consecuencia de la transmisión de momento desde el disco
rotatorio al líquido. Se muestran las componentes de la velocidad y su variación con y, que es la distancia
al disco en dirección vertical.
Análisis más precisos del problema ponen de manifiesto que el espesor de la capa límite
hidrodinámica es una función del valor del número de Reynolds, el cual, en el caso del sistema
formado por el electrodo rotatorio de disco, viene dado por la siguiente expresión: ( e = r2/ ).
Según este análisis, Pr, adquiere un valor constante para valores de e ≳ 102. Para adquirir una
idea sobre los valores que puede alcanzar el espesor de la capa límite de Prandtl, se pueden
hacer cálculos para cuatro frecuencias de rotación diferentes: r = 1 Hz, 10 Hz, 100 Hz y 1000
Hz, recordando que el agua y las disoluciones acuosas diluidas, a T = 25 ºC presentan una
viscosidad cinemática, 102 cm2s1. Para r = 1 Hz, = 2 r = 6.28 s1, y Pr = 3.6 (102
cm2s1/6.28 s1)1/2 = 0.14 cm, y 0.045 cm, 0.014 cm y 4.5 103 cm para los demás casos.
Hay que insistir en que los resultados se han obtenido para un disco de extensión infinita. En
un caso práctico, habría que tener en cuenta los efectos de borde, aunque es preciso decir que
los mismos solo llegan a ser significativos cuando el radio del electrodo es del mismo orden de
magnitud que el espesor de la capa de difusión de Nernst. En el caso de electrodos prácticos, se
cumple que r >> N, por lo que los efectos de borde son despreciables. Sin embargo, cuando se
trabaja con microelectrodos rotatorios de disco, esta condición no se cumple y los efectos de
borde pueden ser muy elevados.
Haciendo un análisis de la distribución de velocidades de la Figura 1.3, es fácil darse cuenta
de que la imagen física del flujo de líquido que resulta como consecuencia de la rotación de un
disco en el interior de un líquido viscoso es análoga a la del flujo de aire a que da lugar un
ventilador. Más allá del espesor de la capa límite hidrodinámica el líquido fluye hacia la
superficie del líquido con una velocidad constante e igual a -0.88447 ( )1/2 y la velocidad de
este flujo es independiente de la distancia al eje de rotación. En las proximidades de la
superficie del disco, dentro del espesor de la capa límite hidrodinámica, el líquido se frena y es
lanzado hacia el exterior del disco. Para valores de comprendidos dentro del intervalo 0
0.2, lo que viene a representar una distancia a la superficie del disco aproximadamente igual al
espesor de la capa de difusión de Nernst (N 0.05 Pr), la velocidad de desplazamiento de la
disolución hacia la superficie del líquido es despreciable frente al valor de las otras dos
componentes, lo que justifica la suposición de Nernst de considerar una capa adherida al
electrodo, en reposo, a través de la cual se produce el transporte de materia por difusión. Las
líneas de corriente que se crean dentro de la capa límite tienen forma de espirales logarítmicas,
como se muestra en la Figura 1.4. En esta figura se muestran también las componentes de la
velocidad radial, acimutal y axial, que ya se representaron en la Figura 1.3.
En la Figura 1.5 se muestra como se genera una capa límite hidrodinámica al deslizarse un
flujo de fluido sobre un plano. A la izquierda puede verse la distribución de velocidades no
influida aún por la presencia del plano. A medida que aumenta la distancia de desplazamiento
sobre el plano se van frenando diversas capas de líquido, formándose una capa límite
hidrodinámica de Prandtl de espesor igual a:
Se puede llevar a cabo una comparación entre los espesores de la capa límite hidrodinámica
de Prandtl y el espesor de la capa de difusión de Nernst. Si se cumple que la relación
(adimensional) entre el coeficiente de difusión y la viscosidad cinemática es menor que la
unidad [(D/ ) < 1], la relación entre N y Pr es la siguiente:
Figura 1.5. Distribución de velocidades que se genera como consecuencia de la interacción de una
corriente con un plano y formación de una capa límite hidrodinámica.
Puede observarse que, para valores típicos: 102 cm2 s1 y D = 105 cm2 s1, el espesor de
la capa de difusión de Nernst se relaciona con el espesor de la capa límite hidrodinámica de
Prandtl mediante la siguiente expresión aproximada: N 0.1 Pr. Es decir, la capa de difusión
viene a tener un espesor que es la décima parte del de la capa límite de Prandtl.
Figura 1.6. Representación gráfica de la variación con la distancia a la superficie del disco de la
concentración y de la velocidad según el eje y (distancia al electrodo) normalizadas a su valor máximo.
Se representan también los espesores de las capas de difusión de Nernst, N, y de la capa límite
hidrodinámica de Prandtl, Pr.
En la Figura 1.6 se puede observar que el perfil de concentraciones se extiende a través de
una distancia que es alrededor de la décima parte de la distancia a través del que se extiende el
perfil de velocidades de flujo del líquido hacia el disco en rotación.
Dado que las ecuaciones hidrodinámicas han sido resueltas bajo la suposición de que el
disco tenía dimensiones infinitas, lo que es equivalente a despreciar los efectos de borde en el
caso de un disco de dimensiones finitas, merece la pena calcular en que intervalo de velocidades
de rotación puede considerarse válida la aproximación, es decir, para que intervalo de
velocidades angulares los efectos de borde (y los efectos de las paredes de la célula de trabajo
sobre el flujo hidrodinámico) serían despreciables frente al flujo de líquido hacia el disco.
