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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUE LA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR


UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS
ESCUELA DE DERECHO
DERECHO PUBLICO II

El Régimen Jurídico Administrativo. Ley del Ejercicio


de la Administración Pública y Actuación de los
funcionarios públicos.

Profesor: Dr. David Zambrano

Elaborado por:

Deyerlyn S. Contreras A. C.I.: 30.197.840

Secc. 01

San Joaquín de Turmero, Octubre del 2021


INTRODUCCIÓN

La actividad administrativa es toda actividad desarrollada por los


órganos competentes de la Administración Pública o con autorización de la
misma, de carácter sub legal, realizada en ejecución de las funciones del
Estado para el cumplimiento de sus cometidos, y de cuyas consecuencias o
efectos responden tanto los funcionarios como las personas jurídicas
estatales a las cuales representan.

El derecho público puede variar enormemente de acuerdo a la nación


que rige, pero en líneas generales se rige por dos principios rectores, que se
encuentran en La Constitución de 1999, el principio de la supremacía
constitucional y de la aplicación directa de la Constitución.

De allí se desprenden, el principio de la formación del derecho por


grados y de la jerarquía de los actos estatales; el principio de legalidad; el
principio de la distribución vertical del poder público, el principio de la
separación orgánica de poderes; el principio del ejercicio inter orgánico de
las funciones del Estado; el principio del carácter inter funcional de los actos
estatales; el principio del carácter inter orgánico de la Administración Pública;
el principio del condicionamiento de los fines del Estado, como Estado
democrático y social de derecho y de justicia, el principio de la
responsabilidad del Estado y de los funcionarios públicos; el principio de la
universalidad del control judicial de los actos estatales.

Los actos administrativos, regula la función administrativa y


gubernativa, regula los servicios públicos, condiciones predominantes en la
organización de las empresas del Estado, regula las normas de los
procedimientos administrativos y del contencioso administrativo.
RÉGIMEN JURÍDICO ADMINISTRATIVO

Ahora bien, esta actividad administrativa, como hemos dicho,


desarrollada por los órganos competentes de la Administración Pública o con
autorización de la misma, de carácter sublegal, realizada en ejecución de las
funciones del Estado para el cumplimiento de sus cometidos, y de cuyas
consecuencias o efectos responden tanto los funcionarios como las personas
jurídicas estatales a las cuales representan, constituye uno de los objetos
fundamentales del derecho administrativo. El régimen jurídico de la misma,
se refiere, por tanto, a la Administración Pública como complejo orgánico; a
la competencia de sus órganos; al ejercicio de la función administrativa; a los
cometidos estatales y a la responsabilidad de los funcionarios y del Estado.
Sin embargo, no debe dejar de señalarse que no todo el derecho que regula
a los órganos de la Administración Pública o a las actividades
administrativas, es derecho administrativo.

En el mundo del derecho no existen sujetos de derecho o actividades


respecto de los cuales pueda decirse que exclusivamente se rigen por una
sola rama del derecho. Así como no se puede decir que las sociedades
anónimas sean sujetos de derecho que sólo se regulan por el Código de
Comercio, pues también están sometidas al Código Civil, al Código Penal y a
todas las leyes de derecho administrativo que por ejemplo regulan diversos
sectores de la economía (bancos, seguros, etc.); en igual sentido, los
órganos de la Administración Pública, además de estar sometidos al derecho
administrativo, también están sometidos al derecho civil y al derecho
mercantil, por ejemplo.

A los sujetos órganos de la Administración Pública, por tanto, si bien


regidos por el derecho administrativo, sin embargo, en una forma u otra
siempre se les inter aplica de manera variable, tanto un régimen de derecho
público como de derecho privado. El derecho administrativo, por supuesto,
tiene siempre una preponderancia en este régimen, pero el mismo no
comprende la totalidad de las normas que se aplican a los órganos de la
Administración Pública del Estado ni a la actividad administrativa del mismo.
El derecho administrativo no pierde su autonomía cuando a la Administración
Pública y a la actividad administrativa se le aplican normas de derecho
privado, ni los órganos del Estado dejan de serlo, cuando para determinadas
actuaciones deban regirse además de por el derecho público, por normas del
derecho privado; así mismo, los particulares y en general, las personas
jurídicas no estatales, no dejan de serlo cuando en ciertas de sus su
actividades cotidianas se encuentras sometidos al derecho administrativo,
incluso en algunos casos con preponderancia del derecho civil.

