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TEMA VII. La sucesión ab intestato.

Temáticas:

1. Sucesión ab intestato. Concepto. Fundamento. 2. Principios en los que se


sustenta. 3. Características. 4. Supuestos en que opera. 5. Sistema de delación
ab intestato. 6. Clases, órdenes y grados en la sucesión. 7. Modos de distribución
de la herencia ab intestato. 7.1 Sucesión per cápitas. 7.2 Sucesión per estirpes.
7.3 Sucesión per líneas. 8. Estudio de los llamamientos en el Código Civil cubano.
8.1 Transmisión directa ope legis del patrimonio del causante a favor del Estado.
9. La declaración de herederos ab intestato como título sucesorio. Publicidad del
título. 10. Práctica de esquemas de organización en la sucesión intestada.
Objetivos
1. Analizar los principios en que se sustenta la sucesión ab intestato.
2. Determinar las peculiaridades de cada uno de los llamamientos sucesorios.
3. Valorar los principios que informan la publicidad de los actos de última voluntad
y de la declaración ab intestato de herederos como títulos sucesorios.
Habilidades
1. Identificar los principios y caracteres dela sucesión ab intestato.
2. Resolver casos prácticos en los que se identifique la concurrencia de los
herederos según cada uno de los órdenes a suceder.
3. Identificar la declaración de herederos como título sucesorio formal del
llamamiento hereditario.
Valores
Se potencia la solidaridad familiar como sustento de los llamamientos sucesorios
y la necesidad social y jurídicas que representa la concurrencia del Estado, en
defecto delas personas llamadas en los órdenes antecedentes, ello bajo el
principio de legalidad.
1. Sucesión ab intestato. Concepto. Fundamento.
La sucesión ab intestato supone la sucesión que tiene lugar en defecto de la
voluntad del causante, ley de la sucesión. Se rata entonces de una sucesión sin
testamento. La sucesión intestada o ab intestato aparece como el reverso
negativo y supletorio de la carencia de testamento válido y eficaz del causante, lo
que la deja en un segundo plano respecto de la sucesión testada, prevalente a
tenor del principio de que la voluntad del testador es la ley suprema en materia
sucesoria.
Concepto: resulta aquel tipo de sucesión atendiendo a las fuentes o modos de
delación que opera a falta de testamento válido y eficaz, o para suplir una
voluntad testamentaria incompleta por las más diversas razones al propio
testador, la que actúa para determinar quiénes serán los herederos del causante,
quienes se subrogarán, a título universal, en su lugar.
Fundamento
La doctrina ha debatido sobre el fundamento de la sucesión ab intestato. S tal fin
se han esgrimido razonamientos de corte objetivo y de corte subjetivo, como
veremos:
El fundamento subjetivo se sustenta en una hipotética voluntad del causante. De
manera que los órdenes o llamamientos sucesorios constituyen una especie de
testamento tácito.
El fundamento objetivo, mucho más compartible, encuentra la razón de la
sucesión intestada en razones de naturaleza familiar y social, que suponen la
necesidad de transmitir la propiedad a los familiares más cercanos del titular. La
sucesión es una forma de perpetuar el derecho de propiedad y en tal sentido
coincide el fundamento de este tipo de sucesión mortis causa en sentido general.
2. Principios en los que se sustenta.
La mayor parte de los principios en los que se sustenta la sucesión ab intestato,
son de raigambre romana, los que pueden ser enunciados como:
a) Principio de la aplicación supletoria.
b) Principio de aplicación complementaria.
c) Principio de igualdad.
d) Principio del patrimonio unitario.
e) Principio de relación consanguínea o conyugal.
f) Principios de prelación de llamamientos.
3. Características
Además del cumplimiento de los principios anteriormente citados, la sucesión ab
intestato se caracteriza por:
a) Es una sucesión hereditaria.
b) Es una sucesión legal (su fuente es la propia ley).
c) Es una sucesión supletoria.
d) Es una sucesión complementaria o residual.
e) Es una sucesión negativa ( no se basa en la voluntad del causante)
f) Es una sucesión universal. (Los llamados a ella lo hacen en el todo de la
herencia).
