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EPISTEMOLOGIA vy PSICOLOGIA Manuela Romo Santos PSICOLOGIA PIRAMIDE , SICOLOGIA PARA APROXIMARSE al estudio de la psicologia es necesaria una reflexién acerca de la naturaleza del saber cientifico y, asi, poder comprender la forma en que esta disciplina se construye como una ciencia de lo atten Esta obra ofrece, de una manera sis- tematica y a la vez muy didactica y sugerente, una reflexion epistemoldgica sobre la psicologia y desde la psicologia. Dedica una parte importante a Ja disciplina emergente de la psicologia de la ciencia, mostrando la relevancia de la labor del psicélogo en el estudio del conocimiento cientifico en cuestiones de la conducta cientifica tan importantes como el sesgo confirmatorio, la evolucién de la productividad cientifica a lo largo de la carrera del investigador, los condicionantes psi- Co eres UOMO on nM CSNY (te CoCo ns Co Wee Coateit MeN Cate rarer Tce eee Oren melon eae Menace nner El otro niicleo de contenidos MCMC M mere iiecin erie moldgica a la propia psicologia. Se explica cémo la evolucién de la psicologia como disciplina cientifica ha estado mediatizada por escuelas filosdficas de la ciencia, deteniéndose en analizar la influencia del positi- vismo légico sobre el conductismo y la presencia en las Rec eer Cicn ccera: a ener tetra filos6ficas clasicas sobre el conocimiento. Manuela Romo es profesora titular del Departamento de Psicologia Basica de la Universidad Auténoma de Madrid, donde imparte la materia de Epistemologia. Es autora del libro Psi- cologia de la creatividad (Paidés, 1997) y cuenta con publicaciones en libros conjuntos y en revistas fruto de Cie NKest eee Lele Nene Cat Me one onet i (eee HeWusteolloyen: (Emeline ceaive ONC) Sa waneer rertoynlecynrbeetn Ce Cro | . MANUELA ROMO SANTOS PROFEBONA TITULAR DEL DEPARTAMENTO Ff PMIOOLOGIA HARIOA DE LA UNIVERSIDAD AUTONOMA Di MADMAN EPISTEMOLOGiA yY PSICOLOGIA EDICIONES PIRAMIDE, COLECCION «PSICOLOGIA» Director: Francisco J, Labrador Catedratico de Modificucidn de Conducta de la Universidad Complutense de Madrid Disefio de cubierta: C. Carabina Realizacidn de cubis : Ana Miguel Reservados todos los derechos. El contenido de esta obra esté protegido por la Ley, que ‘estublece penas de prisin y/o multas, ademas de Jas cortexpondientes indemnizaciones por dation y perjuiicios, para quienes reprodujeren, plagiaren, distribuyeren o comunicaren publi- camente, en todo o en parte, una obra literaria, artistica o cientifica, 0 su transformacion, terpretacién o ejecucién artisti jada en. cualquier tipo de soporte 0 comunicada a través de cualquier otro medio, sin la precep- tiva autorizacién. OManvela Romo Santos Ediciones Pirdmide (Grupo Anaya, S, AJ), 2008, 2012 Juan Ignacio Luca de Tena, 15, 28027 Madrid ‘Teléfono: 91 393 89 89 www.edicionespiramide es Depésito legal: M. 182-2012 ISBN; 978-84-368-2150-5 Printed in Spain Impreso en Lavel, S. A. Poligono Industrial Los Llanos. Gran Canaria, 12 Humanes de Madrid (Madrid) A la memoria de Andrés fi) estudio del conocimiento.... Ls raices del conocimiento humano........ 1.4 motivacién epistemoldgica livolucién histérica de las formas de conocer 0 el conoci miento desemboca en la ciencia EI fin de la ciencia’ ipas criticas en la evolucién de la ciencia y la epistemo- logia Conocimiento del hecho psicoldgico ... E] positivismo légico y el primer paradigma de la psicolo: gia cientifica.. ee 2.1.1, Algunas nocion 2.1.2. El positivismo conductista.. Preconcepciones filos6ficas sobre el conocimiento en |: teorfas psicoldgicas 2.2.1. El racionalismo 2.2.2, Empirismo. 2.2.3, Constructivismo Coordenadas epistemoldgicas de la psicologfa actual .. La crisis en la epistemologia clasica de la clencia 3.1. ¢Contra el método? 3.1.1. jObservacién? 3.1.2. ¢Inferencias? © Uuliviones Pirdmide (ndioe 11 ” 3.2. Los otros «métodos» de la ciencia £/ cambio conceptual on 1a CNG \a7 a8. rede vale ; 6.1. Hnfoques Hloxdticon: de las revelietanen a la evohi@lON yy 147 Se. Haciaiuna nievelepietamclopia f.2, Modelos cognitivos ¥ COMPUIAEANAIEN connie wane 140 3.4.1, Relativismo vs. objetivismo. ne i ‘rracionali 6.5, TH modelo de Thagard scnnnnnes a eee aie ing = teraotonelida 63.1. Desarrollo de wn nuevo slatenia jwanoeptunl pot don 3.4.3. Ciencia y verdad cubrirmlernte) asiustisissaren riannennnninny ininnnnntn itt . 145 6.3.2. Sustitucidn por deseubeMOAth rece ido, — Baal 3.3. Desarrollo y sustituclon por HAHEI 05 a7 4. La metaciencia 0 el estudio cientifico de la ciencia : M 64. Bl cambio paradigmatic en psicologia 149 . — . . 6.4.1. Bl conductismo.... 151 4.1, La concepcién de la ciencia después de Kuhn o «la ciencia 64.2. Elcognitivismo..... 153 ya no es lo que era».. 4.2. Contexto de descubrimiento vs. contexto de justificacién oe 157 4.3. Tratamiento multidisciplinar de la cienci 7. La creacién cientifica “ak; El probipina ts Ja rellenvaded 0, ese ede tines /.