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1. Leamos la palabra de Dios.

“Debes buscar el camino de la compatibilidad con Cristo” He


obrado mucho entre los hombres y las palabras que he expresado durante este tiempo han
sido muchas. Estas palabras son por el bien de la salvación del hombre y se expresaron
para que el hombre pudiera ser compatible conmigo. Sin embargo, solo he ganado a unas
cuantas personas en la tierra que son compatibles conmigo y por eso digo que el hombre no
atesora Mis palabras, porque el hombre no es compatible conmigo. De esta manera, la obra
que Yo hago no es solo para que el hombre pueda adorarme; más importante aún, es para
que el hombre pueda ser compatible conmigo. Las personas, las cuales han sido
corrompidas, todas viven en la trampa de Satanás, viven en la carne, viven en los deseos
egoístas y ni una sola entre ellas es compatible conmigo. Están las que dicen que son
compatibles conmigo pero que adoran ídolos vagos. Aunque reconocen que Mi nombre es
santo, pisan un camino que va en contra de Mí y sus palabras están llenas de arrogancia y
autoconfianza porque, en la raíz, todos están en contra Mía y son incompatibles conmigo.
Todos los días buscan rastros de Mí en la Biblia y encuentran al azar pasajes “adecuados”
que leen interminablemente y que recitan como las “escrituras”. No saben cómo ser
compatibles conmigo, no saben qué significa estar en enemistad conmigo y solo leen las
“escrituras” a ciegas. Restringen dentro de la Biblia a un Dios vago que nunca han visto y
que son incapaces de ver y lo sacan para contemplarlo durante su tiempo libre. Creen en Mi
existencia solo dentro del alcance de la Biblia. Para ellos, Yo soy lo mismo que la Biblia; sin
la Biblia no hay Yo y sin Mí no hay Biblia. No prestan atención a Mi existencia o acciones,
sino que dedican una atención extrema y especial a todas y a cada una de las palabras de
la Escritura y muchos de ellos incluso creen que Yo no debería hacer nada que quisiera a
menos que la Escritura lo predijera. Le atribuyen demasiada importancia a la Escritura. Se
puede decir que ven a las palabras y expresiones como demasiado importantes, hasta el
punto de que usan versículos de la Biblia para medir cada palabra que digo y para
condenarme. Lo que buscan no es el camino de la compatibilidad conmigo, o el camino de
la compatibilidad con la verdad, sino el camino de la compatibilidad con las palabras de la
Biblia, y creen que cualquier cosa que no se conforma a la Biblia, sin excepción, no es Mi
obra. ¿No son esas personas los descendientes sumisos de los fariseos? Los fariseos
judíos usaron la ley de Moisés para condenar a Jesús. No buscaron la compatibilidad con el
Jesús de ese tiempo, sino que diligentemente siguieron la ley al pie de la letra, al grado de
que finalmente clavaron en la cruz al Jesús inocente, habiéndolo acusado de no seguir la
ley del Antiguo Testamento y de no ser el Mesías. ¿Cuál era su esencia? ¿No era que no
buscaban el camino de la compatibilidad con la verdad? Se obsesionaron con todas y cada
una de las palabras de la Escritura mientras que no prestaron atención a Mi voluntad y a los
pasos y métodos de Mi obra. No eran personas que buscaran la verdad, sino que
rígidamente siguieron las palabras de la Escritura; no eran personas que creyeran en Dios,
sino personas que creían en la Biblia. En esencia, eran perros guardianes de la Biblia. Con
el fin de salvaguardar los intereses de la Biblia, y sostener la dignidad de la Biblia y proteger
la reputación de la Biblia, llegaron tan lejos que clavaron en la cruz al misericordioso Jesús.
Lo hicieron solamente en aras de defender la Biblia y por el bien de mantener el estatus de
todas y cada una de las palabras de la Biblia en los corazones de las personas. Así que
prefirieron abandonar su futuro y la ofrenda por el pecado para condenar a muerte a Jesús,
que no se conformaba a la doctrina de la Escritura, ¿No fueron lacayos de todas y cada una
de las palabras de la Escritura?

