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RESEÑA
La ciudad y los perros es la primera novela que escribió Mario Vargas Llosa. Su publicación
se llevó a cabo en el año 1963
ISBN: 9789587044751
PAGINA 448
EDITORIAL: ALFAGUARA
MI OPINION ES
SINTESIS
A continuación, vamos a resumir muy brevemente (si quieres leerlo es mejor que
dejes la lectura de este artículo aquí), algunas de las partes que lo forman.
Comienza con el robo de un examen de química el cual va a ser tomado días después, este
es extraído por el cadete Cava, alumno venido de la sierra quien es vigoroso y osado. Este
fue ordenado por el círculo, agrupación que impone el lema y desorden entre los internos
del Colegio Militar Leoncio Prado y del cual es líder.
Se llega a descubrir este delito por que Cava deja un vidrio roto al cometer su fechoría,
entonces las autoridades del plantel toman cartas en el asunto consignado a toda la
sección en todos estos sucesos, resultando afectados injustamente culpables y no
culpables y entre ellos un muchacho (Ricardo Arana) el cual es conocido como el esclavo y
quien denuncia Cava el cual es degradado y expulsado por las autoridades del plantel.
El Colegio Militar Leoncio Prado, como parte de entrenamiento de sus cadetes realiza
maniobras, en estas prácticas militares Ricardo Arana recibe un balazo en la cabeza
causándole la muerte. Ahora todos desconfían del Jaguar puesto que Arana fue el autor
indirecto de la expulsión de Cava y se piensa que fue una venganza llevada a cabo en un a
situación propicia debido a la confusión reinante en estas actividades.
Al saber esto las autoridades del colegio se estremecerán pensando en las perjudiciales
consecuencias del escándalo. Establecen como versión oficial que la muerte de Ricardo
Arana fue accidental.
Entre todos los internos hay uno llamado Alberto “el poeta”, quien es hipócrita y se
desenvuelve como amigo del esclavo; este en un momento rompe con los pactos que los
une con el círculo y a la vez culpa del crimen al jaguar ante el teniente gamboa, el cual es
conocido por ser n hombre disciplinado y recto.
A la larga todos se ven envuelto s en actos de silencio, por lo tanto, el caso se da por
cerrado y la investigación no se reabre.
El poeta se quedo callado y así se evito aclarar la muerte del cadete Ricardo Arana “el
esclavo”.
RESUMEN
Capítulo I
La ciudad y los perros inicia su trama cuando los cadetes en el patio del Colegio Militar
arman un plan para robarse el examen de química antes de presentarlo. Entre todos los
muchachos, debía ofrecerse un voluntario para entrar al salón y robarse la prueba
académica. Como sus otros compañeros declinaron, Cava se suma como voluntario en el
robo.
El Jaguar da órdenes a Cava y éste las cumple casi a la perfección, pero el plan falló
cuando Cava deja evidencias de su delito, con unos trozos de vidrio en el suelo. En otro
escenario, Alberto El Poeta, se imagina al escuadrón robándose el examen, además
piensa en que necesita 20 soles y no sabe cómo conseguirlos, si robando o escribiendo
cartas. Alberto es de carácter débil y generalmente es manipulado por sus otros
compañeros con gran facilidad
Capítulo II
Este capítulo menciona a los constantes abusos a los cuales estaba sometido Alberto. Se
lleva a cabo el robo y Alberto tiene la sospecha que fue Cava y su grupo de amigos
quienes tuvieron algo que ver en el delito. El Esclavo fue visto mientras le pasaba las
respuestas del examen a Alberto y es expulsado por 3 días.
