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: ALGUNAS REFLEXIONES SOBRE LA CONCEPCION ETICA EN PSICOLOGIA FORENSE Autor: Prof. Dr. Osvaldo H. VARELA Tal vez sea en el campo de la Psicologia Forense, el lugar donde se juegan las mas profundas concepciones éticas en la ciencia. Partiendo del concepto de la Psicologia Forense como imbricado en el campo del Derecho, que acude en su ayuda ante cuestiones del estricto discurso de la Psicologia, el cual la ciencia juridica no puede abarcar, y lo hace a través de técnicas que le son propias, es aqui, en éste Punto, en el cual las concepciones éticas comienzan a ponerse en juego y a delimitar la intervencién (1), Para su mejor comprension creo necesario exponer algunos conceptos y contenidos basicos de la especialidad. ‘A ninguno escapa la gran influencia que imprime el Todo Legal respecto de nuestra interrelacién ‘social, somos sujetos atravesados por un discurso legal que nos contiene y delimita, nos marca lo que podemos y no podemos hacer, como una especie de camino que nos contiene, Es de tal magnitud y fuerza éste discurso que se impone fuertemente en nuestro hacer diario y continuo, e inchiso nos ‘organiza. No olvidemos que, segin la teoria psicoanalitca, la sociedad se funda en una prohibicién, ‘la prohibicién del incesto” (2), y es ésta de tal magnitud que aparece y determina la organizacion social. De ‘no existir éstalimitacién, no seria posible la integracion de los grupos sociales ni su dinémica, pues seria como intentar practicar un juego en el cual no existieran normas ni regias, seguramente ninguno de los. Particpantes sabria que hacer y se produciria una pardlisis. que no dejaria interactuar a sus miembros, y por ende no habria avance ni desarrollo social Asi pues, esas normas y reglas, necesarias en toda organizacion social, se agrupan conformando las reglamentaciones de! Derecho (técnicamente denominados como “Cédigos"). También es importante agregar que la norma, por si sola, a partir de su s6lo enunciado, no impone la prohibicién, no evita la comision de la conducta disvaliosa, y es por ello que aparece Ia vinculacién con el enunciado de “Justicia’, que significa dar a cada uno lo suyo, lo que le corresponde, ni mas ni menos que LO JUSTO, y en base a esto, premiar las buenas conductas y castigar las malas, y esto dtimo hacerlo de tal manera ‘que ese castigo sea ejemplificador, ademas de funcionar como “amenaza’, es decir que el resto de la Comunidad sepa que a todo aquel que infrinja la Ley le va a suceder el mismo castigo. De ésta manera, la Psicologia irrumpe en el Derecho, para ayudar a este en su dificil tarea de hhacer justicia. Pero como lo hace a requerimiento y convocatoria del Derecho, sus intervenciones deben ‘ser muy puntuales y precisas. Y dado que ademés participa de esas convocatorias en Fueros muy diversos, debe hacerlo también en vatiadas tematicas. Asi pues, en el fuero penal, los requerimientos estén orientadas a determinar el estado psiquico de la persona acusada de la comisién de un delito, analizando las alteraciones morbosas de las facultades, estados de inconciencia patolégica o insuficiencia de esas facultades (3), pero retrotrayéndonos “AL MOMENTO DE HECHO’, y de tal manera que las alteraciones anteriormente descriptas le hayan impedido la comprensién del ilcito y la direccion de sus actos. Estas averiguaciones deben ser efectuadas mediante las técnicas y estrategias que le son Propias a la psicologia y al psiosloge forense convocado, pero también deben ser efectuadas dentro del maximo respeto por los derechos personalisismos del sujeto periciado, es decir que nada de lo investigado debe violentar la intimidad del sujeto respecto basicamente de cuestiones que no le son propias a la cuestin juridica que se ventla. Aqui comienza a aparecer el bagaje ético que debe poner en Juego el profesional de la psicologia para poder responder a los puntos de pericia requeridos por el Tribunal, sin brindar mayor informacion de la requerida (pudiendo violar de esa manera el secreto profesional consagrado en su juramento y en la Ley que regula su ejercicio profesional), y también evitando el no suministrar toda la informacion requerida (pues podria cometer el delto de ocultamiento de pruebas, también tipificado en el Cédigo respectivo). Pero en muchos casos abarcados en éstas dos ‘opciones, el psicélogo no llega a cometer ia conducta prohibida, ya sea porque el trabajo encomendado ‘no es vinoulante y como tal el Juez puede o no basar su veredicto en la informacién suministrada (no egando de ésta manera a constituir la ofensa por no ser tomada como prueba). 1.- Del Popolo, Juan, (+), “Entreeruzamientos entre el Derecho y la Psicologia Juridica”, Universidad del Aconcagua, Mendoza (RA), ato 1992, 2. Freud, 8.“Tétem y Tabi” en Obras Completas- Faitorial Biblioteca Nuova - Madrid (Espa), ato 1990, 13 Céigo Penal dela Nacién ~ Art. 34° inc. 1° Gnimputabilidad), Editorial De Palma, Buenos Aires R.A-atio 1998, ‘También puede darse el caso que, bajo las condiciones de la entrevista pericial psicol6gica, el sujeto informe al perito sobre circunstancias y episodios del ilicto en cuestién que se le acusa y de tal ‘manera: .debe el perito consignar lo manifestado por el periciado, aunque esto se pueda constituir en un Perjuicio para él?, y el no consignarlo: zpuede ser tomado como un ocultamiento de prueba, aunque al omitilo no sea conocido por el Juez, ¥-por ende no exista una acusacion formal, pero si un problema ftico-moral del psicélogo?. Estas preguntas que aqui planteo, sobre fas cuales me he interrogado en ‘otros escritos (4), constituyen para mi uno