Partiendo del hecho de que los electrodos rotatorios de disco que suelen utilizarse en estudios
experimentales tienen radios comprendidos entre 0.5 y 1 cm, la velocidad de rotación tiene que
alcanzar un valor que haga que se cumpla la condición Pr << r, que es la condición que hace
compatibles las soluciones del problema teórico con la situación práctica real.
Admitiendo como aceptable un error del 1%, se puede escribir la condición anterior del
siguiente modo: Pr 0.01 r. Partiendo de la Ecuación 1.58 se puede escribir esta desigualdad
del siguiente modo:
≲ ≲
≲ ≲
O bien:
≲ ≲
Figura 1.7. Representación esquemática de un electrodo rotatorio de disco de radio r situado a una
distancia R del eje de rotación.
Estas son las ecuaciones cuyas representaciones gráficas se muestran en la Figura 1.3. De
las tres velocidades que aparecen en ellas, las que determinan el comportamiento del electrodo
rotatorio de disco son vr y vy, en las proximidades del electrodo. Para y 0 se cumple que
0 y con este valor para , despreciar los términos en 3 y 4 frente a y 2 supone cometer errores
menores que el error experimental. En consecuencia, se puede escribir:
Donde el signo menos indica que el flujo de líquido se produce desde valores de y más
elevados a más bajos, es decir, hacia el electrodo.
La velocidad límite o máxima en la dirección y se obtiene a partir de los valores tabulados
de vy y también a partir de la Figura 1.3 (como en ella se indica), pues, para valores de > 3.6,
se llega al siguiente valor:
Separando variables e integrando ambos miembros entre los límites X = X0, para y = 0 y X
= X, para y = y, se obtiene:
.
Por otra parte, una propiedad de la función es que se cumple que:
(n + 1) = n (n)
Es decir, que:
Recordando que la ecuación para la corriente viene dada por la siguiente expresión y
sustituyendo en ella el valor que se acaba de deducir, se obtiene:
Donde la condición cO = 0 en y = 0, indica que se está ante una corriente límite catódica, IL,c.
En el caso de que el potencial aplicado no fuera suficientemente negativo, la corriente en la
ecuación anterior sería proporcional a [cO0 – cO(y=0, t)] y, por lo tanto, la expresión que se
hubiera deducido habría sido la siguiente:
Solucionando esta expresión del mismo modo que el caso anterior se llega a la siguiente
ecuación para la corriente a cualquier potencial:
De acuerdo con esta expresión, denominada ecuación de Levich, la corriente catódica límite
de transferencia de materia en un electrodo rotatorio de disco es proporcional a la concentración
inicial de sustancia electroactiva y a la raíz cuadrada de la velocidad angular, . Esta
proporcionalidad con la concentración de la corriente ha permitido aplicar al electrodo rotatorio
de disco al análisis cuantitativo.
También se ha utilizado con frecuencia la ecuación de Levich con el fin de estimar valores
de coeficientes de difusión.
Aplicando un barrido de potenciales en dirección catódica y registrando la corriente como
función del potencial para diferentes velocidades de rotación, se obtienen las curvas que se
muestran en la Figura 1.8.(a).
A partir de un potencial suficientemente negativo, se cumple la condición de corriente
límite, la cual aumenta de valor proporcionalmente a 1/2, como puede verse en la Figura
1.8.(b), en la que se muestran las corrientes límites como función de 1/2. Puede observarse que
la representación gráfica que aparece en la Figura 1.8.(b) conduce a una línea recta que pasa por
el origen, para un proceso reversible. La pendiente de esta recta vale
y, en consecuencia su valor se puede utilizar con el fin de hacer una estimación de cualquiera de
los cinco parámetros, n, F, A, DO ó cO0, siempre que se conozca el valor de los otros cuatro.
Se puede definir la denominada constante de Levich, que desempeña un papel en el caso del
ERD similar al que desempeña la constante de corriente de difusión o la función corriente en
voltametría o la constante de tiempo de transición en cronopotenciometría. Esta constante se
define mediante la siguiente expresión:
Comparando esta expresión con la Ecuación 1.91 se pueden deducir las siguientes
ecuaciones para el coeficiente de transferencia de materia, mO, y para el espesor de la capa de
difusión para O, O:
Y:
Figura 1.8.(a). Registros corriente-potencial que resultan de la aplicación de un barrido catódico de
potencial a un electrodo rotatorio de disco sobre el que se estudia una reacción de reducción reversible de
O a R. (b) Representación gráfica de las corrientes límites de transporte frente a 1/2.
Esta es la expresión del espesor de la capa de difusión de Nernst para la especie O, donde
se expresa en radianes s1. Si la frecuencia de rotación se expresa en revoluciones por minuto,
entonces se obtiene:
Si se utilizan los valores más típicos para el coeficiente de difusión y para la viscosidad
cinemática del agua pura o de disoluciones acuosas diluidas, es decir, un valor de D = 105 cm2
s1 y de = 102 cm2 s1 se puede calcular que N = 5 102 cm, para una velocidad de rotación
de 100 rpm y 5 104 cm, si la frecuencia de rotación r = 104 rpm. Cuando se agita una
disolución se pueden alcanzar valores de N del orden de 0.01 a 0.02 cm.
Figura 1.9. (a).Movimiento de la disolución hacia la superficie del electrodo rotatorio de disco inducido
por el efecto de succión generado por el vacío que se crea en el centro del disco debido a que la
disolución, al interaccionar con el disco por fricción, es lanzada hacia los bordes del disco, como puede
verse en la parte (b) de la figura.