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Evolución de la Economía
de Venezuela En el Siglo
XX
Facilitadora: Participante:
Peralta Michelangeli
Jose Carlos
C.I.: 30304457
Ciudad Bolívar
Junio del 2021
Introducción
El hombre, a través de sus diferentes etapas de desarrollo intelectual, siempre ha
estado inmerso en la búsqueda de las mejores herramientas que le permitan el correcto
desarrollo de sus actividades socioeconómicas.
En este orden de ideas, la historia nos muestra que las personas naturales y jurídicas
siempre se han interesado y esforzado para obtener información intelectual, económica
y financiera sobre nuestro pasado, es decir, se enfocan en la búsqueda de las bases que
ayudaron a forjar lo que hoy conocemos como economía.
Ahora bien, como nos enfocamos en un solo periodo de tiempo, se debe saber que
las transformaciones políticas venezolanas en el siglo XX estuvieron asociadas a la
dinámica de la industria petrolera y a las mutaciones monetarias y financieras en el
ámbito internacional y nacional.
Ahora bien, la crisis de 1902 fue el resultado de esta situación. A principios del siglo
XX, la deuda total del país más su servicio, superaba en más de diez veces los ingresos
fiscales de la nación, e incapacitó al gobierno para cancelarla. Todo eso llevó al bloqueo
del país en diciembre de 1902, que se manifestó en la captura y la destrucción de la
marina de guerra, en el control de las costas y los puertos venezolanos por la alianza
europea, concretamente anglogermana. La inestabilidad política representada por la
Revolución Libertadora, comandada por el banquero y comerciante Manuel Antonio
Matos, contribuyó, además, a profundizar los efectos de la enorme crisis que conmovió
al país.
Siguiendo con lo anterior, se debe aclarar que al finalizar el año 1902, con los barcos
de guerra emplazados en La Guaira, la deuda externa total de Venezuela ascendía a
155.411.296 bolívares. Los abusivos requerimientos superaban a ésta: 186.558.150
bolívares; después de algunos ajustes y negociaciones los gobiernos demandantes la
redujeron al límite aceptable.
Esto quiere decir, que con el orden de las armas atrajo y protegió las inversiones
extranjeras sedientas de petróleo y con sus réditos mejoró y amplió la infraestructura del
país. Suprimió los impuestos a la exportación del café, cacao y cueros, vigentes desde
1903; además, suprimió también el impuesto de guerra que gravaba las importaciones
en un 30%; asimismo, normalizó el comercio exterior, severamente entorpecido por la
gestión internacional de Castro; de igual forma suprimió los monopolios para la venta
de varios artículos como el tabaco y los géneros de lujo.
Se debe saber que este fue un periodo de Dictadura, en el cual además de Juan
Vicente Gómez, figuraron:
Durante este periodo de tiempo, llega la crisis de 1959-63. Una vez depuesta la
dictadura de Pérez Jiménez en 1953, el gobierno venezolano tomó una serie de medidas
de índole social, las que unidas al inestable ambiente político existente (como
consecuencia de sublevaciones militares y de la subversión guerrillera), ocasionaron una
crisis económica, que afectó particularmente a la industria de la construcción, uno de los
sectores más activos y fuente generadora de empleo.
Ahora bien, con el propósito de paliar los efectos de la crisis, el gobierno, con el
apoyo del llamado Pacto de Punto Fijo, decidió aumentar el nivel del gasto público,
especialmente de los gastos corrientes, incrementó la presión tributaria y recurrió de
más en más al crédito público. Todo ello se concretó en una gestión fiscal ampliamente
deficitaria.
Durante este mismo periodo, se dio lo que hoy se conoce como la crisis energética de
1973. Debemos saber que a partir de 1970 el precio del barril de petróleo comenzó un
formidable ascenso, por el aumento del consumo mundial de petróleo. A este aumento
se unió el estallido de la cuarta guerra árabe israelí produciendo aumentos aún mayores
del petróleo.
La expansión fiscal, entre 1973 y 1982, fue del orden de 600%. Parte de ese ingreso
fue ahorrado a través del Fondo de Inversiones de Venezuela pero la mayor parte fue
gastada, ocasionándose así una expansión acelerada de las magnitudes económicas,
financieras y monetarias, y también el resurgimiento de presiones inflacionarias.
