Está en la página 1de 7

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL Unidad 291

MAESTRÍA EN EDUCACIÓN
CAMPO: FORMACIÓN DOCENTE EN EL ÁMBITO REGIONAL
SEMINARIO DE INVESTIGACIÓN I
MTRA. ROSA ISELA GARCÍA HERRERA
SEGUNDO SEMESTRE GRUPO “A” JORGE ITURBE CRUZ
LA CENTRALIDAD DE LOS CLÁSICOS Jefrey C. Alexander.
REPORTE 1
En este capítulo el autor quiere demostrar la importancia central de los clásicos en
la ciencia social contemporánea, enfrentando la crítica empírica y humanista.
Se considera clásico al producto de una investigación pasada que es consultada
por investigadores actuales, que piensan que pueden aprender de su campo a través de
ellos, se les concede un rango privilegiado.
La crítica empirista a la centralidad de los clásicos.
Los empiristas niegan la exégesis y el comentario a los clásicos sustentados en dos
supuestos:
a) La ciencia natural carece de clásicos por su status empírico y acumulativo.
b) La ciencia natural y social son lo mismo o idénticas a estos efectos.
La teoría científica es sistemática, por lo tanto, el conocimiento se cree superado,
asimilado y acumulado, en consecuencia los clásicos corresponden a los historiadores.
Las presiones externas a las que se somete el sociólogo lo obligan a tener
desviaciones, tendencias intelectuales degenerativas porque privilegian las obras
anteriores y son acusados de erudición que limita la originalidad.
Los textos deben tratarse según su utilidad; como información no recuperada y
como documentos históricos.
Agrega un tercer supuesto auxiliar: la idea de que el significado de los textos
anteriores relevantes es obvio.
La visión post-positiva de la ciencia.
Contraria a la tesis empirista, el autor sostiene que poseer clásicos no depende de
su empirismo sino del consenso que exista dentro de esa disciplina acerca de cuestiones
no empericas.
Postulados fundamentales del Postulados fundamentales del
positivismo post-positivismo
1. Ruptura epistemológica entre las Los datos empíricos de la ciencia están
observaciones empíricas y las inspirados por la teoría.
proposiciones no empíricas.
2. Las cuestiones generales y abstractas Los compromisos científicos no se basan
no tienen importancia para la únicamente en la evidencia empírica.
orientación empírica.
3. Tales cuestiones y teoréticas solo La elaboración general, teórica, es
pueden ser evaluadas por normalmente horizontal y dogmática y no
observaciones empíricas. escéptica y progresiva.
4. El desarrollo científico es lineal y Solo se dan cambios fundamentales en
acumulativo. las creencias científicas cuando los
cambios empíricos van acompañados de
la disponibilidad de alternativas teóricas
convincentes.

