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Economía política

Smith “Sean cuales fueren el suelo, clima o extensión territorial de cualquier nación en particular, la
abundancia o escasez de su abastecimiento anual siempre depende, en cada caso particular, de
esas dos circunstancias. Además, la abundancia o escasez de ese abastecimiento parece depender
más de la primera circunstancia que de la segunda. Entre las naciones salvajes de cazadores y
pescadores, toda persona capaz de trabajar está ocupada en un trabajo más o menos útil, y procura
conseguir, en la medida de sus posibilidades, las cosas necesarias y convenientes de la vida para sí
misma o aquellos miembros de su familia o tribu que son demasiado viejos, o jóvenes o demasiado
débiles para ir a cazar o a pescar. Sin embargo, esas naciones son tan miserablemente pobres que
por pura necesidad se ven obligadas, o creen que están obligadas a veces a matar y a veces a
abandonar a sus niños, sus ancianos o a los que padecen enfermedades prolongadas, para que
perezcan de hambre o sean devorados por animales salvajes”

Las causas de este progreso en la capacidad productiva del trabajo y la forma en que su producto se
distribuye naturalmente entre las distintas clases y condiciones del hombre en la sociedad, son el
objeto del Libro Primero de esta investigación. Sea cual fuere el estado de la habilidad, la destreza y
el juicio con que el trabajo es aplicado en cualquier nación, la abundancia o escasez de su producto
anual debe depender, mientras perdure ese estado, de la proporción entre el número de los que
están anualmente ocupados en un trabajo útil y los que no lo están. El número de trabajadores útiles
y productivos, está en todas partes en proporción a la cantidad de capital destinada a darles
ocupación, y a la forma particular en que dicha cantidad se emplea.

El Libro Segundo, trata de la naturaleza del capital, de la manera en que gradualmente se acumula, y
de las cantidades diferentes de trabajo que pone en movimiento según las distintas formas en que es
empleado. Las naciones aceptablemente avanzadas en lo que se refiere a habilidad, destreza y juicio
en la aplicación del trabajo han seguido planes muy distintos para conducirlo o dirigirlo, y no todos
esos planes han sido igualmente favorables para el incremento de su producción.

Las circunstancias que parecen haber introducido y fomentado esa política son explicadas en el Libro

Tercero. Esos planes diferentes fueron probablemente establecidos debido a intereses y prejuicios
privados de algunos estamentos particulares, sin consideración o previsión alguna de sus
consecuencias sobre el bienestar general de la sociedad; sin embargo, han dado lugar a teorías muy
distintas de economía política, algunas de las cuales magnifican la importancia de las actividades
llevadas a cabo en las ciudades y otras la de las llevadas a cabo en el campo.
Dichas teorías han ejercido una considerable influencia, no sólo sobre las opiniones de las personas
ilustradas sino también sobre la conducta pública de los príncipes y estados soberanos. He
procurado, en el Libro Cuarto, explicar esas teorías de la forma más completa y precisa, y también
los efectos más importantes que han producido en diferentes épocas y naciones.

El objeto de los primeros cuatro libros de esta obra es explicar en qué ha consistido la renta del
conjunto de la población, o cuál ha sido la naturaleza de los fondos que en naciones y tiempos
diferentes, han provisto su consumo anual.

El Libro Quinto y último aborda la renta del soberano o del estado. En este libro intento mostrar
cuáles son los gastos necesarios del estado, cuáles de estos gastos deben ser sufragados por el
conjunto de la sociedad y cuáles sólo por una parte específica o por unos miembros particulares de la
misma; en segundo término, cuáles son los diversos métodos mediante los cuales se puede lograr
que toda la sociedad contribuya a afrontar los pagos que corresponden a la sociedad en su conjunto,
y cuáles son las ventajas e inconvenientes principales de cada uno de esos métodos; y, en tercer y
último término, cuáles son las razones y causas que han inducido a casi todos los estados modernos
a hipotecar una fracción de sus ingresos, o a contraer deudas, y cuáles han sido los efectos de tales
deudas sobre la riqueza real, que es el producto anual de la tierra y el trabajo de la sociedad”

El surgimiento de un nuevo campo de hechos, comienza a ser estudiado científicamente, depende del
desarrollo de la sociedad. Este texto se vincula a un contexto de ruptura precedida por la critica que la
filosofía racionalista ejerció sobre las concepciones teologicas y sus funamentos, vinculada con los
procesos de cambio que afectaron la estructura social de los países europeos (ss. XVIII-XIX) La
revolución industrial y sus consecuencias llevaron al primer plano del interés el estudio científico de la
naturaleza y vida social. El movimiento general tuvo su desarrollo mediante una fundamentación
empírica y racional.

Malthus “No conozco de alguien que haya supuesto que el ser humano podría vivir en este mundo sin
alimento. Asumiendo, pues, aceptados mis postulados, afirmo que el crecimiento de la población es
infinitamente superior a la capacidad de la tierra para producir alimento para la humanidad. La
población, cuando no tiene obstáculos, crece en progresión geométrica, mientras que el alimento
crece sólo en progresión aritmética. Un conocimiento elemental de los números bastará para advertir
cuán enorme es el crecimiento de la primera en comparación con el crecimiento del segundo”

Así pues, la natural desigualdad entre el crecimiento de estas dos fuerzas, la población y la

producción de alimentos, y aquella gran ley natural que las obliga constantemente a crecer a la par,
constituyen la gran dificultad, a mi juicio, insuperable en el camino al perfeccionamiento de la
humanidad. Todos los demás argumentos resultan débiles y poco importantes en comparación con
éste. No veo cómo pueda la humanidad escapar al peso de esta ley que gobierna sobre todo ser
animado en la naturaleza. Ninguna igualdad imaginable, ninguna regulación agraria por mucho que
abarque, podrían liberarle ni por un siglo de dicha carga. Ella resulta, decisiva en contra de la
posibilidad de que haya una sociedad cuyos miembros vivan en relativa felicidad y comodidad, y no
sientan ansiedad por procurarse el alimento para sí mismos y para sus familias.