2. ¿Y qué pasa hoy con las personas? Cristo ha llegado a liberar la verdad, pero preferirían
expulsarlo de entre los hombres con el fin de ganar la entrada al cielo y recibir la gracia.
Preferirían negar por completo la venida de la verdad con el fin de salvaguardar los
intereses de la Biblia, y preferirían clavar otra vez en la cruz al Cristo que regresara a la
carne con el fin de asegurar la existencia eterna de la Biblia. ¿Cómo puede el hombre
recibir Mi salvación cuando su corazón es tan malvado y su naturaleza tan antagónica a Mí?
Vivo entre los hombres, pero el hombre no sabe de Mi existencia. Cuando hago brillar Mi luz
sobre el hombre, todavía sigue ignorante de Mi existencia. Cuando desato Mi ira sobre el
hombre, niega Mi existencia aun con mayor fuerza. El hombre busca la compatibilidad con
las palabras, con la Biblia, pero ni una sola persona viene delante de Mí para buscar el
camino de la compatibilidad con la verdad. El hombre levanta la vista para verme en el cielo
y dedica un interés especial a Mi existencia en el cielo, pero nadie se preocupa por Mí en la
carne, porque Yo, que vivo entre los hombres, soy muy insignificante. Los que solo buscan
la compatibilidad con las palabras de la Biblia, y que solo buscan la compatibilidad con un
Dios impreciso, son una visión miserable para Mí. Esto se debe a que lo que ellos adoran
son palabras muertas y un Dios que es capaz de darles tesoros incalculables. Lo que ellos
adoran es un Dios que se pone a merced del hombre y que no existe. ¿Entonces qué
pueden obtener tales personas de Mí? El hombre es demasiado precario para las palabras.
Los que están en Mi contra, que me hacen demandas sin límite, que no tienen amor por la
verdad, que me son rebeldes, ¿cómo podrían ser compatibles conmigo?

3. Los que están en Mi contra son los que no son compatibles conmigo. También lo son los
que no aman la verdad, y los que se rebelan contra Mí todavía están más en Mi contra y
son incompatibles conmigo. Todos los que no son compatibles conmigo los entrego en las
manos del maligno. Los entrego a la corrupción del maligno, les doy rienda suelta para que
pongan de manifiesto su maleficencia y por último los entrego al maligno para que los
devore. No me importa cuánta gente me adore, es decir, no me importa cuánta gente crea
en Mí. Todo lo que me importa es cuántas personas son compatibles conmigo. Esto se debe
a que todos los que no son compatibles conmigo son los malvados que me traicionan; son
Mis enemigos y no voy a “consagrar” a Mis enemigos en Mi casa. Los que son compatibles
conmigo me servirán para siempre en Mi casa y los que se ponen en enemistad conmigo
para siempre sufrirán Mi castigo. A los que solo se preocupan por las palabras de la Biblia,
que no les interesa la verdad o no buscan Mis pisadas, están contra Mí, porque me limitan
de acuerdo a la Biblia y me restringen dentro de la Biblia, y por eso son blasfemos en
extremo hacia Mí. ¿Cómo podrían esas personas venir delante de Mí? No prestan atención
a Mis hechos o a Mi voluntad o a la verdad, sino que se obsesionan con las palabras,
palabras que matan. ¿Cómo pueden esas personas ser compatibles conmigo?

