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Hoy en día todo mundo habla de problemas, pero pocos se atreven a ofrecer soluciones. En estas
épocas de desaceleración económica, bien valdría la pena intentar otras estrategias que nos
permitan de alguna forma salir adelante y crecer en lo personal y hacer crecer nuestro negocio,
aún en tiempos de crisis. Nuestra zona personal de confort es aquella en la cual nos sentimos
muy cómodos en lo que estamos haciendo, en nuestros trabajos, nuestras vidas y nuestras
experiencias. Una zona en la que no tenemos ninguna sensación de riesgo ni de ansiedad.
Algunos lo nombran sentirse cómodo, otros lo llaman seguir la rutina.
Otro factor primordial de las empresas u organizaciones es la identidad que es la imagen que se
posee de esta, teniendo en cuenta sus atributos como su historia y trayectoria. Como bien
sabemos una imagen dice más que mil palabras, a través de las imágenes y los sentidos es como
el ser humano interpreta el entorno que lo rodea, estas imágenes se pueden clasificar como
negativas o positivas según haya sido la interacción del individuo al estarse relacionando con las
mismas, por ejemplo cuando acabamos de conocer recién a una persona lo primero que vemos en
esta es su apariencia externa, a medida en que vamos teniendo una interacción más profundizada
vamos dándonos cuenta de los distintos atributos que distinguen a esta persona. Al momento de
referirnos de una empresa o querer hablar de ella podemos estar seguros de que la interacción
sería muy similar que con un individuo dado a que estas también cuentan con una serie de
atributos que la distinguen como empresa única que al igual de la imagen que tenemos de una
persona que nos recuerda estas cualidades con las empresas, también podemos interactuar con
ella, compartir, opinar, oler, tocar y en el mejor de los casos degustar.
En el caso de las empresas lo que nos relaciona, identifica o nos recuerda a ellas se le conoce
como imagen corporativa, esta imagen es un elemento primordial que ayuda a la identificación y
relación de los clientes de distintas empresas que pueden ver de manera positiva o negativa a la
misma de acuerdo a las experiencias o roses que se hayan intercambiado con esta, en la
percepción que tengan en sus costos, calidad, colores, servicio o políticas de valores que manejan
distintas empresas u organizaciones. Es por esto por lo que podemos decir que estos atributos y
perspectivas son interpretaciones mentales que presenta cada individuo según su vivencia con las
mismas y de acuerdo con ellas se determina su efecto en el cliente. En un mundo tan competitivo
e internacionalizado como en el que vivimos, las empresas que prosperan son aquellas que están
más dispuestas a innovar, es decir, aquellas que están atentas a los cambios del entorno y
responden a ellos con mejoras en sus modelos de producción, de organización, en su forma de
distribuir o de presentar su producto. Las empresas no se pueden quedar siempre con la misma
capacidad productiva y elaborando los mismos productos con las mismas características. El
mercado les exige que se pongan al día y que de alguna manera rediseñen su negocio, cosa que
les hará crecer en todos los sentidos. Una de las formas de conseguir ese objetivo es la
innovación.
Las empresas saben que si innovan pueden alcanzar una ventaja competitiva, es decir, generar un
hecho diferencial ante sus competidoras, cosa que les hará ganar clientes y cuota de mercado, ya
que la cuantía de las ventas es uno de los indicadores básicos de que el producto, la estrategia, la
organización, etc., están al día. Cuando nos referimos a innovación no estamos focalizando los
cambios solo a nivel tecnológico, sino que se puede innovar en muchos aspectos y áreas de la
empresa. Una innovación empresarial es una mejora en la actividad empresarial mediante
cambios de modelos de negocio, de procesos, de organización, de productos o de
comercialización para hacer el negocio más eficiente y conseguir una mejor posición en el
mercado. El secreto de la innovación empresarial está en priorizar los gustos y necesidades del
público objetivo. Solo conociendo a detalle qué les resulta importante, habrá mejores
oportunidades para crear productos o servicios que sean compatibles con sus deseos,
satisfaciendo la demanda, pero al mismo tiempo creando clientes fieles.
Esta premisa cobra mayor validez cuando se habla de las nuevas generaciones, que están
creciendo en un entorno donde se enaltecen las experiencias que son vistas como auténticas o
que difieren bastante de lo común. Además, buscan preservar el medio ambiente con las
decisiones que toman día a día, así que terminan escogiendo marcas que no entran en conflicto
con su creencia. Aquí la innovación debe considerar otros aspectos, como su estilo de vida y el
concepto de responsabilidad social, pero para que todo esto se logre se necesita tener motivación
de parte de todos y cada uno d ellos que hacen parte de las empresas u organizaciones.
La motivación es un término genérico que se aplica a una amplia serie de impulsos, deseos,
necesidades, anhelos y fuerzas similares. En la empresa, cuando el Administrador motiva a sus
subordinados es que éste realiza cosas con las que espera satisfacer esos impulsos y deseos e
inducir a sus empleados a actuar de determinada manera. El concepto de motivación en la
empresa se concibe como la voluntad de ejercer altos niveles de esfuerzo para alcanzar las metas
organizacionales, voluntad que está condicionada por la capacidad que tiene ese esfuerzo para
satisfacer necesidades individuales, en tanto que la motivación general se ocupa del esfuerzo
para alcanzar cualquier meta. La necesidad significa algún estado interno que hace que ciertas
manifestaciones parezcan atractivas, una necesidad no satisfecha crea una tensión que origina
estímulos dentro del individuo. Estos estímulos generan un comportamiento de metas
específicas, que de lograrse satisfarían la necesidad y llevaran a la reducción de la tensión. Así,
cuando decimos que los empleados motivados están en un estado de tensión, para lograr esta
tensión, se ejerce un esfuerzo, cuando mayor sea la tensión, mayor será el nivel del esfuerzo.
Un líder empresarial responsable rompe con las tradiciones meramente productivas y utilitaristas
para atender a la deuda o compromiso social de una región y/o país teniendo en cuenta que lo
primordial es la vida y la conservación de las condiciones que la hacen sustentable y permanente.
Un líder con responsabilidad social ha aprendido de la economía Solidaria y algunos de ellos se
encuentran en ciertos movimientos de preocupación social. Sabe que en los verdaderos negocios
lo tangible es comprable mientras que lo intangible, el talento humano, no lo es. Parte de la
consideración de que la vida es imprescindible mientras lo tangible es renovable. La
comunicación es clave para desarrollar esta confianza mutua que debe existir entre jefes y
subordinados, pues permite conectar a los empleados con el negocio, entregándoles
oportunidades, retroalimentación y orientación.
Es esencial para la empresa que el jefe aparte de desarrollar su labor con liderazgo logre la
confianza de sus subordinados, para que exista estabilidad del personal. Si no hay una estabilidad
del personal, es perjudicial para la imagen de la empresa, pues es evidente que, si hay un
constante cambio del personal, es porque existe una ineficiente labor desarrollada por el jefe. Por
tanto, el jefe debe retener a su personal, manteniendo una estabilidad laboral, y aquella no se
logra sólo con mayores beneficios económicos. El trabajador también quiere sentirse bien
tratado, respetado y tomado en cuenta, y por, sobre todo, quiere sentir que forma parte de un
buen ambiente de trabajo. El salario y los beneficios son importantes, pero no lo suficiente para
lograr la lealtad de los empleados. Esa entrega, confianza, compromiso y lealtad del trabajador
tienen que ganársela los jefes.
Elaborado por:
Grendy Moscotes Ruiz
Presentado a:
Sait Ibarra Lopesierra