Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
net/publication/336589921
CITATIONS READS
0 222
7 authors, including:
Some of the authors of this publication are also working on these related projects:
SERVICIOS DE PROVISIÓN Y REGULACIÓN DEL BOSQUE TROPICAL SECO AL NORTE DEL DEPARTAMENTO DEL HUILA, COLOMBIA View project
All content following this page was uploaded by Dídac Santos Fita on 16 October 2019.
L
áreas de distribución en el mundo. Sus Miembro del Sistema Nacional de Inves-
a presente obra es el resultado del Simposio Internacional tigadores (nivel 2) del Conacyt. Ha im-
investigaciones están enfocadas para Biología de la Conservación: Grandes Depredadores de
extraer enseñanzas y datos que permitan partido diversos cursos en temas sobre
México, organizado por el Cuerpo Académico Consolidado conservación de especies en peligro de
establecer políticas de conservación de Ecología Conductual y Conservación, Centro de Investigación en
SITUACIÓN
hace una importante reflexión sobre la participación del humano, impacto así como del Conacyt (México).
tas internacionales de alto impacto, así desde su conocimiento empírico y científico, generado a través
como de proyectos del Consejo Nacional del tiempo, en el manejo y conservación de estas especies. Evi-
de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y per- Vicente Urios Moliner
denciando que la participación de los actores sociales que con- Catedrático de zoología de la Universi-
tenece a diversas sociedades científicas vergen en las zonas de distribución de estos grandes depredado-
nacionales e internacionales. dad de Alicante y director del Grupo de
DEPREDADORES
rante 15 años director del Parque Na-
tural del Marjal de Pego-Oliva (este de
España). Sus líneas de investigación
versan fundamentalmente en el estudio
Octavio Monroy Vilchis del comportamiento de aves rapaces y
Vicente Urios Moliner carnívoros, habiendo realizado proyectos
Martha Mariela Zarco González sobre las especies más amenazadas de
EDICIONES ACADÉMICAS (editores)
SITUACIÓ ACTUAL
DE LOS GRANDES
DEPREDADORES
EDICIONES ACADÉMICAS
Primera edición, 2018
Contacto: colofonedicionesacademicas@gmail.com
Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio sin el
consentimiento escrito de los titulares de los derechos.
ISBN: 978-607-8590-56-8.
Presentación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
7
Cocodrilos de México: perspectivas de manejo y conservación,
Jesús García-Grajales, Giovany A. González-Desales, Marco A.
López-Luna .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 189
ETNOBIOLOGÍA Y CONSERVACIÓN: EL CONCEPTO
DE IMPORTANCIA CULTURAL PARA ENTENDER
LA RELACIÓN ENTRE HUMANOS Y GRANDES
DEPREDADORES
Felipe Ruan-Soto*
David Figueroa**
Dídac Santos-Fita***
Nathalia Castillo-Huitrón****
Andrés Basante*****
Yasminda García del Valle******
Felipe Reyes-Escutia******
Resumen
155
etnobiología y conservación: el concepto de importancia cultural
Introducción
156
etnobiología y conservación: el concepto de importancia cultural
157
etnobiología y conservación: el concepto de importancia cultural
158
etnobiología y conservación: el concepto de importancia cultural
Desde sus orígenes, los grupos humanos, a través de sus atributos cultu-
rales (memoria y conjugación, comunicación, capacidad para elaborar
implementos, curiosidad, organización social, entre otros) junto con su
necesidad de subsistencia, han identificado regularidades del planeta (Lu-
na-Morales, 2002). Todos estos saberes son producto de experiencias e
indagaciones (Reyes-Córdoba, 2003). A través de observaciones en la na-
turaleza, los humanos han identificado sus discontinuidades y generado
conocimientos acerca de ésta. Desde aquellos que le permiten identificar
a las especies con las que interactúa, descripciones detalladas de su biolo-
gía o la distribución de algunos de los organismos, hasta el conocimiento
de otros factores abióticos o inclusive las propiedades emergentes de los
ecosistemas.
A partir de una acumulación continua de experiencias y eventos en
circunstancias concretas (ecológicos, geográficos, económicos, psicológi-
cos, afectivo-emocionales, epidemiológicos, filosóficos, sociales, lingüísti-
cos, cosmogónicos, religiosos y culturales en sentido amplio) en la vida de
cada individuo y de su grupo social, se van configurando diferentes per-
cepciones y representaciones de cada animal de su entorno. Estas estruc-
turas a su vez actúan como filtros que regulan la manera que tendrá el
sujeto de aproximarse a su entorno, es decir, son tanto la causa como el
efecto en un proceso dialéctico. Todo este bagaje no es estático, sino capaz
de reconfigurarse adaptándose a nuevas circunstancias tanto ecológicas
como culturales (Ruan-Soto et al., 2013).
