Jhon Rawl renovó la el centro de la justicia en parte de la filosofía, partiendo de la
inspiración teórica sobre la ética de Kant y sobre el contrato social de Jean – Jacques. Jhon Wawls, expone su enfoque como alternativa frente a las teorías gobernantes de ese entonces: utilitarismo e intuicionismo. Además, busca restablecer la deteriorada idea del contrato social como recurso argumentativo y diseño metodológico, con el fin de establecer principios morales que orienten para el establecimiento de instituciones públicas igualitarias. El primer principio es que, en una sociedad justa, cada individuo es libre en la medida en que esa libertad sea compatible con la de los otros, es decir, como todos seriamos igualmente libres, no podríamos serlo sin la libertad de los otros. El segundo principio como “Principio de equidad”, el cual regula el primer principio en cuando la desigualdad es justificable y cuando no lo es, estas excepciones ocurren cuando: las que están referidas a posiciones o cargas laborales abiertas en principio a todos, es decir hay igualdad de oportunidades para todos los cargos como, privilegios por parentesco. Además, el segundo principio, con diferencias admisibles son: que estas deben desempeñarse a favor de los más perjudicados por estas diferencias. La libertad y la igualdad, como elementos estructurales de la concepción de justicia procedimental, se encuentran representadas en la persona moral que las articula simultáneamente pero dando prioridad a la libertad.