|. Creatividad cientifica y artistica: una profunda unién 157 Crenital cua Ia. Gieritia? 4 . 7,2 Métodos de investigacion sees 162 2Qué a Se One lania@a, ciencia? 1 1. El método de estudio de casos 167 Diterentes petspechivas sobie: Ta a 1.4, Retrato robot del cientffico creativo . 170 Dimensiones del discurso cientffico .. 15, ‘Anilisis critico de la imagen popular del cientifico creado 172 1.6. El perfil psicolégico del creador... i 1. La cognicién. 5, La psicologia de la ciencia L Le 2 La mstivacigh intrinsec! e vO. t 5.1. Marco en el que surge 7.6.3. La personalidad del cientifico creati fa 5.2. Breve historia... 103 7.7. En conclusion... 5.2.1. Los precursores 103 5.2.2. Obras programéticas 107 Bibliogratia 5.3, Las razones para una psicologia de la ciencia 109 5.3.1, Causas de su invisibilidad. 109 [ndiica:analitico:... 5.3.2, 4 Qué es Ia psicologia de la ciencia 112, 4, Law diffciles telaciones de familia . 17 5.4. La conducts clentifica; dimensiones psicolégicas impli- adas. enreuneny 119 5.4.1 ‘ologia evolutiva 120 5.4.2. Psicologfa social 122 5.4.3. Personalidad ,, 126 5.4.4. Psicologia cognitiva 5.5. La contrastacién de hipdiesis 5.5.1. Las tareas de Wasco 5.5.2. {Cuando utiliza el cie 129 130 130 134 ‘T sexo contirmatorio. ntilico la falsacié © Ediciones Pirdmide © Hdlolones Pirémide Presentacién © pportuno, al introducir un Hibro que Ieva por titulo Episte- fi y psicologia, y antes de entrar en la presentacién de los ob- y el sentido del mismo, explicar el titulo. Por qué epistemo- y prleologia? ,Acaso es un libro que trata de dos disciplinas? Y es dal, {por qué no epistemologia de la psicologfa o psicologia jioeimicnto, por ejemplo? 14 conjuncién, en este caso, tiene un significado muy profundo, jo es la pura sumatoria sino que refleja Ja unién en que dos wien dveas del saber se funden para dar lugar a una matriz disci- ww, como dirfa Thomas Kuhn. Pero, ,cudles son los resultados de {usin entre epistemologia y psicologia? Pues dos grandes areas »siudio diferenciadas e interdependientes, aunque el libro no se jwntra dividido formalmente en dos partes para buscar precisa- jie la imbricacién y coherencia de sus contenidos, Al principio, aile ln epistemologfa estudiamos lo psicoldgico, y después, desde ysicologia, estudiamos el conocimiento. Hay un eje transversal en joilo el libro que es la ciencia, de manera que la epistemologia de la sie hablaremos es la epistemologia de la ciencia, y cuando se refie- Wi 4 ln psicologfa es una epistemologia de la psicologia cientifica. Pay ola parte, cuando abordamos la tarea reciproca, abordando el estudio del conocimiento desde la psicologia, se trata de presentar ja formu en que la psicologfa cientifica estudia la ciencia; en defini- fivu, se trata de adentrarse en los caminos de la psicologia de la elenela Aviano un titulo més ajustado habria sido episiemologia de la peologia cientifica y psicologia de la ¢ ia, pero mucho me temo que ningun editor se atreverfa a publicar nada con ese t({tulo tan eaxcesivo, ¥ quizé muchos posibles lectores saldrfan corriendo ante © Haiietnnies Platine 14 Presentacion Prewentacion 15 tanta desmesura sin detenerse a pensar lo que pudiera haber detr ese titulo. Asi pues, los dos grandes polos sobre los que gira el libro, at del eje central insoslayable sobre el estudio de la ciencia, son: en mer lugar la epistemologia de la psicologfa (la construccién psicologia como disciplina cientffica, sus presupuestos epistemol cos, y su acuerdo con alguna teorfa de la ciencia en su desarrollo t6rico), y en segundo lugar hacemos una epistemologfa desde la cologia (analizando cémo desde una ciencia social como eg psicologia se puede contribuir a entender la actividad del cientific haciendo pues una epistemologfa de la ciencia desde la psicologia, decir, una psicologfa de la ciencia). Mi Para continuar el juego f6nico y semAntico en otros términos, riamos que analizamos a la psicologia como ciencia y la psicolo; de la ciencia. Creo que graéficamente, mediante este diagrama se p de ilustrar esta conexi6n reciproca entre epistemologfa y psicolo; que subyace en el sentido tiltimo del libro. Wivlera de la ciencia, por las vieigitiden hintdricas que ha s oh #1) explicacion, Nos interna expevtalmente ti aproximacién de las metuciencias, Una parte de ellis, la que corresponde a la wi, HON incumbe especialmente y Gonstituye el contenido mas | libro comienza con una introduccién a la naturaleza del cono- jlo y a su estudio sistematico. Abordamos las raices biolégicas /soeimiento en motivos presentes en especies subhumanas, como yivionidad y exploracién activa del medio, precedentes remotos Jy Wolivacion epistemolégica y el conocimiento aplicado. Estudia- jy evolucién de las formas de conocer, desde las actividades ma- {yorias que vemos