(23) Por lo tanto, si las premisas son correctas, el argumento es concluyente en contra del

perfeccionamiento de la humanidad.

Robert Malthus, Primer ensayo sobre la población, 1798.

El malthusianismo es una teoría económica y sociológica, desarrollada en el SXVIII, que señala que
los recursos de la tierra no serán suficientes para poder alimentar a la creciente población. Por esa
razón, la única forma de lograr la supervivencia humana es controlar la natalidad.

De acuerdo a los cálculos realizados por Malthus, el crecimiento de la población, sin ningún tipo de
control, responde a una progresión geométrica duplicándose cada 25 años (1, 2, 4, 8, 16…). La
producción de alimentos, en tanto, solo crecería en una progresión aritmética  (1, 2, 3, 4, 5…) debido
a la existencia de rendimientos decrecientes y a la limitada capacidad productiva de los suelos.

Lo anterior llevaría al colapso de recursos, hambre y escasez. En efecto, de acuerdo con las cifras de
Malthus, dentro de dos siglos la proporción entre población y alimentos sería de 256 a 9, relación que
iría empeorando con el tiempo.

RICARDO

Principios de economía política y tributación, 1817.

Ricardo sostiene en el prefacio que Turgot, Stuart, Adam Smith, Jean-Baptiste Say, Sismondi, y otros


no habían escrito suficiente «información satisfactoria» sobre los temas de la renta, las ganancias y
los salarios. Principios de economía política es el intento de Ricardo de llenar ese vacío en la
literatura. Independientemente de si el libro logra ese objetivo, el libro situó a Ricardo, de acuerdo
con Ronald Max Hartwell, entre los grandes economistas clásicos Adam Smith, Thomas Robert
Malthus, John Stuart Mill y Karl Marx.

“Supongamos ahora que un cambio de moda incrementa la demanda de sedas y disminuye la de


lanas; su precio natural, la cantidad de trabajo necesaria para su producción, permanecerá
inalterado, pero el precio de mercado de la seda aumentará, y el de la lana caerá; y por lo tanto las
ganancias del productor de sedas será mayores, mientras que las del productor de lanas serán
menores. No solamente las ganancias, también los salarios de los trabajadores se verán afectados
en esos empleos. Esta mayor demanda de sedas sería, sin embargo, rápidamente atendida, por la
transferencia de capital y mano de obra de la manufactura de lanas hacia la de sedas; cuando los
precios de mercado de las sedas y las lanas volverían a aproximarse a sus precios naturales, y los
respectivos productores de esos bienes obtendrían las ganancias usuales.”

MARX Y ENGELS

“El capital es la contradicción en proceso, (puesto) que se esfuerza por reducir a un mínimo el tiempo
de trabajo, mientras que por lo demás pone al tiempo de trabajo como única medida y fuente de la
riqueza. Disminuye el tiempo de trabajo en la forma de tiempo de trabajo necesario, para aumentarlo
en la forma del superfluo; pone, por tanto, cada vez más el superfluo como condición - question de
vie et de mort- del necesario. Por un lado despierta a la vida todos los poderes de la ciencia y de la
naturaleza, así como de la cooperación social y del intercambio social, para hacer que la creación de
la riqueza sea (relativamente) independiente del tiempo de trabajo empleado en ella. Por el otro lado,
procura medir con el tiempo de trabajo esas gigantescas fuerzas sociales creadas de esta suerte y
reducidas a los límites imprescindibles para que el valor ya creado se conserve como valor”

Los Grundrisse o Elementos fundamentales para la crítica de la economía política son una


recopilación de anotaciones de Karl Marx, completada entre 1857-1858, que pueden considerarse
borradores de su obra cumbre, El capital. Pero los Grundrisse también pueden considerarse como
textos complementarios a El capital, ya que Marx alcanzó a desarrollar en aquellos concepciones y
elementos que quedaron fuera de esta obra. Se enfoca, como en toda sus obras, en la producción,
considerándola como la parte primordial del orden social entero; desarrolla la producción primitiva en
menor medida, pues hace hincapié en la producción dentro de la sociedad civil, por las relaciones de
propiedad, las relaciones de producción y las formales relaciones establecidas entre los sujetos
sociales que este tipo de sociedad tiene como fundamento.

Desarrolla las raíces del capital en sí mismo y del trabajo social, esto es, la producción y la relación
capital-trabajo. Marx afirma con crudeza y certeza magistral que un pueblo alcanza el culmen de su
desarrollo industrial cuando el enfoque no está puesto ya en la ganancia, sino en ganar. Aplicando
el materialismo, advierte que las diferentes condiciones específicas objetivas de las sociedades
determinan la producción social, esto es, factores climáticos, geográficos, o hasta tradicionales,
psicográficos, etc.

Marx explica aquí cómo la producción determina necesariamente la distribución de los bienes
materiales en los diferentes sujetos sociales, esto es, en las clases sociales. En cierto modo,
desarrolla ampliamente todas las grandes declaraciones que realizó en el prefacio de la Contribución
a la crítica de la economía política y que habían quedado inconclusas en este libro; es decir,
desarrolló científicamente las bases y fundamentos del materialismo histórico.
Marx desarrolla en los Grundrisse aspectos fundamentales de su teoría, como el dinero como
producto de las relaciones sociales y, a su vez, las contradicciones inherentes al dinero mismo y a las
diferentes formas del dinero —formas posibles del dinero, porque a su vez descarta utopismos y
fantasías señalando que hay monedas que son imposibles, como la moneda tiempo de trabajo—.

