Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La situación pedagógica:
Aún sin entrar en detalle, podemos afirmar que es muy alta la cantidad de estudiantes que
fueron promovidos con asignaturas “en proceso”. En algunos casos con todas o la mayoría de las
asignaturas en esa situación. En términos generales podemos afirmar que la situación se agrava
conforme vamos analizando los cursos en forma descendente; así, por ejemplo, la situación de los
alumnos de segundo año es peor que la de quinto año. Por lo dicho podemos establecer como
punto de partida que al interior de cada curso hay situaciones muy disímiles en cuanto a la
cantidad de asignaturas en proceso; pero además, la situación es diferente para cada alumno en
una misma asignatura, por cuanto hay un abanico que va de los estudiantes que no lograron
ningún objetivo a los casos de estudiantes que quedaron al filo de la acreditación adeudando muy
poco. Si las diversidades expuestas de por sí constituyen un escenario complejo para el abordaje
de la situación, debemos agregar la dificultad para trabajar durante 2020 de aquellos estudiantes
con carencias en el acceso a las TIC y también, las particularidades de cada sujeto respecto de sus
propias capacidades para llevar adelante las tareas con autonomía.
Esta es la escena con la que nos encontramos en este, también particular, inicio de ciclo
lectivo 2021. Una escena que cualquiera que la mire a primera vista invita a pensar en un
entramado caótico en el que los objetos y protagonistas de esta escena no encuentran un punto
de partida para empezar a desarrollarla. Sentimos que las herramientas que adquirimos en
nuestras formaciones y en nuestra trayectoria profesional no nos prepararon para esta realidad
que se nos impone inexorablemente. Sin embargo es a partir de esas herramientas que vamos a
empezar a transitar esta escena inusitada; pero a esas herramienta le vamos a tener que acoplar
algo que muchos de nosotros hacemos en nuestra tarea y en lo que en general no reflexionamos.
Ese algo es la “invención”. Vamos a tener que inventar en un sentido muy amplio de la palabra.
Inventar nuevas herramientas, intentar transitar por caminos inexplorados, atrevernos a poner en
duda nuestros propios aprendizajes y verdades con la frescura y, por qué no, la desfachatez de una
juventud de la que es necesario que recuperemos su vocación por la aventura. La jornada EMI del
1
17 de marzo trabajamos pensando en torno de esta escena. Algunas de las propuestas que
surgieron dan cuenta de que entre nosotros, dentro de este colectivo docente que conformamos
el Normal 11, está presente esa capacidad de inventar. Han propuesto, por ejemplo, “poder
evaluar el conocimiento de los saberes propios del año anterior y los del presente con actividades
puntuales en las clases diarias y en las evaluaciones, pero sin que sea algo formulado
explícitamente para evitar la resistencia y hasta el rechazo de quienes lograron aprobar los
contenidos en el ciclo anterior”. Esa propuesta tiene una gran riqueza, pero nos detendremos en
dos cosas: por un lado desmitifica la evaluación como un momento dramático, por otro lado
rescata los conocimientos previos como necesarios para el aprendizaje aún de aquellos que
acreditaron. Es sólo un ejemplo de los recursos que somos capaces de desplegar para transitar lo
que viene. No hay fórmulas mágicas ni habrá un método único. La complejidad de la que venimos
dando cuenta amerita que exploremos caminos sin atarnos a estructuras rígidas.
Nuestra propuesta:
Teniendo en cuenta el diagnóstico precedente, elaboramos la propuesta que sigue a
continuación, la cual no es única para ni para todas las asignaturas ni para todos los estudiantes.
La propuesta resume una serie de estrategias posibles que cada área y cada docente
implementará y comunicará a su coordinación que, a su vez, lo comunicará al DOE. Los aspectos
formales y administrativos serán comunes a todos, los dispositivos didácticos se decidirán para
cada situación.
2
En cuanto a los aspectos formales y administrativos
Las consideraciones de este apartado serán comunes para todas las áreas y modalidades,
independientemente del dispositivo didáctico que se implemente.
Se confeccionarán planillas que tendrán carácter de actas volantes para cada asignatura
de cada curso de 2020 en el que figurarán los datos de los alumnos en cuyo informe final de ese
ciclo lectivo se los calificó “en proceso”. En la fila/renglón de cada alumno habrá un campo para
consignar si acreditó la asignatura, un campo para consignar fecha y un campo para firma y
aclaración del docente. Cuando un alumno acredite la asignatura se consignará en la planilla
correspondiente. La acreditación será responsabilidad del docente que estuvo a cargo de la
materia en 2020 o de quien lo reemplace, independientemente del dispositivo didáctico que se
implemente para la recuperación de los objetivos no logrados de cada asignatura. Será ese
docente quien complete la planilla/acta volante. Las planillas referidas estarán bajo resguardo de
la jefatura de preceptores.
