LA JUSTICIA DIGITAL

PRESENTADO POR:

-FERNEY JESID VILLAMIL GUEVARA

-CESAR ANDRES OSORIO DIAZ

-BRAYAN CAMILO GAMEZ

PRESENTADO A: DRA. LAURA TATIANA MENESES RUJELES

UNIVERSIDAD LIBRE DE COLOMBIA SECCIONAL SOCORRO

TEORIA GENERAL DEL PROCESO

FACULTAD DE DERECHO, CIENCIAS POLITICAS Y SOCIALES

IIA 2021
 La justicia digital

Desde la conformación de la primera comunidad nómada de la humanidad se

debió pensar en la supervivencia de dicha comunidad y de las personas que la
conformaban, es por esto que se tuvieron que crear reglas y normas para
preservar el orden de la sociedad y la comunidad; de igual forma se puede
contemplar que las concepciones primarias de normativa y justicia proceden de la
religión y la cultura, donde las creencias toman una fuerza sobre los conceptos
primarios de la humanidad en relación al orden y la justicia.

Desde la antigua Grecia cuna del derecho, por medio de este método de profesar
y enseñar las ideas primarias entorno a la justicia y el orden, se dieron los
primeros conceptos e ideas que podríamos llamar empíricas sobre los conceptos
más desarrollados en la modernidad en materia de justicia aquello fue un ejercicio
de los primeros pensadores de occidente sobre las condiciones de la humanidad y
del cuestionamiento de la naturaleza del mismo.

A partir del estudio de la justicia como concepto se toma en cuenta los diferentes
pensamientos que han surgido sobre tan discutido y complicado tema,
cuestionándose ¿que se comprende por justicia? teniendo en cuenta que las
formas en que se estructuro inicialmente, ha evolucionado y cambiado
fusionándose con lo que se comprende hoy en el ejercicio del derecho.

Inicialmente el orden jurídico se creó en relación a lo cultural y desde un

pensamiento empírico, es por ello que cuando se analiza el concepto de justicia
esta no tomaba la relevancia que se merece, ejemplo de estos está dentro de los
pensadores de la ilustración, ciertamente citando a Aristóteles y citando a Ulpiano
ya que estos nos hacen referencia a que la justicia es dar a cada quien lo que se
merece o lo que le corresponde y ciertamente es verídico, pero el objeto que
corresponde es tal vez el cuestionamiento o el planteamiento más discutido dentro
del ámbito jurídico hasta la fecha, inclusive en la actualidad cuando se hace
referencia a la idea de justicia, se cuestiona cual sería la concepción adecuada
para corresponder a esa palabra que para al menos los practicantes del derecho
es sagrada como lo es la justicia.

El mundo de hoy está en un constante cambio en donde la digitalización ha

transformado nuestra forma de pensar, sentir y vivir, y su evolución es tan
vertiginosa que los cambios, antes excepción, se han convertido en norma. De
ahí, que la gestión del cambio se haya revelado como una competencia básica
para las personas en pleno siglo XXI.  

Porque el desarrollo de la inteligencia digital trasciende al manejo de un dispositivo

móvil, lo esencial es dotar a las personas de las competencias necesarias para
enfrentarse a la vida digital, como ocurrió ese año 2020 donde tuvimos que
aislarnos de manera obligatoria en el cual dar tuvimos que dar ese gran paso a un
tema digital, el cual era muy extraño para nosotros pero era la única alternativa a
la educación presencial, facilitando no solo el mantenimiento de las clases durante
la pandemia de COVID-19 sino especialmente en el sector laboral y penitenciario,
para aquellos que compatibilizan formación. 