En consecuencia el primer supuesto es insostenible si las consideraciones no


empíricas generales desempeñan un papel tan decisivo. El segundo también es falso en
virtud de que en la práctica la ciencia natural y social no son lo mismo.
Porqué no hay clásicos en la Ciencia Natural, una visión post-positivista.
En la ciencia natural no hay clásicos porque se centra en las dimensiones empíricas
tiene modelos ejemplares que son pauta para dar explicaciones, que a pesar de su
especificidad funcionan apriorísticamente.
Se aprenden en libros y se interiorizan por su posición de privilegio en un proceso
de socialización más que de validez científica.
Los científicos sociales interiorizan clásicos además de modelos ejemplares.
La defensa post-positivista de los clásicos.
En la ciencia social no hay condiciones que garanticen un acuerdo consistente
acerca de la naturaleza del conocimiento, ni el acuerdo sobre leyes subjuntivas
explicativas. Esto se explica a través de 4 razones cognitivas y valorativas:
1. En la ciencia social los objetos de estudio son estados mentales, en consecuencia
se pueden confundir los estados mentales del observador científico con los del
sujeto observado y viceversa.
2. Toda definición o concepto prejuzga la posición del pensador de sus valores
sociales y políticos o de un propio pensamiento.
3. De acuerdo a los puntos anteriores si es difícil llegar a consensos de referentes
empíricos mucho más lo es de abstracciones, en todo caso se tratará de imponer o
de encubrir un determinado punto de vista concreto.
4. En consecuencia, sin consenso, solo habrá debate, en causado esto en la
formación de escuelas o tradiciones que de igual forma se constituyen los
desacuerdos científicos.
Por tales razones el discurso se convierte en una característica esencial de la
ciencia social, a diferencia de las discusiones científicas fundamentadas en experiencias
inmediatas verificadas o falsadas en procesos inductivos o deductivos, el discurso posee
la fuerza argumentativa para especular y generalizar, se centra en el proceso de
razonamiento, se basa entre otras cualidades, en su coherencia lógica, amplitud de visión,
perspicacia interpretativa, relevancia valorativa, fuerza retórica, belleza y consistencia
argumentativa.
En opinión del autor el discurso de la Ciencia Social puede ser arbitrario como lo
propone Foucault (cambiante) o socionalizante como lo propone Habermas, el carácter
central del discurso no permite seguir la lógica de la ciencia natural.
La teoría de las ciencias sociales es polivalente, es una metateoría, en razón a que
no se correlaciona una sola teoría general con medidas y variantes empíricas. Puede
existir una subdeterminación empírica y una sobredeterminación teórica.
En consecuencia los científicos sociales pueden operar, de acuerdo al desacuerdo
empírico e ideológico de varios modos distintos. Por tanto en toda conclusión está abierta
al debate a consideraciones supraempíricas.
El desacuerdo endémico existente en la ciencia social hace más explícitos los
supuestos de fondo, estos permiten que el discurso sea una cualidad en el debate de la
misma Ciencia Social.
La centralidad de los clásicos se debe a dos razones: una funcional y otra intelectual o
científica.
Razones funcionales o extrínsecas del status privilegiado.
Para que el discurso se dé en un contexto coherente y consistente, se debe tener
primeramente claro el mínimo de conocimiento de lo que se ha de debatir, es decir,
integrar, delimitar el campo del discurso teórico, este papel le corresponde a un clásico a
los clásicos. Esto permite la existencia del sistema y además la existencia de disciplinas,
mismas que junto con las escuelas y tradiciones poseen clásicos.
Un clásico es un punto de referencia a todas ellas y reduce la complejidad, es un
símbolo que condensa y se caracteriza por lo menos en 4 ventajas funcionales:
1) Simplifica y facilita la discusión teórica.
2) Nos permiten la adhesión a compromisos generales sin necesidad de explicación.
3) El supuesto instrumento de comunicación clásico nos permite no reconocer en
absoluto la existencia de un discurso general.
4) Tomarlos como referencia permiten darles importancia puramente estratégica.
Razones intelectuales del status privilegiado.
La ciencia social depende de la capacidad del científico, de su idiosincrasia para
experimentar comprende y conocer (inteligencia). Este conocimiento individual tiene 3
características:
1) La interpretación de estados mentales.
Toda generalización sobre la estructura o causas de un fenómeno, depende de alguna
concepción de los motivos implicados.
2) La reconstrucción del mundo empírico.
En la Ciencia Social no es posible reducir a ella la complejidad del mundo objetivo
aplicando la matriz de controles disciplinarios consensuales de acuerdo a este hecho.
3) La formulación de valoraciones morales e ideológicas.
Cuando más general sea una proposición de la ciencia social tanto más tendrá que mover
a reflexión sobre el significado de la vida social.
La ideología requiere para ser eficaz de una estética para condensar y articular su
realidad mediante figuras retóricas apropiadas en consecuencia las proposiciones