en los monos a las formas en que ha ido evo- jonundo en la especie humana: las formas universales de los mitos, yeligion, el arte, la filosofia o la ciencia, sin olvidar el conocimien- wrdinario, muy mediatizado por los anteriores y del que echamos 40 con mas frecuencia en la vida cotidiana. Hontulamos 1a ciencia como un conocimiento mas evolucionado y ponsable en una gran parte de la evolucién cultural, y en toda la syolucion tecnolégica de nuestra especie, Hublamos de la evolucién cientifica en estos veinticinco siglos, de aij relrocesos y de sus revoluciones, y de cémo en paralelo a la evo- jyeion cientifica ha evolucionado también el estudio de la ciencia por fuirle de la epistemologia: destacamos una revolucién conjunta, la til- fin, que en la epistemologfa se ha resuelto con el advenimiento de pre haere iy Epistemologia de la Psicologia a 4 4am in : ipieniont Jay imetaciencias, que son las disciplinas cientificas que desde media- " oS Clenela slow del siglo pasado se hacen cargo del estudio de la ciencia frente a MR ® 1 lilosofia, que lo hizo en solitario desde el siglo xvi. Py 1 Wn la ciencia, sin embargo, la tiltima revolucién nos est4 colocan- yuna ‘lo en un callején sin salida; asi, al menos, Jo sienten algunos cuya poaicion se menciona también aqui. Afortunadamente, hoy por hoy es dlincutible esta concepeion. En el epfgrafe (EI fin de la ciencia? lo dincutimos: {Ha tocado fondo Ia ciencia, o bien podemos seguir con- fiando en alcanzar algtin dfa La RESPUESTA? ee Por ultimo, la Ciencia, en sf misma, es objeto de tratamiento como ele fee que atraviesa las piiginas del libro, aunque nuestro ob- Jeto no es la epistemologia como tal. Nos interesamos por los orfgenes © Ediciones Pirdmide © Hidivtones Pirdnaide 16 Preseniacién En el capitulo 2 entramos de Ileno en la epistemologfa de la p cologia. Es obvio que el abordaje no puede ser exhaustivo como dria hacerse en un libro monografico. Hemos seleccionado tres gry des temas que nos pueden presentar los perfiles més significativos ¢ estatuto epistemoldgico de la psicologia cientffica. En primer lug: papel que jugé el positivismo légico en la aparicién del primer pati digma de la psicologia cientifica, el conductismo, en su consolidaci e incluso después de su cafda, hasta bien entrados los afios 70. A co tinuacién analizamos las razones de la crisis de la psicologia ment lista de principios del siglo veinte que propiciaron el cambio y adopcién de los principios positivistas en el método y el objeto de psicologia, el cual, como consecuencia natural, dejé de ser la ment para ser la conducta, Vemos, en segundo lugar, la evolucién epistemolégica de la psic logia en los tiltimos decenios, consecuencia de la evolucién de la dit ciplina. La psicologfa cognitiva ha tenido que hacerse sus propio planteamientos epistemoldgicos, condicionada por la recuperacién de la mente como su objeto natural de estudio, pero también condicio da por la crisis de la epistemologia, que abandona los afanes prescrip: tivos de dictar a los cientificos los cédigos del buen hacer y se com vierte en el abordaje multidisciplinar de las metaciencias. También tratamos en este tema sobre la forma en que las concep ciones epistemolégicas clésicas acerca del origen del conocimiento (innatismo, empirismo y constructivismo) han influido en los psicdlo- 208 a la hora de elaborar sus teorfas. q . En los capitulos 3 y 4 se aborda la crisis de la epistemologia clé- Sica y 1 solucién a la misma con la aparicién de las metaciencias. Las dos grandes exeuclas del siglo veinte en filosoffa de la ciencia (posi- tivismo légico y racionalismo erftico) serdn muy contestadas por una serie de filésofos independientes conovidos —a partir de la denomi- nacién de Suppe— como posiciones alternativas, La: coordenadas de esta nueva concepcién de la ciencia que destronara a la posicion he- redada —como Ilamé Putnan al positivismo l6gico— y al racionalis- ” mo critico popperiano son analizadas. Los Principios fundamentales que comporta son el abandono de la teorfa de la verdad para la ciencia y de unos cédigos de demarcacién para diferenciar el conocimiento cientifico de todo lo demas —cédigos en los que nadie, por cierto, se © Foiciones Pirémide | 4) \iitegrando més y més en proyectos conjuntos. Prewentacion 17 jento de aeverdo antehes| eh negundo Lagat, eb natitalivmo ilo por Quine, Otro pelnelplo que Bula H eNta Neva epistemo oye! dntavis en el contexto de deseubrimiento frente al mero avloniamo, es decir, a 10 exeliniva eontrasticlon de las teorfas vhjeto de estudio del filésofo de ta elenela, Y, por tiltimo, el die de la concepeién acumulativa frente a li idea de revolucién ili desde Kuhn. file ul objetivismo de las posiciones anteriores, él relativiamo PHHe en cuanto al abandono de una teorfa de la verdad y de la peidn de método universal. Por otra parte, la