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aspectos no percibides de los hechos, atcanzando en esta cconvergencia una mirada mas amplia y totalizadora, En la tarea de observacion nuestras fuentes fueron los diarios, las revistas, Ios noticiosos, el ramor de la calle. En ellos rastreamos los indicios de un proceso significativo que pudiera ser analizado a ia luz de la psicologia social “A partir de su hallazgo comenzaba 'a reflexion, la consul- ta bibliogréfica, I claboraci6n tebrica que debia, en un tercer momento, ser sintetizada en un lenguaje libre de hermetismos, encuadrado siempre dentro de las posibili- dades de una publicacion periodéstica Estas pautas, en algiin sentido limitativas, nos obliga~ ron a incomorar una técnica de estructuracion del mensi- jeadecuada a un medio masivo de comunicacién, Ver reunidas estas notas en un libro significa para nosotros el punto de partida de una “vuelta de espiral”, la oportunidad de replantearnos esta temética, y realizar tuna nueva lectura de los hechos desde la perspectiva de la circunstancia actual EPRyAP.Q. PSICOLOGIA SOCIAL Y CRITICA DE LA VIDA COTIDIANA Introduccién a a Segunda Edicion La reflexion psicolégica se propone una comprension cientifica del sujeto en la especificidad de sus procesos psiquicos, de su comportamiento. Pero lograr un conoci- miento objetivo de la unidad bio-psico-social que es el hombre requiere que muestro punto de partida en el andlisis sean los sujetos on su realidad inmediata, en sus condiciones coneretas de existencia, en su cotidianidad. Solo este tipo de indagaci6n nos permitiré el acceso a la complejidad de relaciones que determinan ta emergencia y el desarrollo de la subjetividad como fenémeno social © historico. Hablamos de hombres coneretos, abordados en sus condiciones concretas de existencia. {Qué es lo mis inmediato y a la vez Jo més concreto y esencial a esos, hombres? Su condicién de seres vivos y en consecuencia de sujetos de necesidades en intercambio permanente con el medio. Por su caricter de ser de necesidades, su vida depende de que, a partir de esas necesidades y en funcién de ellas, establecen entre s{ relaciones en las que produ- cen una accién planificada y social a la que se denomina trabajo, los bienes destinados a satisfacerlas. Por esto el hecho més esencial e inmediato ~a la vex historico y cotidiano~ es que los Hombres producen y reproducen si vida, en una doble relacion: con la Naturaleza y con los ‘otros hombres. Este hecho, del que hemos dicho que es el ‘ms esencial ¢ inmediato, es también el mas eficaz, el més 9 determinante, por la importancia y complejidad de sus efectos. Las formas concretas que reviste la vida de los hombres estén directamente relacionadas con las modalidades en que la existencia material se produce y reproduce. El ob- jeto, los medias y las formas de produeci6n, asi como la inserci6n de los sujetos en ese proceso productivo, It distribucién de lo producido y la relacion que guards lo que se produce y su distribucion con las necesidades de os hombres que constituyen una organizacion social, determina sus formas de vida, su cotidianidad. Un pastor de cabras de Purmamarca, una tejedora de telar de Santamaria, un obrero rural de La Pampa, un ingenieso de planta de un centro urbano forman parte de un mismo pueblo, de una misma formacion hist6rico-social. Sin embargo, su interpretacidn de lo reales distinta, como lo son sus emociones, su posiciOn ante la vida y la muerte, la salud y le enfermedad, sus estilos de aprendizaje y vineulacion, s1 significacion del sexo, su organizacion familiar, su mangjo del tiempo, Estas diferencias surgen de las diversas formas que reviste su vida cotidians, ya que producen y reproducen su vida con modalidades distintas de insercién en el proceso productive y dejo diferentes formas y relaciones de produecion. Desde la Psicologia Social jerarquizamos la produccién de la propia vida como hecho fundante en tanto es ccondicién de existencia, y desde allf fundante y condicio- nnante a si vee de toda otra experiencia. Insistimos en seflalar que esa practice, surgida de las necesidades y que implica una relacin con la naturaleza y los otros hom- bres, es la que da Tugar a 1a emergencia de los procesos ppsiquicos, al nacimiento y desarrollo de la subjetividad, Ia {que se configura en el interior de esas relaciones. Cuando sostenemos que a representacion y el pensa- miento son accion procesada, elaborada e inieriorizada, estamos planteando que no hay actividad psiquica