4. He expresado tantas palabras y también he expresado Mi voluntad y Mi carácter, sin


embargo, aun así, las personas todavía son incapaces de conocerme y de creer en Mí. O,
se podría decir, todavía son incapaces de obedecerme. Los que viven en la Biblia, los que
viven en medio de la ley, los que viven en la cruz, los que viven de acuerdo a doctrinas, los
que viven entre la obra que Yo hago en la actualidad, ¿cuál de ellos es compatible
conmigo? Solo pensáis en recibir bendiciones y recompensas y nunca habéis dedicado un
pensamiento para saber cómo ser compatibles conmigo, o cómo preveniros de estar en
enemistad contra Mí. Estoy tan decepcionado de vosotros porque os he dado tanto pero he
obtenido tan poco de vosotros. Vuestro engaño, vuestra arrogancia, vuestra codicia,
vuestros deseos extravagantes, vuestra traición, vuestra desobediencia, ¿cuál de estos
podría escapar de que Yo lo viera? Me tratáis sin consideración, me timáis, me insultáis, me
engañáis, me exigís, me chantajeáis con sacrificios, ¿cómo podría tal maleficencia eludir Mi
castigo? Vuestras fechorías son prueba de vuestra enemistad contra Mí y son prueba de
vuestra incompatibilidad conmigo. Cada uno de vosotros creéis ser tan compatibles
conmigo pero, si ese es el caso, ¿entonces a quién se aplica esa evidencia irrefutable?
Creéis que poseéis la máxima sinceridad y lealtad hacia Mí. Pensáis que sois tan
bondadosos, tan compasivos y que me habéis dedicado tanto. Pensáis que habéis hecho
suficiente para Mí, ¿pero habéis alguna vez comparado esas creencias contra vuestro
comportamiento? Digo que sois bastante arrogantes, bastante codiciosos, bastante
negligentes; los trucos con los que me engañáis son bastante ingeniosos y tenéis bastantes
intenciones despreciables y métodos despreciables. Vuestra lealtad es demasiado pobre,
vuestra sinceridad es demasiado miserable y vuestra conciencia es aún más deficiente. Hay
demasiada maldad en vuestros corazones y nadie está exento de esto, ni siquiera Yo. Me
excluís por el bien de vuestros hijos, de vuestro marido o de vuestra propia protección. En
vez de preocuparos por Mí, os preocupáis por vuestra familia, vuestros hijos, vuestro
estatus, vuestro futuro y vuestra propia satisfacción. ¿Cuándo habéis pensado en Mí
mientras hablabais o actuabais? Cuando el clima está frío, vuestros pensamientos se
vuelven a vuestros hijos, vuestro marido, vuestra esposa o vuestros padres. Cuando hace
calor, tampoco tengo lugar en vuestros pensamientos. Cuando desempeñas tu deber, estás
pensando en tus propios intereses, en tu propia seguridad personal o la de los miembros de
tu familia. ¿Qué has hecho que fuera para Mí? ¿Cuándo has pensado en Mí? ¿Cuándo te
has dedicado, a cualquier costo, a Mí y Mi obra? ¿Dónde está la evidencia de tu
compatibilidad conmigo? ¿Dónde está la realidad de tu lealtad a Mí? ¿Dónde está la
realidad de tu obediencia a Mí? ¿Cuándo tus intenciones no han sido con el fin de obtener
Mis bendiciones? Os burláis de Mí y me engañáis, jugáis con la verdad y escondéis la
existencia de la verdad y traicionáis la esencia de la verdad y os colocáis en tal enemistad
contra Mí. Así que, ¿qué os espera en el futuro? Solo buscáis la compatibilidad con un Dios
impreciso y solo buscáis una creencia vaga, pero no sois compatibles con Cristo. ¿Vuestra
maleficencia no recibirá la misma retribución que la que merecen los malvados? En ese
momento, os daréis cuenta que nadie que no sea compatible con Cristo puede escapar del
día de la ira, y descubriréis qué clase de retribución vendrá sobre los que están en
enemistad contra Cristo. Cuando ese día llegue, vuestros sueños de ser bendecidos por
vuestra creencia en Dios y de obtener la entrada al cielo, se harán añicos. Sin embargo, no
es así para los que son compatibles con Cristo. Aunque han perdido mucho, aunque han
sufrido muchas dificultades, recibirán toda la herencia que Yo le dejo a la humanidad.
Finalmente, entenderéis que solo Yo soy el Dios justo y que solo Yo soy capaz de llevar a la
humanidad a su hermoso destino.

