El 12 de octubre de 2013 colapsó una torre de uno de los edificios más
emblemáticos de la ciudad de Medellín para ese entonces, llevándose consigo la vida de 12 personas. Han sido muchas las hipótesis que se tienen sobre las verdaderas causas del desastre, desde fallos en el terreno hasta fallos estructurales, lo cierto es que el diseño es esta obra transgredió en 10.768 ocasiones las normas técnicas de sismo resistencia; mientras que su construcción, desconoció al menos 23 artículos de obligatorio cumplimiento, siendo los principales responsables y acusados por la corte; Pablo Villegas, representante legal de la constructora CDO, María Cecilia Posada, directora de la obra, y Jorge Aristizabal, ingeniero calculista, pero en lo que no hay duda es que es claramente es un caso en el que intervinieron intereses personales y que de ahí para abajo hay muchas mas personas implicadas, o en resumidas cuentas un caso de poca ética profesional y corrupción. Las consecuencias de esta tragedia no solo afecta a los implicados sino a todo el gremio de la ingeniería y la arquitectura manchando la reputación y poniendo en duda la confiabilidad de los profesionales, aunque a pesar de todo, sirvió para que se implementara la ley numero 1796 el 13 de julio de 2016 o más conocido como la ley anti-space documento que contempla medidas como la exigencia de pólizas obligatorias para proyectos de vivienda nueva, supervisión técnica independiente de proyectos, certificación técnica de ocupación e incompatibilidades e inhabilidades para los curadores urbanos. La ética profesional hace referencia al conjunto de normas y valores que hacen y mejoran al desarrollo de las actividades profesionales, ahora la ética profesional juega un papel bastante importante en la formación de un profesional y no solo desde la universidad debe ser puesta en práctica si no desde la misma educación básica para así por lo menos reducir casos similares, y es que en este caso solo por ganar unos millones de mas se llevaron al límite los materiales y las estructuras poniendo en riesgo a cientos de vidas que “por suerte” fueron menos los casos fatales pero que obviamente es un resultando bastante grave y que no se puede justificar el dolor que sienten sus familiares ni mucho menos compensarlo, y es que ¿Qué precio tiene la vida humana?. Estudiante: Jose Luis Gonzalez Programa: Arquitectura