4. Supuestos en que opera.
Según el artículo 509 del C.c. tiene lugar la sucesión intestada:
a) Cuando una persona muere sin testamento.
b) Cuando el testamento otorgado por el causante se declara judicialmente nulo
en todo o en parte.
c) Cuando el testamento no contiene institución de heredero.
d) Cuando el testamento no contiene institución de heredero de una parte de los
bienes.
e) Cuando en el testamento no se dispone de todos los bienes de que era titular el
causante.
f) Cuando todos los herederos instituidos premueren al testador, son incapaces de
suceder o renuncian a la herencia.
5. Sistemas de delación ab intestato.
La sucesión intestada se fundamenta principalmente, en las relaciones familiares
en ausencia de la voluntad del causante. De ahí que se llame a los familiares más
cercanos en los que cabría un nombramiento abstracto o genérico, como son
todos los llamamientos de la sucesión intestada.
Dentro de los sistemas de delación ab intestato, se destaca el de los órdenes y
líneas, de naturaleza subjetiva, fundándose en el parentesco con el causante y el
afecto, de corte romano francés; el más utilizado y al cual se afilia nuestro Código
Civil.
Este sistema se basa dentro del parentesco en una presunta preferencia de
afectos, se dice que el cariño familiar primero desciende, luego asciende y por
último se extiende (descendentes, ascendentes y colaterales), sin dejar de
reconocer la incidencia en ello de la presencia del cónyuge supérstite.
Su principal característica es que en cada uno de los órdenes se determina la
preferencia de los parientes, ya sean puros o combinados, manteniendo los
siguientes criterios:
a) proximidad del grado con distribución per cápitas (los hijos; descendente).
b) representación sucesoria per stirpes (los nietos y demás descendientes).
c) sucesión per líneas en la línea recta ascendente (padres del causante).
Agotada la línea ascendente, de no haber ocupantes, se pasa a la línea colateral
(hermanos y sobrinos por premuerte de sus padres).
La representación sucesoria por regla general, siguiendo al derecho justinianeo,
solo es admisible hasta los hijos de los hermanos.
Nuestro Código Civil no establece diferenciaciones entre hermanos de diferentes
vínculos, pues se sustenta en la variante de distribuir igualitariamente entre unos y
otros, según art. 521.
El sistema de parentelas es asumido por el GBG, el Código Civil austríaco y el
suizo.
En atención a otro sistema como el de troncalidad, ha sido objeto de grandes
críticas y prácticamente está en desuso.
6. Clases, órdenes y grados en la sucesión
Es necesario analizar determinadas categorías conceptuales básicas, para lograr
el mejor entendimiento del desarrollo del derecho sucesorio ab intestato.
a) Clases sucesorias: se entiende por ella la persona, grupo o categoría de
personas llamadas a la sucesión en virtud de un fundamento especial, como son:
- parientes de sangre y adoptivos ( los últimos según art 99 Cf), los que concurren
por lazos sanguíneos y familiares.
- cónyuge supérstite.
El Estado no es un heredero ab intestato, por lo que no se incluye en nuestro
ordenamiento jurídico como una clase. (aunque discutido).
El cónyuge supérstite es un heredero concurrente en el primero y segundo orden,
relegando el tercero y cuarto órdenes al cuarto y quinto llamamientos, por estar
reservada a esta clase sucesoria el tercer llamamiento, Art. 514 al 521 C.c.
b) Órdenes: en la clase de los parientes es posible subdividirla en órdenes. Los
órdenes conceden jerarquías que conducen a una preferencia inflexible. Ellos
son: a) descendientes, b) ascendientes: privilegiados (padres del causante) y
ordinarios, y c) colaterales: privilegiados (hermanos y sobrinos) y ordinarios.
Los órdenes son llamados a la herencia sucesivamente. Cuando uno se agote
entonces se pasará al otro orden.
c) Grados: son los que dentro de los órdenes, son llamados los que estén en más
próximo grado de parentesco con el causante.
Los grados establecen un criterio de preferencia dentro de cada orden, de manera
que el pariente más próximo excluye al más lejano (art. 511 C.c.). También los
órdenes son excluyentes entre sí.