He aquí en donde como resultado de la emergencia sanitaria causada por la

pandemia, al igual que casi la mayoría de los países de Latinoamérica, suspendió
sus actividades judiciales durante algunos meses, ante la carencia de protocolos
que permitieran implementar un sistema de justicia digital, pues si bien el Código
General del Proceso contemplaba múltiples disposiciones sobre uso de la
tecnología en el marco de los procesos judiciales, esta era una práctica ajena a la
realidad de la mayoría de los despachos judiciales. 
Por esto se vio obligado a replantear su funcionamiento en medio de las medidas
de aislamiento para contener la pandemia fue el de la justicia, que
tradicionalmente había estado anclada a la presencialidad para la prestación del
servicio. 
Fue aquí donde el constituyente en medio de la cascada normativa que trajeron
las dos declaratorias de Emergencia del presidente de la República, el Gobierno
Nacional expidió el pasado 4 de junio el Decreto Legislativo 806 de 2020, “por el
cual se adoptan medidas para implementar las tecnologías de la información y las
comunicaciones en las actuaciones judiciales, agilizar los procesos judiciales y
flexibilizar la atención a los usuarios del servicio de justicia.
 
El presidente del Consejo de Estado, Álvaro Námen, señaló durante la instalación
del XXVI Encuentro de la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo que la
Corte que preside, entre el 17 de marzo y el 30 de agosto, profirió por medios
digitales 8.263 providencias, entre sentencias, conceptos y autos, y que la
productividad alcanzó 126%. 

En 2020 y debido a la pandemia, la rama judicial fue una de las primeras en

suspender actividades y tomar medidas frente a su funcionamiento; la
digitalización en la que se venía trabajando lentamente tomó un nuevo curso y fue
indispensable acelerar el proceso. 

El Gobierno por su parte tomó medidas necesarias para cuidar la salud de los
servidores públicos y todas personas implicadas en procesos y trámites judiciales,
poniendo en marcha el Decreto 806 de 2020 por el cual se adoptaron medidas
para implementar las tecnologías de la información y las comunicaciones en las
actuaciones judiciales. 
La masificación del servicio de audiencias virtuales pasó de 23 audiencias en 2019
a más de 200.000 en plataformas primarias y 560.000 en plataformas
colaborativas 
Por su parte algunos de los canales para el envío de tutelas fueron establecidos
por el Consejo de Estado a través de la Ventanilla de Atención Virtual en la que se
pueden diligenciar tutelas y habeas corpus, desde el 16 de marzo se recibieron
157.903 tutelas y 108.462 procesos ordinarios. Además, destacó que durante la
emergencia sanitaria se han tramitado 118.000 tutelas, 65.000 audiencias de
control de garantías y 40.000 diligencias de los jueces de ejecución de penas,
entre otras. 
No todo es perfecto en el trabajo virtual, que ha implicado un gran esfuerzo de la
Judicatura, pero reconocemos el compromiso de los servidores judiciales y las
ventajas de esta situación que fortalece la transparencia, la economía, la cultura
organizacional y la eficiencia”, fue el balance general de la magistrada Remolina. 
para quien todavía existen limitaciones “inconcebibles”, como que ciertos juzgados
tengan correos electrónicos con una capacidad de almacenamiento limitada, y es
difícil medir el impacto de lo hecho en materia de digitalización, en cuanto no
había indicadores de éxito. 
Hay cifras sobre las audiencias y actuaciones realizadas, pero en realidad no
había una meta. Desde el punto de vista de política pública no hay un análisis en
el que se establezca que queremos pasar de un punto de partida a uno de llegada,
y que seremos exitosos en ese punto si alcanzamos unos indicadores
establecidos. 
En todo caso, se han dado pasos importantes en la transformación digital de la
justicia, y aunque hay mucho camino por recorrer, es notable la disposición que
están poniendo todas las partes para avanzar en el proceso de cara al futuro. 
Hay cifras sobre las audiencias y actuaciones realizadas, pero en realidad no
había una meta. Desde el punto de vista de política pública no hay un análisis en
el que se establezca que queremos pasar de un punto de partida a uno de llegada,
y que seremos exitosos en ese punto si alcanzamos unos indicadores
establecidos. 
En todo caso, se han dado pasos importantes en la transformación digital de la
justicia, y aunque hay mucho camino por recorrer, es notable la disposición que
están poniendo todas las partes para avanzar en el proceso de cara al futuro. 

