Primeramente me permito partir argumentando y enfatizando que la legislación penal de
nuestro país, ha evolucionado a raíz de diversas circunstancias sociales, que han requerido que el estado busque optar por mecanismos de equilibrio, justicia, y por tanto, castigo. Es necesario decir que el Derecho Penal ha sido usado históricamente como recurso punitivo para prevenir comportamientos sin explorar o examinar la eficiencia y necesidad de su uso como recurso de obtención de justicia. Es por todo ello que puedo establecer que la evolución de nuestra legislación no es más que el resultado de la adaptación a las demandas sociales que se han ido desarrollando a lo largo de los años, lo que ha traído consigo reformas en diversos artículos constitucionales. Pero un hecho que sin duda es innegable y que representa un verdadero avance fue la evolución de nuestro sistema penal, pasando de uno inquisitivo a uno de corte oral y adversarial, que, además de ofrecer procesos mucho más rápidos, también incorpora aspectos muy importantes como es la dignidad humana, al ofrecerle a sus usuarios diversos mecanismos que les permitan obtener un debido proceso; tales incorporaciones representan un avance significativo a nuestra legislación penal. Finalmente podría decir que la legislación penal se genera como consecuencia de la intención de las personas de convivir en paz, dentro de una sociedad, la cual, pueda desarrollar sus actividades en respeto y armonía con los demás.