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Aldair Anrubio Cruz.

Valle-Inclán y el esperpento.

Ramón de Valle-Inclán fue un dramaturgo, poeta y novelista de origen español Aunque se


le ha catalogado dentro de la corriente del modernismo español desarrolló una corriente
estética reconocible a la que se le llamó el “esperpento”.

Este tipo de expresión es reconocible precisamente porque pone en evidencia los


defectos y cualidades más desagradables de los seres humanos y con ello se pretende hacer
una denuncia de los vicios y defectos bajo los cuales vivía la sociedad española de aquel
momento, como la desigualdad social o la ignorancia.

La mejor manera a través de la cual Valle-Inclán logra representar el aspecto más


sórdido de los seres humanos consiste en exagerar al máximo cada uno de los defectos de
los personajes en sus obras.

Así por ejemplo en la obra Divinas palabras nos encontramos con un matrimonio
que decide cuidar a un huérfano que es familiar suyo y está descrito como un ser deforme,
con una cabeza enorme, que ni siquiera puede levantarse y mucho menos valerse por sí
mismo, y este matrimonio acepta cuidarlo no por ser pariente suyo o por sentir piedad hacia
él, sino que lo único que buscan es aprovecharse de su condición para obtener limosnas de
la gente y llevarse un buen dinero.

Otro ejemplo de cómo se representa el lado más inhumano es cuando Valle-Inclán


muestra aspectos que podrían considerarse tabúes, como el incesto, con padres acosando e
intentando abusar de sus hijas quienes no tienen la oportunidad de escapar de ellos y deben
vivir contantemente con temor.

La muerte es también un aspecto presente en la obra de Valle-Inclán, volviendo a la


obra Divinas palabras, asistimos a un drama en el cual los personajes cargan con un
cadáver hasta que finalmente se pueden deshacer de él cuando descubren que no les servirá
para más.

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