demanda creciente 4) eplatemologfa naturalista que contemple la actividad del cien- sei relaciOn con sus procesos psicolégicos implicados se combi- +o) el interés creciente en una visién externalista de la ciencia, jiyada especialmente en el andlisis historicista de Kuhn. Lo exter- soba protagonismo, entendiendo por tal las condiciones sociales, Miles y econdmicas en que se desarrolla el trabajo del cientifico, yom sus estados psicolégicos, condiciones personales, etc. ‘Tuas estas claves, por necesidad, desembocan en un estudio in- jwwiplinar de la ciencia, un estudio desde las ciencias sociales, uni- 4 lis aportaciones de indole esencialmente légica por parte de los ‘Wifeolos. Nacen las metaciencias con unos programas que cada vez se fi el capitulo 4 analizaremos brevemente los cometidos de estas HHeyus disciplinas que conforman la metaciencia, aca A jurtir de aqui, una no declarada segunda parte del libro integra js vupltulos cuyo objeto es presentar una epistemologia «desde» la PHleologia. En estos capitulos nos detenemos en las aportaciones mas seleyantes que la psicologfa ha hecho al estudio de la ciencia. Helendo poner en evidencia que el estudio de la ciencia es una jaren enjundiosa para un psicdlogo, asi como que la psicologia de la + jenela es una disciplina necesaria entre las metaciencias y Necesarla sono una especialidad para la propia psicologia. Devde hace treinta afios los trabajos aislados de algunos autores juin ido perfilando el marco de una disciplina que, poco iA poco, se via Hlewando de contenido con las aportaciones cada yer min Humerosas ilo (nuchos otros. La inmadurez sociolégica de In dlixelplina es eviden fe ante la reducida presencia de grupos de investigueion ¢ onsolidados © Haliciones Pirinide Presenianiin 19 eat presentacidn agradeeiende 4 lie permanay que han wiv duda, a mejarar Yiloraelones, vorreedionen y ali version detnitve dal bev A Carmen Mataix, prote p Filosofia de ta Clenela de ta Universidad Complutense de que colabord puntuali¢ande algiine Hoelonen de wu areas a Hero, profesor de Diddetion de li Aftea, que dio et conta Wileo, y a mi compafiero Javier Monserat, profesor durante en el tema del cambio cientifico. Abandonada la idea acumull won de la asignatura de Teorfa de la Clenela en la Macultad positivista ante el concepto kubniano de:revolucién, la expli jloyta de la Universidad Autonoma de Madrid, que revind el del cambio cientifico ha evolucionado enormemente y a ello “ Munuscrito y aporté muy oportunas observaciones Como Tumbicn quiero dar las gracias a mi colega Florentino Blan- jpufiero de debates que comparte la pasién por el tema, y final- _ i) agradecimiento especial a mis alumnos de la asignatura jologla y Psicologia, que con sus debates, preguntas y aporta- i clase han sido un estfmulo para la redaccién de este libro, yeclul a Miguel Santolaya y Carlos Thous, que ayudaron con las Hones, 18 Presentacién asi como de departamentos especificos en universidades o centh investigaci6n, 0 la ausencia de érganos especificos de difusién, A pesar de estas limitaciones, hay areas de importancia @ para la comprensién del comportamiento del cientffico donde | célogos han hecho importantes contribuciones especificas, y que requieren un tratamiento interdisciplinar conjunto con ot tiva desde el cambio conceptual y desde los modelos de la inteli cia artificial, supone respecto de reafirmar la importancia de una epistemologia di criptiva y naturalista donde lo importante es conocer lo que hacen: cientificos frente a lo que deberian hacer. Aunque la mejor ciencii haga refutando, como diria Popper, lo cierto es —tal como ha de trado Ja investigacién psicolégica al respecto— que el cientifico. deja llevar por un sesgo confirmatorio en su trabajo. La mayor extensién de los temas de la psicologia de la ciencia la lleva la creatividad cientffica —y aqui hemos de reconocer un ses¢ de la autora—. Por otra parte, es el tema al que mAs literatura se h dedicado desde los tiempos de Galton y en el que mas diversos espt cialistas han confluido, desde los fildsofos hasta los propios cientffi COs, COMO Presento en cl capitulo, pasando por los historiadores y desde Iiego, lox prieGlogos; eso por no mencionar a los novelista poetas —-recientemente se han publicado una antologia sobre poesia, de la ciencia— 0 cineastias, Como entiendo que los mas autorizados a hablar de la creatividad cientifiea son los psic6logos, termina el libro: con este capitulo, Creo que el edificio de la psicologia de la ciencia se tiene que ir construyendo con muchos esfuerzos entrelazados. Esa inmadurez so cioldgica de la que hablabamos antes en la di plina se va superando con las aportaciones de muchos. Ojald este libro sea un grano de are: na mas en la construcci6n de ese edificio, © Faiciones Pirimide © Vliotonen Pirdimide studio del conoeimiento «Los cielos