El relato da un vuelco hacia el pasado para describir cómo son humillados los nuevos
cadetes, quienes son considerados como los «perros». El grupo de 3er año
constantemente sufría de vergüenzas públicas por parte del circulo de Vaca y El Jaguar,
mientras que el grupo de 4to año se unía al círculo para establecer las pruebas
correspondiente a las que debían someterse los nuevos ingresos. El Jaguar quiere
vengarse de El Esclavo por delatarlos, lo llama debilucho
Capítulo III
Nuevamente se expone las torturas que sufrieron los perros, que cada día eran mayores,
a tal punto de sufrir mutilaciones en su cuerpo, como la pérdida de un dedo o una caída
aparatosa desde lo más alto del Colegio Militar. Los cadetes de 4to sostuvieron una
guerra a muerte con los de 5to año y en el capítulo III se explican cada uno de estos
encuentros que terminaron en fuertes peleas y discusiones.
De igual manera, La ciudad y los perros en su tercer capítulo narra la infancia de Alberto,
quien creció bajo el seno de una familia acomodada económicamente, en una de las
mejores urbanizaciones de Miraflores. Por otra parte, está El Esclavo, cuyo verdadero
nombre es Ricardo Arana, de personalidad volátil y sobreprotegido por su madre. Su
padre recrimina su actitud poco masculina y la falta de carácter
Capítulo IV
Al crecer y mudarse de ciudad, la madre de Alberto cambió su actitud por completo, al
transformarse de una mujer conocedora de la buena sociedad, a una esposa sumisa y
manipulada por su nuevo esposo. Alberto fungía como recadero de Ricardo Arana, El
Esclavo. Era él quien llevaba las cartas de amor que escribía para Teresa. Ricardo
anhelaba llevar a su enamorada al cine, pero no pudo, debido al castigo que el Teniente
Gamboa le asignó.
Teresa pertenecía a una clase social modesta. No vivía rodeada de grandes lujos, pero
tampoco pasó por necesidades. Junta ella estaba su tía, quien la vestía para esperar que
Ricardo pasara por ella e ir al cine, pero en su lugar llega Alberto con las epístolas que
escribió El Esclavo. Alberto traiciona a su mejor amigo cuando invita a Teresa al cine y
gasta todo el dinero que le dejó
Capítulo V
En el quinto capítulo de La ciudad y los perros hace acto de presencia Paulino, un hombre
vicioso que vende caramelos en el Colegio Militar. Además, incita a los cadetes romper
con el reglamento e ingerir alcohol y tabaco. Es él quien acompaña a Ricardo a cumplir
con su condena, cuando Alberto no podía visitarlo. El Poeta le oculta a Ricardo que gastó
su dinero para llevar a su enamorada al cine y mucho menos que llegaron a un acuerdo
para citarse nuevamente a sus espaldas.
Ricardo sufre cada día por su distanciamiento con Teresa, alega que la ama y la extraña. El
Esclavo piensa que mientras los verdaderos culpables del robo están libres de culpa, él
que no tuvo relación directa con el acto delictivo, permanece encerrado y sin poder recibir
visitas con autorización de Gamboa.
Capítulo VI
El capítulo VI de La ciudad y los perros es la continuación del calvario que vive Ricardo
Arana mientras permanece encerrado y sin levantarse su castigo. Cada momento, cada
lágrima derramada representa un episodio de humillación al que ha sido expuesto desde
su permanencia en el Colegio Militar. Piensa en Teresa, sobre qué opinará al creer que ha
sido plantada por no haberla acompañado al cine. Quiere liberarse del encierro y de él
mismo, sacar a flote las agallas que tanta falta le han hecho para defenderse.
El Esclavo estaría dispuesto a confesar que Cava fue el autor material del robo, mientras
que El Jaguar fue el autor intelectual y pionero de la idea con la firme esperanza de salir
en libertad y buscar a Teresa. Alberto por su parte, no asiste a una de sus clases y
permanece aislado escribiendo novelas pornográficas. Cava es detenido mientras que
Ricardo queda en libertad para buscar a su enamorada, ésto llena de celos a Alberto
Capítulo VII
Este capítulo se aleja un poco de las acciones para referir el pasado de El Jaguar y de
Teresa. De igual modo, cuando el rebelde realizó una serie de bromas pesadas al profesor
Fontana. Describe los modos poco femeninos de Teresa, quien no hacía empeño en su
imagen para gustar a los hombres. No le gustaba usar vestidos ni rubor en su rostro.