La importancia de los Grundrisse dentro del marxismo es fundamental, casi tan fundamental como El


capital, y es, junto con este y la Contribución, una de las tres obras fundamentales (económicas) de
Marx. Además, ya que fueron escritos personales —no de publicación—, nos encontramos con un
Marx introspectivo, crítico de sí mismo, en pleno desarrollo de sus ideas, y con aclaraciones a sí
mismo que enriquecen tanto el aspecto filosófico y económico como la parte humana o natural del
escrito, en tanto se puede sentir al propio autor, en cierto modo, conversando con sí mismo,
refutándose o reafirmándose; escindiendo, en pocas palabras, los fundamentos teóricos que luego
culminarían con El capital.

En el SXIX se produce un doble movimiento: el proletariado en expansión se expresa en la ideología


socialista que culmina en el análisis científico de Marx, con influencia decisiva sobre las demás
ciencias sociales durante el SXX. En este sentido, la idea del progreso social queda unida a la noción
de que el capitalismo, en virtud de sus contradicciones internas, tiene un horizonte histórico preciso,
que tocara a su fin con el pasaje a la sociedad sin clases. La confianza creciente de la burguesía en
el progreso ilimitado del capitalismo genera las primeras formulaciones sistemáticas de la vida
psíquico-social, considerado como culminación del desarrollo de los conocimientos humanos.

SOCIOLOGÍA

“Hasta el momento el método de las ciencias de observación no ha sido introducido en las cuestiones
políticas; cada uno ha mantenido su forma de ver, de razonar, de juzgar y de allí viene la imprecisión
de las soluciones y la poca generalidad de los resultados. El tiempo de la ciencia madura ha llegado;
ha terminado la infancia de la misma.”

Subtitulada «Sobre la necesidad y sobre los medios de unir los pueblos de Europa en un solo cuerpo
político», presentamos De la reorganización de la sociedad europea, fue una reflexión pionera
sobre la construcción europea, uno de los primeros ensayos utópicos surgidos en respuesta a la
herida liberadora de la Revolución Francesa.

Claude Henri de Rouvroy, Conde de Saint-Simon (París, 1760-1825) fue un historiador y teórico
político socialista francés. Su pensamiento reacciona al derramamiento de sangre de la Revolución
francesa y el militarismo de Napoleón. Defensor de la propiedad privada y del derecho de cada
individuo a recibir una retribución en función de su capacidad, a su juicio el primer objetivo político del
Estado debía ser el desarrollo de la producción, con un gobierno constituido por industriales, obreros,
campesinos y propietarios. Propuso, además, que los científicos ocuparan el lugar de los clérigos en
el orden social; la función de la religión sería guiar a las clases más bajas de la sociedad en su lucha
para mejorar sus condiciones de vida. Tras su muerte, sus discípulos popularizaron su ideología
durante el Segundo Imperio y sus principios adquirieron el nombre de «sansimonismo». Previó el
proceso de industrialización del mundo y confió la solución de la mayoría de los problemas de la
sociedad a la ciencia y la tecnología. Carta de un residente en Ginebra a sus contemporáneos (1802-
03) fue su primera obra. En 1821 escribió El sistema industrial y en 1825 Nuevo cristianismo, su libro
más importante.

La reflexión acerca de la utopía y la distopía -su evolución histórica, sus declinaciones


contemporáneas y potencialidad futura- excede los ámbitos historiográficos o académicos. Constituye
un esfuerzo esencial de recuperación de un elenco de materiales conceptuales cruciales para realizar
un diagnóstico del presente.

COMTE

“[La visión positivista) tiende poderosamente, por su propia naturaleza, a la consolidación del orden
público, mediante el desarrollo de una sabia resignación... Evidentemente, no puede darse una
verdadera resignación, o sea, una disposición permanente para soportar - con mucha constancia y
sin ninguna esperanza de recibir alguna compensación- los males inevitables que rigen todos los
diversos géneros de fenómenos naturales gracias a un profundo sentimiento de comprensión de las
leyes inevitables. Es, pues, exclusivamente a la filosofía positiva que se debe una tal disposición y en
relación con cualquier sujeto al cual se la aplique y en referencia también a los males politicos”

Comte, colocó en el extremo alto de la jerarquía de las ciencias: el estudio sistematico de los
procesos sociales marcaba la época en que la ciencia pasaba a ominar en forma completa el
horizonte intelectual de la humanidad. Combinaba la fe en la ciencia con una ideología conservadora:
la familia unidad básica de la sociedad es una institución de control, que esta fundada en la
subordinación natural de la mujer. Sobre esta, se edifica el organismo social (superior al individual)

MARX

“La conciencia, por tanto, es ya de antemano un producto social, y lo seguirá siendo mientras existan
seres humanos. La conciencia es, en principio, naturalmente, conciencia del mundo inmediato y
sensorio que nos rodea y conciencia de los nexos limitados con otras personas y cosas, fuera del
individuo consciente de sí mismo; y es, al mismo tiempo, conciencia de la naturaleza, que al principio
se enfrenta al hombre como un poder absolutamente extraño, omnipotente e inexpugnable, ante el
que la actitud de los hombres es puramente animal y al que se someten como el ganado; es, por
tanto, una conciencia puramente animal de la naturaleza (religión natural). Inmediatamente, vemos
aquí que esta religión natural o esta determinada actitud hacia la naturaleza se halla determinada por
la forma social…”

La ideología alemana es una obra escrita por Karl Marx y Friedrich


Engels en Bruselas entre 1845 y 1846, pero no se publicó hasta 1932 por David Riazanov a través
del Instituto Marx-Engels-Lenin en Moscú. La reflexión y crítica filosófica, el
análisis histórico y económico se dan la mano en esta obra.