estrellados por encima de mf y la ley sori dentro de mi» IMMANUEL KANT raices del conocimiento humano jonnudo el término rafz como una metéfora para referirme a lo iopivo del conocimiento, a su origen filogenético que est4 en »\dud orgdnica de explorar e intervenir en el medio, una nece- que es compartida con otras especies superiores. Se trata de y primarios que no son homeostaticos, es decir, ni restablecen \ilibrio perdido ni reducen la estimulacién aversive biolégica, 2001: Una odisea en el espacio (Stanley Kubrick) Motifora de la evolucién de nuestra especie. De la sorpreni y 1a nctitud inter Wil y aterrorizada de los hominidos ante el enigiiii le Uni bara metdlica Jiia ciel espacio, al dominio del universo por ei Misti eapeole evolucionada iwnte un viaje espacial. © Hadietunen Pirdinide 22 Epistemologia y psicologia B) eatuitio ial eeneninionto 23 experimenton muentran Hn pale HeelAe en eald farmia em. de conoeimicnto que inplion deelon directa sobre el objeto eon explorarsino que adenide exiite una intervenelon en el He trata de formas de condiett exetinivin de low primates y y entenderlas como precumoris def eondelniento aplicado, Hologia to de los aspectos adverson que Hane Hnipedie li satintieeion wa de oxploracién, sirva la mencién del eldsieo y plonere ex 4 de Bexton, Heron y Scott (Heron, 1957) sobre la privaeion wi, con resultados de gran dramatismo. alijelos experimentales eran estudiantes universitarios que Co- 41) | cambio de dinero!. Su tarea consistfa en no hacer abso- vie nuda, Permanecfan aislados en pequefias celdas recostado: sun, viendo tan slo una luz difusa a través de unas gafi joj, Con unos manguitos en las manos para evitar tocar nada, silencio, aunque con un ruido monétono de fondo. Obviamente vubiertas sus necesidades biolégicas. Podfan abandonar el ex- #0 en el Momento en que quisieran, dejando de recibir la re- jw econémica. Al salir debian realizar una serie de pruebas Hdicus. Pijes bien, los resultados demostraron que la privacién de estimu- es inn Condicién aversiva la mayorfa no aguanté mis de 8 ho» _ de manera que, en funcién de su duracién y de las diferencias Widluales, las consecuencias podian consistir en traslornos percep # ue podian llegar hasta alucinaciones, trastornos de orden cog 40) jnostrados en los tests de razonamiento y memoria, y trastornos wionules. Tales trastornos duraron hasta 24 horas. Por cierto, el sipome de Estocolmo en las personas que han sufrido secuestro no sijo un conjunto de respuestas emocionales y cognitivas patolégi- ‘yas cuunadas por la deprivacion. como sucede con el motivo del hambre; pero son primarios por se de verdaderas necesidades, de forma que, si no se satisfi sujeto sufrird efectos psicolégicos adversos. Sfrvanos para ilustrar brevemente —entre la gran invest experimental que se ha hecho en psicologia sobre el motivo de racién— la referencia a los monos de Harlow trabajando con lo} tijos mecanicos. La curiosldad en lox monos, s in Harlow (1950) y Butler (1954). Esto: animales eran cupaces de permanecer horas manipulan una especie de cerrojos hasta conseguir abrirlos para volverlos a rar, sin otro refuerzo que la pura manipulacion del aparato, contra\ niendo con su conducta la concepeidn clasica del condicionamient operante, donde se establece que el aprendizaje va asociado siempy Nouullta dificil pensar que este experimento pudiera replicntn Ja aetnatidad aun refuerzo, lo que aqui no sucederia ¢ despuids del esedndalo de experimentos como Jos de Milgran o Zimbardo, que han ° ‘ria a menos que entendamos com 5 | rf ; jo — i Hea Los psice ca c e las repli comologions de la inves: tal somo asf es— la pura exploracién. Her liv a los psicélogas volcarse en el control de las reglas deontoligicns de li Hawwidn © Ediciones Pirdmic © Hiielonon Pidimide 24 Epistemologia y psicologia 1.2. La motivacion epistemologica «Yo no tengo dotes especiales, sélo soy apasionadan le curioso>» ALBERT EIN! De esa hambre de estimulos, de ese motivo de exploracién medio, hay un salto cualitativo al deseo de saber, un motivo excell vamente humano realizado en una forma de conocimiento antici rio, reflexivo y trascendente. El deseo de saber, la curiosidad epistemoldgica, esta en el orig de toda forma de conocimiento humano y, por supuesto, en las cif cias. Para Einstein, como vemos, es la clave de su genio creador. JI tein Gaarder estimula a los chicos en El mundo de Sofia diciéndol «Nunca dejéis de preguntar». El ser humano pasa en su temprana infancia por una etapa en que brota, de forma virulenta, esta curiosidad. La etapa del «por qui Je Hlamamos los psicélogos. Preguntas constantes por las que hen sido desbordados, el que mas y el que menos, cuando nuestros hij han aleanzado la edad de 4 atios iadamente no le damos a fase evolutiva toda la importancia que merecerfa, y el nifio, tard temprano, deja de