de los temas mas probleméticos con los que me he topado en mi préctica profesional, y también es cierto que, si recurro al enunciado legal, puedo tal vez tener una suerte de procedimiento a realizar para no quedar atrapado en ese discurso, de tal manera puedo Solictar a Su Seftoria el ser relevado del Secreto profesional para revelar cuestiones especificas que soto pude averiguar a través de mi tarea profesional y dentro del contexto pericial, o puedo pedi al Juez de la Causa autorizacién para brindar dectaracion testimonial sobre la cuestion que se tramita, es decir, correrme de mi rol o funcién pericial para adquitir la condicién de testigo y como tal poder brindar testimonio sobre lo conocido. Pero éstas no dejan de ser soluciones juridicas y no posiciones éticas, las ‘cuales son el motivo de éstas reflexiones. ‘Si nos referimos a otros fueros, podemos tomar por ejemplo el de! laboral, en el cual se ventlan cuestiones referidas a los confictos laborales entre partes, sobre todo temas muy especificas y altamente {ifcutosos como el Dafio Psiquico. Si bien es cierto que la determinacion del dafio pstquico como lesién no orea problemas en cuanto a lo técnico, es decir que existe un trabajo profesional especifico para su Coneepelén (lo cual no significa que sea sencilla su delimitacién, pero si que la investigacion que Gebemos realizar para arribar a un resultado se resume en el desarrollo de una actividad profesional tespecifica referida al Dafo Psiquico), también es cierto que en esa investigacién movilizaremos al sujeto ‘Sobre cuestiones psiquicas profundas, (a), para él desconocidas, y por su cardcter de tales no pueden ‘ser previstas. por el evaluado, y no puede establecer sobre elias ningin tipo de censura. Debemos nosotros, como profesionales, revelar éstos contenidos inconcientes, atin cuando ellos, pudiendo ser ities para alcanzar los objetivos juridicos del pleito laboral, zpuedan ser perjudiciales para la salud, psiqui¢a del entrevistado?. Y aqui existe el mismo planteo anterior, no cabe duda que la pretension Juridica, que es levada adelante por el particular damnificado, pretende la determinacion del dario psfquico como tal, inckiso cuanto mayor sea el porcentual de la incapacidad sufrida, proporcionalmente mayor sera el monto econémico pretendido en la demanda, tal es asi que, ante algunos tigios en los tuales la ofensa se aprecia determinada ‘perse”, la parte demandada batalla para minimizar el dafo, y la parte demandante intenta la probatoria por la determinacion del mayor dario posible. Pero, .debe alguien Biertar sobre los dafios posteriores que se pueden producir en el sujeto producto de la movilizacion psiquica produeida?, zdebe el profesional sugerir la conveniencia o no de continuar Hevando adelante la fis" alin sabiendo los perjuicios que de ella se van a derivar?. El no atender a éstas cuestiones, por el ccardcter no vinculante ya explicado, y por las condiciones de privacidad que requiere el liigio civ, nos estén eximidas y no son materia de reclamo legal, pero si son cuestiones de-la mas pura ética en la profesion, YY ya que detalamos los fueros anteriores, no podemos olvidar los fueros de participacién cespecifica de los psicélogos, y tal vez sea los de mayor intervencién cuantitativa en fa tarea, ellos son el Gully el de Menores, y los Tribunales de familia, cada uno de ellos con problematicas diferentes, pero con una importancia radical en la participacién del perito psicélogo en ellos. De tal manera cuando incursionamos por ejemplo en el Derecho Civil, la convocatoria se realiza casi siempre en referencia al Dao Psiquico que presenta una persona accidentada por culpa o responsabilidad de un tercero, el cual tes demandado por esa causa, Existen diversas teorias a éste respecto, una de ellas es la que expone el atio psiquice como existente por el solo efecto y presencia del dafio fisico, es decir que luego de producida la lesion, su correlato psiquico continda existiendo y es fa parte demandada quien debe probar Que el dafio no es tal, pero por supuesto que éste fundamento invierte la carga de la prueba, ‘{oatvares, HR, Varela, OH. y Greif, DB; “La Pritica Percial en Psicologia Forense", Editorial El Eclipse, Buenos Aires, aio 1991 wa aie hacer In salvedad que respecto al aco peicialpsicoligico para Ia eterminacin del dao Psiuic es el eujto ‘pricado eleva al sents ofendido, eto el proceso juriico en scarier de actor, y como tal acepa cl sometimiento a Eta pricba de investigacion, pudienda haber optado por no efectuarla, y por lo tanto debe probarla, bs decir que se rompe el concepto que dice que el que acusa esta obligado a probar la acusacién, en Este caso. y de forma muy similar a los delitos de mala praxis, se cumple esta cuestién. Este tema fue profundamente abordado por el Dr. Heman Daray, quien en su calidad de abogado y psicélogo supe Imbricar conceptos comunes a las dos ciencias (5). Pero al abordar éstas cuestiones, y en haras de arribar a un diagnéstico preciso, muchas veces debemos ahondar en contenidos personales del sujeto, {Que casi siempre no es conciente de estar suministrandolos. Tomemos por caso uno de dafio psiquico, iretcual se debe determinar si el dafio que sufre es producto del accidente suftido, o era preexistente al episodio, e incluso, existiendo, se vio agravado por el suceso. {Corresponde al perito la descripcion detallada y minuciosa de los episodios anteriores a la produccin de los hechos que realmente fueron la ‘Causa principal de lo acontecido, y estos si son materia de peritacién? Estamos revelando contenidos

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