En este proceso, los grupos humanos hemos partido de ontologías
distintas, esto es, cada quien conceptualiza el mundo y los elementos que
contiene de manera diferente. Asimismo, hemos desarrollado formas di-
ferentes de conocer a esta realidad, es decir, hemos construido diferentes
epistemologías para explicarnos los fenómenos que observamos. En este
sentido, es posible afirmar que no existe una sola realidad, sino tantas como
ontologías y epistemologías existan.
Por ello, es incorrecto pensar que la ciencia occidental ha sido la única
que ha desarrollado conocimientos válidos y verdaderos acerca de aspec-
tos taxonómicos, biológicos y ecológicos de las especies animales. Otras
sociedades “no occidentales” o “tradicionales” también han generado sis-
159
etnobiología y conservación: el concepto de importancia cultural
temas científicos que han permitido que la gente aproveche sus recursos
de manera eficiente logrando así su subsistencia (Escobar-Berón, 2002). A
través de generaciones, las sociedades tradicionales han observado distin-
tos aspectos de la biología de muchos organismos, incluidos los depreda-
dores: aspectos de comportamiento (hábitos alimentarios, reproducción,
cantos y sonido), ecológicos (depredadores, presas, asociaciones, migra-
ciones), geográficos (sitios donde se encuentra, sitios de pernocta, sitios
de alimentación), fisiológicos (propiedades, compuestos y metabolitos,
estrategias reproductivas, entre otros), su desarrollo ontogenético y su es-
tructura anatómica, por mencionar algunos. Estas observaciones acumu-
ladas, estructuradas y consensadas entre los integrantes de las comunida-
des se les puede llamar Conocimientos Biológicos Tradicionales (Berkes et
al., 2000). Estos conocimientos surgen de la observación de la realidad
empírica y casi nunca son saberes triviales, sino que son de vital impor-
tancia para la subsistencia de las personas que dependen en buena medida
de los recursos de su entorno (Fernández-Giménez, 2000).
Desde la década de los 1970, la ciencia occidental reconoce que el
cuerpo de conocimientos de las sociedades tradicionales puede ser una
fuente de datos importante acerca del funcionamiento de la naturaleza que
la academia aún desconoce, y, sobre todo, cómo podemos utilizarlos para
plantear esquemas de aprovechamiento sustentable de los bienes y servicios
biológicos (Berkes et al., 2000). Muchas disciplinas como la etnobiología,
se han enfocado en documentar los conocimientos tradicionales. Estos
conocimientos fueron generados, como se mencionó anteriormente, por
una necesidad de sobrevivir en el medio en que habitaban. Al mismo tiem-
po, era menester diseñar esquemas de aprovechamiento que permitieran
el cuidado y la conservación de estos organismos, ya que de su presencia
dependía la supervivencia de las personas y la reproducción de su sociedad
y cultura (Moran, 2008). En este sentido, el uso y manejo de la fauna debía
de tener como eje la sustentabilidad, ya que de otra manera se ponía en
riesgo la reproducción material de la cultura en cuestión.
Entre las sociedades campesinas y tradicionales, es posible ver cómo
hoy en día existen ejemplos de manejo sustentable de los bienes que exis-
ten en su territorio, basados en el respeto hacia la naturaleza y en el apro-
vechamiento que les permite sobrevivir a todos los elementos de su cosmos
(Boege, 2008). Sin embargo, en México y en Latinoamérica la realidad
actual es mucho más compleja. Al campesino y a las comunidades tradi-
160
etnobiología y conservación: el concepto de importancia cultural
161
etnobiología y conservación: el concepto de importancia cultural
162
etnobiología y conservación: el concepto de importancia cultural
ganismo dentro de una cultura particular. Cada organismo que tiene cier-
ta relevancia para un grupo cultural exhibe un grado de importancia.
Aunque esto no se ha evaluado, se podría pensar que cuanto más impor-
tante es un organismo para una cultura particular, mayor cantidad de co-
nocimiento se habrá generado y acumulado.
Como se mencionó con anterioridad, al humano puede resultarle un
animal importante culturalmente por diferentes aspectos. Puede resultar-
le significativo porque le ha conferido un valor tangible de usufructo, es
decir, por ser fauna útil. También puede resultarle importante por haberle
conferido valores intangibles como cierto lugar en su cosmovisión, expre-
sado a través de su mención o presencia en rituales o narrativas que refie-
ren aspectos cosmogónicos. Para Londoño-Betancourth (2009), la valora-
ción cultural es un mecanismo que busca conocer la importancia que le
otorgan los individuos y la comunidad a la fauna silvestre con base en los
usos que el individuo y la comunidad le dan y la importancia que ésta
recibe en función de los beneficios generados por estos usos, los cuales
pueden ser alimentación, medicinal, comercial, ritual, ornamental y arte-
sanal, entre otros. Como un ejemplo de estos estudios, Monroy-Vilchis et
al. (2008) evaluaron la importancia de la fauna de vertebrados en una re-
gión del Estado de México, donde los datos muestran que las especies de
vertebrados utilizados son las de mayor importancia. A su vez, García del
Valle et al. (2015) muestran como diferentes narrativas de grupos lacan-
dones y mestizos de la Selva Lacandona, Chiapas, contextualizan la im-
portancia que le confieren a muchos animales independientemente de su
utilidad. Estos dos aspectos que se mencionan reflejan una importancia
cultural positiva; sin embargo, también existen animales que son percibi-
dos como un agente con una importancia negativa, que provocan un daño
o al menos son una potencial amenaza ya sea para los cultivos, el ganado
o para la propia integridad de las personas.
