Si tomamos como punto de que desfavorecen a las mu-
entrada a la comprensión del jeres en general y en parti-
movimiento feminista en Amé-
rica Latina, una autora resalta
por su trabajo de sistematizar
un fenómeno cuya presencia se
funde con la conquista de Amé-
rica y que en los últimos años
ha alcanzado visibilidad, nos
referimos a Ochy Curiel quien
nos dice que las primeras voces
feministas de mujeres negras,
afrodescendientes o indígenas
se oyeron en Estados Unidos en
el año 1831 con María Stewart,
en 1851 con Sojourner Truth,
en 1955 con Rosa Parks, etc.
Así, el movimiento feminista
Diplomado como tal, anti racista y posco-
Género, lonial aparece en los años se-
tenta en los Estados Unidos
Etnicidad y para posteriormente influir
Políticas Públicas en América Latina y El Caribe.
Este movimiento en su parti-
cularidad ha tenidos siempre
como norte las reivindicacio-
nes derivadas del racismo,
sexismo, clasismo y colonia-
lismo patriarcal, que en nues-
tro continente han deriva-
do en todo tipo de brechas
cular a las mujeres indíge-
nas y afrodescendientes.
Desde el mundo academi-
cista podemos decir que
en un primer abordaje en
este tipo de problemáticas
es inevitable no asumir la
crítica respecto al enfoque
elitista distanciado de los
movimientos sociales que
se proponen. Por ello, es
que esta alianza estratégi-
ca entre la Corporación Na-
cional de Desarrollo Indíge-
na y la Cátedra Indígena de
la Universidad de Chile bus-
ca poner nombre y rostro
a las posibles soluciones
construidas desde la base
de dichos movimientos.