Está en la página 1de 4

APUNTES PARA LA HOMILÍA DEL SSABADO

IV DE PASCUA 2020
Daremos inicio lanzando una pregunta ¿Por qué en
ocasiones que le hemos pedido algo a Dios no nos
lo ha concedido?
En el Evangelio de hoy encontramos dos razones:
1. Lo que le estamos pidiendo a Dios, es
contrario a su Voluntad
Esta es la experiencia de los discípulos
representados ahora por Felipe: en vez de recibir lo
que están pidiendo, reciben un reclamo: “Flipe,
tanto tiempo hace que estoy con ustedes, ¿y
todavía no me conoces?”
Y es que, Dios sí se deja ver, pero a través de su
Hijo Jesucristo y, Felipe estaba pidiendo verlo cara
a Cara, algo contrario a lo que dice en Jn 1, 18: “A
Dios nadie lo vio jamás”.
Si conocemos a Jesús, estaremos conociendo
también al Padre, porque Jesús y el Padre son uno:
“quien me ha visto a mí, ha visto al Padre”. Más
adelante dice: “créanme: yo estoy en el Padre y el
Padre está en mí”.
En este sentido, Dios hoy nos está haciendo una
invitación clara: a que le conozcamos a través del
conocimiento de Jesús. Veamos la manera de
obrar de Jesús y veremos la manera de obrar de
Dios, así lo afirma Jesús: “es el Padre que
permanece en mí, quien hace las obras”.
Aquí nos surge otra pregunta: ¿de qué manera
puede una persona estar en otra? Hay una forma:
- Por el amor.
- Teniendo un mismo pensar.
- Teniendo un mismo sentir.
- Teniendo un mismo obrar.
Jesús está en el Padre en este sentido y, nosotros
podemos estar unidos a Jesús, también en este
sentido.
Y es esto lo que le faltaba a Felipe: estar unido a
Jesús. Por esta razón, lo que estaba pidiendo iba
totalmente en contra de la voluntad de Dios.
2. Porque no estamos lo suficientemente
unidos a Dios
Jesús dice: “Yo les aseguro: el que crea en mí,
hará las obras que yo hago y las hará aún
mayores”. Más adelante dice: “yo hare cualquier
cosa que me pidan en mi nombre”.
Este creer en Jesús es igual a que tener fe en Él. La
fe, dice el CEC 150, “es una adhesión personal
del hombre a Dios”. En este sentido, si lo que le
pedimos a Dios va de acuerdo a su voluntad y no
nos lo concede, pueda ser que nos haga falta creer
más en Dios, adherirnos más a Él.
Y ¿Cómo podemos unirnos a Él? Ya lo he dicho
antes:
- Por el amor.
- Teniendo un mismo pensar.
- Teniendo un mismo sentir.
- Teniendo un mismo obrar.
Dios nos busca y nos llama, pero a veces podemos
tomar la actitud de rechazo a su llamado, como
hacían los judíos ante la predicación de Pablo y
Bernabé. Seamos dóciles al llamado de Dios.

También podría gustarte