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Geomorfología

Te explicamos qué es la geomorfología, su objeto de estudio, ramas y por qué es importante.


Además, su relación con la geología.

La
geomorfología estudia cuáles fueron los procesos que crearon el relieve.

¿Qué es la geomorfología?

La geomorfología es la rama tanto de la geología como de la geografía, que estudia las formas
de la superficie terrestre, para comprender su origen, transformaciones y comportamiento
actual.

Para ello, acude a menudo a otras ciencias en busca de herramientas y conocimientos. Su


objetivo es construir modelos geomorfológicos que detallen, a lo largo del tiempo, los procesos
destructivos y constructivos que arrojaron como resultado el paisaje terrestre observable.

Dichos procesos se clasifican, de acuerdo a los intereses de la geomorfología, en cuatro


categorías, según su naturaleza:

• Geográficos. Cuando intervienen en ello los elementos de la geografía como el clima, el


suelo, la gravedad, la acción fluvial, marítima o los vientos.
• Bióticos. Cuando son consecuencia de la acción de diversas formas de vida no humana,
como la vegetación, los microorganismos o los animales que intervienen en numerosos
procesos erosivos.
• Geológicos. Cuando son los propios de la dinámica de la Tierra, como las placas
tectónicas, el vulcanismo, la orogénesis, etc.
• Antrópicos. Cuando son fruto de las actividades humanas, ya sea a favor o en contra de
los procesos erosivos.

Por otro lado, si bien la geomorfología era en sus comienzos inseparable de la geografía, a
finales del siglo XIX asumió un campo propio de estudio, gracias a quien se considera su padre
fundador: el geógrafo estadounidense William Morris Davis (1850-1934).

Los primeros estudiosos de la geomorfología rebatieron con evidencia empírica la tesis


dominante en su época de que el relieve de la superficie planetaria era consecuencia de la
acción del diluvio universal de La Biblia.

Puede servirte: Geografía física

Objeto de estudio de la geomorfología

La geomorfología se centra en las diversas formas de relieve que presenta la corteza terrestre
y los factores que contribuyen a definirlas, como son los elementos climatológicos,
hidrográficos, geológicos, antrópicos, etc.

En ese sentido, su enfoque es tanto físico (en el sentido de estudiar las transformaciones
naturales de la litósfera) como humano (pues contempla también el efecto de las actividades
humanas en la corteza terrestre).

Ramas de la geomorfología

La
geomorfología glaciar estudia el impacto de los glaciares en el relieve.

La geomorfología presenta numerosas subdivisiones o ramas, tales como:


• Geomorfología climática. Como su nombre lo sugiere, estudia la influencia del clima en
el desarrollo de un relieve específico, debido a la acción de fenómenos atmosféricos
como el viento, lluvia, presión atmosférica y temperatura.
• Geomorfología fluvial. Se especializa en la acción de la erosión fluvial sobre la superficie
terrestre, y el impacto de la hidrografía en el modelado del relieve.
• Geomorfología eólica. Similarmente, plantea un enfoque especializado en la acción de la
erosión eólica y los vientos sobre el relieve de la superficie planetaria.
• Geomorfología glaciar. Se ocupa de estudiar las formaciones geográficas vinculadas con
los glaciares, para lo cual se apoya a menudo en la glaciología.
• Geomorfología estructural. Estudia el relieve haciendo énfasis en las estructuras
geológicas, como las fallas y plegamientos, afloramientos de roca, etc. Está muy próxima
en su enfoque a la geología, naturalmente.

Importancia de la geomorfología

El estudio geomorfológico es la principal vía de acceso a las dinámicas de formación de la


geografía de nuestro planeta, es decir, permite responder por qué el relieve es como es, por
qué hay montañas donde las hay, en fin, por qué la corteza terrestre actúa como actúa y posee
las formas que posee.