7. Modos de distribución de la herencia ab intestato.
La distribución de la herencia ab intestado puede realizarse de tres modos
diferentes:
7.1 Sucesión per cápitas.
Es la forma normal de distribución de la herencia. Se distribuye la herencia entre
tantas partes como personas llamadas a la sucesión. Los parientes del mismo
grado heredan por partes iguales, sin distinción. (Art. 514-2; 515-2; 521-1 C.c.)
7.2 Sucesión per stirpes.
Consiste en distribuir la herencia por grupos o serie de parientes, cada uno de los
cuales toma la cuota hereditaria que hubiera correspondido a su causante si
hubiese vivido, querido o podido heredar (es propia de la representación).
7.3 Sucesión per líneas.
Se produce cuando la herencia se divide por mitad, una para la paterna y otra
para la materna, adjudicándose la mitad de la herencia a cada línea. La
distribución se hace dentro de cada línea por cabezas.
8. Estudio de los llamamientos en el Código Civil cubano.
Con el estudio ya realizado sobre aspectos generales del Derecho de Sucesiones,
se está en condiciones de entrar con profundidad al estudio de cada uno delos
llamamientos sucesorios regulados en el Código Civil, pormenorizando sus
particulares.
a) Orden de los descendientes.
Siguiendo la línea de un viejo aforismo que, en síntesis refiere que a los efectos
de la razón de suceder, primero se desciende, razón que motiva que los
ordenamientos jurídicos occidentales tengan en común el reconocimiento de la
preferencia de los descendientes en la sucesión hereditaria.
- Dentro de los descendientes, los hijos ocupan el lugar preferente. Sólo en
ausencia se abre la sucesión a favor de los descendientes en representación.
(art. 514 C.c.)
En este primer llamado se incluyen a todos los hijos, sin diferenciación de sexo,
primogenitura ni filiación, existiendo una absoluta igualdad entre todos los hijos.
Entre los hijos, la herencia se distribuye per cápitas, ya que suceden iure proprio.
En el caso de representación por premuerte u otra causal, los que actúan en
representación heredan per stirpes, correspondiendo a los participantes la cuota
del premuerto o incapaz.
Cuando los descendientes que concurran sean de diferente grado, hay razón
suficiente para mantener la sucesión per stirpes; caso distinto a cuando los
concurrentes son de igual.
Al tratarse de una sucesión con ausencia de los hijos del mismo grado de
parentesco con el causante, es lógico que la ley llame al resto de los
descendientes y de ser todos del mismo grado (ej. Nietos), distribuya la herencia
per cápitas y no per stirpes, ya que serían llamados por derecho propio y no a
través de la representación.
b) Concurrencia del cónyuge supérstite y padres con especial protección.
En este primer llamamiento u orden de suceder pueden concurrir también el
cónyuge supérstite y los padres con especial protección (art. 514-2 y 517. Tanto
uno como otros son herederos concurrentes, es decir, son herederos que
participan con los titulares del llamado pero que no pertenecen a él.
En cuanto al cónyuge supérstite, solo basta la existencia de un matrimonio legal
demostrable, pero, en cuanto a los padres con especial protección, en este
llamado no son propiamente herederos, sino que simplemente concurren en este
primer llamado, pues a ellos va dirigido la tutela patrimonial que regula la ley.
c) Orden de los ascendientes privilegiados.
Si por situaciones que impone la vida, el hijo muere sin dejar descendencia ni
cónyuge supérstite, los efectos de la posibilidad de descender, entonces se
invierten y ascienden.
Nuestro Código está entre los que fraccionan el llamamiento de los ascendientes,
dedicándole el segundo en exclusiva, tras relegar a los ascendientes ordinarios al
cuarto llamado.
Los padres son los herederos titulares del segundo llamado, aunque no los
exclusivos. Entre los padres la herencia se divide a partes iguales. Si alguno de
ellos estuviera en condiciones de especial protección, a nada más tendría
derecho, pues en la ausencia de descendientes, la herencia corresponderá solo a
ellos.
El cónyuge supérstite vuelve a ser heredero concurrente con los suegros en este
llamado. De acudir los tres recibirán un tercio cada uno; de solo concurrir dos, se
distribuiría en partes iguales, ya que en este caso la distribución es per cápita.