De acuerdo con el artículo 141 de la Constitución, la Administración


Pública se fundamenta en "los principios de honestidad, participación,
celeridad, eficacia, eficiencia, transparencia, rendición de cuentas y
responsabilidad en el ejercicio de la función pública, con sometimiento pleno
a la ley y al derecho"; lo que reitera el artículo 3º de la Ley Orgánica de la
Administración Pública, sustituyendo, sin embargo, la expresión ciudadanos
por “particulares” y agregando que en su actuación, la Administración Pública
debe dar preferencia a la atención de los requerimientos de la población y a
la satisfacción de sus necesidades (art. 5).

Por su parte, el artículo 3 de la Ley Orgánica señala que el “principal


objetivo” de la organización y funcionamiento de la Administración Pública es
dar eficacia a los principios, valores y normas consagrados en la Constitución
y, en especial, conforme se indica en el artículo 19 de la Constitución,
“garantizar a todas las personas, conforme al principio de progresividad y sin
discriminación alguna, el goce y ejercicio irrenunciable, indivisible e
interdependiente de los derechos humanos”.

La Administración Pública, agrega el artículo 5 de la Ley Orgánica


debe asegurar a los particulares la efectividad de sus derechos cuando se
relacionen con ella; además, debe tener entre sus objetivos, la continua
mejora de los procedimientos, servicios y prestaciones públicas, de acuerdo
con las políticas fijadas y teniendo en cuenta los recursos disponibles,
determinando al respecto las prestaciones que proporcionan los servicios de
la Administración Pública, sus contenidos y los correspondientes estándares
de calidad.

Estos mismos principios los repite el artículo 12 de la LOAP al precisar


que la actividad de la Administración Pública se desarrollará con base a los
principios antes mencionados.

En efecto, en el orden constitucional y legal interno venezolano, el


Estado no es un sujeto de derecho; a pesar de que la misma Constitución
utilice con gran frecuencia la palabra “Estado” para establecer, por ejemplo,
obligaciones prestacionales concretas a cargo de los entes públicos en
relación con los administrados. Dispone así la Constitución, por ejemplo, que
“el Estado protegerá la familia…” (Art. 75); que “el Estado creará, ejercerá la
rectoría y gestionará un sistema público nacional de salud…” (Art. 84); que
“el Estado…asumirá [la educación] como función indeclinable…” (Art. 102);
que “el Estado garantizará la atención integral de los deportistas…” (Art.
111); que “el Estado reconocerá la existencia de los pueblos indígenas…
(Art. 119); o que “el Estado protegerá el ambiente…” (Art. 127).

Esta tendencia se ha consolidado en la Constitución de 1999, al


establecerse la ya mencionada división del Poder Público, agregándose a los
Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial, el Poder Ciudadano y el Poder
Electoral (Art. 136). Este principio de legalidad que rige no sólo para la
Administración Pública sino para todos los órganos del Estado, tiene su
fundamento en el artículo 137 de la Constitución, que dispone: La
Constitución y la Ley definirán las atribuciones de los órganos que ejercen el
Poder Público, a las cuales deben sujetarse las actividades que realicen.

LEY DEL EJERCICIO DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

A groso modo se puede indicar que la Ley de la administración


Pública, establece en su Art. 22, que la organización de la Administración
Pública procurará la simplicidad institucional y la transparencia en su
estructura organizativa, asignación de competencias, adscripciones
administrativas y relaciones interorgánicas…

Por otra parte los Sistemas de Apoyo de la Administración Pública,


están tipificados en el Art. 75 Los órganos o entes rectores de los sistemas
de apoyo fiscalizarán y supervisarán las actividades de los órganos que
integran los respectivos sistemas de apoyo institucional de la Administración
Pública Nacional, para lo cual estos órganos permitirán el acceso a
documentos, expedientes, archivos, procedimientos y trámites
administrativos, y suministrarán cualquier información que les sea requerida.