Esto no es una información menor, pues comprendiendo los procesos que dan forma al mundo,
podemos también comprender su historia, sus orígenes, y además comprender nuestro impacto
como especie en el mismo.

Geología y geomorfología

Si bien ambas disciplinas poseen un enfoque semejante, al ocuparse de las formas de la corteza
terrestre, es importante destacar que la geología posee un enfoque mucho más vasto y
complejo, dado que la geomorfología es una de sus ramas apenas.

La geología, de hecho, no sólo se interesa en la forma de la Tierra, sino también en los


materiales que la componen, en el origen de los mismos, en los procesos de formación que se
dieron y se siguen dando en su interior, en su estructura total, en un sinfín de aspectos que
escapan al campo de estudio de la geomorfología, limitado además a la litósfera y la corteza
terrestre.

¿Qué Es La Geomorfología?
La Geomorfología e la ciencia que estudia las formas de la corteza terrestre. Con este nombre se
suele designar la ciencia que estudia el origen y la evolución de la tierra firme emergida, pero
puede estudiar también los fondos marinos. Esta ciencia se ha desarrollado siguiendo dos
tendencias principalmente: la Geomorfología histórica o cíclica por un lado y la Geomorfología de
los procesos por otro.

Los conceptos fundamentales de la Geomorfología histórica fueron establecidos alrededor de


comienzos del siglo XX por el geólogo William Morris Davis. Según este científico, hay que tomar
en consideración tres cosas para estudiar las formas de la corteza terrestre: la estructura, el
proceso y la etapa. Las dos primeras son también objeto de estudio de la Geomorfología de
procesos, pero la tercera, la que tiene en cuenta el tiempo, es propia de la Geomorfología
histórica. Según Davis cualquier forma de la corteza terrestre sigue un ciclo de vida: juventud,
madurez y vejez, y es posible interpretar en que etapa se encuentra.
La Geomorfología histórica se basa en algunos análisis cronológicos, particularmente en el estudio
de los estratos que se han formado en los últimos dos millones de años, en el cuaternario. El
orden cronológico de los estratos se estudia observando las relaciones que guardan entre ellos,
pero, para determinar con más precisión los intervalos de tiempo que les corresponden, se
necesita recurrir a métodos de datación, como pueden ser el del carbono 14, el estudio de los
anillos de los árboles fosilizados, es decir, la dendrocronología, etc.
La geomorfología de procesos estudia los procesos que se están produciendo en la actualidad.
Por ejemplo, la erosión o las fuerzas que están alterando el relieve.

El relieve

Las formas que adquiere la corteza terrestre, es decir, los montes, los valles, etc. son consecuencia
de modificaciones que se están produciendo continuamente. La estructura que tiene la Tierra en
una región es producto de las fuerzas internas y del volcanismo. A veces se encuentran
estructuras horizontales compuestas por rocas sedimentarias, mientras que otras veces aparecen
plegamientos y fallas producto de fuerzas internas. Las estructuras creadas por las fuerzas
internas son modificadas por la acción de agentes externos: el viento, el agua, las olas, el hielo, la
gravedad, los cambios de temperatura, etc.
En la playa de Itzurun, Zumaia, se aprecian claramente los estratos y también la erosión que
sufren continuamente.

El diastrofismo

Entre los agentes que crean las irregularidades del relieve se encuentran las fuerzas internas. Al
conjunto de éstas se le llama diastrofismo. Las fuerzas diastróficas dan lugar a movimientos
horizontales y verticales. Las fuerzas horizontales provocan plegamientos en los lugares en los
que hay rocas sedimentarias que tienen suficiente plasticidad como para deformarse. Si son
demasiado rígidas como para deformarse, en vez de formar plegamientos se fracturan, y si las
fuerzas tienen componentes verticales, una de las partes de la fractura queda más alta que la
otra. A este tipo de fractura se le llama falla y al escalón que queda entre las dos partes salto. Hay
muchas clases de fallas: normales, escalonadas, horizontales e invertidas.