Existen evidencias que sugieren que, cuando se trata de comunidades
campesinas, la gente interesada en el desarrollo de políticas de conserva-
ción no tiene que preocuparse tanto por la conservación de la fauna que
tiene una importancia cultural positiva. Estas comunidades, por lo general,
han desarrollado y mantienen vivo un cuerpo de conocimientos ecológicos
tradicionales y prácticas de aprovechamiento sustentable que le permite a
la fauna mantener poblaciones más o menos estables. Ejemplo de ello es
el aprovechamiento que hacen de especies como el tepezcuintle (Cuniculus
163
etnobiología y conservación: el concepto de importancia cultural
164
etnobiología y conservación: el concepto de importancia cultural
165
etnobiología y conservación: el concepto de importancia cultural
166
etnobiología y conservación: el concepto de importancia cultural
167
etnobiología y conservación: el concepto de importancia cultural
168
etnobiología y conservación: el concepto de importancia cultural
169
etnobiología y conservación: el concepto de importancia cultural
170
etnobiología y conservación: el concepto de importancia cultural
171
etnobiología y conservación: el concepto de importancia cultural
172
etnobiología y conservación: el concepto de importancia cultural
Para considerar
173
etnobiología y conservación: el concepto de importancia cultural
lidad directa como bien de usufructo del animal. Otra es aquellos valores
intangibles que dan identidad como pueblo, sus mitos de origen, diversas
narrativas, por mencionar algunas. Identificando estos factores, es posible
trabajar procesos de educación popular, pero basados en tradiciones cul-
turales propias, que surjan a partir de puntos de encuentro y de diálogo de
saberes entre el conocimiento académico y el conocimiento tradicional.
De esta manera, es posible fortalecer aquellos aspectos positivos que tienen
los depredadores en el imaginario de las sociedades. Esto, a su vez, puede
generar sinergias con otras prácticas donde se “aproveche” la presencia de
los depredadores, como el ecoturismo de observación, por mencionar al-
guno. De tal manera es posible que para la gente tenga sentido conservar
estas especies.
Por otra parte, para minimizar el daño que provocan los carnívoros en
el ganado existen muchas propuestas como el seguro ganadero y otros
subsidios que otorga el gobierno para privilegiar la conservación. Es ne-
cesario mirar en perspectiva estas acciones y evaluar también las repercu-
siones negativas que tienen las políticas paternalistas en muchos estados,
sobre todo en el sur y sureste mexicano. Otras acciones como la utilización
de razas especiales de perros y la instalación de mallas electrificadas (cuan-
do los presupuestos lo permitan) parecen ser mejores opciones para mi-
nimizar el daño al ganado. Asimismo, recuperar y/o promover buenas
prácticas de pastoreo y cuidado del ganado podría ser otro factor que
contribuya a disminuir el daño. Con estas dos líneas de acción se busca
que los daños que provocan los depredadores sean de menor magnitud
espacial, temporal y económica, y, al mismo tiempo, que los beneficios
tangibles o intangibles que brinden de manera directa o indirecta los car-
nívoros a las personas sean mayores y/o más fuertes.
Estas acciones solamente son plausibles si se priorizan tres aspectos
para el trabajo con las comunidades que comparten territorios con los
grandes depredadores:
a) Fomentar la organización comunitaria. Mientras las políticas de
conservación busquen trabajar únicamente con algunos sectores de la po-
blación, evitando la dificultad que conlleva la organización de distintas
formas de pensar con distintos intereses, no se vislumbra un futuro alen-
tador.
b) Un trabajo interdisciplinario que tienda a la transdisciplina. El gra-
ve problema de la ciencia actual es la parcelización de la realidad (Apostel
174
etnobiología y conservación: el concepto de importancia cultural
175
etnobiología y conservación: el concepto de importancia cultural
Figura 4.1. Fiesta del Corpus Christi, Chiapas, México. Fotografía de Dídac Santos.
Figura 4.2. Taller con niños en Sierra Nanchititla. Fotografía de Nathalia Castillo.
176
etnobiología y conservación: el concepto de importancia cultural
Referencias
177
etnobiología y conservación: el concepto de importancia cultural
178
etnobiología y conservación: el concepto de importancia cultural
179
etnobiología y conservación: el concepto de importancia cultural
180