3.0. Concepto. La doctrina clásica tradicional entiende por fuentes del
derecho, todo lo que motiva, o de donde se origina el derecho. Para Savigny, las fuentes del derecho son las bases del derecho general, de donde traen su origen tanto las instituciones jurídicas como las reglas singulares derivadas de ellas por abstracción, y coloca como hecho generador del derecho, el espíritu popular, viviente y operante en todos los individuos. Modernamente, se asigna a la palabra fuente una triple significación: a) Fuentes formales: procesos de creación de las normas jurídicas. b) Materiales o reales: factores y elementos que determinan el contenido de las normas; acontecimientos sociales, políticos, económicos que justifican hacer la ley o entrar en materias regulatorias. c) Históricas: documentos que encierran el texto de una ley o conjunto de leyes. las fuentes del Derecho Procesal Civil se pueden definir como las reglas o cánones de que puede valerse el juez en el proceso para valorar la significación jurídica de las conductas procesales que debe juzgar y fundar la fuerza de convicción que ha de tener la resolución que dicte. En nuestro ordenamiento jurídico, la fuente principal es la ley formal, que tiene que cumplir con los requisitos establecidos en la Constitución para que pueda considerarse aprobada; en materia procesal, de acuerdo a la reserva legal, la regulación de los procedimientos es de competencia exclusiva del Poder Público Nacional, a través de la Asamblea Nacional. 3.1. Clases. Las fuentes del Derecho Procesal Civil se pueden distinguir en primarias o vinculantes, y secundarias o no vinculantes. 3.1.0. Primarias o vinculantes: La Constitución, los Tratados celebrados por Venezuela válidamente, la Ley Orgánica del Poder Judicial, La Ley Orgánica del Consejo de la Judicatura, la Ley de Carrera judicial. Los Decretos, el Código de Procedimiento Civil, la Ley de Arancel Judicial, la Ley de Abogados, las demás normas procesales contenidas en el Código Civil y en el Código de Comercio, así como en otras leyes administrativas especiales, que contienen disposiciones procesales. 3.1.1. Secundarios o no vinculantes: la jurisprudencia y la doctrina. 3.2. La Constitución. Primera estructura fundamental del ordenamiento procesal: en ella se encuentran los principios procesales fundamentales (garantías constitucionales del proceso civil) y también ciertas normas atinentes a la organización judicial. Entre dichas garantías constitucionales del proceso civil se pueden mencionar: organización del poder judicial, debido proceso, igualdad procesal, derecho a la defensa, irretroactividad de la ley, el juez natural, la cosa juzgada, derecho de petición, etc. Toda ley procesal que desconozca estos derechos, y todo proceso en que no estén aseguradas estas garantías, son nulos por ser inconstitucionales, y el juez debe dar preferente aplicación a la norma constitucional, la cual sólo surte efecto en el caso concreto y no alcanza sino a las partes interesadas en el conflicto. 3.3. Los Tratados Públicos. Estos tienen prelación, después de la Constitución, en los casos de aplicación del Derecho Internacional Privado sobre el Código de Procedimiento Civil y demás leyes de la República. Artículo 8° del Código de Procedimiento Civil. En los casos de aplicación del Derecho Internacional Privado, los Jueces atenderán primero a los tratados públicos de Venezuela con el Estado respectivo, en cuanto al punto en cuestión; en defecto de tales tratados, aplicarán lo que sobre la materia dispongan las leyes de la República o lo que se desprende de la mente de la legislación patria; y en último lugar se regirán por los principios de dicho Derecho aceptados generalmente. 3.4. Las Leyes Procesales. a) Código de Procedimiento Civil: ley reglamentaria de las garantías de justicia contenidas en la Constitución; en él está plasmado todo el régimen del proceso tomando como líneas directrices generales aquéllas consagradas en la Constitución. b) La Ley Orgánica del Poder Judicial: es el Estatuto fundamental que desenvuelve los principios de la Constitución referente a la organización de la justicia. En ella tenemos la clasificación de los tribunales en ordinarios, especiales, civiles, mercantiles, de Primera Instancia, de Segunda Instancia, etc.; divide el territorio nacional en 17 circunscripciones y contiene las normas sobre recusación e inhibición c) La Ley de Arancel Judicial: fija los emolumentos a pagarse a los diversos auxiliares de la justicia, como depositarios, peritos, partidores, etc. d) La Ley de Abogados: además de regular todo lo relativo al ejercicio de la profesión de abogado, establece el procedimiento de retas a de sus honorarios, que debe seguirse en los procesos en que surjan estas cuestiones. e) El Código Civil: no todas las normas procesales están en el Código de Procedimiento Civil, también en el Código Civil existen leyes procesales, tales como las que regulan las oposiciones al matrimonio, la separación de cuerpos, el divorcio, la interdicción y la inhabilitación. f) El Código de Comercio: contiene normas procesales relativas a la jurisdicción comercial, a la quiebra y diligencias subsiguientes. g) Otras leyes especiales: Ley Orgánica del Trabajo, Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente, entre otras. 3.5. La costumbre. Ésta No es fuente del derecho procesal. Los usos y prácticas procedimentales no son fuente de derecho, sin embargo, en el derecho procesal sólo pueden ser admisibles cuando sirven para complementar las reglas procesales; sólo se admiten para la realización de actuaciones de mero trámite, no reguladas en su forma por la ley procesal (redacción de actas, oficios, despachos y autos de simple trámite). Lo que existe, es una praxis o una manera, un uso judicial de redacción de actas, documentos, etc. 3.6. La jurisprudencia. Es el conjunto de decisiones de los tribunales sobre una materia determinada, de las cuales se puede extraer la interpretación dada por los jueces a una cierta situación concreta; es la manera en que constantemente los tribunales interpretan las leyes. No es fuente del Derecho Procesal Civil, salvo las sentencias de carácter normativo emanadas de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia y, por supuesto, las sentencias que declaran la Inconstitucionalidad de algunas leyes. La interpretación judicial no tiene en nuestro ordenamiento jurídico positivo la fuerza suficiente para elevarse a la categoría de fuente formal de derecho objetivo; la jurisprudencia sólo puede llegar a imponerse en la convicción del juez o del jurista, por el valor persuasivo de sus razones y la autoridad del órgano del que emana; por lo que puede considerarse como fuente de elaboración y de conocimiento del derecho positivo, no de producción. Según el autor Rangel Robert, la jurisprudencia es fuente del derecho procesal, con validez para que el juez pueda fundar en ella la fuerza de convicción que debe tener su sentencia. 3.7. La doctrina. Opinión científica de los tratadistas de Derecho Procesal Civil y comentaristas del ordenamiento procesal. Tiene sólo un valor moral de interpretación del derecho vigente y como tal, su autoridad le viene del valor persuasivo de sus razones y de los méritos científicos del autor. La doctrina no es fuente del derecho procesal.