En una falla normal la corteza terrestre está traccionada y una de las partes de la fractura se
desplaza hacia abajo.

Las fallas invertidas aparecen en lugares en los que la corteza terrestre está sometida a
compresión. Una de las partes de la fractura se monta sobre la otra o se mete debajo de la otra.
En las fallas horizontales las dos partes de la fractura se deslizan horizontalmente manteniéndose
ambas a la misma altura.
Algunas veces se producen dos fallas próximas una de otra quedando en medio un bloque
estrecho y erguido que se llama horst o pilar o, al contrario, el bloque se hunde, en cuyo caso se
le llama graben o fosa.
Graben y horst

Terremotos y volcanes

Los terremotos son vibraciones o sacudidas que se producen como consecuencia de choques o
desplazamientos de dos bloques de la corteza terrestre. Con los desplazamientos va aumentando
el esfuerzo en las líneas de falla y cuando se libera la energía acumulada se generan vibraciones
en forma de ondas hasta producir terremotos. También se pueden producir terremotos como
consecuencia de explosiones volcánicas.

Al lugar del interior en el que se ha producido el terremoto se le llama hipocentro. Al punto de la


superficie más próximo al hipocentro se le llama epicentro y es el lugar donde más se siente la
sacudida. Una serie de ondas se expande a partir del hipocentro.
Unas ondas son longitudinales y se transmiten a gran velocidad (12 km/s). Otras ondas son
transversales y se expanden a menor velocidad (6 km/s). Cuando estos dos tipos de ondas se
encuentran entre sí se generan unas ondas superficiales. Éstas son las más lentas. Los terremotos
más peligrosos y destructivos son los que tienen el hipocentro a poca profundidad, porque
provocan grandes sacudidas y la destrucción de edificios e infraestructuras, etc.
Los terremotos también ocurren bajo el mar. Entonces se les llama maremotos. Estos producen
olas gigantescas (de hasta 30 m de altura) que reciben el nombre de tsunamis. Éstos cubren las
tierras cercanas a la costa y originan grandes daños. El desastre de Lisboa de 1735 lo produjeron
olas de este tipo.
Los terremotos se registran mediante unos aparatos que se llaman sismógrafos. Registran sobre
un papel enrollado en un tambor giratorio los distintos tipos de ondas.

Sismograma
Para determinar la violencia de los terremotos existen unas escalas. La más conocida es la de
Richter que se basa en la medición de la energía liberada. Es una escala logarítmica, por lo que un
terremoto de magnitud 2 en la escala de Richter es diez veces más violento que un terremoto de
magnitud 1. La investigación sobre terremotos y particularmente el estudio de las ondas ayudan
a conocer la estructura interna de la Tierra.
Los volcanes son aberturas de la corteza terrestre por las que salen el magma y los gases que se
encuentran en el interior de la Tierra. La estructura de los volcanes tiene básicamente tres partes:
la chimenea que es el camino que encuentran la lava y los gases en su salida hacia el exterior, el
cono, que es la estructura que forman los materiales expulsados por el volcán durante las
erupciones y el cráter, que es el agujero de la parte superior del cono que constituye la boca del
volcán. A veces los cráteres aparecen en la falda del monte.
Maqueta del corte de un volcán
La forma de la parte exterior del volcán depende del tipo de erupción. Cuando la lava tiene un
gran contenido de gases la erupción suele ser muy violenta y se forman conos de cenizas y conos
compuestos. Los conos de cenizas crecen rápidamente y alcanzan poca altura (difícilmente crecen
más allá de 300 m). Están constituidos por partículas de lava solidificada (bombas, lapilli, cenizas
y polvo volcánico) y suelen tener un gran cráter central. Los volcanes que tienen este tipo de cono
aparecen por grupos, frecuentemente en las líneas de falla y se extienden por grandes zonas.
Los conos compuestos se forman como consecuencia de la acumulación de materiales nuevos
sobre otros más antiguos. El material nuevo a veces se desliza por la ladera y cambia la forma del
cráter formando una caldera. Los volcanes compuestos aparecen principalmente en el llamado
"cinturón de fuego" del Océano Pacífico.
Las erupciones que no son tan violentas originan los llamados domos de lava o escudos
volcánicos. En este tipo de erupciones no salen bombas o partículas sólidas semejantes y la mayor
parte de la lava sale por las grietas. Por lo tanto, los domos no tienen cráter central, sino muchas
grietas y la lava da lugar a un cono ancho y de poca altura.
Hay otra serie de fenómenos que ocurre a la vez que las erupciones volcánicas. Por una parte se
producen terremotos y por otro grandes lluvias porque el vapor de agua que sale se condensa.
Esas lluvias suelen ser torrenciales y provocan grandes ríos de lodo.
De los aproximadamente mil volcanes que hay en el mundo unos 600 permanecen activos.
Entre las erupciones más famosas están la del Vesubio en el año 79 que destruyó la ciudad de
Pompeya, la del Laki (1783) en Islandia, la del Cracatoa (1883) cerca de Java que produjo 30.000
muertos, la del monte Pelée (1902) en la isla de Martinica. Más recientemente se produjo la
erupción del volcán Santa Helena en la costa oeste de los EEUU en mayo de 1980. La potencia de
esta erupción fue 500 veces mayor que la de la bomba de Hiroshima, los materiales que expulsó
alcanzaron los 15 km de altura, destruyeron 400 km2 de bosques y murieron 32 personas a causa
de la erupción.
Las placas tectónicas