ideológicas también pueden alcanzar el rango de “clásico”.
Estas consideraciones refuerzan el status de privilegio de las obras antiguas y les
permite ubicarlas como un equivalente al conocimiento científico contemporáneo.
Por todo lo anterior Mertón tenía razón al afirmar que los científicos sociales
mezclan la historia y la sistemática en la Teoría Social y que esta mezcla es atribuible a
los esfuerzos por armonizar orientaciones científicas y humanistas, pero estaba
equivocado al decir que la mezcla es patológica o el solapamiento de dicha mezcla. Sus
dos supuestos quedan separados cuando se afirma que hay una divergencia entre la
Ciencia Natural y la Ciencia Social y que ambos poseen su madurez teórica, y por tanto no
son idénticas.
Considerarse un buen sociólogo es sentirse calificado para enseñar y para escribir
la historia de la teoría sociológica (clásicos).
Ingenuidad fenomenológica: por qué deben de construirse los debates clásicos.
La separación entre historia y sistemática está en la mente de los científicos
sociales, porque dan por supuesto que la discusión es el tipo más normal de actividad
profesional sancionada, no propician el debate.
La interpretación o autointerpretaciones de los clásicos encubren el relativismo que
implica la centralidad de los clásicos (actitud ingenua).
Los científicos sociales necesitan clásicos porque éstos expresan sus ambiciones
sistemáticas mediante esas discusiones históricas.
Esta interacción científica, en estricto sentido fenomenológico, es la que crea la
realidad de los clásicos para la vida de la ciencia social. Tienen que adaptar la práctica
científica de aislar la “objetividad” de los mismos clásicos.
El autor concluye que para demostrar la centralidad de los clásicos es necesario
deconstruir las discusiones de la Ciencia Social sobre los clásicos.
La interpretación de los clásicos como argumento teórico: Talcott Parsons y su
crítica del período de postguerra.
El funcionalismo estructural tiene como líder de esta tradición a Parsons quien
fundamenta su trabajo científico en los textos clásicos. Las presencias en la
reconstrucción de Parsons principalmente las clásicas con Durkheim y Weber (aunque en
su primer trabajo estuvieron “ausentes”). Su éxito se debe a la praxis interpretativa, a
través del debate de la discusión de sus elementos teóricos (presencias y ausencias).
El trabajo de Pansons genera crítica y análisis tanto de su trabajo como el de otros
que se fundamentan en los clásicos y en el de él mismo dando lugar a nuevos textos,
desde el funcionalismo estructural, tesis doctórales, mov. Antifuncionalista, la teoría del
intercambio, la interpretación etnometodológica, fenomenológica, el trabajo de los Estudios
Culturales entre otros.
El trabajo de Parsons pudiera considerarse también como clásico por tal situación
sin embargo puede o tiende a dejar de serlo si otro autor considera una gama diferente de
clásicos.
Humanismo y clásicos; por que es errónea la crítica historicista.
La centralidad de los clásicos supone mantener que existe una relación inexplicable
entre los intereses teóricos contemporáneos y las investigaciones sobre el significado de
los textos históricos.
La crítica al reduccionismo empirista contemporáneo en las humanidades que están
relacionadas más con la interpretación que con la explicación, se insiste con la
interpretación del significado de los textos clásicos. Pero no hay razón para mezclar la
interpretación en la praxis de una creencia social libre de clásicos.
Lo que sostiene al historicismo es la creencia de que el mundo verdadero se
revelará ante el investigador sólo conque éste sepa dónde y cómo mirar, poniendo énfasis
en el contexto y en la intención.
El historicismo mantiene 3 supuestos; los dos primeros:
La idea de que el contexto intelectual y la intención del autor son inmediatamente
accesibles a los estudios y emprender sin especiales problemas textos motivados e
históricamente situados.
En palabras del autor, es preciso fundir historia y sistemática precisamente a causa
de la importancia esencial del interpretación.
Crítica de los supuestos:
1. Contexto singular versus contexto infinito.
Afirma que las convenciones lingüísticas de un periodo dado revelan el universo intelectual
de cualquier obra histórica determinada, en conclusión el contexto socio-histórico social es
imposible.
2. La intensión transparente versus intención opaca.
Las intenciones propias del autor pueden revelar las convenciones que trata de apoyar y
superar con su texto, en este caso el autor concluye que buscar el significado de una
teoría a través de la intención conciente del autor es, seguramente, inútil.
Se determina el significado del texto por la situación histórica del interprete y del curso
objetivo de la historia.
3. Textos explícitos versus textos multivalentes.
De los puntos anteriores se desprende que si el contexto no es definido y si es imposible
concretar la intención del autor, se debe admitir que los textos tienen autonomía relativa,
sin vehículos intelectuales por derecho propio, permiten la comunicación interpersonal
porque son reglas socialmente constituidas y transmitidas.

También podría gustarte