Queremos contarte algo de nuestra historia, el cómo llegamos a ser la primera biblioteca
infantil de la ciudad y después de 38 años aún seguimos vigentes.
La biblioteca pública Antonio José Escobar se encuentra ubicada en el barrio chapinero de la comuna 8 en Santiago de Cali, contigua a la Institución Educativa Alberto Carvajal Borrero sede Cacique de Guatavita. El 3 de febrero de 1980 se fundó el comité pro biblioteca conformado por vecinos y profesores del sector, liderado por la profesora Amalia Sánchez de la escuela Cacique de Guatavita acompañada de sus hijas, la idea era crear la biblioteca comunitaria en un salón que se había construido para un comedor estudiantil, el cual hasta esa fecha nunca se concluyó para dicho fin, quedando este espacio vacío sin uso. Fue así como el comité materializó su idea. En el año 1982 logrando recolectar juegos y libros donados por editoriales, siendo el señor Antonio José Escobar tipógrafo de la ciudad de Cali el mayor aportante de textos literarios para la biblioteca, podría decirse que gran parte de la colección bibliografía de ese momento había sido donada por él, quien generalmente realizaba este tipo de acciones en pro de la lectura y la cultura, acto por el cual el comité pro biblioteca decide, en conmemoración y agradecimiento denominarla “BIBLIOTECA INFANTIL ANTONIO JOSE ESCOBAR”. El 15 de julio de 1981 se realiza la petición al director de la Secretaría de Educación doctor Francisco Antonio Tafur de incluir el espacio como biblioteca popular, solicitud que fue aprobada el 27 de agosto de 1982 y es así que fue entregada a la Secretaría de Educación de Cali cambiando su nombre a “BIBLIOTECA INFANTIL Y POPULAR ANTONIO JOSE ESCOBAR”. Durante los años 1983 a 1985 la biblioteca fue atendida por personal provisional designado de la Secretaría de Educación, incluso en el año 1985 la biblioteca se ve beneficiada con la creación de la Secretaría de Cultura quien asigna una persona apta para su atención y compromiso de liderar dicho espacio; en el año 1989 llega a ser parte de la RED DE BIBLIOTECAS PÚBLICAS DE CALI, la más grande de Colombia. En el año 2013 la biblioteca por su gran labor con la comunidad es seleccionada como beneficiaria del programa nacional Vive Digital del Ministerio de las TIC, en donde además de recibir adecuaciones importantes en infraestructura es dotada con más de 15 equipos de cómputo, conectividad a internet y ampliación en su equipo de trabajo. Para el año 2016 la biblioteca fue ganadora de la Convocatoria para el desarrollo de servicios innovadores con el uso de las TIC en bibliotecas públicas por parte del Ministerio de Cultura y la Biblioteca Nacional de Colombia por su propuesta en el marco del proceso de paz, donde se realizaron conversatorios, proyecciones, charlas y diálogos relacionados con el conflicto armado contando con participantes víctimas del conflicto y ponentes especialistas en el tema; adicional a esto durante los años siguientes surge la necesidad y el ingenio de sostener esta capacidad bibliotecaria de innovación. Este tipo de trabajo y reconocimiento no hubiesen sido posibles sino gracias a que los bibliotecarios somos como panaderos de la masa esponjosa, algo viscosa, como la levadura hacemos crecer el conocimiento, con palabras que elevan nuestro entendimiento y a la reflexión. Pero aun así sin perder nuestra posición de convertir una pequeña biblioteca pública en mucho más que un espacio físico siendo el encuentro de saberes, el reconocimiento de la cultura, la casa de la expresión y la creación, donde la comunidad encuentra su libro, los niños y niñas su cuento, los adolescentes un espacio de escucha, los jóvenes se expresan y el adulto mayor transmite sus saberes. De esta manera fue creciendo en atención, cobertura y calidad de servicios., no se limita a abrir sus puertas 8 horas diarias para la lectura en sala, el préstamo y el acceso a los ordenadores que dispone; si no que, como ya se ha mencionado, se realizan múltiples actividades para acercarse a sus lectores, siendo nosotros los bibliotecarios los ojos que leen los territorios, los oídos que escuchan las anécdotas de los usuarios, la piel que siente las necesidades de la comunidad, la voz que da vida a los textos , los ojos que reconocen las potencialidades para que en conjunto la biblioteca sea el corazón de la comunidad, como agentes de transformación social que promueven el desarrollo ciudadano.