No obstante, de la Participación Social en la Gestión Pública Obligación


de Informar a la Población, establece en el Art. 141, la Administración
Pública deberá establecer sistemas que suministren a la población la más
amplia, oportuna y veraz información sobre sus actividades, con el fin de
ejercer el control social sobre la gestión pública. Cualquier persona puede
solicitar de los órganos y entes de la Administración Pública la información
que considere necesaria para elejercicio del control social sobre la actividad
de éstos de conformidad y con las excepciones establecidas en la legislación
vigente.

ACTUACIÓN DE LOS FUNCIONARIOS PÚBLICOS

Estos principios destacados, marcan pauta al desenvolvimiento del


funcionario o funcionaria pública dentro de un marco de reglas de conducta y
que de por sí regula la actividad administrativa, la norma se encuentra
estructurada en dos partes: 1. Referido al principio de buena administración,
que estaría representado en la celeridad, la eficacia, la eficiencia, siendo
éstos, principios relativos a la optimización de la actividad administrativa en
virtud de los cuales la misma debe ser rápida, debe obtener sus fines y
hacerlo de la mejor manera posible. 2. Principio relativo a la moralidad
administrativa, siendo ellos los referentes a la honestidad, transparencia y
rendición de cuentas. Quiso el constituyente de manera directa, expresa y
categórica con estos enunciados, exigir a la Administración el ceñirse a los
códigos de ética pública.

En este sentido, queda visiblemente demostrado que la Administración


Pública, y sus servidores públicos que desempeñan sus funciones en ella, se
deben a la ética pública, por mandato expreso de la propia Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela (artículo 141), lo cual se alimenta con
otros principios que de manera clara se encuentran desarrollados o
ratificados por otros instrumentos jurídicos, así: El Decreto con Rango, Valor
y Fuerza de Ley Orgánica de la Administración Pública, (2008) en su Art. 10
aparte de los principios Constitucionales incorpora otros principios en los que
incluye el principio de economía, simplicidad administrativa, proporcionalidad,
oportunidad, objetividad, imparcialidad, accesibilidad, uniformidad,
modernidad y buena fe; de los señalados por esta ley y a mi criterio, la
objetividad, la imparcialidad y buena fe, encuadran perfectamente en los
principios relativos a la moralidad o ética administrativa; y, lo referente a
economía, simplicidad administrativa, proporcionalidad, oportunidad,
accesibilidad, uniformidad y modernidad, tiene que ver con una buena
administración. Dicho artículo se establece que la actividad administrativa se
efectuará dentro de parámetros de racionalidad técnica y jurídica.

La Ley Contra la Corrupción ratifica los principios constitucionales


contenidos en el citado artículo 141, pero a diferencia a los indicados en este
artículo, se observa que esta Ley en su artículo 6, incorpora el principio de
legalidad para desarrollar lo relativo al sometimiento pleno a la ley y al
derecho a que hace referencia la Carta Magna, que a mi manera de ver, esta
ley al utilizar el término legalidad dentro de los principios de ética se ajusta
más al carácter general, lo que conlleva a una mejor aplicación. Entre los
principios generales de derecho, el de la legalidad administrativa ocupa una
posición de privilegio, en atención a que da lugar a una variada serie de
principios de derecho público, los cuales pese a su validez intrínseca, a su
autonomía no son sino facetas de aquél, siendo el principio de legalidad, un
principio de juridicidad, dado que a veces exige que el acto en cuestión debe
estar conforme a la Constitución Nacional, con las leyes y actos
administrativos reglamentarios.

La Ley del Estatuto de la Función Pública vigente en Venezuela, como


en el derecho comparado han establecido elementos de Deontología a los
cuales debe ceñirse los funcionarios y funcionarias públicos y que esos
elementos están clasificados, “(i) como deberes del agente: (ii) como
prohibiciones impuestas, y; (iii) como conductas sancionables”. Estos
elementos se orientan básicamente a una dirección, al deber que tiene el
funcionario o funcionaria de ser probo en el ejercicio de sus funciones,
durante sus relaciones diarias con la Administración Pública.

