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Ofelia Molina
Prosperados por su gloria
RVA Nehemías 10:34 También hicimos un sorteo entre los sacerdotes, los levitas
y el pueblo, con respecto a la ofrenda de leña, para traerla a la casa de nuestro
Dios, según nuestras casas paternas, en los tiempos determinados cada año, para
hacerla arder sobre el altar de Jehová nuestro Dios, como está escrito en la ley.
Cuando Dios le dio a los Hijos de Aarón a través de Moisés la ley de Holocausto
le dijo que debía de hacer con respecto cada elemento del templo y le dio
ordenanzas con respecto a la leña y fue especifico pues dijo que debía de ser los
levitas los que debían de preparar la ofrenda de leña para el holocausto pues no
debía de ser cualquier leña, sino que al igual que todo lo demás cosas del templo
debía de ser preparada y apartada y traída como ofrenda.
LA LEÑA
La leña verde:
Estamos hablando del árbol mismo pues teniendo sabia aun se mantiene viva y
verde y cuando se pone en el fuego no se enciende, sino que produce solo humo
que enceguece al que la pone en el fuego y hace que lloren sus ojos. Y no importa
el tamaño del fuego esta clase de leña lo apaga y lo hace improductivo.
Esta es salida del árbol igualmente, pero ha sido procesada y trabajada, pues al
ser partida y dejada a la luz del sol y las inclemencias del tiempo producen que se
muera y ya seca puede servir para construcción y para el fuego del sacrificio. Por
eso tenemos que morir a nosotros para poder producir o ser útiles para que Dios
construya a través nuestros el templo del señor, siendo nosotros vasos de honra
en su casa.
R60 Galatas 2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas
vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios,
el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
De madera procesada, muerta de acacia, fue hecha el arca del pacto y luego Dios
mando que la forrasen de oro por dentro y por fuera.
El mandato de Dios es que todos debemos de preparar la leña para traerla como
ofrenda al Señor,
RVA
Nehemias 10:34 También hicimos un sorteo entre los sacerdotes, los levitas
y el pueblo, con respecto a la ofrenda de leña, para traerla a la casa de nuestro
Dios, según nuestras casas paternas, en los tiempos determinados cada año, para
hacerla arder sobre el altar de Jehová nuestro Dios, como está escrito en la ley.
Lev 1:7 "Y los hijos del sacerdote Aarón pondrán fuego en el altar, y colocarán leña sobre
el fuego.
Al ver este versículo encontramos que no solo leña había que poner en el altar sino fuego
para mantener encendido el altar.
Entendiendo que lo que Dios esta diciéndonos es que si ponemos nuestra vida a la
disposición plena de El, consagrándonos, concediendo nuestra vida sin ninguna reserva,
entregándonos hasta el punto de ser puesto sobre el altar nosotros mismos dispuestos a
morir, derramándonos como una libación como Pablo:
RVA Filipenses 2:17 Al contrario, aunque haya de ser derramado como libación
sobre el sacrificio y servicio de vuestra fe, me gozo y me regocijo con todos
vosotros.
Y la palabra fuego:
Fuego = H0784 = Esh = fuego sobrenatural que va acompañado de una teofanía
Si nosotros tenemos que poner fuego sobre la leña en el altar para mantener el altar
encendido, debemos de tener cuidado de que el fuego sea de su fuente verdadera que es
Cristo, puesto en nosotros por una vida consagrada y entregada, y no poner fuego extraño
en el altar como lo hicieron Nadab y Abihú dos sacerdotes que por tener carencia del
fuego verdadero pusieron otra clase de fuego que no vino como consecuencia de entrega
y sometimiento a la voluntad de Dios y eso no lo hacia de la fuente verdadera y murieron
por ello.
RVA
Leviticus 10:1 Nadab y Abihú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario,
pusieron en ellos fuego, pusieron sobre él incienso y ofrecieron delante de Jehová fuego
extraño que él no les había mandado.
RVA
Numbers 26:61 Pero Nadab y Abihú murieron cuando ofrecieron fuego extraño
delante de Jehová,
En Conclusión: nosotros somos los llamados por orden del Señor como sacerdotes a
poner el fuego y la leña para mantener el fuego encendido en el altar todos el tiempo,
pero como todas las cosas tiene un orden establecido debemos de seguir todas las
indicaciones dadas por El señor para tener una efectividad en el mantenimiento de
nuestro altar, siendo sencillos, y entregándonos cada día a la voluntad de aquel que se dio
a si mismo como sacrificio por amor para ser vasos útiles en sus manos.