Boa, quien también pertenece al círculo de inadaptados, recalca que El Jagua es lo más
similar al demonio y considera que es mejor tenerlo de aliado que de enemigo. El capítulo
VII de La ciudad y los perros concluye con otro esbozo sobre la infancia de Alberto.
Capítulo VIII
Con el octavo capítulo finaliza la primera parte de La ciudad y los perros. Aquí se explican
con más detalle cada una de las prácticas militares que desempeña el colegio. Gamboa y
otro grupo de tenientes estaría a cargo de la supervisión de las prácticas, para que se
hicieran lo más eficientes posibles.
Segunda parte
Capítulo I
Ricardo es llevado de emergencia hasta la enfermería, los tenientes no permiten que
nadie pueda verlo. Alberto siente remordimientos y quiere acceder hasta su habitación, al
igual que los padres del joven. Ambos padres discuten, al sentir culpas por haber criado a
su hijo bajo la sobreprotección.
Capítulo II
Inicia con el velorio y sepelio de Ricardo Arana, alias El Esclavo. El director del Colegio
Militar pone en alto el prestigio de su institución y llama a todos sus militares para
sostener la versión menos escandalosa: el disparo fue accidental. La autopsia reveló que
la bala que impactó a Ricardo provino de un cadete que estaba en su espalda, aunque el
director maquilla el resultando alegando que fue un error médico.
Capítulo III
Alberto efectuó un viaje hacia Lima para olvidar todo lo ocurrido en la última práctica
militar. En su mente siempre estaba Ricardo, recuerda cuando lo traicionó al utilizar su
dinero para invitar al cine a Teresa. Por esta razón, El Poeta explica a la muchacha que no
podrán verse hasta haber pasado un tiempo prudencial y respetar la memoria del
fallecido Ricardo.
El Poeta acusa formalmente al Jaguar por matar a Ricardo con toda la mala intención, por
haberlo delatado sobre el robo del examen.
Capítulo IV
Gamboa investiga todo lo relacionadl a la muerte de Ricardo, mientras que Alberto estaba
convencido sobre la culpabilidad de El Jaguar, pero no tenía las pruebas suficientes para
hacer su acusación formal. El director del Colegio Militar pide a Gamboa que no siga
escudriñando sobre la muerte de El Esclavo, porque eso podría acarrear una serie de
escándalos que no estaba dispuesto a soportar.
Capítulo V
Gamboa inspecciona cada arma utilizada en la práctica, para recaudar más pruebas que
validaran el testimonio de Alberto. En otro escenario, los amigos de El Jaguar decidieron
acusarlo sobre el crimen y es trasladado al calabozo, donde es interrogado por Gamboa.
El Jaguar recibe una reprimenda por parte de los otros reos, al mismo tiempo que
recuerda las palabras de su madre, quien lo señala como una mala semilla proveniente
del demonio.
Capítulo VI
Uno de los coroneles apoya la decisión del director en cuanto mantener en absoluto
hermetismo el caso de Ricardo Arana. El director por boca de un subalterno, descubre
que Alberto escribe novelas pornográficas y lo cita en su despacho para insultarlo
llamándolo pervertido sexual.
El Jaguar sigue negando tajantemente que tuviera las manos implicadas en la muerte de
Ricardo.
Capítulo VII
El tema sobre la muerte de Ricardo fue olvidado gracias a la influencia del director
académico del Colegio Militar. Alberto se retracta de su denuncia, aunque en su interior
sabe que actuó mal y favorecer la impunidad.
Capítulo VIII
Alberto encara a El Jaguar al decirle que fue él quien puso la denuncia en su contra,
mientras que el revoltoso alega que los soplones son los seres más infames que pueden
existir en el mundo. El Jaguar al final confiesa que si mató a Ricardo, con el objetivo de no
ver que Gamboa sea despojado de sus insignias injustamente.