Es de suma importancia reconocer el esfuerzo que han hecho distintas empresas,

corporaciones, entidades, para dar soluciones eficaces durante la pandemia por el
COVID-19, sabemos que por órdenes del Estado y por simple precaución personal
no se permiten aglomeraciones en establecimientos, por ende se crearon los
métodos de soluciones alternativas de la mano de la tecnología, que durante el
confinamiento de la cuarentena brindo un excelente servicio hacia la población,
teniendo en cuenta que fue un reto para las entidades capacitar a sus empleados
y adaptarse al nuevo medio de solución.   
 
“La modernización de la justicia: retos para una mayor eficacia y
cobertura” así se llamó uno de los más importantes eventos sobre la enorme labor
que estaba realizando la rama judicial en cuanto a la implementación de la
tecnología necesaria para seguir dando acceso a la justicia en nuestro país
durante la pandemia, este evento se realizó en Marzo de 2021 en cabeza de la
Asamblea del Banco Interamericano de Desarrollo en Barranquilla, con
intervenciones como la de la Presidenta del consejo superior de la Judicatura,
Gloria López Jaramillo. 
 
Junto a esto se creó un acto administrativo para dar paso al decreto 806 de 4 de
Junio del 2020: “Por el cual se adoptan medidas para implementar las tecnologías
de la información y las comunicaciones en las actuaciones judiciales, agilizar los
procesos judiciales y flexibilizar la atención a los usuarios del servicio de justicia,
en el marco del Estado de Emergencia Económica, Social y Ecológica”; para así
dar validez y protección a esta implementación de la tecnología. 
 
La Presidenta del consejo superior de la Judicatura Gloria López Jaramillo en una
de sus intervenciones dejo claro que estas tecnologías no solo eran para uso en la
pandemia, si no que se debían seguir implementando cada vez más en todos los
demás sectores, ya que esto le da cierta rapidez y eficacia a todas las
solicitudes de las personas, por ejemplo, como en el caso de la rama judicial la
implementación de la tecnología le da un factor de agilización a los procesos
judiciales, flexibiliza el servicio hacia los usuarios, y facilita la notificación y
comunicación con las personas. 
 
La digitalización también le trae puntos a favor de los jueces, ya que les será de
más facilidad la toma de las decisiones, al tener más claridad y orden en cuanto al
análisis y tratamiento de datos; y por la otra parte, los particulares también se ven
beneficiados al tener una respuesta más rápida y eficaz; pero existe una
problemática con la digitalización, es de saber que no todas las personas tienen
acceso a las tecnologías, el Estado les debería dar una solución ya que de aquí en
adelante muchas entidades van a manejar todos sus aspectos por métodos
digitales. 
 
Es realmente importante valorar la transformación de la Rama Judicial, pero aún
más importante tener en cuenta la igualdad material de todas las personas que
desean acceder a la justicia. No tendría efecto alguno la implementación de estas
tecnologías, si los elementos tecnológicos necesarios para utilizar estos
programas remotos solo los tienen los jueces de las ciudades y unas cuantas
personas que tengan la capacidad económica para acceder a ellos. Resultaría
entonces una tarea crucial del Estado conocer a fondo y articular con todas sus
entidades, las exigencias que generan este tipo servicios a la población, en tanto,
debe brindarle herramientas necesarias para garantizar el derecho sustancial de
cada individuo dentro de los términos y oportunidades consagrados en la ley. 
 
“Es significativo afirmar que no se trata de reemplazar la función del juez para
llegar simplemente una justicia predictiva, en la que se pueda prever el resultado
de un juicio mediante el uso de algoritmos, sino de garantizar la seguridad
jurídica y la justicia, basada en un razonamiento equitativo y no solo matemático
que hace una aplicación” (tomado de la universidad Externado, Departamento de
derecho laboral), aunque se generen programas o demás algoritmos para dar
solución a conflictos de menor cuantía, no se busca remplazar la figura de juez en
las cortes, ya que el derecho está basado en principios de las personas, algo que
la tecnología no puede tener.