preguntar sin haber conseguido respuestas adecy das en la mayorfa de los casos. Le sugiero un experimento al lector, Pregunte a alguien cerea —que podria ser usted mismo—: ;Por qué no se cae Ja Luna? é qué se producen las mareas? {Por qué es mayor el Sol en el horizot te que en el cenit? ,Por qué la Luna tiene una cara oculta? Son guntas que nos hemos hecho de pequefios y quizé alguna todavia f la sepamos responder... Volviendo a Kinstein, é1 reconocié en algun ocasién que de mayor continué haciéndose las preguntas que se hab hecho de nifio: ;Qué pasaria si yo alcanzase la velocidad de la cabalgando en un rayo?... © Ediciones Pirin EB) eatudlio dal eonoeimiento 25 fivolucion historica de las formas de conocer 0 ol conocimiento desemboea en la clencia «Quien dene clengid ya (lene religion y quien no tiene ciencia tenga religiOt» JOHANN W, Gowri, Tee primer conocimiento tecnolégico de los monos de liboratorio Wilindo acertijos mecdnicos o de los chimpancés en su habitat iy] partiendo las nueces con una piedra para comerse el fruto evo- wi en cl género homo hacia una actividad instrumental de segun- wien: una piedra que sirve para pulir otra que servird de hacha. jefe una separacién entre medios y fines, un conocimiento anti- Harlo, Heade esas formas més primitivas el hombre ha ido desarrollando jjoelmiento y dominio sobre el mundo y ha creado la cultura. hu vez concluido el proceso de hominizaci6n, alcanzada la bipe- ‘\On y habigndose desarrollado las areas prefrontales del cerebro, jiieion del homo sapiens, de nuestra especie, radica en la evolu- \ de sus formas de conocer, en la evolucién de la cultura; éste es woo de humanizacién. El conocimiento va tomando formas cada fis complejas, abstractas, sistematicas y criticas. Hevimos en el epfgrafe que el conocimiento desemboca en la cien- electivamente comporta la forma mas evolucionada de conocer, ‘le ha dado al ser humano un poder extraordinario sobre la natura- _ ¢) de conocer sus leyes y utilizar este conocimiento en su favor. yulemos que, de los tres estadios en la evolucién de las sociedades jlnuivo, metafisico y positive) de Comte, el mas evolucionado es studio positivo, donde hay una prevalencia del conocimiento cienti- " 1) conocimiento ha partido del dato empifrico de una manera muy yedliutu y rudimentaria: el fuego calienta y da luz, Ia piel del animal Wii, el hacha es berramienta en la caza y la defensa, Pero se va ait sepurindo de la experiencia inmediata y elaborando on formas coms ie} que irin mas alld del conocimiento ordinario, Hh mite, a partir i obervacidn, construye explicacioney sobrenatirales en aquellos Feidmenon que escapan al control y el conoelmlento huniuanos; las BH Mies Hamid 26 Epistemologia y psicologia El estudio del eonoeimiento 27 hogueras bajo el cielo estrellado, los eclipses como venganzi d a #0) Ho debemos desdefiar la forma de conocimiento compatera ios wil en la vida diaria: el conocimiento ordinario —otros le Ila- weiilide comin—, muy impregnado de los anteriores, en mayor i tmedida, segtin sociedades y épocus; en la Edad Media todo jefido por la religion, mientras que en nuestras sociedades oc- Wiles uctuales el conocimiento cientifico —o pseudocientifico— silo tiene mas predicamento y al que se apela con frecuencia para Her Una garantia de verdad, por ejemplo, al decidir sobre muchos Aieton de consumo, El marketing alude continuamente al «cient{- Weiile probado» para demostrar la calidad del producto. Como la i), e| sentido comin tiene un sustrato empirico muy fuerte y para #04 1a proximidad entre ambos es muy grande. Vor Ultimo, debemos también mencionar el arte como forma de wwiiiiento, especialmente de uno mismo, y con una caracteristica wiienolégica especial al estar tefiido de un matiz de experiencia delion 1. ciencia parte de la experiencia, elabora los datos de la misma, ndolos si es preciso, y reformuldndolos bajo las prescripciones iidlodo y el marco teérico. Las elaboraciones resultantes vuelven 4) be) eontrastadas con la experiencia para rechazarse 0 incluirse defi- Hilivamente en el corpus cientifico. Ziman (1986), trivializando quiz Wi) exceso,-dice que la ciencia no es mas que sentido comtin corregido sumentado. Giere (1988), sin embargo, considera a la ciencia como forma de conocimiento més perfecta que existe porque nos explica 14 ealructura causal del mundo, !