desvin- culada de la préctica, que no hay procesos y contenidos psiquicos que no estén determinados desde las condicio~ 10 res coneretas de existencia. En sintesis, son las experien- cias concretas, la accidn y la prictica las que determinan la subjetividad y no viceversa. Desde esta afirmacion queda planteado el caricter social e historico"de to siquico, dejando de lado la concepcién de una naturale- za humana ahistirica y presocial sostenida por la ideolo- gia dominante. Desde esta fundamentacion de Ia reflexion psicoldgica ‘en un anilisis de los hombres concretos en sus condicio~ nes concrotas de existencia, surge la caracterizuci6n que Enrique Pichon-Rivigre hace del sujeto como emergente. producido en una complejisima trams de vinculos y relaciones sociales. Producido y emergente, en tanto determinado, pero 8 ls vez productor, actor, protagonista El tener en cuenta estos dos aspectos complementarios del sujeto nos permite pensar el comportamiento en la ‘multiplicidad de sus causas, sin caer en un mecanicismo fatalista, que excluya el problema de Ia libertad. Enrique Pichor-Riviere sostiene: “Entiendo al hombre como configurindose en una actividad transformadora, fen tna relacion dialéctica, mutuamente modificante con el mundo; relacion ésta que tiene su motor en la necesi- ead” La secuencia necesidad-relacion, necesidad-produecion social, en relacion con otros, de la satisfaccién y por lo tanto de a vida, no es valida solo para los seres humanos cen su desarrollo histdrico como especie. Resulta también ‘igente en nuestra propia historia individual. Esta secuen- cia se reedita cotidianamente para nosotros. Es por e30 que la Psicologia Social se plantea el abordaje del sujeto cn la interioridad de sus vinculos, en el seno de las tramas dde relacion en las que sus necesidades emergen. son decodificadas y significadas, cumpliendo su destino vincw- lar y social de gratificacién o frustracién. La Peicologia Social que postulamos, en funci6n de su abordaje del sujeto en. sus condiciones coneretas de existencia, se define como critica de la cotidianidad. Su tarea implica un andlisis objetivo ~de allf “critica”— de las formas en que cada formacion social conereta, se n conganiza. materialmente la experiencia de los sujetos, ‘determindndose asi el interjuego fundante para la consti- tucion de la subjetividad entre necesidad y satisfacci6n vincular social de esa necesidad. La critica de la vide ‘otidiana consiste en el andlisis del destino de las necesi- ddades de los hombres en una organizacion social determi- nada. Desde la especificidad de la perspectiva psicolbgica ese analisis apuntari a determinar de qué manera est onganizacion social y material de 1d experiencia de os ‘sujetos promueve en ellos el aprendizaje, la salud mental, (0 por el contrario se constituye en un obstéculo para una adaptacion activa a la realidad, para el desarrollo de una relaciOn dialéctica, de transformacién reciproca entre el sujeto y el mundo, ‘La indagacion de la cotidianidad, enriquecida desde una comprensiOn psicoldgica, permite develar los meca- nismos por Jos cuales un sistema de relaciones sociales Configura los sujetos aptos para sostener eses relaciones ¥ desarrollarlas {Qué se entiende por vida cotidiana? En una primera aproximacién podriamos det dianidad como el espacio y el tiempo en que se manifies- tan, en forma inmediata, lus relaciones que los hombres establecen entre si y con Ja naturaleza en funcion de sus recesidades, configurindose asi lo que hemos denomi- nado “sus condiciones concretas de existencia”. Cot nidad es la manifestacion inmediata, en un tiempo, en un ritmo, en un espacio, de las complejas relaciones sociales ‘que regilan la vida de los hombres en una época historica Geterminada, A cada Spoca histérica y a cada organiza ‘cidn social corresponde un tipo de vida cotidiana, ya que fen cada época hist6rica y en cada organizacion social se dda distinto tipo de relaciones con la naturaleza y los otros hombres, Podemos carecterizar también la cotidianidad como el modo de organizacion material y social de Is experiencia 2 humana, en un contexto histérico-social determinado. & ja cotidianidad subyace entonces el tipo de retacion que os hombres guardan con sus necesidades. Se desarrolla + partir de las modalidades de reconocimiento de éstas, st Encodificacion, las formas de satisfacerlas, las metas socialmente disponibles para esas necesidades. ‘La vida colidiana se manifiesta como un conjunto imultitudinario de hechos, de actos, objetos, relaciones