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La otra se refiere a la oposición mente / cuerpo. Parecería, a simple vista, que en la era
fáustica, a diferencia de lo que ocurre en el dualismo de Descartes, estaríamos frente al
mismo dualismo pero con las categorías invertidas: supremacía del cuerpo.
En este punto, se me hace imposible evitar una breve pero decisiva reflexión acerca de la
traducción de la palabra con la que llaman al cuerpo que los " se sacan, y, por
supuesto, al que se ponen. La traducción a ³recinto´ no me convence, ya que la palabra
castellana alude a un lugar (bien que cercado dentro de ciertos límites) , en tanto que la
original en inglés (³facilitie´) alude a una instalación, podría decirse, sanitaria: así se
entiende mejor la perplejidad de Adam ante semejante ³eufemismo´, pues el cuerpo es
considerado un mero servicio. Esto nos lleva directamente a hacernos una pregunta: ¿Un
servicio para quién? O, mejor, ¿El cuerpo está al servicio de quién o de qué? Creo que la
respuesta a esta pregunta puede ser el inicio para columbrar cuál es la diferencia entre la
concepción del cuerpo en la novela de Kureishi y la concepción del cuerpo en Descartes, e
indagar si hay o no tal dualismo con su consecuente cambio axiológico en los términos, en
otras palabras, si la novela sustenta una primacía de la res extensa por sobre el cogito.
El cuerpo mesurado y clasificado según una nomenclatura médica que lo encasilla siempre
dentro de una enfermedad: es la gran herencia del cuerpo cadáver que pervive en la
medicina actual. Pues aquí se puede ver como el cuerpo es un autómata al que se le debe
encontrar sus fallas para asignarle su lugar dentro del catálogo predeterminado que la
ciencia médica construyó.
Sin duda, es el desprecio por el cuerpo aunado en las dos concepciones lo que las une aquí:
tanto el cuerpo cadáver de los médicos apunta directamente a una cosificación del cuerpo
en la que se lo aísla como una máquina, nunca vinculado a la integridad de la persona; el
dualismo cartesiano está ostentosamente presente.
Pero Adam no adhiere acríticamente ni a esta concepción del cuerpo ni a una concepción
fáustica:
Podríamos ver en estas dos escenas (la fornicación y la escritura de los cuerpos) una
demostración del dualismo cartesiano encarnado en el mismo Adam: goce del cuerpo con
Patricia / goce de la mente con Alicia. Pero es una visión demasiado inocente, atrapada en
un binarismo que nos hace ver la realidad de acuerdo con los presupuestos ya impuestos
culturalmente; antes de concluir apresuradamente que se encuentra la oposición cuerpo /
mente, debemos preguntar: ¿porqué la mente estaría excluida en la primera escena y porqué
lo estaría el cuerpo en la segunda? Solamente si damos por sentado que hay, efectivamente,
una escisión entre el cuerpo y la mente podríamos decir esto.
La relación sexual está llena de sonidos vocales; podemos separar a éstos, siguiendo a
Kristeva, entre los semióticos y los simbólicos: otra vez, cuerpo / mente. Pero lo que nos
aleja inmediatamente del dualismo es la relación entre lo semiótico y lo simbólico, que se
da en dos planos. Por un lado, en una misma interacción verbal encontramos sonidos
articulados (signos lingüísticos) y sonidos continuos (no discretos): aspiraciones, gritos,
gemidos, etc« Por otro lado, en los mismos signos lingüísticos, los sonidos continuos
están presentes y forman una parte inextricable de la significación: entonaciones de la voz,
tono, volumen, en fin, todo aquello que queda fuera de la
de Saussure y que
podemos llamar, siguiendo a Martinet, indiscretos.
Así se ve en la escena sexual:
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&
'
# 1 (pg. 43). En la misma frase, lo semiótico y lo simbólico. Este último, por
cierto, en su expresión más potente, pues la orden es la encarnación más evidente del orden
r
simbólico lacaniano: El Nombre del Padre
Las palabras con los bellos púbicos, he aquí, unidos en la combinación sintáctica, a las
esas supuestas muestras de le mente y a esos supuestos puro cuerpo, esos hilos apenas
agarrados a la carne que difícilmente sean considerados como parte de la esencia humana
en cualquier tipo de dualismo.
En el momento de la novela en que Adam vive su vida como cuerponuevo de manera más
desenfrenada es cuando el deseo se hace presente en su forma más voraz, i.e. más corporal:
( %
Pero, como ya
dije, Adam, no está allí como un mero consumidor, sino como un experimentador crítico:
!
*
, y, por
otro lado, sólo si nos atenemos al binarismo del que estoy tratando de salir es posible
considerar que
excluya a la mente, o que el excluya al
cuerpo
Cuando Adam se embarca como partenaire de Patricia en la fiesta del yate, siente cierta
perplejidad al corroborar que el barco está zarpando: (
pg 98 Como si
presintiera que en ese viaje se encontraba el final de su experiencia, el final de sus
³vacaciones´ en un cuerpo nuevo, el choque cara a cara con las consecuencias de tamaña
empresa fáustica en la que se veía involucrado. Y tan es así que, cual trágico griego, va
derecho a su destino cuando quiere escapar de él:
(
(
pg.99. Pero huyendo de ella se encuentra con él. Matte es la encarnación de toda la
problemática ética que los fáusticos no quieren ver. Él, al igual que la ciencia fáustica
enceguecida en encontrar el código humano, no quiere consideraciones éticas, no quiere
discusiones, al igual que los médicos que llevan a cabo las operaciones, él
pg.104. otra vez vemos el énfasis que se deja ver en la novela sobre la
discusión, la curiosidad, la indagación como una actitud crítica de Adam, contrapuesto a la
negación de toda palabra, al taboo impuesto por la élite fáustica.