| conocimiento cientifico es una forma de conocer sistematica, piipirica y critica a la vez, que ha dado al homo sapiens un poder {woxpechado sobre la naturaleza. Recordemos de nuevo la metéfora Wivial de la pelicula de Kubrick con la que abriamos el capitulo. El saiiocimiento cientifico fundamentalmente explica —como dice Gie- fe, pero también predice y controla el mundo. Ha convertido al ser fiumano en un aprendiz de Prometeo capaz de dominar el poder del {\iego, por ejemplo, calcinando todo lo vive en un radio de kilémetros El conocimiento se imbrica con otras dimensiones psicold; que van tomando forma en una mente evolucionada. El sentiml religioso y la necesidad de trascendencia se conjugan en la relig concebida como un conocimiento revelado, configurando un ¢6 de conducta personal y unas pautas formales que toman forma turgia colectiva en la mayoria de los credos reli igiosos. El nivel de abstraccién y formalizacion mayor se alcanza filosofia, de la cual han ido desgajindose todas las ciencias a met que la base empirica iba desarrollandose y reduciéndose el 4 especulacidn; asf surge la necesidad de acotar y definir el campe estudio en el marco de una disciplina naciente. Realmente en el progreso del con jocimiento nos va la vida, y no nos referimos a los avances de la medicina. 9 OC . En el terrible tsunami del dia 26 de d que recientemente habia estudiado en | el fenémeno y sabia que cuando las aguas se retiran de k se : : a playa decengy ‘ fils te me {ros es presagio de un tsunami; aquellos turistas, gracias al oe lant Con, por ejemplo, que los datos telescdpicos de las estrellas Lejanas eorres- ‘HM vleton Uiempo de ponerse a satvo. jnwilen «una realidad que no es 1a presente, sino que hay que restarle el tiempo que i) lu ha lirdado en llegar a nosotros. © Baiciones Pi a 28 Epistemologia y psicologia con un hongo atémico © prediciendo los eclipses, la erupcién de un volcan o la formacién de un tsunami. Igual que Prometeo, jugamos a hacernos como dioses explorando los confines del universo, creando nuevas especies por selecci6n artificial o reviviendo un moribundo im- planuindole el coraz6n de un muerto; por no citar el tema estrella actual de la clonacién de seres vivos, incluidos los humanos, Como Prometeo, el hombre ha osado desafiar a los dioses para hacerse como ellos. Algunas consecuencias de la c6lera divina, como Prometeo, pare- ce que empezamos a vislumbrar. Dejando a un Jado la capa de ozono 0 el cambio climéatico, en el A4mbito epistemolégico —que es a lo que estamos— esa situacidn apocaliptica puede ser quizé el fin de la cien- Cla, como algunos agoreros empiezan a presagiar; pero este es otro tema. 1.4. ZEl fin dela ncia? «Nosotros, los humanos, estamos aqui para intentar comprender por qué estamos aqui. Puede haber otra meta més digna que esa» Jon Horcan Como ya se ha dicho, la ciencia es la forma més evolucionada de conocimiento; la ciencia tiene un poderio especial que nos ha dado chips de silicio microscépico, ordenadores superpotentes, telescopios espi ales, trasplantes de Organos, robots domésticos, ovejas clonadas © nifios probeta, Sélo el avance de los descubrimientos cientificos nos ha Hevado desde las cavernas hasta Saturno, Los cientifleoy buscan descubrir Sus secretos a la naturaleza —aparte de ganar dinero y/o Prestizio-, pero también. paraddjica- mente, los avances cientifleoy now estén poniendo cara a cara con las limitaciones de nuestra Cienciit; persintencia del enigma del universo ¥ Su origen, incertidumbre en el conocimiento del microcosmos, inca- pacidad de prediccién en muchos sistemas, biolégicos o no, que son caoucos, incompletitud segtin Gédel que nos impide una descripcién Matematica de la realidad que sea consistente; y, por tltimo y lo mas importante, la conciencia humana sigue siendo un misterio, Como © Ediciones Picémide a El eatudio del eonecimiento 29 mantenfa Roger Penrose en el bestseller La nueva mente del empera dor, la ciencia no ha conseguido expligar el tiltimo misterlo de la exis (encia: la mente humana, Esta la ciencia tocando fondo? ,Hemos legado ya a los limites de todo lo que podemos Hegar a suber? /, Ya Ho le queda mas por des- cubrir a la ciencia? Horgan, en su libro Hi fin de la elenela, dice: «Si creemos en la ciencia debemos aceptur Ia postbilidad —inelu sive la probabilidad— de que la gran era del descubrimiento eienttl) co haya pasado ya a mejor vida. Por ciencia entiendo no In eleneli aplicada, sino la ciencia en su vertiente mas pura y mas grandioga, saber, ese deseo profundo del ser humano de comprender el universo y el lugar que ocupa en él. Podrfa ser que las investigaciones poste- riores no aportaran mas revelaciones ni revoluciones de envergadura, sino tan sdlo unos rendimientos graduales y decrecientes» (Horgan, 1998; p. 21). Acaso hemos Iegado a un limite donde —como dice Horgan— partir de ahora todo lo que podemos hacer es ciencia irénica; y entien- de €sta como una ciencia especulativa y postempfrica que invita al debate, que permite interpretaciones diversas pero sin pretensiones de verdad, ni siquiera de alcanzar sorpresas empiricas que obligue revisiones sustanciales 0 la aparicién de nuevos paradigmas, Lo cierto es que si revisamos muchas de las cosas que se estin haciendo desde el «paradigma» de la posmodernidad parece que podrfamos ealificar las de ciencia irénica en