5. Acabamos de leer un fragmento de la palabra de Dios de gran importancia llamado


“Debes buscar el camino de la compatibilidad con Cristo”. ¿En qué medida son tan
importantes las palabras de Dios en este pasaje? Si las personas no pueden acceder a la
palabra de Dios con este pasaje, si no pueden satisfacer los requisitos de Dios, ¿pueden
entrar en el reino de los cielos? Vuestra fe en Dios Todopoderoso no os garantiza un lugar
en el reino de los cielos, así como tampoco garantiza vuestra salvación que reconozcáis
verbalmente que Dios Todopoderoso es Dios encarnado y la aparición de Cristo. Creéis en
Dios Todopoderoso, podéis cumplir con vuestro deber y dejarlo todo para seguir a Dios,
pero eso no significa que en cielo haya sitio para vosotros. Escuchad las palabras de Dios y
sabed que Su máxima fundamental es que debéis buscar ser compatibles con Cristo. ¿Qué
efecto debe alcanzarse? Experimentar la obra de Dios en los últimos días y ser juzgados y
castigados ante el trono de Cristo. Pero, en última instancia, lo más importante es si sois
compatibles con Cristo, si sois personas que pueden someterse a Él, personas que pueden
obedecer a Dios y adorarlo a Él. Cuando las personas creían en el Señor Jesús, Dios no era
estricto con ellas. Sin embargo, cuando lleva a cabo la obra del juicio en los últimos días, Él
es severo con el hombre. ¿En qué medida es Él severo? Él se fija en si una persona es
realmente compatible con Cristo de los últimos días. Si una persona se vuelve
verdaderamente compatible, su desobediencia, su resistencia, su carácter satánico, sus
puntos de vista, todo esto será purificado. Esa persona podrá obedecer a Cristo por
completo y ser obediente a la autoridad de Su palabra; y solo esa clase de persona puede
sobrevivir y formar parte del pueblo del reino. ¿Ahora queda clara esta visión? Es posible
que haya algunos nuevos creyentes que todavía no lo vean con claridad. Es normal. Pero,
para aquellos que habéis sido creyentes durante varios años, si todavía no veis esto
claramente, vuestra lectura de la palabra de Dios ha estado vacía de significado y no ha
servido de nada. ¡No entendéis nada!

6. La palabra de Dios dice: “He obrado mucho entre los hombres y las palabras que he
expresado durante este tiempo han sido muchas. Estas palabras son por el bien de la
salvación del hombre y se expresaron para que el hombre pudiera ser compatible conmigo.
Sin embargo, solo he ganado a unas cuantas personas en la tierra que son compatibles
conmigo y por eso digo que el hombre no atesora Mis palabras, porque el hombre no es
compatible conmigo”. ¿Qué quiere decir Dios con esto? ¿Lo entendéis? Dios encarnado ha
expresado muchas palabras en los últimos días, y dichas palabras son por el bien de la
salvación del hombre. Pero, en cuanto a los resultados de esta obra, Dios dice: “Sin
embargo, solo he ganado a unas cuantas personas en la tierra que son compatibles
conmigo y por eso digo que el hombre no atesora Mis palabras, porque el hombre no es
compatible conmigo”. Finalmente, ¿qué quiere decir ser compatible con Cristo? ¿Qué
personas no son compatibles con Cristo? Tal vez la mayoría de las personas no lo tienen
realmente claro y es probable que aquellas que acaban de aceptar a Dios Todopoderoso
estén especialmente inseguras acerca de las respuestas. Es probable que una persona que
acabe de aceptar a Dios Todopoderoso piense: “He creído en Dios durante muchos años y
ya lo he abandonado todo por Él; he trabajado mucho para Dios y he sufrido muchas
penurias, así que por supuesto que soy compatible con Dios”. Estas son las ideas de un
nuevo creyente. ¿Qué piensan las personas que han experimentado el juicio frente al trono
de Cristo? “He sido juzgado y castigado frente al trono de Cristo. Ya sé acerca de mi
corrupción, de mi naturaleza y de mi esencia. Desprecio a mi antiguo yo; desprecio esta
carne corrompida. Estoy dispuesto a amar a Dios con todo mi corazón; estoy dispuesto a
aceptar la verdad, a buscar la verdad. Estoy listo para darlo todo de mí por Dios; esto es a
lo que aspiro. ¿Es posible que yo no sea compatible con Dios?”. ¿Son correctas estas dos
ideas? Ambas son incorrectas. Sin experiencia no podéis alcanzar una comprensión
genuina de la palabra de Dios. La comprensión de Su palabra se consigue a través de la
experiencia.