Ahora bien, entre 1974 y 1975, el Gobierno nacional decretó la reserva al Estado de
la industria petrolera y de la minería de hierro, hasta entonces explotadas por capital
extranjero. Como consecuencia de ese decreto, fueron expropiados los activos reales de
las compañías concesionarias en el país y revirtieron a la nación las concesiones
vigentes para ese momento.
De ahí que, en 1979, con el nuevo gobierno constitucional encabezado por el Dr.
Luis Herrera Campins, la política económica se modificó, orientándose a un reajuste del
gasto público y de otras dimensiones de la economía implementándose políticas
tendientes a lograr la liberación de los precios de un gran número de artículos. El
ingreso obtenido por la exportación de hidrocarburos alcanzó durante el período 1980-
1981 a un promedio anual de US $ 18.000.000.000. Ello permitió realizar una
importación de bienes y servicios del orden de US $ 13.000.000.000 anuales y acumular
reservas internacionales que se situaron, al cierre de 1981, en US $ 8.600.000.000.
Debemos saber, que esta tendencia que comienza a revertirse a partir de 1980 con la
privatización de algunas empresas comerciales productivas, mineras y de
comunicaciones que hace que éstas se modernicen y se sitúen a la par de sus
competidores latinoamericanos y mundiales. No obstante, el ingreso petrolero nacional
mostró aumentos significativos hasta 1982; la producción petrolera no manifiesta el
mismo impulso y pierde su lugar prominente entre los primeros productores mundiales.
Un poco más tarde, en 1986 la caída de los precios del petróleo fue casi vertical, en
una proporción superior al 100%, hecho que debió reflejarse en la economía bajo la
forma de una contracción más acentuada que la de años anteriores, ante la cual el
Gobierno adoptó una política de estabilización de la actividad económica, mediante la
expansión del gasto público y el estímulo al empleo laboral, de tal manera que en el año
considerado el producto interno bruto aumentó en una proporción de 5% y la tasa de
desempleo bajó a 10%.
Desde luego, esa expansión fue financiada con reservas fiscales y monetarias. La
importación de bienes aumentó en un 6%, mientras la exportación se redujo en un 39%.
Las reservas internacionales del país disminuyeron en US $ 3.892.000.000, situándose
al cierre de 1986 en US $ 12.800.000.000.
Ahora bien, la etapa comprendida entre 1989 y 1993 se caracteriza por un cambio
importante de la política económica oficial, en el sentido de la promoción de una
economía liberal de mercado: se liberan los mercados de divisas, bienes, dinero y
factores productivos; el Gobierno suprime numerosos controles y mecanismos de
regulación e intervención en la actividad económica, reduce subsidios, implanta un
programa de reducción arancelaria aduanera, se decide la privatización de empresas del
Estado, con la excepción de las consideradas básicas y estratégicas, como la del petróleo
y la electrificación del Caroní. Todo esto se orienta al desarrollo de las fuerzas
económicas privadas con la menor intervención oficial.
Por lo mismo y para fortalecer la balanza de pagos y las reservas monetarias del
país, así como también para propiciar un nuevo refinanciamiento de la deuda externa
con los acreedores, el Gobierno se compromete con el Fondo Monetario Internacional
en una carta de intención a efectuar las medidas necesarias para el ajuste
macroeconómico, la estabilización monetaria cambiaria y de precios y la conversión de
la economía mixta o intervenida en una economía abierta del mercado.
Por ende, esta transición a una nueva dinámica económica no se efectuó sin traumas
sociales: manifestaciones violentas de inconformidad popular tuvieron lugar a fines de
febrero de 1989 y el índice de conflicto laboral ascendió durante el año. Ramas de la
producción agrícola y manufacturera sufrieron quebrantos, el consumo se contrajo en
una proporción considerable en términos reales. Fue un año de crisis, reajuste y
transición, a consecuencia del tratamiento de “choque” que se aplicó entonces.
Por ende, el gobierno del Presidente Caldera, electo en diciembre de 1993, también
confrontó serias dificultades, fundamentalmente en la esfera económica. Antes de la
toma de posesión del nuevo Presidente, estalló una crisis financiera sin precedentes en
el país, caracterizada por sucesivas olas de quiebras e intervenciones bancarias a lo
largo de 1994 y 1995.
Ahora bien, debido a todo lo que ya se ha expresado, podemos afirmar que la historia
nos ha permitido comprobar cómo ha evolucionado nuestro país en materia económica,
durante cada periodo Presidencial desde principios del siglo XX hasta la fecha, además
de involucrar las diferentes ampliaciones transitorias por las que la Economía Petrolera
ha pasado.