Teniendo en cuenta que no todos los estudiantes adeudan la misma cantidad de objetivos
en cada materia, se establecerán fechas de corte para la acreditación de objetivos por parte de los
alumnos. Estas fechas de corte pretenden facilitar la organización del trabajo a docentes y
alumnos. Se establecerán en principio dos fechas de corte para la primera mitad del ciclo lectivo y
posiblemente, en caso de ser necesario, una o dos fechas más para la segunda parte. Las fechas de
corte funcionarán de manera tal que en todas ellas los alumnos “en proceso” deberán acreditar
alo menos algún objetivo. Así, por ejemplo, quien deba pocos objetivos como podrían ser los de un
trimestre, los deberá cumplimentar en la primera fecha establecida, o sea el 15 de mayo. Quien
adeude más objetivos o toda la materia podrá repartir la acreditación en las diferentes fechas de
corte que se establezcan. Los contenidos a recuperar de cada asignatura y objetivos a lograr por
parte de los alumnos en cada fecha serán establecidos por cada docente o cada área de acuerdo
con las particularidades de las mismas. En principio se establecerá el 15 de mayo como primer
fecha de corte con lo cual se informará a los estudiantes que el primer plazo para la entrega de
trabajos adeudados o cumplimentación de objetivos según la modalidad de trabajo de cada
asignatura será el 15 de mayo. La segunda fecha que proponemos es es primer viernes posterior al
receso invernal.
3
que han hecho los docentes que participaron en la última jornada EMI y que se intentan reflejar en
este proyecto. Esos aportes devienen en propuestas que permiten repensar la enseñanza en todas
sus facetas, incluida y especialmente en lo referido a la evaluación de los aprendizajes.
● En las asignaturas en las cuales hay una correlatividad de contenidos que requieren ser
incorporados para poder avanzar al ciclo siguiente, tal puede ser el caso de matemática,
los contenidos faltantes podrían ser abordados por el docente del siguiente curso en la
medida en que los mismos sean necesarios para avanzar con el presente curso.
● Tanto en el caso anterior como también en otras asignaturas la evaluación podría llevarse
adelante por fuera de los clásicos dispositivos de las pruebas escritas puntuales sobre un
tema. En palabras de un grupo de docentes que participó en la EMI “poder evaluar el
conocimiento de los saberes propios del año anterior y los del presente con actividades
puntuales en las clases diarias y en las evaluaciones, pero sin que sea algo formulado
explícitamente para evitar la resistencia y hasta el rechazo de quienes lograron aprobar los
contenidos en el ciclo anterior”.
● En el departamento de Educación se propuso acordar ejes que permitan un análisis
multidisciplinarios para los estudiantes que tengan más de una materia específica. En este
caso la modalidad de trabajo podría ser la realización de un proyecto o la participación en
talleres temáticos. Esta forma de trabajo puede ser adoptada, si se quiere, por otras áreas
o grupo de asignaturas.
● En las asignaturas que no tienen continuidad de contenidos, tal los casos de Economía o
Psicología, por ejemplo, el trabajo de recuperación será realizado por los propios
profesores de la materia si dispusieran de horarios extra-clase o si así lo acordaran. En
caso de no disponer de horas que no sean frente a curso, el o la docente de la asignatura
deberá facilitar a su coordinadora de área los contenidos y objetivos adeudados, las
actividades, los recursos necesarios y los criterios de evaluación a fin de que se pueda
designar a otro docente para que tome a su cargo la tarea.
● Otra posibilidad es la cumplimentación de trabajos prácticos no realizados o mal resueltos
en el ciclo 2020 y/o la posibilidad de realizar trabajos integradores
Las posibilidades son variadas y la enumeración precedente no las agota e incluso puede
haber combinaciones. Pero cualquiera sea la variante elegida, en todos los casos se deberán
cumplimentar las siguientes pautas:
4
Evaluación
El proyecto se evaluará durante su desarrollo a través de comunicaciones entre
coordinadores, vicedirección y DOE. Esa evaluación en proceso atenderá especialmente a
considerar la incorporación de todos los alumnos “en proceso” al trabajo. Por otra parte, luego de
cada fecha de corte se hará evaluación cualitativa y cuantitativa a partir de resultados. En ambos
casos se irán elaborando conclusiones que permitan realizar los ajustes necesarios.