7. Algunos dicen: “Soy una persona de calibre, de inteligencia aguda; puedo entender la
palabra de Dios rápidamente, sin ningún problema”. Esta afirmación no es sostenible. ¿Por
qué no es sostenible? Las personas de calibre con capacidad de comprender son capaces
de leer y entender la palabra de Dios, pero esta comprensión es demasiado superficial; solo
roza la superficie de las cosas. El verdadero significado de la palabra de Dios, la esencia de
Su palabra y Sus intenciones deben experimentarse durante ocho o diez años para ser
comprendidas. Reflexionad sobre este ejemplo. Una persona religiosa que cree en el Señor
confiesa sus pecados, confiesa al Señor todos los pecados que ha cometido en su vida; lo
suelta todo. Pero, ¿de verdad conoce la esencia del pecado? ¿Conoce el origen del
pecado? A menudo confiesa sus pecados en oración, pero después vuelve a pecar. ¿Por
qué no es capaz de arrepentirse? ¿Puede alguien saberlo? De hecho, nadie puede. Ningún
predicador ni pastor lo entiende, ni siquiera Pablo. Lo único que Pablo pudo hacer fue
admitir que él era el pecador principal. ¿Acaso dijo en qué consistían su naturaleza y su
esencia? ¿Explicó el origen de su resistencia o por qué condenó al Señor Jesús? No fue
capaz de decirlo. De hecho, no había nada que pudiera decir. ¿A qué se debe esto? A que
no había sido juzgado y castigado por Dios. En la Era de la Gracia, Dios básicamente no
dijo nada acerca de la esencia de la naturaleza pecaminosa del hombre, acerca de la
esencia de la naturaleza del hombre, acerca del hecho de que Satanás ha corrompido al
hombre. ¿Por qué el Señor Jesús no dijo nada y únicamente dejó que las personas
confesaran sus pecados? ¿Quién puede hallar los orígenes en la Biblia, en las palabras del
Señor Jesús? La obra de Dios es hermética, una pieza sin costuras de tejido celestial. El
Señor Jesús no haría nada que no estuviera completo, que no fuera concreto. Entonces,
¿por qué razón no dijo nada Jesús? ¿Por qué no dijo Él nada del juicio de los últimos días?
¿Podéis decir que el Señor Jesús es de poco calibre? ¿Podéis decir que el Señor Jesús no
es Dios encarnado? Nadie puede decirlo. Pero, ¿por qué no dijo nada Jesús? Cualquiera
que le encuentre sentido a este asunto entiende verdaderamente el propósito de la Biblia.
¿Qué dijo el Señor Jesús? No se trata de que tengamos una explicación; en lugar de eso,
busquemos el fundamento en Sus palabras. El Señor Jesús hablo así: “Todavía tengo
muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis entender. Sin embargo, cuando el
Espíritu de la verdad venga, Él os guiará hacia toda la verdad; porque Él no hablará por su
propia cuenta, sino que hablará de lo que escuche y Él les enseñará las cosas que vendrán”
(Juan 16:12-13). ¿Es este el fundamento? La Biblia dice: “Aquel que cree en el Hijo tiene
vida eterna; y el que no cree en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece en
él” (Juan 3:36). ¿Cuál es el significado de estas palabras? Habéis experimentado la obra del
Señor Jesús en la Era de la Gracia y habéis pasado vuestras vidas dedicados al Señor
Jesús. Entonces, ¿por qué no tenéis vida eterna? Reflexionad sobre lo que dice la Biblia:
“Aquel que cree en el Hijo tiene vida eterna; y el que no cree en el Hijo no verá la vida”. Esto
no es una contradicción. ¿De qué manera no es contradictorio? Dios Todopoderoso ha
venido, pero ¿es Él el Espíritu del Señor Jesús? Si únicamente aceptáis la obra del Señor
Jesús, pero no aceptáis a Dios Todopoderoso, ¿realmente creéis en el Hijo? No. En los
últimos días, las palabras “Aquel que cree en el Hijo tiene vida eterna” se cumplirán y será
Dios Todopoderoso quien le dé la vida eterna. Esto está claro, ¿verdad? No debéis
malinterpretar las palabras de la Biblia. Dios Todopoderoso ha venido y habéis aceptado Su
obra de los últimos días, pero ¿qué nos ha prometido el Señor Jesús sobre esto?
¿Encontráis algún fundamento en la profecía del Señor Jesús que confirme que aquellos
que aceptan a Dios Todopoderoso tendrán la vida eterna y podrán entrar en el reino de los
cielos? La película “Quién es mi Señor” responde a estas cuestiones, de manera que no
diré nada más aquí.
8. Seguiré hablando de este fragmento de la palabra de Dios que fue anunciada por Cristo
de los últimos días. Han pasado dos mil años desde que el Señor Jesús completó la obra de
la redención, resucitó de entre los muertos y ascendió a los cielos. ¿Hemos oído la voz de
Dios en algún momento durante los dos mil años que han pasado desde entonces? No.
Durante estos dos mil años, la humanidad ha difundido el nombre del Señor Jesús y ha
dado testimonio de Él viviendo la vida de la iglesia durante la Era de la Gracia. Todos los
que creen en el Señor han recibido la gracia de Dios y han gozado de la paz y del júbilo que
acompañan al perdón de los pecados y a la abundancia de la gracia de Dios. Pero, después
de que el Señor Jesús apareciera en los últimos días, Él ha expresado muchas palabras en
“La palabra aparece en carne” . Hoy, leemos “Debes buscar el camino de la compatibilidad
con Cristo” en “La palabra aparece en carne” . ¿Cómo os sentís después de oír este
pasaje? El Señor Jesús, que partió de este mundo hace más de dos mil años, ha vuelto y Él
nos ha anunciado muchas palabras. Pensáis que esta es la voz de Dios. ¿Por qué decís
esto? ¿Cómo podemos decir que es la voz de Dios? En realidad, decirlo no es nada fácil.
Tenemos la sensación de decir: “Ah, estas palabras son las palabras de Dios; la gente no
puede decir esa clase de cosas, no puede poner completamente al descubierto la relación
entre el hombre y Dios, la situación actual de la humanidad y lo que hay en el corazón del
hombre”. Os dais cuenta de que una persona no puede decir esas cosas, de que solo Dios
puede decir tales palabras, y entonces lo reconocéis: “Sí, esas son las palabras de Dios,
esa es la voz de Dios”. ¿Pero de veras es tan sencillo? ¿Creéis que este fragmento de la
palabra de Dios es Su juicio para todas las generaciones de santos pasadas? Estas
palabras son el juicio de Dios sobre la humanidad corrompida y son palabras de juicio
pronunciadas frente al tribunal de Cristo para todos los creyentes históricos en la casa de
Dios.