La ética pública le interesa al Estado para evitar irregularidades que


cotidianamente se cometan en desmedro de la eficiencia y eficacia de la
Administración Pública.

Bajo esta perspectiva, es de considerar que la ética está estrechamente


relacionado con la probidad, que en todo caso define la conducta y decoro
del servidor público.

El Código de Conducta de los servidores Públicos, en su Art. 1,


establece, por objeto fundamental normar la conducta de los servidores
públicos respecto a los principios éticos que han de regir el ejercicio de las
funciones que desempeñan en la administración pública nacional.

A los efectos de este Código las expresiones "funcionario público",


"empleado público" y "servidor público" tendrán un mismo y único significado.

De igual forma, el Art. 3, tipifica que a los efectos de este Código son
principios rectores de los deberes y conductas de los servidores públicos
respecto a los valores éticos que han de regir la función pública: a) La
honestidad. b) La equidad. c) El decoro. d) La lealtad. e) La vocación de
servicio. f) La disciplina.

g) La eficacia. h) La responsabilidad. i) La puntualidad. j) La transparencia k)


La pulcritud.

Entre otros el Art. 16, establece que el servidor público de buena


conducta será aquel que durante el ejercicio de sus funciones practique
cabal y rigurosamente los principios definidos en el Título II de este Código.
Finalmente, el Art. 17, tipifica que, la honestidad de los servidores
públicos será practicada y apreciada según los siguientes criterios: a) Los
servidores públicos deberán rechazar en el ejercicio de sus funciones los
regalos, invitaciones, favores, dádivas, pago de viajes, uso de medios de
transporte…

CONCLUSIONES

La actividad Administrativa es toda la actividad de los órganos


administrativos (centralizados o descentralizados) y también la actividad de
los órganos legislativos y judiciales en la medida en que no se refiere a sus
funciones específicas.

En efecto, siendo el Estado venezolano un “Estado federal


descentralizado” en los términos formales establecidos en el artículo 4º de la
Constitución, el mismo está básicamente conformado por el conjunto de
personas jurídicas político-territoriales que son: la República, los Estados, los
Municipios y las otras personas jurídicas estatales producto de la
descentralización política y funcional. El Estado, por ello, se insiste, no es
una persona jurídica en el ámbito interno, sino que en el sistema
constitucional lo que existen son muchas personas jurídicas que actualizan
su voluntad, que son las personas jurídicas estatales. Por tanto,
jurídicamente hablando, y esto tiene una repercusión básica en el derecho
administrativo, en Venezuela no existe ni puede existir una sola
Administración Pública como complejo orgánico, ni las Administraciones
Públicas pueden, como tales, ser personas jurídicas.

El Derecho Administrativo regula materias relativas a la organización y


funcionamiento de los Órganos del Estado en ejercicio de las funciones
ejecutivas que le corresponden a dichos órganos. De carácter Interno: Por
cuanto tiene un ámbito de competencia en el espacio que se circunscribe al
territorio venezolano.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

Brewer, A. (1996). La Actividad Administrativa y su Régimen Jurídico.


Fundación Estudios de Derecho Administrativo (FUNEDA). Caracas.

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999). Gaceta Oficial


N° 5.453 Caracas, Marzo 24 del 2000.

Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica de la Administración


Pública (2008). Gaceta Oficial Nº 6.217. Julio, 15.

Egaña, M. (1984) Notas de Introducción al Derecho. Editorial Criterio.


Caracas.

García, M. (2002) Introducción Al Estudio Del Derecho. Editorial Porrua.


México.

Gordillo, A. (2003). Tratado de Derecho Administrativo. Tomo I. Fundación de


Derecho Administrativo. Buenos Aires, Argentina.

Lares, M. (2001). Manual de Derecho Administrativo. 12a ed. Editorial


Exlibris. Venezuela.

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