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La importancia de la Ética y los valores, como profesional de Administración de

Empresas

Karol Daniela Pérez Beltrán


1215067

Legislación Comercial
Administración de Empresas
Universidad Francisco de Paula Santander

Cúcuta, Norte de Santander


2021
“La moral es la ciencia que enseña, no como hemos de ser felices, sino como
hemos de llegar a ser dignos de la felicidad” – Immanuel Kant. Me basaré en esta
fase como tesis para realizar el desarrollo del ensayo, sin embargo, para hablar de
la importancia de la ética y la moral en la vida profesional de un administrador de
empresas debemos contextualizar la temática del ensayo, en donde encontramos
que existen tres tipos de valores éticos del administrador los cuales son de tipo
social, organizacional y económicos; los valores sociales son los de mayor
importancia ya que contribuyen al bienestar de la comunidad, a través de calidad
del producto y o servicio para satisfacer adecuadamente las necesidades de la
sociedad, las cuales son: el mejoramiento de la situación socioeconómica de la
población, cumplimiento de obligaciones fiscales que permiten sostener al
gobierno, promoción del desarrollo a través de fuentes de trabajo, incrementar y
preservar las riquezas naturales y cultuales de la sociedad.

Por otra parte, los valores organizacionales tienen como finalidad mejorar la
organización de los recursos que cuenta el grupo social, impulsar la innovación,
investigación y desarrollo tecnológico, optimizar la coordinación e recursos,
maximizar la eficiencia en métodos, sistemas, procedimientos y proporcionar
servicios y productos, para finalizar con la contextualización, encontramos los
valores económicos se orientan a la obtención de beneficios económicos, generar
riqueza para la sociedad y los accionistas, máxima obtención de utilidades,
manejo adecuado de recursos financieros, desarrollo económico del grupo social y
promueven la inversión.

La administración de empresas se rige por una serie de valores que proporcionan


el sustento ético que permite orientar la conducta del administrador durante su
ejercicio, la observancia de estos valores influye directamente en el bienestar de la
sociedad, de hecho, todas las organizaciones deben de poseer un código de ética
y una filosofía organizacional que oriente todas sus acciones, y es justo por eso
que estoy de acuerdo con la formación académica basada en una buena
formación de valores, ya que como lo decía anteriormente, debemos ser dignos de
nuestra felicidad, de nuestros triunfos en la vida, como dice un refrán, “la plata
fácil, el viento se la lleva” y no hay nada más gratificante que ser reconocido por
ser una persona honesta y de buena fe.

Es muy bien sabido que por más que lo queramos combatir existe la
deshonestidad en las empresas y algunos de estos actos se pueden ver reflejados
como: mentiras, falseamiento de datos, ocultamiento de información, desvío de
recursos, robo hormiga. A pesar de que existen medidas preventivas para
combatir esta deshonestidad como lo son investigar a los candidatos durante el
reclutamiento, establecer mecanismos para contrastar datos, comunicar con
claridad la importancia de la honestidad; también existen medidas correctivas
como conseguir pruebas de las conductas deshonestas, reunir información de
contexto, confrontar al trabajador, imponer consecuencias de acuerdo con la
gravedad y encontrar la raíz de los actos deshonestos. Todas estas acciones se
podrían evitar con una buena formación en valores, debemos tener en cuenta que
los valores de inculcan en casa, sin embargo, las universidades deberían
confrontar esta problemática moral desde la raíz e inculcar la ética desde el primer
semestre académico, para que así los estudiantes se fortalezcan en ese gran
aspecto de la vida e ingresen al mercado laboral siendo profesionales de calidad.

El código de ética tiene un objetivo primordial, que declara: procurarle una


herramienta al egresado que lo oriente y guíe durante sus funciones como
Administrador, recordándole cuál es su origen y función dentro de la sociedad, y
que su honor será solo el reflejo de su lealtad hacia éste código; por lo tanto, será
fuente de fortaleza moral al momento de tomar las decisiones que hacen a un
hombre de negocios, un ser humano íntegro y respetable.

Toda la organización de una empresa que cuente con un profesional ético será
exitosa, porque un administrador ético, es líder y ejemplo a seguir por todos. Por
esto, si el profesional es ético, toda la cultura empresarial cambia para bien. En
otras palabras, una buena actuación ética es simultáneamente una buena
actuación profesional. La ética descubre en los hombres algo de más valor que la
simple actuación. Por tanto, el comportamiento del profesional de la administración
de empresas basado en valores, beneficia a toda la sociedad, a la empresa y a la
economía en la cual se encuentra insertada la empresa.

“Los negocios también son un arte ya que en ellos se mezcla la estética y la ética.
Los negocios sin ética no son útiles” – Alejandro Jodorowsky. Si bien es cierto que
en la en el ámbito profesional de un administrador de empresas se puede
presentar un muy alto riesgo de corrupción, ya sea representado por lavado de
activos, desviación de recursos, evasión fiscal; está en nuestras propias manos
cambiar esto, porque somos nosotros como futuros profesionales los que le
podemos poner fin a tanta corrupción que hay en el país y debemos empezar por
nosotros mismos.

En conclusión, a pesar de que la ética y la moral sean temas que naturalmente se


inculcan en el hogar, las universidades deberían fortalecer, capacitar y formar
profesionales capaces de razonar y ser fieles a su posición ética; como decía
Immanuel Kant al inicio de este ensayo, debemos sentirnos dignos de nuestros
logros, sentirnos orgullosos de que nuestra felicidad es producto de nuestro
sacrificio, debemos amar nuestra profesión y liderar cambios sociales donde cada
vez encontremos menos corrupción y actos admirables por el buen desempeño de
los profesionales.

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