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MIS PALABRAS ME SALVAN.

La mujer de jericó salvó su vida y la de los suyos gracias a una simple obediencia; Colgar
una cordón de grana por la ventana de su casa.
La proclamación de la palabra por nuestra boca tiene el mismo efecto que tuvo el colgar ese
cordón de grana para esa mujer. Fue lo que la mantuvo a salvo. Ella mantuvo a la vista la
señal de pacto que había con el pueblo de Israel.
Dios espera de nosotros lo mismo. El espera, esta vez no en una ventana sino que en
nuestra boca, Nosotros dejamos salir sus palabras que son un pacto más seguro que el que
tuvo esa mujer.
La Biblia muestra una analogía de la relación que tiene el esposo con su esposa en el libro
de Cantar de Cantares.
En ese libro en un momento, el autor habla de los halagos que el esposo hace a la esposa.
En esos halagos el esposo halaga mucho de la esposa, pero en un momento el dice: Tu
hablar es hermoso, en tus labios hay hilos de grana.
Jesús espera de su iglesia que ella tenga en su boca hilos de grana, palabras de pacto. sus
palabras. Sus promesas.
Cuando la catástrofe se aproxima, yo debo pararme firme y contra todo diagnóstico debo
sacar a “luz”, a la vista de todo el mundo espiritual, lo único que el dejo para que podamos
descansar: Sus palabras.

Tus labios como hilo de grana, Y tu habla hermosa. Cantares 4:3 (RVR1960)

Y les dijo: Marchaos al monte, para que los que fueron tras vosotros no os encuentren; y estad
escondidos allí tres días, hasta que los que os siguen hayan vuelto; y después os iréis por vuestro
camino. Y ellos le dijeron: Nosotros quedaremos libres de este juramento con que nos has
juramentado. He aquí, cuando nosotros entremos en la tierra, tú atarás este cordón de grana a
la ventana por la cual nos descolgaste; y reunirás en tu casa a tu padre y a tu madre, a tus
hermanos y a toda la familia de tu padre. Cualquiera que saliere fuera de las puertas de tu casa,
su sangre será sobre su cabeza, y nosotros sin culpa. Mas cualquiera que se estuviere en casa
contigo, su sangre será sobre nuestra cabeza, si mano le tocare. Y si tú denunciares este nuestro
asunto, nosotros quedaremos libres de este tu juramento con que nos has juramentado. Ella
respondió: Sea así como habéis dicho. Luego los despidió, y se fueron; y ella ató el cordón de
grana a la ventana.
Josué 2:16-21

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