9. Quienes creen en el Señor, sin importar cuántos años hayan creído, tienen un sueño.
¿Cuál es ese sueño? El sueño del reino celestial. ¿Acaso no tienen quienes creen en el
Señor el propósito de entrar en el reino de los cielos? ¿Acaso no sueñan todos ellos con
entrar en el reino de los cielos? Algunos dicen: “Mi sueño del reino de los cielos es tal”, y
otros dicen: “Mi sueño del reino celestial es cual”; y todos creen que podrán entrar en el
reino de los cielos. Por lo tanto, las personas esperan la venida del Señor para entrar en el
reino de los cielos y hacer realidad sus sueños. El pasaje de la palabra de Dios llamado
“Debes buscar el camino de la compatibilidad con Cristo” proporciona una respuesta y una
explicación a todas aquellas personas que sueñan con el reino celestial. Después de haber
leído este discurso, ¿cómo debéis tratar vuestro sueño? ¿Se ha frustrado el sueño, ha
desaparecido por completo o únicamente ha quedado apartado? ¿Puede hacerse realidad
el sueño? Debería haber una respuesta, ¿verdad? Es aquí donde Dios proporciona un
camino a las personas: “Debes buscar el camino de la compatibilidad con Cristo”. Si
aceptáis a Dios Todopoderoso, a Cristo de los últimos días, tenéis que decir: “Acepto Su
juicio y castigo; independientemente de lo que Dios revele, debo aceptarlo y someterme a
ello. Haré todo lo que Dios exija, comeré y beberé las palabras de Dios, y practicaré las
palabras de Dios”. Si podéis someteros al juicio y al castigo frente al tribunal de Cristo, si os
sometéis a toda la obra de Dios, Dios estará de acuerdo con vuestro sueño del reino
celestial y lo hará realidad. ¿Creéis que esto es cierto? Algunas personas dicen que Dios ha
venido simplemente para poner fin a nuestro sueño, para aplastarlo deliberadamente y,
finalmente, condenarnos al infierno. ¿Es este el caso? ¿Por qué motivo hay tanta gente que
no se atreve a aceptar el juicio y el castigo de Cristo de los últimos días? Algunas personas
piensan de manera subconsciente que si aceptan el juicio de Cristo de los últimos días y lo
asumen, como resultado serán condenados y arrojados al infierno, y su sueño del reino
celestial quedará destrozado. Pero, si no aceptan este juicio, su sueño no se verá truncado
y podrán seguir esperando que se haga realidad. ¿Acaso no hay personas religiosas que
piensan de esta manera? Las hay, y estas personas no aceptan ni el juicio frente al tribunal
de Cristo ni el juicio de Dios en los últimos días. “Creemos en el Señor, creemos en el
perdón de nuestros pecados, así que, ¿por qué debemos ser juzgados? ¿Es que no
cuentan las palabras expresadas por el Señor? Si hay perdón, ¿por qué debe haber juicio?
¿No es eso ajustar cuentas antiguas con nosotros?”. Entonces, ¿cuál es el significado del
juicio en los últimos días? El Señor Jesús ha perdonado nuestros pecados; entonces, ¿qué
sentido tiene el juicio? ¿Cómo lo entendéis vosotros? El juicio no es sacar a la luz cuentas
antiguas ni condenarnos desenterrando pecados que cometimos en el pasado. Somos
juzgados principalmente porque Satanás nos ha corrompido; somos juzgados por nuestra
naturaleza satánica, por nuestra esencia satánica y por nuestro carácter satánico. Somos
juzgados por todo lo que tenemos en nuestro interior que no es compatible con Dios. En el
análisis final, el juicio está destinado a limpiarnos; el resultado del juicio es hacernos puros.
El juicio nos limpia de nuestra naturaleza satánica y de nuestro carácter satánico, de todas
aquellas cosas de nosotros que son impuras. Por lo tanto, cuando Dios lleva a cabo la obra
de juicio, Él no está ajustando viejas cuentas ni condenando de nuevo al hombre por
pecados del pasado, sino que está limpiando al hombre de su naturaleza satánica y de su
carácter satánico.

