Demostrar el uso de la calabaza y sus semillas en elaboraciones gastronómicas de
panadería y repostería a partir de la fusión y/o reinvención de postres y panes ya existentes para probar su versatilidad no solo en preparaciones saladas sino también, dulces, que se llevará a cabo en los talleres de la Universidad para el Desarrollo y la Innovación, UDI
MARCO TEÓRICO:
Repostería de fusión. – La repostería es parte imprescindible de la gastronomía y
al igual que la cocina fusión, existen postres de esta categoría. Este tipo de cocina consiste en la mezcla de estilos culinarios, ingredientes, técnicas y sabores procedentes de distintos lugares del mundo. Brownie. – Es un bizcocho de chocolate con nueces sin levadura originario de los Estados Unidos en el año 1897. Fue descubierto por un error culinario, el cocinero olvidó poner levadura al bizcocho de chocolate dando como resultado una base crujiente por fuera y tierno y jugoso por dentro, al cual bautizó con el nombre de brownie que significa “morroncito”. Pavlova. – Es un delicioso postre de merengue y frutos rojos que resulta crocante por fuera y húmedo por dentro, su origen es incierto, Nueva Zelanda y Australia son los países que disputan su invención. Se llama Pavlova en honor a la bailarina de ballet Anna Pavlova, donde el chef, quien, para sorprenderla, inventó este postre durante su estadía en un hotel en Nueva Zelanda. Mousse. – Proviene del vocablo francés que significa “espuma”, es un postre que puede ser dulce o salada, ligera, espumosa, cremosa u espesa. Su origen se remonta a la Francia del siglo XVIII, cuando aparece por primera vez en un recetario del cocinero francés Menon, en él se describen los tres tipos de mousse: chocolate, café y azafrán.