Como se indica en el título de cada capítulo, se critica a los filósofos Ludwig Feuerbach, Bruno


Bauer y Max Stirner, parte del grupo de filósofos conocidos como los jóvenes hegelianos.

Se desarrolla la temática de la enajenación o alienación, se presenta la descripción de las formas de


la propiedad a lo largo de la historia: tribal, comunal y feudal. Se analizan algunas formas del modo
de producción capitalista como el trabajo asalariado y se describen las formas que toma la ideología o
conciencia social dominante de acuerdo a la base económica vigente.

DURKHEIM

Émile Durkheim, La división del trabajo social, 1893.

La división del trabajo social (en francés De la division du travail social) es una obra de Émile
Durkheim, uno de los fundadores de la sociología, publicada en 1893. En ella se analiza la división
social como hecho social que coacciona al individuo así como el problema de la solidaridad social. El
autor describe dos tipos de solidaridad:

 La mecánicao flotabilidad de este gran desempeño se caracteriza por poseer relaciones


sociales simples, hay muy poca o casi ninguna división en el trabajo, hay un alto grado de
cohesión entre los individuos, generándose una conciencia colectiva fuerte y homogénea. Los
individuos tienen conocimientos similares, por eso se genera una unidad. El derecho se aplica de
manera represiva, ya que el transgresor opera contra el sistema moral colectivo.

 La orgánica caracterizada por las relaciones sociales complejas donde existe una mayor
división en el trabajo producida por la individualización de las tareas. En esta sociedad se va a
generar una interdependencia con alto nivel de conflicto y egoísmo, que genera una conciencia
colectiva fragmentada. Además en ésta el derecho se aplica de un tipo de pena "restitutiva" no
represiva, es decir, pretende volver las cosas al estado anterior a aquel en que fue cometido el
crimen.
nuestro principal objetivo es extender el racionalismo científico a la conducta humana, haciendo ver
que, considerada en el pasado, es reducible a relaciones de causa y efecto, que una operación no
menos racional puede transformar más tarde en reglas de acción 6 para el porvenir. La sociología así
entendida no será ni individualista, ni comunista, ni socialista... Por principio, ignora estas teorías a
las que no podría reconocer valor científico, puesto que ellas tienden directamente no a expresar los
hechos, sino a transformarlos.

WEBER

Este tratado del sociólogo alemán Max Weber fue publicado póstumamente en Tubingen en el año
1922 por su viuda, Marianne Weber. En la primera parte del libro, "Teoría de las categorías
sociológicas", después de la formulación de los conceptos sociológicos fundamentales y de la
elaboración de una precisa terminología sociológica (capitulo I), Weber trata de establecer las
principales categorías relativas a los distintos campos de la investigación sociológica: las relaciones
económicas, las relaciones de poder y las relaciones de casta y clase.

Como resultados de este estudio sistemático se deducen algunos fenómenos sociológicos típicos del
mundo occidental (por ejemplo, el abandono del sistema de cobertura del presupuesto, propio de la
comunidad doméstica y de las comunidades de ella derivadas, con la consiguiente disolución de la
familia; o el abandono de una postura religiosa que implica la negación del mundo y su substitución
por una ascética mundana que se empeña en una transformación ética de la vida económica),
fenómenos que establecieron condiciones necesarias o favorables para el desarrollo de la economía
capitalista moderna. Este examen permite a Weber plantear y resolver el problema de la
individualidad del capitalismo moderno, que se había venido colocando en el centro de sus intereses.

El punto culminante de este análisis se produce, en Economía y sociedad, en el noveno y último


capítulo de la segunda parte ("Sociología de la dominación") y particularmente en el último apartado
del capítulo, titulado "La institución estatal racional y los partidos políticos y parlamentos modernos
(Sociología del Estado)". Weber trabaja teniendo en cuenta, particularmente, dos grandes
experiencias: la de la funcionalidad parlamentaria británica y la del autoritarismo bismarckiano; es
decir, tomando como referencia dos polos opuestos, el cesarismo de un Bismarck y una eficiente
democracia representativa como la inglesa.
Acercándose a la crisis mundial de la democracia, y casi presagiándola, Weber traza las líneas de
una sociología de la democracia de masa; pero por su cuenta, en una profesión de liberalismo, insiste
en la insustituibilidad de los parlamentarios, como instrumento racionalizante de la política del estado
moderno. "El peligro de la democracia de masa para la política del estado consiste, precisamente, en
la posibilidad de una fuerte preponderancia de elementos emotivos en la política. La masa en cuanto
tal, prescindiendo de los estratos sociales que la componen en cada caso, piensa sólo hasta
mañana".

De ello se deriva explícitamente la defensa de los partidos, de la selección electoral y de las cámaras
representativas, "donde la cabeza fría y clara logra dominar en las decisiones responsables". Esta
llamada a la libertad y a la verdad en la política cierra la obra no en forma de peroración, sino de
necesario distingo entre razón y emoción. El liberalismo de Weber consistía en pensar que los valores
de verdad y libertad "no pueden subsistir sin lucha, pero tienen que saber justificar y afrontar a sus
adversarios en la historia, que es el lugar natural de la violencia." A partir de la segunda edición
(1925), se añadió a la obra un apéndice con el ensayo titulado "Los fundamentos racionales y
sociológicos de la música".