10. Para limpiaros de vuestro carácter satánico, Dios juzga, revela y os habla claramente
acerca de la esencia del problema. Si Él no hablara claramente de vuestra naturaleza
corrupta y de las causas fundamentales de esta corrupción, ¿podríais reconocerlas? Nadie
sería capaz de hacerlo. Las personas son inteligentes y tienen buena cabeza, pero no
pueden penetrar el mundo espiritual y entender la verdad directamente. Esto es un hecho.
Algunos dicen: “¿Es cierto que en realidad la gente no puede entender la verdad? Si no
podemos entender la verdad, ¿por qué se nos pide que comamos y bebamos las palabras
de Dios y que hablemos de la verdad? ¿No es esto una contradicción?”. ¿Qué pensáis?
¿Es esto una contradicción? No. Entender la verdad no es cuestión de confiar en los
instintos de las personas. Para que la gente entienda cosas externas como el conocimiento
y la ciencia, deben estudiar para después ser capaces de obtener resultados, de entender
algunas cosas. Pero, cuando se trata del misterio de la verdad, el hombre es impotente. Por
lo tanto, es posible que los científicos estudien ciencia durante muchos años, pero no
descubren a Dios, no conocen a Dios. Los doctores en Teología que creen en el Señor
pueden estudiar la Biblia durante muchos años, pero no entienden la verdad ni conocen a
Dios. ¿Qué es lo único que esto nos permite entender en profundidad? Si las personas
confían en sí mismas para estudiar la Biblia y experimentar la vida humana, no podrán
entender la verdad ni conocer a Dios. ¿En qué tienen que confiar las personas para
entender la verdad? ¡Tienen que confiar en la obra del Espíritu Santo! ¡Claro, el Espíritu
Santo es Dios Mismo! Las personas solamente pueden entender la verdad si confían en la
obra del Espíritu Santo. Si el Espíritu Santo no ilumina a las personas, no las inspira y no les
muestra la luz, estas nunca entenderán la verdad. Es la inspiración lo que impulsa el
desarrollo científico. Sin inspiración, el trabajo de la humanidad produce sudor, pero por lo
demás es en vano. Si el desarrollo científico depende de la inspiración, entonces la
comprensión de la humanidad de la verdad y el conocimiento de Dios dependen todavía
más de la inspiración, y la inspiración es obra del Espíritu Santo. Si no decimos estas
palabras de este modo, nadie puede comprenderlas. Yo no he hecho esto solo; si el Espíritu
Santo no me hubiera iluminado, no podría haberlo comprendido.

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