Y es precisamente esta falta de reflexión, este ostentoso silencio el que se requiere para
que un objeto actúe como mercancía, porque hay algo que nunca debe decirse para que la
fetichización de esta mercancía cobre toda su eficacia social: que es un problema de
relaciones sociales, en la que las clases y sus luchas juegan un papel primordial. Así en el
marxismo clásico: cualquier objeto que pierde su valor de uso y adquiere su valor de
cambio, oculta necesariamente su carácter de producto social, y es así como la mercancía
circula como si fuera un producto
, sin unas relaciones humanas que se reflejan y
son reflejadas en ella. De más está decirlo, esta fetichización es funcional a la clase
dominante, i.e., en la novela de Kureishi, a la elite médica y la elite de los consumidores
que llevan a cabo el proyecto de los cuerposnuevos.
Matte quiere el cuerpo de Adam. ¿Por qué? Adam se carcome con la pregunta, no lo
sabe. Es para el hermano, sí, pero porqué no otro ³recinto´. La unica respuesta que se puede
arriesgar la da el mismo Matte: +
(pg. 107). Y el de
Adam lo está, lo dice su marca en la cabeza. Lo desconcertante que para Matte, a pesar de
que ya s ha entrado en la locura de querer conseguir un cuerpo a cualquier precio, los
médicos que hacen la operación (loc. cit.) Tenemos aquí una síntesis de
las aspiraciones fáusticas, ser como dioses. Pero el costado ético de estas aspiraciones no se
limita una ilimitada ansia de poder por sobre lo natural, sino que alcanza (no podría ser de
otro modo) confines económicos.
La fetichizacion mercantilista llega al punto de que no importa que haya gente que deba
ser sacrificada en pos de ³fabricar´ la mercancía. Por supuesto, esta es la condición para la
fetichización: que las relaciones sociales parezcan naturales y se oculte que hay ganadores
y perdedores, que todo parezca un efecto natural y no un conflicto social en el que una
clase está siendo enajenada. Pero si en el siglo XIX, para Marx , este sacrificio era el de los
proletarios que se alienaban al no participar de la plusvalía, en la era digital expuesta en
, los sacrificados lo son literalmente, con la sola condición de que se los mate
. (Pg 108)
Matte ya sabe que en algún momento va a renovar: ( $
-
!
(pg. 104). Más excitada por
la moda está la compañera de operación de Adam: .
/ #
(pg97)
!"#"$
La concepción fáustica que emerge de los médicos, de Ralph, de Matte apunta a un ansia de
superación del estado humano, de eso que de natural tiene el humano: el tiempo de su
cuerpo. Si tenemos en cuenta que la concepción prometéica alude a el progreso del ser
humano para mejorar su vida a través de la ciencia y la técnica, podemos ver, a parte de
todas las diferencias, cierta semejanza: una mirada puesta en el futuro que permita
cambios. Subrayo grandes porque creo que aquí hay un rasgo típico de la modernidad al
que Adam, de algún modo, se sustrae.
Hay un pasaje a lo posmoderno, una crítica a la
de la modernidad. Esta
'
siempre tuvo un especial atractivo en las grandes cosas : los grandes autores, los grandes
edificios, las grandes ciudades, los grandes descubrimientos, el progreso interminable.
Frente a esto, el protagonista reflexiona en, por y sobre su nuevo cuerpo: $!
#
%
-
Una
vindicación de lo menor, del fragmento, del detalle en contra de la unidad totalitaria del
hombre burgués que es una cosa ultra definida y autoelegida (Marx: ³el burgués es el que
se eligió a sí mismo"). Esto lo separa de los demás cuerposnuevos que buscan grandes
cosas: triunfar como actor (Ralph), como cantante (la que se operó con Adam), terminar un
trabajo sobre psicología infantil (el psicólogo infantil devenido psicóloga que vive con
Matte), o el mismo Matte, que quiere contribuir a hacer de los cuerposnuevos un negocio
eterno
Tampoco tiene el protagonista una meta a la cual llegar, y esta teleología de la vida es
también un rasgo de la modernidad: el hombre que se propone ser algo ya en su
adolescencia y lo logra gracias a una hacendosa vida de esfuerzo en la que no caben las
vacilaciones:
# &
c
, el entusiasmo como contrapartida del propósito utilitario.
Nos encontramos ante un saber literario en esta novela, que por lo tanto no da respuestas
unívocas a ninguna cuestión pero que plantea y permite discutir varias. Aquí me propuse
explorar los sentidos que se despegaban al interrogarla a partir de mis dos hipótesis. Llego a
la conclusión (pero se podrían llegar a otras, claro) de que el cuerpo fáustico opera la
misma división cuerpo / mente que el dualismo de Descartes, de que la novela, a través de
su protagonista, critica esta postura y que se separa de lo que en ella hay de moderno, del
binarismo, de la razón, del utilitarismo y de la totalidad de lo moderno.
Notas:
1-Subrayo yo
2- Para lo semiótico y lo simbólico, cfr. Kristeva Julia &
,que
yo sepa, no hay traducción castellana. Para discreto / continuo, además de varios manuales
o diccionarios de lingüística, cfr. Martinet +0
1
5- cfr. Jammesson