ANTROPOLOGÍA

DARWIN, El origen del hombre, la selección natural y la sexual, 1871

“Entre los salvajes, los individuos de cuerpo o espíritu débil son eliminados prontamente, y los que
sobreviven se distinguen ordinariamente por su vigorosa salud. Los hombres civilizados nos
esforzamos para detener la marcha de la eliminación; construimos asilos para los idiotas y los
enfermos, legislamos la mendicidad, y despliegan nuestros médicos toda su sagacidad para
conservar el mayor tiempo posible la vida de cada individuo. Abundan las razones para creer que la
vacuna ha preservado a millares de personas que, a causa de la debilidad de su constitución,
hubieran sucumbido a los ataques variolosos. Aprovechando tales medios los miembros débiles de
las sociedades civilizadas propagan su especie. Todos los que se han ocupado en la reproducción de
los animales domésticos”

Obra que se vincula a la consolidación de la ideología de las clases dominantes, y el surgimiento de


la antropología. Su impulso final que le dio origen, fueron los proyectos colonialistas de las grandes
potencias capitalistas en expansión. Las culturas extrañas, asentadas en tierras lejanas fueron
estímulo para la imaginación cultural del mundo occidental. Anteriormente, en el SXVIII el Iluminismo
difundió la imagen del buen salvaje dotado del ejercicio de la razón natural y el buen sentido. Luego
son calificados como inferiores, distintos al hombre blanco. Eran la infancia, ignorancia e ingenuidad
de Occidente. La sociedad industrial capitalista fue el único modo racional. Este pensamiento que
colocaba al capitalismo industrial en la cúspide del progreso humano, fue reinvidicado por Darwin en
sus obras.
“La prueba de que todas las naciones civilizadas descienden de bárbaros, encuéntrase, por una
parte, en vestigios evidentes de su inferior condición precedente que existen aún en sus costumbres,
creencias, lenguajes, etc., y, por otra parte, en hechos que prueban que los salvajes pueden por sí
mismos elevarse algunos grados en la escala de la civilización, como realmente lo han cumplido. Las
pruebas de la primera clase son muy curiosas, pero no pueden continuarse aquí: quiero ocuparme de
casos como, por ejemplo, el de la numeración que, según lo prueba de una manera evidente M. Tylor
por los nombres usados aún en ciertos lugares, ha tenido su origen contando primero los dedos de
una mano, después los de la otra, y finalmente los de los pies”

TYLOR

En su obra señalaba que descubrirán que los principios de esta religión son racionales. Proporciona
la primera definición sistemática de cultura, como totalidad compleja que incluye conocimiento,
creencia, arte, moral, ley, costumbres y todas las demás capacidades y hábitos adquiridos por el
hombre como miembro de la sociedad.

“En sentido etnográfico amplio, la cultura o civilización es esa totalidad compleja que incluye el
conocimiento, las creencias, el arte, el derecho, la moral, las costumbres y cualquier otro hábito o
capacidad adquiridos por el hombre en cuanto pertenecientes a la sociedad”

“Partiendo de un breve examen preliminar del problema, los fenómenos de la cultura pueden
clasificarse y ordenarse, etapa tras etapa, en un probable orden de evolución. Después que se los
analiza con una visión amplia, el carácter y el hábito de la especie humana muestran a un tiempo esa
igualdad y consistencia de los fenómenos que han dado origen a declarar, según los proverbios
italianos, que «todo el mundo es el país», «tutto il mondo è paese». La igualdad general de la
naturaleza humana, por un lado y la igualdad general de las condiciones de vida, por el otro, esta
similitud y consistencia, sin duda, pueden trazarse y estudiarse con especial competencia cuando se
comparan razas con un grado de civilización aproximado”

“Tal como hemos demostrado sobre la conveniencia de clasificar los detalles de la cultura en gran
número de grupos etnográficos, de artes, creencias, costumbres, se plantea el problema de hasta
qué punto los hechos organizados en estos grupos se han producido evolucionando unos de otros.
Pues, es innecesario aclarar que los grupos en cuestión, de ninguna manera están definidos con
exactitud. Tomando como ejemplo nuevamente la historia natural, encontramos aquí especies que
tienden a dividirse rápidamente en variedades. Pero cuando se trata de considerar las relaciones
entre los grupos resulta evidente que el investigador de la cultura tiene una gran ventaja respecto al
estudioso de las especies de plantas y animales. Los naturalistas se plantean el problema de si la
teoría de la evolución de una especie a otra es una descripción de lo que realmente ocurre o un
simple esquema ideal provechoso para la clasificación de las especies, cuyo origen ha sido
realmente independiente. Pero para los etnógrafos no existe la duda sobre la posibilidad de que las
especies de instrumentos, hábitos o creencias hayan evolucionado unos de otros, dado que la
evolución de la cultura es reconocida por nuestro conocimiento cotidiano.”

Tylor pensaba que la antropología necesitaba un método científico para hacer valer sus hallazgos
ante la opinión pública. Su propuesta fue el método comparative. En último término, Tylor pensaba
que este método podía dar lugar a explicaciones causales universales.

La definición de Tylor habla de tribus inferiores, cultura inferior y civilización primitiva. El nuevo
sentido rompe con el empleo tradicional del termino: por una parte cultura no evoca a un progreso, un
devenir/ideal, sino que se refiere a una situación social y se aplica a una colectividad, mas no a los
individuos. Se inspira en etnólogos, y destaca la influencia del historiador Klemm (evolucionista y
polisemia de la cultura)

MORGAN

Su libro abre el enorme campo de estudios del parentesco y las reglas matrimoniales en las culturas
primitvas, cuya complejidad ha desafiado la inteligencia de los antropólogos del mundo moderno y
exigieron el uso de computadoras. El impacto de Morgan se siente en el marxismo.