De existir los tres, y en caso de que los padres del causante renunciaren, todo el
caudal se transmitirá al cónyuge, pero en tal situación por el tercer llamado que es
el que le corresponde.
d) Orden del cónyuge supérstite.
El titular exclusivo del tercer llamamiento sucesorio lo es el cónyuge supérstite,
quien tiene que probar a los efectos hereditarios solo su condición de cónyuge,
resultando suficiente, además, que haya sobrevivido al causante. Esta titularidad
que lo ubica en el tercer orden, puramente se materializa cuando hay ausencia de
herederos en los llamados, pues este resulta su orden titular en el cuadro
sucesorio ab intestato cubano.
e) Orden de los ascendientes ordinarios.
Integran este orden (cuarto) los abuelos del causante o demás ascendientes. Es
el menos usual, dadas las circunstancias que tendrían que concurrir para que los
abuelos hereden a un nieto, no existiendo el resto de los órdenes establecidos, ya
que se presentaría el fallecimiento de un nieto a temprana edad y la existencia de
abuelos disponibles para heredar; situación menos usual aún en el caso delos
bisabuelos, por iguales situaciones referidas. Pero no deja el art. 520 del C.c.
cerrada la posibilidad de que ello pueda ocurrir, ya que la ida es más rica que el
Derecho y podría proporcionar algún caso en realidad.
f) Orden de los colaterales privilegiados.
En el último de los órdenes (el quinto) se encuentran los colaterales privilegiados
(hermanos e hijos de estos), que resultan los únicos colaterales llamados a la
herencia en el Código Civil.
El derecho de los colaterales ordinarios ha sido mutilado. Estos son los herederos
exclusivos de este llamamiento, del que son titulares propiamente los hermanos,
ya que los sobrinos acudirían solamente tras la acefalía en la estirpe en la que se
ubican.
En el quinto llamamiento el derecho de representación tiene un férreo límite
subjetivo: solo los sobrinos acuden en defecto de sus padres.
8.1 Transmisión directa ope legis del patrimonio del causante a favor del
Estado.
La norma cubana prevé la transmisión directa ope legis del patrimonio del
causante a favor del Estado. Esta normativa aparece en los arts. 546 y 547 del
C.c.
Que el Estado pueda ser instituido heredero testamentario por el causante, es
indiscutible. En cuanto a la herencia intestada, la situación del Estado como
heredero ha sido polémica, aunque parece ser que la vertiente mayoritaria de la
doctrina se inclina a considerarlo como un heredero más en la sucesión legítima o
ab intestato.
Castán Tobeñas considera que el derecho del Estado a los bienes vacantes se
fundamenta en un derecho social a través del cual absorbe todo el caudal
hereditario en defecto del resto de los herederos llamados. Además, no dubita
acerca de la naturaleza de heredero del Estado.
9. La Declaratoria de Herederos ab intestato como título sucesorio.
Publicidad del título.
La declaratoria de herederos es también un título sucesorio, el segundo en
importancia y para muchos el último, desde luego, a falta de una disposición
testamentaria. Constituye título formal legitimador de la cualidad o condición de
heredero ab intestato. No podemos olvidar que la aceptación de la herencia es
requisito sine qua non para la adquisición de la condición de heredero.
Puede que en la promoción de declaratoria de herederos se excluya alguno de los
llamados. Para subsanar esta situación, el excluido tiene a su favor el ejercicio de
la acción para lograr su inclusión, modificándose la declaratoria previamente
realizada, lo que hará mediante proceso Ordinario ante el Tribunal Municipal
correspondiente al lugar.
Una vez realizada el acta de declaratoria de herederos por el Notario, remitirá
copia en el término de 72 horas al Registro de Actos de Última voluntad y de
Declaratoria de Herederos, a los fines de su inscripción, ganando así la publicidad
correspondiente a todos los efectos correspondientes.
Bibliografía
- Pérez Gallardo, L, Derecho de Sucesiones, Tomo II, Cap. XI, pág., 239.
- Constitución de la República. Código Civil. Código de Familia.

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