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EL DUELO DE LA RUPTURA Y COMO

LO PODEMOS AFRONTAR

YANETH OSORIO
DEISY CARRILLO
LUISA RIBEROS
JULIAN TULCÁN
MIGUEL BENAVIDES

25/10/2021

METODOLOGÍA DE LA
INVESTIGACIÓN/PS2-N

JUAN JOSÉ GÓMEZ ACOSTA
HIPÓTESIS

Todos recordamos haber tenido rupturas cuando éramos más jóvenes y

estábamos bien, ¿verdad? Pero si usted es el adolescente y/o que

actualmente está pasando por uno, rara vez se siente trivial. Las emociones

de los adolescentes y jóvenes pueden ser bastante intensas y la mayoría de

ellos no tienen mucha experiencia en lidiar con este tipo de cosas, por lo

que pasar por una ruptura puede ser bastante difícil o incluso aterrador, con

este proyecto de investigación analizamos los elementos clave de estas

experiencias afectivas y desarrolla pautas educativas para los procesos

afectivos de las y los adolescentes y/o jóvenes.

JUSTIFICACIÓN

En este proyecto de investigación miramos que las rupturas románticas

(desamor) entre los adolescentes y jóvenes es el inmenso grado de tristeza

y ansiedad que sufre estas personas ante la ruptura de una relación

amorosa, que se manifiesta a través del llanto incesante y algunos síntomas

depresivos como falta de apetito, pérdida de peso, desmotivación y

aislamiento, cambios en el patrón de sueño e incapacidad para disfrutar de

las cosas que le parecieron placenteras.

Con este proyecto queremos desarrollar pautas educativas para los

adolescentes y jóvenes a superar este momento de ansiedad y tristeza, y a


que desarrollen amor propio para superar estas problemáticas que los

afectan emocionalmente.

CONCLUSIONES

Como la mayoría de los temas que afectan a los adultos, hay miles de

estudios que abordan las secuelas psicológicas extremas del divorcio y la

separación. Las consecuencias de la disolución de una relación adulta

pueden ser generalizadas y graves, especialmente cuando se trata de niños.

Al igual que con los adultos, no todas las rupturas entre los jóvenes y

adolescentes son difíciles, pero cuando lo son, pueden ser igualmente

devastadoras. A menudo son más devastadores, porque hay mucha menos

preocupación y menos apoyos diseñados para ayudar a los adolescentes a

recuperar su salud mental.

No sabemos si los jóvenes desarrollan patrones de adaptación que mejoran

o empeoran después de una ruptura. Pero seguimos a los jóvenes (de 15 a

25 años) que les habían roto el corazón recientemente. Vimos una mayor

frecuencia de pensamientos intrusivos sobre la ruptura una mayor angustia

con el tiempo, incluso después de tener en cuenta las características de la

relación, como quién inició la ruptura y el paso del tiempo desde la ruptura.

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Sin embargo, lo que interesa aquí es que los niveles más altos de reflexión

deliberada sobre cómo las cosas salieron mal y qué se haría de manera

diferente se relacionaron con un crecimiento positivo.

Entonces, es cierto, no todas las rupturas son malas; algunos adolescentes

y/o jóvenes se quedan en un lugar mejor después, ya que crecieron con esta

experiencia y los va a ayudar en el futuro cuando estén pasando por esos

momentos del desamor.

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