“Las investigaciones más recientes acerca de la condición primitiva de la raza humana, demuestran
que el hombre avanzó del salvajismo a la civilización, mediante acumulaciones de la ciencia
experimental.”

“Los gérmenes de las instituciones y de los artes principales de la vida fueron desarrollados mientras
que el hombre seguía siendo un salvaje. A un grado muy grande la experiencia de los períodos
subsecuentes del barbarismo y de la civilización se ha expendido en el desarrollo posterior de estos
conceptos originales. Allí donde se pueda distinguir una conexión entre una institución presente y un
principio común en continentes diferentes, quedará implícita la filiación de los pueblos mismos
respecto de un tronco común originario. El mundo ilustrado de Europa y América marca, en la
práctica, un modelo, colocando, sencillamente, a sus propios pueblos en un extremo de la serie social
y a las tribus salvajes en el otro, distribuyendo el resto de la humanidad entre esos límites, según se
acerquen más o menos a la vida salvaje o a la culta.”
La aplicación del método comparativo al estudio de los sistemas de parentesco fue la innovación
que Morgan introdujo para estudiar las relaciones históricas entre los pueblos aborígenes de
Norteamérica.

Mediante las encuestas y sus propias investigaciones de campo, Morgan reunió datos de parentesco
de 139 grupos distintos de Norteamérica, Asia, Oceanía y Europa. Dedicó varios años a clasificar y
tabular estos datos, con los cuales escribió su siguiente monografía: Systems of consanguinity and
affinity of the human family (1871).

Morgan no había desarrollado todavía un modelo evolucionista. De manera que afrontó el análisis  de
los sistemas de parentesco como si fuesen lenguas, aplicando el método comparativo a su estudio.
En este punto, parece que se inspiró en el trabajo del profesor de sánscrito de Oxford, Friedrich Max
Müller. Este autor defendía la existencia de tres familias de lenguas: aria, semítica y una tercera de
origen asiático, a la que denominó turania. Müller buscaba pruebas filológicas del origen unitario de la
humanidad. Aunque no las encontró, planteó un modelo de desarrollo progresivo de las familias
lingüísticas, en cuyo punto de partida estaban las lenguas turanias (más primitivas) y en la última
etapa las lenguas semíticas y arias (más avanzadas). Además, lo relacionó con el modelo de los
cuatro estadios de desarrollo económico de la ilustración escocesa, el cual dividía las sociedades en
cazadoras, pastoras, agricultoras y comerciales, cada una con un grado distinto de desarrollo político,
desde el comunismo anárquico primitivo al Estado centralizado. El modelo sintético de Müller
contraponía sociedades nómadas y primitivas con lenguas simples, a las sociedades civilizadas,
centralizadas y agrícolas, con élites literarias y lenguas más avanzadas.

Morgan dividió los sistemas de afinidad y consanguineidad en dos grandes grupos que denominó
“sistemas descriptivos” y “sistemas clasificadores”.
En el último de sus libros, La sociedad primitiva, Morgan llevó a cabo una descripción detallada de la
historia de la humanidad y cómo había tenido lugar la evolución de la sociedad.

El descubrimiento de restos humanos junto a huesos de animales extinguidos en las cuevas Brixham
Cave y otros lugares a mediados del siglo XIX, puso de manifiesto que la especie humana tenía una
mayor antigüedad de lo que se había pensado hasta entonces. Así que Morgan afrontó el reto de
reconstruir esa prehistoria.
Para llevar a cabo la reconstrucción de la historia de la humanidad, Morgan se apoyó en dos
presupuestos:

1. La historia podía reconstruirse mediante deducciones teóricas, es decir, conjeturalmente. La


secuencia que conduce de unas instituciones a otras respondía a una lógica. La promiscuidad, por
ejemplo, había sido condición necesaria para el surgimiento de la familia consanguínea.
2. Los conocimientos disponibles sobre los pueblos salvajes contemporáneos representaban
evidencias del pasado de las naciones civilizadas.

La evolución social de la humanidad, según Morgan, había sido única y lineal, pasando por tres
grandes etapas o períodos étnicos: el salvajismo, la barbarie y la civilización.

Morgan dividió las dos primeras etapas de desarrollo en tres, quedando configurado su esquema
evolutivo de la humanidad en siete períodos:

I. Estadio inferior del salvajismo: desde la infancia del género humano al comienzo del período
siguiente.
II. Estadio medio del salvajismo: desde la adquisición de una subsistencia a base de pescado y el
conocimiento del uso del fuego, hasta etc.
III. Estadio superior del salvajismo: desde la invención del arco  y la flecha, hasta etc.
IV. Estadio inferior de la barbarie: desde la invención del arte de la alfarería, hasta etc.
V. Estadio medio de la barbarie: desde la domesticación de animales en el hemisferio oriental, y en el
occidental, desde el cultivo del maíz y plantas por irrigación, con el uso de adobe y piedra, hasta etc.
VI. Estadio superior de la barbarie: desde la invención de la fundición
de mineral de hierro y el empleo de utensilios de hierro, hasta etc.
VII.-Estadio de civilización: desde la invención de un alfabeto fonético y el empleo de la escritura,
hasta el tiempo presente.