los términos de Horgan’ La evoluci6n cientifica, después de veinticinco siglos, y en espe- cial la evolucién exponencial del tiltimo siglo, nos ha Hevado a e ituacién confusa que puede incluso satisfacer a algunos pero nos de in dar «La Respuesta», sin satisfacer esa necesidad de saber, de saciar la motivacién epistemolégica, la necesidad de aproximarnos a lan al timas preguntas, aquellas que tan acertadamente Kant resumio y cuya btisqueda da sentido a la vida humana o, al menos, it foda su magnfll ca obra: «Los cielos estrellados por encima de m/y Ii ley moral den 5 En el capitulo 3 hablo de estas versiones pomnnderiin ¥ dle la dedaneldn de imposturas intelectuales que algunos les hacen © Ediciones Pirimide * que apelaban los revoluciona 30 Epistemologia y psicologia tro de mi»*. Son tan importantes, a mi parecer, para los afanes del conocimiento humano, que con ellas he comenzado este libro. Pero acaso no sea éste el fin del camino, sino que cuando lo ago- temos y lleguemos a la linea del horizonte podamos ver un camino nueyo y un nuevo horizonte. Permitame el lector la metafora andarie- ga para referirme a otra forma de abordar la amenaza del fin de la ciencia. Me refiero a otra visidn definida por Holton (2001) como «ciclicista». Frente a la vision linealista, inspirada en Mach y sucesores, del avance cientffico como algo lineal con acelerones 0 estancamientos y definido de forma internalista, nace otra concepcién externalista, ci- clica, donde se alternan periodos revolucionarios con otros de norma- lidad, Esta visién de la ciencia, inspirada en Kuhn, concibe ciclos en la evolucién cientifica. Paradigma de esta concepcién ciclica y externalista es Spengler, que en La decadencia de Occidente plantea que estamos en un ciclo que acaba y sdlo nos queda aceptar un nuevo ciclo que viene de Orien- de este mundo globalizado en que vivimos y los conflictos entre civilizaciones presagien la Hegada de un nuevo ciclo mas sereno donde esos terribles conflictos se resuelvan en sintesis enriquecedoras para el pensamiento y las sociedades. te. Acaso los vuelec 1.5. Etapas criticas en la evolucion de la ciencia y la epistemologia En nuestra cultura occidental el avance del conocimiento y del udio del conocimiento, de la epistemologia, han seguido caminos paralelos, Entendemos que hay tres momentos clave a lo largo de la historia, episodios de cambios revolucionarios para el conocimiento donde se consolidan definitivamente y cristalizan de forma irreversible tales cambios (véase la tabla 1.1), * En términos menos trascendentes y Ifricos, (ales cuestiones para Kant eran la mecdnica celeste de Newton y los patrones de hernand dy justicia humanas a los \cuerdo con Popper (1981), Tanceses; y en ellas, dle esta el micleo de una verdadera filosofia de la ciencia, © Ediciones Pirdmide El estudio del eonoeimento 31 TABLA 1.1 Hitos en la evolucién de la ciencla y la eplstemologta cleniifiea TL eonoelmiento we hace reflexive, Nave ta epistemologta Nace la ciencia. Primera revolucién cientifica: revo- Iucidn copernicana Primera teorfa de la eleneiit Se inicia un estudio empirico de la ciencia. Nacen las metaciencias, Segunda revolucién cienttffica. El primer gran avance se produce en la Grecia clasica, concreta- mente en Ja Jonia, con ciudades abiertas a un cruce de culturas donde se entrelazan actividades comerciales de babilonios, fenicios, egipcios © griegos y se combinan muy diversas concepciones humanas y divi- nas. Todo ello favorece la apertura mental, la actitud critica y el pen- samiento flexible, caldo de cultivo para mentes abiertas a la creativi- dad y a un pensamiento cientifico. Con Tales, Anaximandro, Anaximenes, Aristarco, Empédocles, Pitdgoras..., entre 600 y 400 afios a. C., nace el primer estudio ninte inatico de la naturaleza, nace la ciencia: la fisien, 1a peometiia, 1a as (ronomfa. Pero también nacen las primeras interpretaciones sobre la haturaleza del conocimiento y su origen; nace la epistemologia en lis escuelas filosdficas de los pitagéricos, de Platén y Arist6teles. Asi como nace también el primer debate epistemoldgico para explicar las causas del conocimiento: el debate entre imnatismo y empirismo, entre los defensores de la razon vs. la experiencia. Debate recurrente, man icnido a lo largo de la historia de la epistemologia, y que se extiende la disciplina empfrica que ha tratado el conocimiento, 4 1A paivolo, sla, como veremos en el capitulo siguiente. El segundo momento critico se produce con lit Revolucion eopern cana, Bl humanismo pujante se extiende por toda Hhirapa desde clude des como Florencia o Milan, y la extensidn del literanisnia por el nor te de Europa acaba con siglos de oscurantismo donde fi iiied autor idad moral intelectual estaba ejercida por In autoridad eeleniietien, Un ole « 6

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