y totividades que se nos presentan en forma “dramética”, ts decir, como accion, como mundo-en-movimiento, Son fhechos multiples y heterogéneos, de dificil clasificacion, fn los que toma cuerpo y se patentiza en forma fragmet aria ¢ inmediata la organizacion social de la relacion centre necesidades y metas. Constituyen Ia cotidianidad Is familia en que nacimos, la que constituimos, la revista ‘que leemos, Ia television, el cine, el teatro, la cocina, Iss iternativas’ de Iz moda, los medios de transporte, trabajo, al deporte, el sexo, el tipo de consumo, nuestré ‘coononnia, la masica que escuchamos, ete. Vida cotidis ts la forma de desenvolvimiento que adquiere dia tras dia nuestra historia individual, Implica reiteracion de accio- hes vitales, en tna distribucién diaria del tiempo. Por es0 fostenemos que cotidianidad es espacio, tiempo y ritmo. ‘Se organiza alrededor de la experiencia, de Ia accion, del aqui de mi cuerpo y del ahora de mi presente, La vida Cotidiana nos nuestra un mundo subjetivo, que yo experimento, Pero a la ver, ese mundo es intersubjetivo, Speial, compartido, Para cada uno de nosotros “mi mun do” es un mundo que vivo con otros. ‘Hemos sefialado que la vida cotidiana es predominam. temente experiencia de accion. Cabe indicar que en est particulsr organizacion témporo-espacial el modo de vivir fe transforma en un mecanismo irreflexivo, no consciet™ te, de accion. En tanto se instala en la cotidianidad e3® ecanismo irreflexivo, en tanto la accién no se concient- 22, los hechos no son intuidos en su originalidad. no son examinados. Los hechos se aceptan como partes de un fodo conocido, autoevidente, como Jo “que simplement® ts”, Los hechos y fenomenos que vivimos, en los que 105 B implicamos dia a dia, se nos presentan como algo que no tiene sentido cuestionar ni problematizar, que no requic- ren examen ni verificacion, ya que constituirfan lo real por excelencia Podemos preguntarnos de donde surge esta valoracion de Jo cotidiano como lo autoevidente © incuestionable Dicha interpretacion tiene su origen y fundamento en un sistema social de representaciones e ideologia que encu- bre lo cotidiano, lo distorsiona, en tanto lo muestra como “ia realidad”, I nica forma de vida posible, La idcotogia dominante mistifica lo cotidiano en tanto oculta, desde los intereses de los sectores hegeménicos en la sociedad, ta esencia de la vida cotidiana, su cardcter de manifesta- cin concreta de las relaciones sociales, de la organizacién social de las relaciones entre necesidades de los hombres y ‘metas disponibles, formas de acceso a la satisfaccion.. Este encubrimiento y distorsion se da a través de un mecanismo peculiar, caracteristico de la ideologia domi nante, por el que se “natursliza” Jo social, se universaliza lo particular y se atemporaliza lo que es histérico. La vida cotidiana constituye, desde este proceso mistificador, un orden natural, universal, eterno e inmodificable, Desde esa representacion de la cotidianidad, nos move- mos en ella con una familiaridad acritica, con una ilusién de conocimiento que slo es desconocimiento, Lo que nos es familias, cercano, inmediato, no se constituye por esa mera cercanfa en Io mis conocido. Lo supuestamente obvio puede ser Jo ms desconoeido. La familiaridad, el seudo conocimiento vela los hechos, los sustrae a Ia problematizacion y desde alli al conocimiento objetivo, clentifico, Desde a familiaridad acritica, desde el no interrogarse, por ejemplo, por el fitbol, Ia prensa, el consumo, el sexo, la apariencia se identifica con lo real y {o esencial suele qyedar oculto. A partir del mito de lo “natural”, y “lo eterno”, “la realidad por excelencia”, “lo que simplemente es", Ia realidad de lo cotidiano ha desaparecido de la represents- ‘in. Por eso afirmamos que la realidad social se muestra y se oculta ala vez en la vida cotidiana, Se muestra en los 4 hhechos y se oculla en la representacion social de los hechos, Entendemos, con Roland Barthes, que el mito es un mensaje que evacta lo real. Nuestra vida cotidiana esti recorrida y legitimada por diversos mitos. Uno de ellos es el de una cotidianidad uniforme, homogénea. Mito que se texpresa en frases como “los argentinos somos asi, los atgentinos tenemos tal 0 cual modo de ser”. Los argenti- rnos nos encontramos en una identidad nacional, tenemos tun sentimiento de patria, pero en esa identidad hay uns gran diversidad, El mito oculta que en una organizacion Social como la nuestra hay una gran heterogeneidad de experiencias, de