Cada una de estas etapas de la historia de la humanidad se había caracterizado por un grado de
progreso distinto, apreciable en cuatro dimensiones del desarrollo social y cultural: la tecnología, el
gobierno, la familia y la noción de propiedad. Morgan dividió su libro en cuatro partes, en las que
expuso el desarrollo de cada una de estas ideas.
Morgan pensaba, al igual que Lubbock y Tylor, que uno de los indicadores más claros de la evolución
de una sociedad era el nivel de tecnología que hubiese logrado. El progreso de la humanidad había
dependido, en primer lugar, del desarrollo de sus “artes de subsistencia”. La supremacía del ser
humano sobre la tierra frente a otras especies animales había sido posible gracias a estas
habilidades. La expansión de la humanidad por toda la tierra y su crecimiento no habrían podido tener
lugar sin ese control de la producción de alimentos.

La segunda parte de La sociedad primitiva está dedicada a exponer el desarrollo de la idea


de gobierno. Puede considerarse el tema principal la obra, ya que ocupa más de la mitad de las
páginas del libro.

Morgan distingue entre dos sistemas de gobierno: la societas, una forma de organización social
basada en la gens, la fratría y la tribu, propia de la sociedad antigua (salvajismo y barbarie); y
la civitas, una forma de organización política basada en el territorio y la propiedad, característica de la
sociedad moderna (civilización). El primer sistema se basa en las relaciones personales y actúa a
través de la gens (linaje) y la tribu. El segundo implica la existencia de una sociedad política en la que
el gobierno actúa sobre las personas a través de relaciones territoriales (municipales, regionales o
estatales).

La gens había sido, según Morgan, la forma de gobierno característica de la sociedad antigua.


Antes de su organización en gentes o linajes, los seres humanos habían vivido en bandas
promiscuas. Morgan presenta como caso característico de esta etapa los kamilaroi australianos,
basándose en los datos etnográficos que sobre este pueblo había aportado el reverendo Lorimer
Fison. A continuación describe con detalle el modelo de organización gentilicia, sirviéndose del caso
de los iroqueses. Primero fue la gens, luego la fratría, a la que siguió la tribu y, por último, la
confederación de tribus o nación. En el resto de esta segunda parte del libro, Morgan trata de probar
que los aztecas, griegos y romanos habían tenido esa misma forma de organización social y no un
gobierno político. 

En la tercera parte de la obra, Morgan aborda el desarrollo de la idea de familia. Básicamente


recapitula las ideas que ya había expuesto en su libro Los sistemas de consanguinidad y afinidad. La
secuencia que había seguido la evolución de la familia, según Morgan, es la siguiente:

1. Familia consanguínea (comunal): resultado del matrimonio entre hermanos y hermanas,


propios y colaterales, en grupo.
2. Familia punalúa: resultado del matrimonio entre hermanas (o hermanos) propias y colaterales,
con los maridos (o esposas) de cada una de las otras, en grupo, no siendo necesario que estuviesen
emparentados entre sí.

3. Familia sidiásmica (bárbara): resultado del matrimonio entre parejas solas, sin cohabitación
exclusiva; la duración del matrimonio depende de la voluntad de las partes.

4. Familia patriarcal: resultado del matrimonio de un hombre con varias mujeres; generalmente
acompañado de la reclusión de las esposas.

5. Familia monógama (civilizada): matrimonio entre parejas solas con cohabitación exclusiva.

En la última parte del libro Morgan hace un breve repaso del desarrollo de la idea de propiedad.
Relaciona, por una parte, el desarrollo de este concepto con el progreso tecnológico y, por otra,  la
regulación de su posesión y herencia con la evolución de la organización social en los sucesivos
períodos étnicos.
En el estadio de salvajismo apenas existían las posesiones y eran de poco valor: utensilios y armas
rudimentarias. Con la aparición de la institución de la gens, en el estadio inferior de la barbarie, se
incrementaron las propiedades y apareció la primera regla de la herencia, distribuyendo los efectos
del finado entre sus gentiles. Con el desarrollo de la agricultura, en el estadio medio de la barbarie,
apareció la noción de propiedad de la tierra cultivada. Aunque la tierra seguía siendo propiedad de la
tribu, ahora podía ser poseída por un grupo o individuo perteneciente a la misma. A medida que la
sociedad fue haciéndose más compleja, aumentaron la cantidad y variedad de los bienes. Esto dio
lugar a la segunda regla de la herencia, según la cual los bienes del difunto se traspasaban a la
parentela agnaticia, quedando excluidos el resto de los gentiles. Al final del estadio de barbarie
superior, con la aparición de la familia monógama, se produjeron cambios en la forma de posesión de
la tierra, que pasó a ser propiedad del Estado o de los individuos. Simultáneamente se produjo la
tercera de las reglas de la herencia, que atribuye a los hijos del difunto la exclusividad de la herencia.
Interpretaciones

Marx y Engels leyeron con interés la obra de Morgan. Marx tomó numerosas anotaciones, que más
tarde Engels utilizó para la redacción de su libro El origen de la familia, la propiedad privada y el
Estado (1884). Más de la mitad del libro de Engels es una glosa del texto de Morgan, sobre todo la
parte que concierne a la “sociedad primitiva”.

Engels propone una teoría para explicar el origen de la familia y del Estado, en la cual las condiciones
económicas y la propiedad privada juegan un papel fundamental. Considera que el modo producción
es lo que determinaba la historia, y desde esta perspectiva materialista realiza la lectura e
interpretación del libro de Morgan.
El orden social depende básicamente de dos factores: el modo de producción (la forma en que está
organizado el trabajo y las distribución de sus productos) y el modo de reproducción (que garantiza la
existencia de la población). Las sociedades “primitivas”, en las que  todavía no estaba muy
desarrollado el trabajo, pudieron funcionar mediante una organización basada en las relaciones de
parentesco. Pero la producción fue creciendo, produjo riqueza y, con ella, la posibilidad de utilizar el
trabajo ajeno y mayores diferencias sociales entre los grupos de individuos. En otras palabras, el
aumento de la producción dio lugar al desarrollo de la propiedad privada, lo que tuvo como
consecuencias la desintegración del antiguo orden social basado en el parentesco y el surgimiento de
una sociedad de clases.

