Está en la página 1de 3

Instituciones que combaten la discriminación en la Ciudad de México

COPRED (Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México

Es una institución que se encarga de vigialr el cumplimiento del derecho a la igualdad y la


no discriminación de las personas que viven o transitan por la Ciudad de México, pero
enfocados más aún en aquellos grupos de personas denominadas como “vulnerables”,
tales como personas indígenas, mujeres, personas adultas mayores, jóvenes, integrantes
de la comunidad LGBTTTI, indigentes, personas en situación de pobreza extrema, entre
otros.

Adicionalmente brinda atención a aquellas personas que ya han sido víctimas de


discriminación, además de realizar actividades para la promoción, difusión, educación y
cultura de la no discriminación, a partir de la igualdad y de la vigilancia de la legislación
para Prevenir y Eliminar la Discriminación en el DF.

Amnistía internacional

Organización internacional no gubernamental


Sen encarga de proteger los derechos humanos, entre los que se encuentran la liberación
de presos políticos, abolir la pena de muerte, la protección de derechos sexuales y
reproductivos, la lucha contra la discriminación o la defensa de los derechos de personas
refugiadas y migrantes, entre otras.

Entre sus métodos de acción se encuentran el uso de medios de comunicación y otros


canales de difusión, la movilización de la opinión pública para hacer presión a la autoridad
mediante protestas callejeras y captación de apoyos directos.
Casos:

DERECHOS SEXUALES Y REPRODUCTIVOS

Los derechos sexuales y reproductivos no son derechos nuevos. Están reconocidos en los
instrumentos de derechos humanos. Abarcan derechos como el derecho a la intimidad, a
la integridad física y mental y a no sufrir discriminación, ni tortura ni otros malos tratos.

Entre los derechos sexuales y reproductivos fundamentales figuran los siguientes: libertad
para decidir si ser o no sexualmente activo; mantener relaciones sexuales consentidas con
independencia de la orientación sexual; mantener relaciones sexuales no vinculadas a la
reproducción; elegir a la pareja; decidir el número de hijos y cuándo tenerlos; no sufrir
violencia ni prácticas dañinas, así como tener acceso a información, a servicios de
contracepción y planificación familiar y a educación sobre la salud sexual, especialmente
en el caso de los niños y niñas y los y las adolescentes.

Los derechos sexuales y reproductivos se fundamentan en derechos humanos


establecidos en tratados regionales e internacionales de derechos humanos que la
mayoría de los Estados de la región han ratificado y se han comprometido a cumplir, entre
ellos:

 La Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o


Degradantes
 El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
 El Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales
 La Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra
la Mujer
 La Convención sobre los Derechos del Niño
 La Convención Americana sobre Derechos Humanos
 La Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia
contra la Mujer (Convención de Belém do Pará)

Todos los Estados que han ratificado tratados de derechos humanos tienen la obligación
de respetar, proteger y hacer efectivos los derechos sexuales y reproductivos.
¿Por qué no se ha logrado implementar el derecho humano de la no discriminación?

A pesar de que existe una legislación e infraestructura institucional, incluso información y


hasta intervenciones de educación en escuelas públicas y privadas, persiste la violación al
derecho humano a la no discriminación, principalmente por causas culturales e
ideológicas.

Garantizar los derechos humanos pasa necesariamente por funcionarios, los cuales no
tienen siempre una preparación o profesionalización para que éstos se cumplan. Negarle a
alguien un servicio por su color de piel, orientación sexual u otra condición es una práctica
común y que no siempre se denuncia.

Asimismo, es socialmente aceptable utilizar ciertos términos y actitudes hacia ciertas


personas. Llamar a alguien de manera despectiva, en ocasiones, permite a las personas
tener cierto “estatus” o diferenciarse de los demás. Y aunque esto no debería practicarse,
en realidad se ha invisibilizado porque son prácticas comunes.

A ello se agrega que no existe una cultura de la denuncia, debido a que no se consideran
estas conductas como delictivas o que deban ser sancionadas, incluso, regresando a lo
cultural, se considera que denunciar es una cuestión relacionada con algo superficial o que
no se castiga debidamente.

También podría gustarte