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Las principales técnicas que se han desarrollado para medir las actitudes ambientales se
denominan índices de calidad ambiental percibida, o PEQls (Perceived Environmental
Quality Indices). Un PEQI proporciona una estimación cuantitativa de la calidad de un
ambiente físico determinado, por ejemplo un conjunto habitacional o un área recreativa, tal
como es percibida subjetivamente por un grupo de personas en particular.
Los PEQIs basados en los juicios preferenciales expresan una evaluación muy personal
sobre la calidad del ambiente hecha de acuerdo con los patrones ambientales de cada
persona en particular. Craik y Zube (1976, 16) hacen notar que un PEQI basado en juicios
preferenciales podría preguntar: "Desde un punto de vista completamente personal, ¿qué
tanto le gusta su vecindario?". En contraste, los PEQIs apoyados en evaluaciones
comparativas miden la calidad real de un ambiente particular en comparación con algún
patrón identificado. Un PE- QI basado en evaluaciones comparativas podría preguntar:
"Ahora, sin considerar sus sentimientos personales, ¿cómo compara su vecindario con otros
vecindarios del área de la bahía?
Muchos de los pasos adicionales del desarrollo de un PEQI son semejantes a los que se
siguen en el desarrollo de cualquier índice psicológico de juicios subjetivos. En algunas
mediciones de la calidad ambiental percibida se utiliza el método diferencial semántico como
un modo de respuesta. Kasmar (1970) elaboró una serie de 66 adjetivos bipolares, a la que
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denominó Escala de Descripción Ambiental, para que las personas no profesionales puedan
describir y evaluar los espacios arquitectónicos
Con respecto a los PEQIs apoyados en evaluaciones comparativas es evidente que en cada
nación se generan propuestas de indicadores de calidad ambiental que serán utilizados
como el parámetro comparativo. En este texto presentamos a continuación la propuesta de
Luis Escobar aplicada en un estudio en Colombia para establecer la relación entre calidad
ambiental urbana y elección de vivienda. Es evidente que este tipo de PEQIs son utilizados
principalmente para la planificación urbana y el desarrollo de políticas públicas sobre el
espacio ambiental.
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ESTETICA AMBIENTAL
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FUNCIONES PSICOLÓGICAS DE LAS ACTITUDES AMBIENTALES
Las actitudes ambientales desempeñan una importante función psicológica en la vida del
individuo al ayudarle a elegir entre una amplia variedad de conductas. Por ejemplo, cuando
los estudiantes deciden dónde vivir mientras asisten a la universidad, se basan en sus
actitudes hacia los diferentes tipos de vecindarios, hacia los edificios altos o bajos y hacia las
estancias universitarias. Por supuesto, existen otros factores que intervienen en la elección
que hace un individuo, por ejemplo, la cantidad de renta que puede pagar (Ankele y Sommer,
1973). Aquí se considerará la función de las actitudes ambientales que ayudan al individuo a
elegir un ambiente de hábitat personal y la del ambiente social.
Elección residencial
Robert Marans y Willard Rodgers (Marans, 1976; Marans y Rodgers, 1975) proponen un
modelo gráfico para explicar la forma en que las actitudes ambientales (satisfacción o
insatisfacción con el lugar donde se vive) se traducen en conducta ambiental (movilidad
residencial). Una adaptación de su modelo (figura 4-2) muestra cómo interactúan las
características objetivas del ambiente habitacional con las características personales del
residente (edad, ingresos, gustos, etc.) y el patrón de comparación para influir en la
evaluación que el individuo hace del ambiente. Esta estimación personal, comparada con el
patrón que cada quien se forma acerca del ambiente residencial ideal, es la que determina el
sentimiento de satisfacción del individuo con su ambiente o, en última instancia, la decisión
de cambiarse a un ambiente residencial más aceptable.
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Eric Roth. Psicología ambiental: interfase entre conducta y naturaleza
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Kerpen y Cols. (1976) asumieron que el ambiente físico constituía en sí mismo un instrumento
terapéutico y que por lo tanto puede ser manipulado para cambiar la naturaleza y distribución
del comportamiento de un hospital psiquiátrico. De esta manera demostraron que el
ambiente físico puede generar nuevos patrones de actividad orientados a estructurar las
interacciones adaptativas entre personas. De la experiencia en el diseño de espacios
terapéuticos, surgieron las siguientes categorías de análisis:
Estética. Los usos creativos de la forma, el espacio, la escala, el color y la textura, favorecen los
ambientes estimulantes y acogedores.