Engels pensaba que los períodos étnicos que había descrito Morgan podían identificarse con distintos
modos de producción, lo cual resultaba congruente con su teoría.
Una de las ideas de Morgan que Engels consideraba trascendental para el entendimiento de la
prehistoria era que la organización matrilineal había precedido a la patrilineal. En su opinión, esto
probaba que las mujeres habían ido perdiendo estatus a medida que la sociedad progresaba. Esa
pérdida de estatus alcanzó su punto más álgido con la aparición de la familia monógama, cuya causa
había sido el surgimiento y desarrollo de la propiedad privada. Así se produjo la primera forma de
opresión de clases: la explotación de las mujeres por parte de los hombres.
La aparición del Estado, según Engels, fue un paso más en el mismo proceso desencadenado por el
desarrollo de la propiedad privada y el conflicto de clases. La familia, la propiedad privada y el Estado
habían sido, por tanto, productos contingentes de la historia económica de la humanidad, según
Engels.

PSICOLOGÍA
WATSON

“Desde el punto de vista sugerido aquí, los hechos en la conducta de la ameba tienen valor para sí
mismos, sin referencia a la conducta del hombre. En los estudios de biología la diferenciación de raza
y herencia en la ameba es un área separada de estudio que debe evaluarse en términos de las leyes
que encuentro. Las conclusiones a las que se llegan no pueden sostener esto de ninguna otra forma.
A pesar de la posible falta de generalidad, tales estudios deben elaborarse, si se pretende regular y
controlar la evolución como un todo. En forma similar, las leyes de la conducta en la ameba, el rango
de respuestas, la determinación de los estímulos efectivos, la formación de hábitos, la persistencia de
hábitos, la interferencia y el reforzamiento de hábitos deben estar determinados y evaluados en y
para sí mismos, a pesar de su generalidad, o de su incidencia en leyes de otros dominios, si es que
los fenómenos de la conducta quieren llevarse dentro de la esfera del control científico”

“Esta eliminación sugerida de los estados de conciencia, como objetos apropiados de investigación
en sí mismos, derribará la barrera que existe entre la psicología y las otras ciencias. Los hallazgos de
la psicología se vuelven correlatos funcionales de estructura y se prestan a explicación, en términos
psicoquímicos”

“La psicología como conducta tendrá, después de todo, que retener solo unos pocos de los
problemas que realmente son esenciales y de los cuales la psicología como una ciencia introspectiva
ahora se interesa.”

Watson, expuso la idea de una psicología sin conciencia. El niño aprende por ensayo y error,
estableciendo asociaciones condicionadas. La asociación con los sonidos del lenguaje es importante.
A medida que el aprendizaje progresa, se refuerzan las asociaciones exitosas y se debilitan las que
no producen ningún beneficio para el organismo. Asi se va organizando el complejo sistema de
conductas humanas. Los sonidos del lenguaje tambien se van integrando en unidades mayores. El
conductismo watsoniano ejercio influencia y se prolongó bajo formas mas elaboradas, en la enorme
masa de investigaciones de la psicología experimental del aprendizaje que es una de las ramas mas
importantes de la psicología contemporánea.

En este artículo, Watson describió las características principales de su nueva filosofía de la


psicología, llamada "conductismo". A la psicología conductista la ve como una rama experimental
puramente objetiva de la ciencia natural. Su objetivo teórico es la predicción y control de la conducta.
La introspección no forma parte esencial de sus métodos, ni el valor científico de los datos depende
de la prontitud con que se prestan a interpretación en términos de conciencia. El conductista, en sus
esfuerzos por obtener un esquema unitario de la respuesta animal, no reconoce ninguna línea
divisoria entre el hombre y la bestia. El comportamiento del hombre, con todo su refinamiento y
complejidad, constituye sólo una parte del esquema total de la investigación conductista. En 1913,
Watson vió el reflejo condicionado de Pávlov principalmente como un mecanismo fisiológico control
de las secreciones glandulares. Ya había rechazado la "ley del efecto" de Edward L. Thorndike,
debido a lo que Watson creía que eran innecesarios elementos subjetivos. No fue sino en 1916
cuando Watson pudo conocer el significado más general de la formulación de Pavlov y hacer de él el
tema de su discurso presidencial ante la Asociación Americana de Psicología.

El artículo también destaca por su fuerte defensa del status científico objetivo de la psicología
aplicada, que en ese momento se consideraba muy inferior a la psicología estructuralista
experimental establecida. Watson puso énfasis en el comportamiento externo de las personas y sus
reacciones en situaciones dadas, más que en el estado interno o mental de esas personas. En su
opinión, el análisis de los comportamientos y reacciones era el único método objetivo.

Esta perspectiva, combinada con las ideas complementarias de determinismo, continuismo evolutivo,
y empirismo ha contribuido a lo que hoy se llama conductismo radical. Afirmó que antes de Wilhelm
Wundt no había psicología, y que después de Wundt había confusión y anarquía. El conductismo de
Watson rechazó el estudio de la conciencia. Estaba convencido de que no podía ser estudiada, y que
los intentos anteriores para hacerlo sólo habían impedido el avance de las teorías psicológicas.
Consideró que la introspección era defectuosa y nada más que fuente de problemas. Impulsó que la
psicología dejara de considerarse la ciencia de la "mente", afirmando que la psicología debe
centrarse en el "comportamiento" de la persona, no en su conciencia.

FREUD

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