Según explica Wegener en su teoría de la deriva de las placas continentales, nuestro planeta,
cuando se formó, estaba constituido por una sola placa, que cubría aproximadamente un tercio
de la superficie del globo, y que más tarde se partió desplazándose América hacia el oeste
mientras que Eurasia y África lo hacían hacia el este. Las coincidencias de los continentes en sus
costas y el hecho de que sus floras y faunas primitivas sean muy parecidas parece que confirman
esta hipótesis.
Más tarde se formuló la teoría de la contracción, según la cual la superficie primitiva de la Tierra
debió de ser parecida a un manto basáltico delgado que cuando se enfrió se contrajo. De las
grietas que ocasionó este proceso salieron lava, vapor de agua y gases, formando así las masas
de tierra y la atmósfera. De acuerdo con la teoría de la convección, por otro lado, en el manto
semifluido se formaron corrientes circulares de convección que al rozar con la corteza terrestre
dieron lugar a plegamientos. Hoy en día la teoría más generalmente aceptada es la de las placas
tectónicas, es decir, fundamentalmente la teoría de la deriva de los continentes combinada con
la de la convección.

Placas tectónicas que forman la corteza terrestre

Fenómenos que modelan el relieve

Las formas nuevas generadas por las fuerzas internas están a merced de los agentes externos.
Estos están modificando sin cesar esas formas. Éstos son los procesos de modelado del relieve:
Denudación: conjunto de procesos externos que producen la descomposición de los materiales
de la superficie terrestre y la modificación del relieve que ésta acarrea. Suele estar compuesta
por tres fases: meteorización, transporte y erosión.
Meteorización: conjunto de cambios que se producen por la acción de agentes mecánicos y físico-
químicos. Es la primera fase de la denudación.
Transporte: acción por la cual el agua, el hielo de los glaciares o el viento desplaza la graba, la
arena o la tierra. Los materiales transportados forman acumulaciones de sedimentos de muchas
clases.
Erosión: conjunto de procesos que deshacen los materiales de la superficie en partículas, las
meteorizan y las erosionan. En sentido geológico amplio abarca un proceso complementario que
consiste en el transporte de los materiales y su acumulación en otro lugar.
Sedimentación: acumulación de los materiales que han dejado el agua, el viento y los demás
agentes erosionantes.

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