recursos, de condiciones de vida, de habitat, en consecuencia una heterogeneidad de cotidian social ¢ Kistérica se muestta y oculta a la vez en Io cotidiano, que un sistema social de representaciones “da cuenta” dela vida cotidia- na justificdndola, mostréndola a la vez como Jo banal, 10 autoevidente, lo natural, Jo real por exeelencia, Ia vida cotidiana reciama una critica, es decir una indagacion que arribe al conocimiento objetivo de las leyes que Figen sit desarrollo, Esta critica, en tanto actitud cientifica, anaitica, eso puesto 4 conciencia ingenus, Implicaré una interpelacién ‘alos hechos, su problematizacién, Una consecuencia de la critica es la desmitificacion, la superacidn de ilusiones 0 cones en relacién a los hechos. La critica es un interrogar a los fenémenos y las relaciones, en la bisque- da de sus leyes internas, de su esencia. Ese interrogar Gescorre el velo de la familiaridad y supera ol seudo conocimiento. Introduce una distancia adecuada entre el hecho y el sujeto, que se transforma asi en sujeto ‘cognoscente. Incluye la conciencia y la reflexion alli donde habia mecanismos de accion irreflexiva y represen- taci6n acritica {Como realizar esta critica de la cotidianidad? En primer lugar experimentindola, viviéndola, ya que 1a 1s prictica se constituye como primer momento de todo proceso de conocimiento. En segundo término estable- ciendo un ruptura con ja familiaridad acritica, con el mito de 10 obvio y lo natural, con el sistema de represen taciones que la muestra como lo real y autoevidente. Desde la perspectiva especifica de la Psicologia Social la critica de la vida cotidiana implicard el estudio de las leyes que rigen, en cada formacién social concreta. la emergencia y encodificaciin de las necesidades de los hhombres, la organizacion y las modalidades de respuesta social y Vincular a esas necesidades en cada estructure interaccional. Los grupos, las instituciones, todas ellas determinadas desde el plano fundante de las relaciones sociales. En sintesis la Psicologia Social indagaré fas leyes (que rigen la configuracion del sujeto a partir del interjue- go entre necesidades y satisfaccién, ya que es en esta dialéetica entre necesidad y satisfaccibn, entre sujeto y contexto que tiene su anclaje toda representacion, toda significaci6n social, toda ideologia. En ese interjuego se ‘organiza el sistema perceptivo, el universo de conocimien: to, dindose en él la posibilidad y las formas de acceso a ese orden de significacién que es el orden histbrico-social, onden simbélico, especificamente humano. Si bien la familiaridad acritica y el mito han acompaa- do histéricamente # Ia cotidianidad, debemos senalar que los hombres han intentado indsgar, desde distintas mods- lidades del conocimiento, en “la profundidad sin misterio: de la vida cotidiana”.' Esto ha sido realizado desde ta ciencia, el arte y la politica. No toda ciencia, todo arte 0 toda prictica politica, sino aquella que emergiendo en los momentos de crisis, que implican una quiebra de lo cotidiano, se proponen desocultar lo ocalto, penetrar en Ja apariencia para alcanzar la esencia de los hechos. La elaboracion de lus notas periodisticas realizadas por Enrique Pichon-Rivitre y por mé para la revista Primera Flana entre 1966 y 1967 y que fueron publicadas en 16 Hens Lethe forma devlibro en 1970, con el titulo de Pstcologia de la vida cotidiana, significé un momento de nuestra reflexion acerca de esta temética, A partir de entonces nuestra indagacion continué profundizsindose y sistematizindose, aleanzando otros niveles de rigurosidad y conceptualize” ion, hasta transformarse en uno de los ejes investigativos sobre los que se estructura el esquema conceptual, refe- rencial y operativo que planteara Enrique Pichon-Riviére Y que sis disefpulos continuamos desarrollando, El sentido de esta introduccién es el de dar a conocer algunas de las ideas trabajadas con Enrique Pichon-Riviere en los afios subsiguientes ala aparicion de Psicologia de la ida cotidiana, ‘Ana Pampliega de Quiroga Bibiografia enti Lefebyee, La eritique de lr vie covdienne, 4 cotiianad en e! mundo moderna. Roland Barthes, Mitolégieas Kare! Kosi, Diiéetica de lo comcret. ‘Bruce Brown, Mars, Freud y ls riica dela vida covidiana Enrique Pichon -Riviére, Comunicaciones pertonales, Agnes Heller, Hizora) vita cotiana Ana P. de Quiroga, Clases Escuela do Pricologia Social 1973, 1976, 1979 y 1985, ‘Ana P. de Quiroga, Jose ea vide cotidana, Eu "

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